PGA TOUR 2K21, An¨¢lisis. Putt al hoyo

M¨¢s de 15 a?os, que se dice pronto, han pasado desde el supuesto apogeo de los juegos de golf. M¨¢s de 15 a?os hace que Electronic Arts un¨ªa la licencia del PGA Tour y su entonces jugador franquicia Tiger Woods. Pero entrega anual tras entrega anual su calidad se fue diluyendo a la par que el inter¨¦s de los jugadores, hasta que se decidi¨® no continuar con la saga. HB Studios, que hab¨ªa realizado ya trabajos en colaboraci¨®n junto al gigante californiano, cog¨ªa en 2014 las riendas de la franquicia con su The Golf Club y en 2018 llegar¨ªa 2K para publicarlo. Con la entrega de este a?o, PGA TOUR 2K21 oficializa su paso a la familia deportiva de 2K con la esperanza de darle a los fans de este deporte un juego actualizado que est¨¦ a la altura de los tiempos que corren. Y en cierta manera se ha conseguido.

Lo fundamental funciona (y muy bien)

Del conjunto que compone PGA TOUR 2K21 lo forman 3 grandes grupos: el de las cosas que funcionan muy bien, el de las cosas que tienen buen potencial y el de las cosas que tiene que mejorar. Cuando estuvimos en la presentaci¨®n del juego hace algunas semanas, la pregunta que MeriStation hizo al equipo de desarrollo fue la siguiente: ¡°Tras la llegada de 2K y viendo que el n¨²cleo del juego ya funcionaba en los anteriores The Golf Club, ?es l¨®gico pensar que buena parte del esfuerzo se ha centrado en la parte accesoria (presentaci¨®n, valores de producci¨®n, etc.)?¡±. La respuesta fue rotunda: s¨ª, efectivamente. Pues bien, todav¨ªa queda trecho por recorrer en ese aspecto y es sin lugar a dudas la parte que menos luce del t¨ªtulo. Y eso es porque lo fundamental, el n¨²cleo de lo que convierte a este juego en un buen juego de golf, funciona.

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Y es que por encima de todo hay dos puntos vitales que no deben fallar: c¨®mo se traslade la sensaci¨®n de un partido al jugador - con todas las posibilidades que existen en el campo - y que la f¨ªsica de lo que estemos viendo en pantalla se corresponda con lo que ocurre en un campo de verdad. Un humilde h¨¢ndicap 24 como este redactor que suscribe tal vez refleje que no es el mejor jugador del mundo pero s¨ª basta para poder apreciar si lo que el juego nos transmite se adec¨²a, salvando las distancias, a lo que se experimenta en la calle o en el green y hemos salido muy satisfechos en ese aspecto. Hasta el punto que a veces nos ha hecho m¨¢s ilusi¨®n completar un par salvador en el hoyo 17 que de no embocar nos complicaba la clasificaci¨®n de final de temporada que muchas de las sensaciones en el campo real. Y eso, que nos recuerda mucho a las largas noches que hab¨ªamos pasado torneo tras torneo con las entregas viejunas de Tiger Woods, es muy buena se?al.

Para los que no hayan probado nunca ninguna de las 3 versiones anteriores de The Golf Club, estamos ante un simulador de golf. Simulador frente a las versiones de EA, muy bien presentadas pero tambi¨¦n m¨¢s arcade, y con el valor a?adido de no perder ni un ¨¢pice de accesibilidad. Se han a?adido nuevos modos de personalizaci¨®n para hacer la experiencia de juego a nuestro gusto aunque jugando en ¡°normal¡±, por defecto, se nos ha antojado un poco sencillo. A partir de la Pro las cosas ya empiezan a ponerse tensas porque se ha remodelado el swing (que va a ser algo que necesitaremos dominar a la mayor brevedad) y se necesita un control del rat¨®n y un timing bastante preciso para empezar a clavar esos birdies.

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Y dado que el golf es uno de los deportes m¨¢s complejos que existen, la cantidad de opciones disponibles durante la partida puede parecer abrumadora para el jugador novel. Nada m¨¢s lejos de la realidad porque PGA Tour 2K21 es, en s¨ª mismo, un gigantesco compendio enciclop¨¦dico para entender c¨®mo y por qu¨¦ las cosas funcionan en un campo de golf. Desde las distintas inclinaciones del driver hasta las diferencias entre un chip y un flop, c¨®mo contrarrestar el viento cambiando el ¨¢ngulo de ataque a la bola, por qu¨¦ un h¨ªbrido permite salir mejor de la hierba o entender las particularidades del green (esa moqueta verde donde de vez en cuando se ganan pero mayormente se pierden los partidos)... todo est¨¢ representado perfectamente en el juego y su comportamiento es coherente con la realidad. Este juego no te ense?a a jugar al golf pero te ense?a a entender sobre golf.

A todo ello se le suma una f¨ªsica de la pelota estupenda y una buena representaci¨®n de los campos, por lo menos sobre el papel. Cierto que no hemos tenido la oportunidad de jugar nunca en ninguno de los 15 campos licenciados, pero afortunadamente las comparativas a vista de p¨¢jaro nos dan una idea muy aproximada de la alta fidelidad de sus hom¨®logos digitales. Nunca hemos tenido la sensaci¨®n de que nada de lo que pasara en el juego fuera un invento o un error; cada vez que hemos enviado una bola al agua o a la arena siempre pod¨ªa atribuirse a un error humano y eso es algo fundamental. Eso no quiere decir que el juego no sea frustrante a veces: en un par de ocasiones la bandera nos jug¨® una mala pasada en un putt cuando no pudimos quitarla, por ejemplo, pero por regla general se ha puesto mucho cuidado en que la representaci¨®n del acto de jugar sea clara y honesta.

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Una de las cosas que m¨¢s curiosidad nos planteaba era el tema de las rivalidades que se van formando a medida que competimos en el Tour. El juego va creando nuestros propios n¨¦mesis dentro de la clasificaci¨®n con los que nos iremos batiendo virtualmente durante toda la carrera. Esto forma parte de alguna manera del sistema de progresi¨®n que nos acompa?a en el modo campa?a, junto al desbloqueo de patrocinadores y a la posibilidad de ir cambiando de palos con distintas caracter¨ªsticas de distintas marcas. Aunque un valor muy apreciado por los principiantes suele ser el cu¨¢n permisivo es un palo con los errores de swing, a medida que perfeccionemos nuestras habilidades y avancemos nos ser¨¢ posible adquirir material que potencie la distancia o el efecto que adquiere la bola en sacrificio de otras cualidades. No hay ning¨²n palo o set de palos que proporcione ventajas netas completas sobre el set que se nos da al principio, pero s¨ª que podremos ajustar nuestra bolsa a nuestro particular estilo de golf.

Un potencial por descubrir

El modo carrera es el modo principal en el que pasaremos la mayor parte del tiempo cuando juguemos solos; recuerda pero no tiene nada que ver con el que comparten otras franquicias de 2K como NBA 2K20, por ejemplo, y viene a ser una versi¨®n algo simplificada de una temporada del PGA Tour. Podremos escoger el nivel de profesionalizaci¨®n en el que empezamos y r¨¢pidamente ir ascendiendo escalones hasta jugarnos las casta?as contra Justin Thomas o Jim Furyk entre otros. Pero si queremos jugar contra otra gente, las sociedades online es el agujero negro donde caer¨¢n horas y horas de sue?o. En el momento de escribir esta review, la sociedad oficial apenas contaba con 11 miembros, algo l¨®gico pues es previo al lanzamiento del juego. Las sociedades funcionan b¨¢sicamente como hubs en los que se pueden organizar eventos, competiciones, clasificaciones¡­ y por qu¨¦ no, encontrar otros golfistas con los que compartir partidas. Pero, como todo, es una funcionalidad que depende mucho del qui¨¦n y el c¨®mo se organice.

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La segunda cosa que nos parece que tiene montones de posibilidades es el creador de campos. PGA Tour 2K21 licencia 15 campos reales y el resto est¨¢n creados con las mismas herramientas con las que cada usuario puede hacer sus creaciones, siguiendo las recomendaciones del programa o editando hoyos desde cero. De nuevo, en el momento de publicar esta review, no hab¨ªa ning¨²n campo creado por usuarios pero si podemos extrapolar de otras versiones, hay ah¨ª un mar pr¨¢cticamente inabarcable de posibilidades donde las mentes m¨¢s creativas pueden hacer gala de sus habilidades para goce y disfrute del resto de usuarios. Lamentablemente este campo es uno donde en especial carecemos de maestr¨ªa y con buen criterio hemos dejado que sean otros los que se luzcan a este respecto. Ambas cosas, sociedades y editor, vendr¨ªan a ser lo que deber¨ªa alargar la vida ¨²til del juego m¨¢s all¨¢ de lo que venda de lanzamiento, a la espera de si el hecho de pasar oficialmente a la nomenclatura 2K esta franquicia se convertir¨¢ en anual, bianual o ser¨¢ una base sobre la que expandirse.

Gran margen de mejora

Y como antes apunt¨¢bamos, hay una serie de caracter¨ªsticas que necesitan con distinto grado de urgencia la atenci¨®n del equipo desarrollador. Una de las que m¨¢s llaman la atenci¨®n es que, a pesar de que hay 12 golfistas profesionales licenciados contra los que podremos jugar, nunca podremos llegar a manejarlos. Esto es algo que nos ha llamado poderosamente la atenci¨®n y aunque no es capital - y seguramente obedezca a alg¨²n tema de licencias con el PGA Tour - s¨ª que nos tuvo rebuscando en las opciones porque nos parec¨ªa tan extra?o que tem¨ªamos que se nos tuviera pasando por alto. Ser¨ªa como comprar un FIFA y no poder controlar nunca a Messi, o comprar un NBA y no poder tirar con Lebron o Harden. Sabemos que los profesionales existen porque de vez en cuando aparecen en las tablas clasificatorias o en una secuencia durante una partida de una jugada espectacular que haya pasado en otro hoyo, y nada m¨¢s.

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T¨¦cnicamente el juego cumple y los dise?os de los campos est¨¢n muy conseguidos pero hay detalles, como el p¨²blico, que te sacan completamente de situaci¨®n por lo mal representados que est¨¢n. De nuevo, no es algo que forme parte del coraz¨®n del juego, pero s¨ª forma parte de la vestimenta, de esos valores de producci¨®n en los que buena parte del presupuesto se nos dijo que se hab¨ªa invertido. Los comentaristas Luke Elvy y Rich Beem a?aden colorido a las retransmisiones (aunque puestos a preferir, nos gustaba m¨¢s la dupla Gary McCord y David Feherty) especialmente durante los primeros campos, hasta que los comentarios se van repitiendo uno tras otro. Tras unas cuantas horas es habitual, por lo menos en nuestro caso, poner una lista de reproducci¨®n en Spotify o Youtube y desactivar el sonido por completo. Esto generalmente no habla bien de la banda sonora de un t¨ªtulo pero, como decimos, es pr¨¢ctica habitual en muchos usuarios (incluidos nosotros) en este tipo de juegos.