Vista atr¨¢s: por qu¨¦ Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo merece un remake

Estando a¨²n vigente, podemos hablar tranquilamente de esta como una de las franquicias m¨¢s longevas de la actualidad, datando la entrega original de nada menos que 1989. Y es que si nos atenemos a lo visto durante el pasado Ubisoft Forward, en el que el remake de Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo fue anunciado con una relevancia a la altura de una nueva IP como es Immortals: Fenyx Rising, en efecto la editora gala a¨²n parece creer en esta m¨ªtica saga. Lo demuestra resucitando la que seguramente sea una de sus entregas m¨¢s c¨¦lebres, y que comenz¨® una fant¨¢stica trilog¨ªa all¨¢ por la d¨¦cada de los 2000, y tambi¨¦n una de las mejores, al menos para la cr¨ªtica.

En apenas unos meses seremos conscientes de lo que pudo suponer este t¨ªtulo en el a?o 2003, fecha de su llegada a PS2, ya que al a?o siguiente se lanzar¨ªa tambi¨¦n en Game Cube, trat¨¢ndose de un juego completamente solvente a nivel jugable hoy en d¨ªa. Quienes lo prueben por primera vez se sorprender¨¢n incluso, al contar con secciones muy frecuentes de plataformas ¨Cde hecho es la mec¨¢nica principal, junto con los puzles- y lo que es m¨¢s importante, cuando estas a¨²n no estaban completamente mecanizadas y hab¨ªa que calcular cada salto en lugar de, simplemente, mantener pulsado un bot¨®n para que nuestro personaje hiciera un parkour imposible.

Una aventura adelantada a su tiempo

Pero empecemos desde el principio¡­ La trama de Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo nos sit¨²a en tierras de Oriente Medio all¨¢ por el siglo XI a. C., y comienza ya de manera fren¨¦tica, durante el asalto del Pr¨ªncipe y el ej¨¦rcito de su padre a una ciudad regentada por un Maharaj¨¢, con cuya hija termina nuestro protagonista teniendo un romance. Durante dicho asalto, el Pr¨ªncipe da con las Dagas del Tiempo, las cuales terminan liberando las Arenas del Tiempo que dan nombre al juego y que son una parte clave de todo el juego, y alrededor de las cuales gira todo el gameplay, o al menos, el m¨¢s importante.

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En honor al gran cl¨¢sico, no faltaban las trampas repartidas por todo el entorno en forma de pinchos que surg¨ªan del suelo, cuchillas giratorias, flechas que sal¨ªan disparadas de la pared, etc¡­, as¨ª como puzles ya conocidos por todos centrados en mover bloques para llegar a zonas inaccesibles, pero anda que no pudiera superar el Pr¨ªncipe gracias a una variedad de movimientos y animaciones casi in¨¦ditas por aquella ¨¦poca. Este era capaz no solo de saltar y balancearse entre cuerdas pendientes del techo, sino incluso de correr por las paredes o agarrarse a columnas y trepar por ellas. ?No recuerda a otra saga tambi¨¦n celeb¨¦rrima de Ubisoft? En efecto, es evidente que Assassin¡¯s Creed le debe mucho, much¨ªsimo probablemente a Prince of Persia. Qui¨¦n sabe, de hecho, si no se dar¨ªa un caso similar al de Resident Evil y Devil May Cry, y ante una nueva entrega de PoP tan diferente decidieran crear la IP protagonizada por el Credo de los Assassins.

No es casualidad, por supuesto, que el director del juego fuera Patrice Desilets, m¨¢s conocido precisamente por ser el creador original de Assassin¡¯s Creed, y al mando del desarrollo no solo de la entrega original protagonizada por Altair, sino tambi¨¦n de Assassin¡¯s Creed II y Assassin¡¯s Creed: La Hermandad, dos de las iteraciones m¨¢s queridas por los fans. El gusto y el sabor a cl¨¢sico que destila el juego se debe tambi¨¦n a la participaci¨®n directa en el desarrollo de Jordan Mechner, nada menos que creador del juego de 1989.

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Pero sin duda la clave de todo eran las susodichas Dagas del Tiempo, que no solo hac¨ªan las veces de arma en combate ¨Cuna mec¨¢nica que sin ser la primordial, estaba muy bien resuelta-, sino que al derrotar a cada enemigo recarg¨¢bamos las Arenas, las cuales nos permit¨ªan jugar con el tiempo a nuestro antojo, aunque con ciertas limitaciones, obviamente. Retroceder diez segundos para corregir un error en alguna plataforma o combate, ralentizar el tiempo durante el mismo para dar cuenta de varios enemigos m¨¢s f¨¢cilmente, o incluso acelerar la velocidad a la que ¨¦l mismo se mueve. Tambi¨¦n estos poderes pod¨ªan ser ¨²tiles a la hora de resolver algunos de los m¨²ltiples puzles del juego, algo que nos recordar¨¢ irremediablemente a uno de los grandes indies de siempre como es el genial Braid.

Tras esta primera entrega de una trilog¨ªa genial, ni Desilets ni Mechner participar¨ªan en el desarrollo de Prince of Persia: El Alma del Guerrero (2004), mucho menos en el de Prince of Persia: Las Dos Coronas (2005), y se not¨® en un mayor enfoque en el combate, aunque no conviene llevarse a equ¨ªvocos: seguimos hablando de dos grandes juegos que superan sin problemas el notable en Metacritic. A¨²n siendo bien diferentes, conforman una de las trilog¨ªas m¨¢s emblem¨¢ticas de la generaci¨®n de los 128 bits, habiendo sido remasterizada y recopilada durante la pasada generaci¨®n. ?Podr¨ªa ser este remake de Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo una piedra de toque para ver la aceptaci¨®n de la saga, y as¨ª continuarla en un futuro?

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Si echamos la vista atr¨¢s solo unos meses nos daremos cuenta que no es ni mucho menos la primera vez que Prince of Persia est¨¢ de actualidad, aunque en otras ocasiones fuera para mal, como el curios¨ªsimo caso del cancelado Prince of Persia: Redemption, o bien en forma de mera experiencia para realidad virtual, pero no ha dejado de estar en la mente de Ubisoft, as¨ª como de sus responsables. Ojal¨¢ sea de veras el regreso definitivo de una saga que, si olvidamos la fallida entrega de 2008, nunca ha estado exenta de calidad y buena recepci¨®n por parte de todos.