El secreto del ¨¦xito de Animal Crossing: New Horizons

La m¨¢s reciente entrega de la saga de Animal Crossing, New Horizons, est¨¢ siendo rompiendo todas las expectativas. A pesar de que solo lleva dos meses en el mercado, ya ha vendido 13.41 millones de copias, convirti¨¦ndose en el sexto juego m¨¢s vendido de la Nintendo Switch. Dado que lo superan juegos que fueron lanzados hace a?os, como Mario Kart 8 Deluxe o The Legend of Zelda: Breath, of the Wild, y el tir¨®n que est¨¢ teniendo la ¨²ltima entrega de Animal Crossing, no ser¨ªa extra?o que se acabara convirtiendo en el juego m¨¢s vendido de la consola.

?A qu¨¦ se debe este ¨¦xito? No cabe duda de que la crisis mundial producida por la Covid-19 ha tenido mucho que ver. El confinamiento al que se ha enfrentado la mayor parte del mundo ha hecho que muchas personas dispongan de mucho m¨¢s tiempo libre y un menor abanico de opciones de ocio. Curiosamente, esto ha hecho que se disparen las ventas de la Nintendo Switch, hasta el punto en que la demanda es ya superior a la oferta y Nintendo se ha visto obligada a incrementar un 10% la producci¨®n de su consola h¨ªbrida para el resto del 2020. Y Animal Crossing: New Horizons tiene gran parte de la culpa, tal y como explic¨® la misma Nintendo en su an¨¢lisis de los resultados financieros correspondiente al a?o fiscal acabado en marzo de 2020:

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¡°The release of Animal Crossing: New Horizons drove hardware sales greatly, with console sell-through for the week of release reaching levels above weekly sell-through during the holiday season.¡± ¡ªFiscal Year Ended March 2020 Financial Results Explanatory Material

De vuelta al mundo exterior

Ser¨ªa ingenuo obviar el efecto que la cuarentena ha tenido tanto sobre jugadores de toda la vida como gente que acaba de entrar a este mundillo. Las suscripciones a servicios de streaming como Netflix, Disney+ y Amazon prime est¨¢n por los aires, y las ventas de videojuegos no se han quedado atr¨¢s. Nos encontramos en una ¨¦poca en que es necesario evadirnos de la crisis que estamos sufriendo, en la que echamos de menos el mundo exterior m¨¢s de lo que lo hac¨ªamos cuando ten¨ªamos libertad de ir y venir a nuestro antojo. Y en medio de ese panorama, Animal Crossing: New Horizons nos ofrece devolvernos a ese mundo que nos ha sido arrebatado.

Las reuniones sociales han pasado a Discord y Skype; las de trabajo, a Zoom y Teams; a nuestros familiares los vemos a trav¨¦s de las pantallas de nuestros m¨®viles y ordenadores. Pero el juego de Nintendo nos permite ir m¨¢s all¨¢: nos ofrece un escenario, nuestras islas, en el que reunirnos con nuestros amigos, en el que hablar e interactuar con ellos, en el que sentirnos m¨¢s cercanos de lo que hemos estado en semanas. No es igual que el contacto cara a cara, pero es mejor que limitarse a mandarse mensajes a trav¨¦s de un chat.

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?Y qu¨¦ hay de la exploraci¨®n? No solo podemos recorrer nuestra propia isla de cabo a rabo, sino que tambi¨¦n podemos visitar las de nuestros amigos o viajar a otras remotas gracias a los cupones de millas Nook. Esto nos proporciona una sensaci¨®n de exploraci¨®n, de retorno al mundo exterior, que nos sirve para reducir la ansiedad que sentimos al estar recluidos en nuestras propias casas. Este factor no debe ser despreciado, pues es este af¨¢n de descubrimiento la que impulsa el amor por los juegos RPG y de mundo abierto, tales como The Elder Scrolls V: Skyrim o The Legend of Zelda: Breath of the Wild. Ahora, m¨¢s que nunca, necesitamos mundos virtuales a los que escapar.

Incontables opciones de personalizaci¨®n

Pero tampoco podemos atribuir todo el ¨¦xito de Animal Crossing: New Horizons a la problem¨¢tica actual. A fin de cuentas, el juego estaba planeado mucho antes de que estallara esta crisis sanitaria, y los desarrolladores ya se hab¨ªan propuesto hacer que este fuera el mejor t¨ªtulo de su saga, seg¨²n explic¨® la creadora Aya Kyogoku.

Y es que quer¨ªan hacer que el juego estuviera repleto de contenido, un objetivo que han cumplido con creces. En entregas anteriores ya se pod¨ªa decorar el pueblo y la casa de uno con un sinf¨ªn de opciones, pero estas han aumentado exponencialmente en el t¨ªtulo de Nintendo Switch gracias a nuevas caracter¨ªsticas tan bien integradas que pareciera que hubieran estado siempre ah¨ª. Un ejemplo claro de esto es el taller de bricolaje, que nos permite fabricar herramientas, muebles, ropa, muros y suelos, etc., a trav¨¦s de los materiales que recopilemos en nuestra isla o en aquellas que visitemos. Adem¨¢s, tambi¨¦n nos ofrece la capacidad de personalizarlos, cambi¨¢ndoles el color o a?adiendo los dise?os que hayamos creado a trav¨¦s de la aplicaci¨®n de creaci¨®n de patrones.

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Si tomamos en cuenta que, adem¨¢s de muebles, estos patrones tambi¨¦n nos permiten decorar la isla y nuestra ropa, veremos que las opciones de personalizaci¨®n son casi infinitas. Los jugadores especialmente creativos han conseguido todo tipo de efectos, como recrear el mundo de Final Fantasy VII o rutas enteras de juegos de Pok¨¦mon. Y lo mejor es que esto no sirve solo para que tengamos la satisfacci¨®n de tener una isla preciosa o alcanzar las tan ansiadas cinco estrellas, sino que tambi¨¦n podemos invitar amigos para presumir del fruto de nuestros esfuerzos.

Y si la cantidad de objetos y eventos que tenemos hasta ahora le pareciera poco a alguien, Nintendo ha asegurado que seguir¨¢n lanzando actualizaciones para Animal Crossing: New Horizons durante los pr¨®ximos dos o tres a?os, a?adiendo un sinf¨ªn de opciones de personalizaci¨®n y nuevas situaciones de las que disfrutar que dar¨¢n nueva vida a este t¨ªtulo.

Una comunidad vibrante

A esta entrega no se juega solo con amigos. Y es que la capacidad de obtener nuevos muebles y recetas es limitada, pues tan solo podemos obtener un pu?ado al d¨ªa a trav¨¦s de las tiendas y de los proyectos que realicen nuestros habitantes. Por eso, si queremos completar alguna colecci¨®n determinada (como la de muebles de bamb¨² o p¨¦talos de cerezo, por ejemplo), tardaremos mucho tiempo en reunir todo lo necesario, a¨²n si recibimos ayuda de nuestros amigos. O quiz¨¢ queramos conseguir a un vecino determinado de entre los casi 400 disponibles, una aut¨¦ntica odisea muy dif¨ªcil de lograr viajando de isla en isla para ver si nos lo encontramos.

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Es por esto que se han creado comunidades online que permiten el tr¨¢fico de objetos y habitantes. Ejemplos de esto son Nookazon, un aut¨¦ntico mercado negro en el que obtener desde muebles a ropa, aldeanos, f¨®siles o recetas, o los canales de Discord que los youtubers y streamers de Twitch ofrecen a sus suscriptores para que intercambien todo lo que necesiten. Estas plataformas se han convertido en comunidades estrechas de usuarios que comienzan teniendo intereses materiales, pero que acaban desarrollando verdaderas relaciones de amistad.

Otro aspecto en el que los jugadores se a¨²nan por el bien com¨²n es el mercado de nabos, muy parecido a la bolsa de inversiones. A trav¨¦s de las redes sociales y canales de chat, la gente anuncia a qu¨¦ precio se pueden comprar los nabos en su isla cuando el precio es bajo, al igual que avisan de cu¨¢ndo estos se pueden vender a precio alto en sus tiendas. Esto ayuda a que personas que nunca habr¨ªan interactuado de ninguna otra manera acaben conoci¨¦ndose y pudiendo interactuar por el chat integrado, y, por qu¨¦ no, visiten sus islas y disfruten a¨²n m¨¢s de la experiencia de juego.

As¨ª, Animal Crossing: New Horizons, a pesar de tener un modo de juego online que peca de simplicidad y de tiempos de carga muy poco razonables, ha conseguido crear comunidades m¨¢s estrechas y complejas que las de otros juegos mejor engrasados, realzando el aspecto social de esta franquicia.

Retorno a la vida natural

¡°Necesitamos el t¨®nico de lo salvaje¡­ Al mismo tiempo que nos esforzamos por explorar y aprenderlo todas las cosas, necesitamos que estas sean misteriosas e inexplorables, que la tierra y el mar sean indefinidamente salvajes, desconocidos e insondables por el mero hecho de serlo. Nunca podemos cansarnos de la naturaleza.¡± ¡ªHenry David Thoreau, Walden

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Sin embargo, en ¨²ltimo punto, creo que el atractivo de la saga Animal Crossing reside, en gran parte, en que nos ofrece algo que casi ha sido olvidado: un regreso a la naturaleza.

Vivimos en una ¨¦poca dominada por la tecnolog¨ªa, rodeados de aparatos que nos permiten alcanzar un conocimiento superficial de casi todas las cosas. Si queremos informarnos sobre algo, solo necesitamos buscar su entrada de Wikipedia, un tutorial de Youtube que lo explique, un curso en alguna plataforma de ense?anza online o una explicaci¨®n detallada en un foro especializado. Esto nos ha convertido en personas m¨¢s eficientes que nunca, pero m¨¢s ignorantes de lo que jam¨¢s hemos sido. Pero Animal Crossing, un producto tecnol¨®gico y virtual, nos ha ofrecido, ir¨®nicamente, un retorno a una vida m¨¢s plena, una vida en que la naturaleza, el conocimiento, las relaciones personales y las habilidades sociales vuelven a tener sentido.

Y es que en New Horizons nos lanzan a una isla desierta junto a otros dos vecinos, todos en tiendas de campa?a, con muy pocas instrucciones sobre c¨®mo avanzar. Poco a poco nos van ense?ando c¨®mo recopilar recursos, nos dan recetas para aprender a hacer nuevos muebles y construcciones, nos mandan a buscar nuevos vecinos, a construir tiendas, a edificar puentes y rampas para ampliar nuestro mundo. Y as¨ª vamos convirtiendo el material en bruto de la isla en un reflejo de nuestras preferencias, de la clase de mundo en que nos gustar¨ªa vivir.

A pesar de todo, muchas cosas a¨²n nos son desconocidas. A menos que leamos la gu¨ªa oficial, o que busquemos los datos revelados por dataminers, Animal Crossing: New Horizons nos presenta con un proceso de aprendizaje largo y dif¨ªcil de dominar. Y es que tardaremos mucho tiempo en descubrir c¨®mo hibridan las flores y en qu¨¦ combinaciones, o en hallar los patrones de recopilaci¨®n de muebles y avispas zarandeando ¨¢rboles, o en qu¨¦ zona viven qu¨¦ peces y qu¨¦ bichos. Dos meses despu¨¦s de su lanzamiento, a¨²n sigue habiendo muchas inc¨®gnitas que tan solo los jugadores m¨¢s avezados han descubierto, como si pertenecieran a los escalafones m¨¢s altos de un culto mist¨¦rico.

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Recopilar materiales de la naturaleza, contribuir al descubrimiento de la flora y fauna de nuestra isla, interactuar con los ciudadanos que hayamos elegido y establecer relaciones con ellos¡­ Todo esto nos recuerda a la vida en una comunidad peque?a en un entorno natural donde todo el mundo se conoce, donde todo florece de la tierra y vuelve de la tierra. Nos presenta con una visi¨®n idealizada de un mundo id¨ªlico que pocos conocemos ya y que muchos ansiamos en una sociedad cada vez m¨¢s despersonalizado e inhumano.

Un peque?o mundo todo para m¨ª

En definitiva, Animal Crossing: New Horizons nos permite evadirnos en una comunidad construida por nosotros mismos a trav¨¦s de un largo proceso de aprendizaje, de ensayo y error. Poco a poco vamos moldeando el hogar de nuestros sue?os para poder resarcirnos de la insatisfacci¨®n de nuestra vida actual y de las circunstancias en las que nos hallamos. Nos otorga tanto el proceso adecuado como las herramientas necesarias para que sintamos que realmente somos los ingenieros de este nuevo mundo, de esta comunidad donde tanto los elementos est¨¦ticos como los isle?os que lo habitan est¨¢n en sinton¨ªa con nosotros mismos. Y, una vez conseguido esto, nos lanza a un mundo online en el que podemos conocer a otras personas y ense?arles todo lo que hemos conseguido.

Esta, sin duda, es una funci¨®n muy necesaria y para nada desde?able dada la incertidumbre en la que vivimos. Mi ¨²nica esperanza es que este juego nos ense?e a valorar la naturaleza y la vida al aire libre una vez podamos volver a ella, y que seamos capaces de disfrutar de ese mundo tanto como lo hemos hecho de su equivalente virtual.