Crash Bandicoot 4, An¨¢lisis. Celebraci¨®n plataformera

Crash Bandicoot N. Sane Trilogy fue toda una declaraci¨®n de intenciones. Activision, en su prop¨®sito por arremeter en un algo desamparado g¨¦nero de plataformas en tres dimensiones, lanz¨® un globo sonda en 2017 capaz de vender m¨¢s de diez millones de unidades. Seguido del marsupial tuvimos al drag¨®n morado, luego nos subimos sobre ruedas y¡­ aqu¨ª estamos, ante un regreso que podemos calificar como leg¨ªtimamente demandado. No era una empresa f¨¢cil enfrentarse a Crash Bandicoot en 2020 y ponerle un cuatro con su nombre; eso tambi¨¦n es una declaraci¨®n de intenciones. Ahora, tras completar un t¨ªtulo una recta final marca de la casa, podemos decir con calma que Crash Bandicoot 4: It¡¯s About Time es lo que est¨¢bamos esperando.

Y eso es algo que debemos celebrar. Porque Toys for Bob ha capturado la esencia: este videojuego se siente Crash Bandicoot. Cualquier aficionado a la trilog¨ªa original, bien haya crecido con las iteraciones originales de PlayStation o con la remasterizaci¨®n de 2017 que tan bien recre¨® Vicarious Visions, sabr¨¢ que esta licencia tiene una manera muy particular de entender el g¨¦nero de los plataformas. Saltos, tiempo, cadencia, inercia¡­ Peque?os detalles que se graban en nuestro cerebro como si de montar en bici se tratase. El estudio estadounidense aprueba con nota en una de las dos tareas principales, la jugabilidad. El control es exquisito cuando manejamos a Crash o Coco; el problema es que este cuarto episodio numerado ha decidido arriesgar en algunos aspectos al introducir nuevos ¨ªtems ¡ªlas M¨¢scaras Cu¨¢nticas, de las que hablaremos m¨¢s adelante¡ª y personajes seleccionables. Digamos que no todo termina de funcionar, y es una l¨¢stima, porque empa?a el excelente trabajo que se hace con las fases m¨¢s tradicionales. Altos y bajos. Claroscuros que impiden que el t¨ªtulo hoy protagonista tenga una calificaci¨®n sobresaliente.

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El riesgo de experimentar: el d¨ªa que Crash Bandicoot quiso ser algo m¨¢s

Vais a permitirnos hacer una peque?a menci¨®n a Skylanders. Es inevitable no hacer un poco de retrospectiva con el grupo de profesionales que se han encargado de dar color y forma a Crash Bandicoot 4: It's About Time. Durante cinco a?os trabajaron con la licencia Skylanders, heredera de las aventuras modernas para los m¨¢s peque?os de la casa de y pecursora de lo que terminar¨ªa siendo la Activision actual en este segmento. Se nota que hab¨ªa ideas que quer¨ªan aprovechar de nuevo. Por ello, algunos niveles se abren m¨¢s de lo habitual y la irrupci¨®n de personajes como Neo Cortex y Dingodile apuesta m¨¢s por la interacci¨®n con el escenario que cuando utilizamos a Crash y Coco, una experiencia tradicional con todas las letras. Es esta ¨²ltima la que brilla de verdad.

Ahora bien, ?d¨®nde estamos y de d¨®nde venimos en el universo de nuestro h¨¦roe? A grandes rasgos, nos encontramos justo donde lo dejamos al final de Crash Bandicoot 3, pero Neo Cortex y el Dr. N. Tropy han escapado de la prisi¨®n interdimensional dejando en el camino un agujero en el universo. Vamos, que est¨¢ todo patas arriba. Su plan es conquistar todas las dimensiones, por lo que Crash y Coco son los encargados de pararles los pies. Veinte a?os no pasan en balde, sin embargo, y hemos de decir que el menor de los problemas es el apartado art¨ªstico elegido por Toys for Bob. Ni los tr¨¢ileres ni capturas de pantalla hacen justicia a lo bien que se ve el t¨ªtulo en pantalla, lo natural que luce la paleta de colores y lo fidedignos que son los movimientos. En cuanto llevas dos minutos a los mandos sientes que la esencia sigue intacta, que los movimientos en el aire mientras saltas se mantienen y que, por encima de todo, hay niveles con una dificultad endiablada, sin margen para el error. Un t¨ªtulo que no perdona.

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En este sentido, Crash Bandicoot 4: It's About Time se parece m¨¢s al t¨ªtulo original de la trilog¨ªa que a ning¨²n otro, pero su dise?o de niveles toma elementos de los tres; especialmente del tercero, especialmente por la dificultad, menos agresiva salvo en la recta final. Ser¨ªa un error que os arruin¨¢semos sorpresas a ese respecto, as¨ª que nos limitaremos a decir que la larga treintena de niveles principales, que quedan divididos en dimensiones ¡ªque hacen las veces de mundos¡ª hacen confluir lo a?ejo con lo nuevo. De hecho, la herencia de otras licencias plataformeras es muy respetuosa y la hace suya. Lianas; monturas; r¨ªos con cajas que apenas ceden un segundo antes de hundirse; monstruos que aparecen de la nave para devorarnos; persecuciones¡­ Y gui?os, muchos gui?os que demuestran que este estudio quiere y respeta al personaje. Era fundamental, porque si no este experimento no hubiese tenido sentido.

Dingodile, Tawna y Neo Cortex; sensaciones encontradas

Las primeras horas son bastante llevaderas. Al principio de la partida podemos elegir dos modos de dificultad ¡ªque podemos cambiar en cualquier momento¡ª: con vidas o sin vidas. En el primero, si nos quedamos sin vidas tenemos que volver a empezar desde el principio, como en la trilog¨ªa original, mientras que el segundo respeta los puntos de control y simplemente nos recuerda el n¨²mero de muertes a trav¨¦s de un desalentador icono capaz de comprometer la confianza en nosotros mismos¡­ Todo es muy divertido. La curva de dificultad est¨¢ bien medida, aunque salvo los dos ¨²ltimos mundos es seguramente el juego m¨¢s f¨¢cil de los cuatro. Los efectos de sonido, las animaciones del entorno y la estructura de los niveles, con trayectos en ocasiones sorprendentemente largos y variados. Este t¨ªtulo no se ha hecho a la ligera y se nota que ha existido un minucioso estudio de ensayo-error para que no haya una sola dimensi¨®n descompensada.

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Es una l¨¢stima, por ello, que la incorporaci¨®n de Dingodile, Tawna y Neo Cortex no est¨¦ a la altura de la pareja. Tienen momentos de lucidez, pero no terminan de encajar en la ecuaci¨®n de la manera que esper¨¢bamos. Tawna es la m¨¢s interesante, casi con total seguridad, porque su aprovechamiento del g¨¦nero de plataformas es el m¨¢s inteligente al basar su precisi¨®n en la verticalidad de los saltos. En ocasiones, deberemos calcular el lanzamiento de su gancho cuando estemos en el punto m¨¢s alto de un salto, y la verdad es que es muy satisfactorio; por no hablar de sus patadas, cuya animaci¨®n es igualmente satisfactoria. La otra cara de la moneda est¨¢ con Dingodile, un intento regular de replicar la Succionaentes de Luigi¡¯s Mansion que, en la pr¨¢ctica, termina us¨¢ndose para absorber dinamita y acabar con elementos que nos estorban. Bastante descafeinado. Y Neo Cortex es una monta?a rusa. Algunos niveles pasan muy desapercibidos y no se siente especialmente aprovechados el uso de su pistola, una soluci¨®n para atacar desde la distancia. Es solo en el pen¨²ltimo mundo cuando se aprovecha su dash a¨¦reo, un quebradero de cabeza para caer justo donde tenemos que hacerlo.

Sin entrar en destripes argumentales, los cinco se ver¨¢n obligados a colaborar de forma conjunta para resolver el conflicto y, por desgracia, el tono de su narraci¨®n es excesivamente infantil, con un humor m¨¢s propio de un videojuego para ni?os que la t¨®nica m¨¢s gamberra y adolescente de anta?o. Una decisi¨®n que seguramente obedezca a decisiones comerciales, pero que choca en la pr¨¢ctica con la elevada dificultad de la aventura.

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Con todo, Crash Bandicoot 4: It's About Time presenta altibajos. Si bien la mayor¨ªa de niveles sobresale por su buena puesta en escena ¡ªalgunas de las fases son de lo mejor que hemos visto no solo en esta serie sino en el g¨¦nero de estos ¨²ltimos a?os¡ª, hay tramos que podr¨ªamos denominar valle donde, en realidad, no se aporta mucho a la experiencia. La necesidad de presentar a los otros personajes interrumpe el flujo de los niveles convencionales. Por suerte, estamos ante un proyecto muy generoso en contenido, con muchas horas por delante si queremos exprimirlo todo. Desde niveles que replican enfrentamientos cl¨¢sicos originales a cap¨ªtulos concretos para conocer de cerca y exprimir las posibilidades de Dingodile, Tawna y Neo Cortex. Es ah¨ª donde seguramente brillen m¨¢s, en su propio espacio, y no en la aventura principal.

Las M¨¢scaras Cu¨¢nticas, el gran acierto de Crash Bandicoot 4

Hab¨ªa dos maneras para destacar en una nueva iteraci¨®n can¨®nica de Crash Bandicoot: con nuevas mec¨¢nicas jugables o con un dise?o de fases capaz de superar lo visto hace veinte a?os. Toys for Bob ha hecho un poco de ambas. Las leyes de la f¨ªsica est¨¢n para desafiarlas, as¨ª que encontraremos un total de cuatro M¨¢scaras Cu¨¢nticas ¡ªque vamos incorporando progresivamente a los niveles¡ª basadas en alterar el espacio y el tiempo a con poderes. Kupuna-Wa (M¨¢scara del Tiempo), permite ralentizar el paso del tiempo para superar obst¨¢culos con precisi¨®n; Ika Ika (M¨¢scara de la Gravedad), para caminar cabeza abajo; Akano, que convierte a Crash en peonza para dar grandes saltos y superar barreras de luz como si fuera materia oscura; y Lani-Loli, la m¨¢scara para activar y desactivar objetos del entorno.

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Elementos que, en la pr¨¢ctica, recuerdan a fases vistas en otras sagas populares del g¨¦nero, pero sin ser una imitaci¨®n directa. Las que mejor se aprovechan son la de la gravedad y la alteraci¨®n f¨ªsica de los objetos, porque realmente te hacen part¨ªcipe de los errores. A pesar de lo superficial de algunos de sus niveles, es en los ¨²ltimos dos mundos donde todo confluye y cobra sentido al introducirse casi al mismo tiempo el conjunto de M¨¢scaras Cu¨¢nticas al completo. No solo son fases dif¨ªciles, sino que est¨¢n dise?adas de manera muy inteligente. En lo que respecta a los jefes finales, la mayor¨ªa aprovechan el uso de alguna de estas m¨¢scaras, pero nos hubiese gustado un n¨²mero m¨¢s elevado en la aventura principal y con algo m¨¢s de desaf¨ªo: son un tr¨¢mite, poco inspirados. Digamos que la principal prioridad de Toys for Bob ha sido satisfacer la demanda de grandes niveles; por encima de los jefes finales, que se quedan simplemente en un resultado notable.

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Hemos dicho que hay mucho contenido en Crash Bandicoot 4: It¡¯s About Time y es literal. Sin ¨¢nimo de romper la sorpresa a nadie, existe un modo invertido (N. Verted Mode) que, como podemos imaginar, nos invita a recorrer los niveles invertidos con la particularidad de no cambiar solo la perspectiva, sino que cambia todo: la velocidad del juego, el color y el estilo. Una idea que aplaudimos, muy, muy original. Puede llegar a ser graciosamente frustrante, pero he ah¨ª la gracia: nuestro subconsciente es el mayor enemigo. Este modo, dicho sea de paso, se ha desarrollado en colaboraci¨®n con Beenox, que ya hicieron el pasado a?o Crash Team Racing Nitro-Fueled. A esto debemos sumar el modo contrarreloj con puntuaciones en l¨ªnea, ideal para los piques con desconocidos. Finalmente, recompensas est¨¦ticas por doquier marca de la casa: hay decenas de skins. Cada cu¨¢l m¨¢s extravagante. Para desbloquearlas deberemos completar los niveles superando peque?os retos; en la mayor¨ªa de casos se rige a un n¨²mero de muertes determinadas para completar un nivel. Si superamos esa cifra, no la desbloquearemos en ese intento.

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El modo multijugador local es un a?adido interesante, pero que realmente tampoco aporta demasiado. Esta vertiente cuenta con opciones cooperativas y competitivas (Bandicoot Battle). Del primero no podemos decir mucho: permite pasar el mando a otro jugador para que nos ayude a completar las fases. El verdadero inter¨¦s reside en el competitivo, que divide su propuesta en Checkpoint Race (carreras donde gana el que consiga m¨¢s puntos de control) y Crate Combo (carreras donde se premia la mayor cantidad de puntos rompiendo cajas).

No podemos terminar este an¨¢lisis sin hablar del apartado audiovisual. La m¨²sica, a decir verdad, no destaca en demas¨ªa. Si bien hay arreglos reconocibles con los temas principales de la saga de base, no hay melod¨ªas demasiado pegadizas ni hacen que la experiencia mejore. Es seguramente en los efectos sonoros donde m¨¢s destaca, en lo ambiental. Tambi¨¦n en lo est¨¦tico, con modelados de personajes que pueden gustar m¨¢s o menos ¡ªa nosotros nos ha convencido totalmente¡ª, pero que en dise?o de escenarios no podemos sino quitarnos el sombrero. En la versi¨®n analizada hay algunos problemas de rendimiento, sobre todo en algunas fases finales que presentan m¨¢s elementos en pantalla de lo habitual. Nada grave, pero seguramente pueda corregirse a base de parches. Peque?o tir¨®n de orejas para algunos tiempos de carga.

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Hemos analizado Crash Bandicoot 4: It¡¯s About Time en una consola PS4 Pro a trav¨¦s de un c¨®digo de descarga suministrado por Activision.