In Other Waters, la exploraci¨®n de un nuevo mundo

No hay muchos juegos que basen sus premisas en la simple y pura exploraci¨®n. Es complicado resistirse a la tentaci¨®n de incluir alguna mec¨¢nica (combate, puzles, gesti¨®n¡­) para ganarse el ¡°derecho¡± de ser llamado videojuego, algo que todav¨ªa se arrastra incluso una vez que el g¨¦nero llamado socarronamente ¡°walking simulator¡± ya est¨¢ bien establecido y cuenta con numerosos ejemplos de calidad. En todo caso, y siguiendo con la idea inicial, son raros los juegos que basan su columna principal en la pura y simple exploraci¨®n: llegar a un lugar desconocido, tomar notas, observar¡­ incluso juegos como No Man¡¯s Sky, que tiene un fuerte componente de exploraci¨®n, no se resisten a a?adir algunos elementos de combate y construcci¨®n (precisamente en sus inicios se le acus¨® de no tener suficientes actividades fuera de la exploraci¨®n y escaneo de flora y fauna).

Si eres de entre los que criticaron ese aspecto en el t¨ªtulo de Hello Games, o simplemente no te seduce demasiado la idea de explorar, puedes dejar de leer este an¨¢lisis. In Other Waters es una aventura que combina narrativa y exploraci¨®n usando un formato m¨¢s parecido al de una (sofisticada) novela interactiva en el que el peso principal de la historia y la descripci¨®n de los entornos se realiza v¨ªa texto (en ingl¨¦s, adem¨¢s bastante t¨¦cnico por el uso de numerosos t¨¦rminos cient¨ªficos). Es pr¨¢cticamente un libro interactivo provisto de una interfaz m¨¢s intuitiva y elegante que el texto plano, pero en el que vamos siguiendo una trama mientras exploramos la infinidad de los mares de un mundo desconocido.

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Un interfaz elegante y eficaz

In Other Waters no es un juego que entre por los ojos, o al menos no de la manera tradicional. El estilo visual es extremadamente minimalista, con s¨®lo un mapa topogr¨¢fico y una serie de iconos como ¨²nicas v¨ªas de representaci¨®n exterior y propia. Los paisajes se nos van describiendo v¨ªa texto, a cada paso que avanzamos, por lo que tendremos que utilizar nuestra imaginaci¨®n para recrear los paisajes alien¨ªgenas de Gliese 667C, un planeta acu¨¢tico aparentemente sin mayor trascendencia pero que esconde un secreto incre¨ªble para la humanidad.

El interfaz de hecho es una peque?a obra de arte en cuanto a presentaci¨®n y uso. Se puede manejar c¨®modamente con rat¨®n y algo menos c¨®modamente pero de forma muy funcional con el pad. La representaci¨®n gr¨¢fica del radar, del mapa y de los distintos subsistemas hace un gran trabajo siendo a la vez claras al mismo tiempo que obtusamente futuristas y un poco incomprensible a primera vista. Al principio nos podemos liar bastante con los iconos y el control en general, pero con un poco de perseverancia encontraremos claras las funciones y lo que tenemos que hacer. Lo fundamental es el esc¨¢ner (tecla r¨¢pido en espacio) que nos mostrar¨¢ los puntos a nuestro alrededor por los que podemos avanzar y si ya los hemos visitado o no, tambi¨¦n nos dar¨¢ algunas claves adicionales como si el punto contiene muestras que podamos almacenar.Hay algunos aspectos que hay que tener en cuenta. Es un juego muy limitado en interacci¨®n, pero hay que gestionar la energ¨ªa y el ox¨ªgeno en cada viaje, teniendo en cuenta que hay factores ambientales que pueden influir en su consumo, pero no deja de ser un mecanismo para acentuar situaciones de peligro, m¨¢s que una mec¨¢nica de juego que requiera de especial atenci¨®n.

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Un detalle sorprendente de In Other Waters es lo evocativo que resulta, lo sumamente efectivo que es con tan pocos recursos audiovisuales. La paleta de colores es una delicia, con una pl¨¢cida combinaci¨®n de amarillo y turquesa que nos traslada el ambiente del planeta. No hay paisajes, pero la combinaci¨®n del mapa topol¨®gico y las descripciones nos traslada a los extra?os paisajes ba?ados por los rayos de luz del exterior. Cuando llegamos a un punto en el que las profundidades se hacen mayores y el mapa adquiere un azul oscuro, no nos cuesta imaginarnos las sensaciones de estar ante la inmensidad de un oc¨¦ano infinito, tan misterioso como aterrador. Con sutiles cambios y una fant¨¢stica banda sonora, no muy extensa pero bien usada y ejecutada, el juego consigue influir en nuestra percepci¨®n de una manera sumamente efectiva sin utilizar detalladas representaciones gr¨¢ficas, apelando convincentemente a nuestra imaginaci¨®n.

Ahora bien, no le hubiera venido mal algo de material gr¨¢fico con el que dar algo de variedad y contexto a nuestra exploraci¨®n, aunque fuera est¨¢tico. El ritmo de avance del exoesqueleto que controlamos como su IA es bastante lento y aunque cada punto tiene su peque?a descripci¨®n, el juego comete el error de borrarlo en cuanto a avanzamos, lo que nos obliga o bien a detenernos y leerlo antes de dar cada paso, haciendo el avance todav¨ªa m¨¢s lento, o bien a saltarlo directamente. Teniendo en cuenta adem¨¢s de que hay momentos en los que navegaremos por un ambiente hostil que minar¨¢ nuestros recursos, el resultado llega afectar al ¨²nico recurso sensorial que posee el juego. Una mayor integraci¨®n de los bocetos de las criaturas que nos encontramos, y algo de m¨¢s apoyo visual en general, no hubiera venido nada mal.

Explorar y seguir el gui¨®n

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Dado lo limitado del movimiento, que se limita a l¨ªneas rectas entre puntos, lo cierto es que In Other Waters ofrece pocos alicientes jugables. La recolecci¨®n y observaci¨®n de la flora y fauna es pr¨¢cticamente la ¨²nica interacci¨®n posible, junto con unas pocas interacciones duales de di¨¢logo con Ellery, la cient¨ªfica que protegemos como la IA responsable del exoesqueleto que la protege en las profundidades. Hay ciertos elementos ligeros de puzle, pero tan poco elaborados que algunas veces resultan m¨¢s tediosos que estimulantes. La capacidad del juego de mantener la atenci¨®n se basa en lo que te consiga cautivar la ambientaci¨®n y lo fascinante que te resulte la biolog¨ªa, ya que est¨¢ claro que el juego ha sido pensado desde una cierta base de conocimiento cient¨ªfico, demostrando en cada momento que puede su gusto por las anotaciones t¨¦cnicas. La historia de Ellery tiene tambi¨¦n su encanto, aunque hay veces que nos da la sensaci¨®n de que con menos exposici¨®n en sus mon¨®logos internos, el juego hubiera ganado.

Lo cierto es que In Other Waters hubiera ganado tambi¨¦n bastante enteros si hubiera podido o tenido tiempo de extraer lecciones de un juego aparecido el a?o pasado llamado Nauticrawl 20000 Atmospheres, otra modesta producci¨®n indie en la que nuestra ¨²nica esperanza de escapar de las profundidades marinas es una compleja m¨¢quina con la que tenemos que interaccionar como buenamente podemos. Ambos comparten ser juegos que basan su mayor fuerza en la interfaz gr¨¢fica, con apenas exposici¨®n al mundo exterior m¨¢s all¨¢ del mapa del que dependemos para guiarnos, pero Nauticrawl tiene una actitud de juego m¨¢s marcada, obligando al jugador a manipular, hackear o resolver puzles m¨¢s elaborados, lo que estimula m¨¢s nuestra mente y reflejos. In Other Waters es ciertamente m¨¢s relajado, quiz¨¢s demasiado en algunos momentos para su propio bien, pero est¨¢ claramente en los par¨¢metros que el juego ha sido concebido.

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Es tambi¨¦n una pena que una parte importante del juego sea el libro In Other Waters: A Study of Gliese 667Cc, una elemento muy llamativo del Kickstarter que dio forma al proyecto y que le daba un toque original. La idea era crear un libro de ilustraciones compa?ero del juego, con datos, descripciones, dibujos y elementos narrativos, un poco al estilo de otros libros de arte conceptual-narrativos como los basados en Tales from the Loop de Simon Stalenhag. Su posici¨®n en la historia es un tanto extra?a, ya que hace tanto de pr¨®logo, como de compa?ero y como ep¨ªlogo por lo que m¨¢s que disfrutarse a la vez requiere m¨¢s bien terminar primero el juego para recrearse en ¨¦l. Sus bellas ilustraciones y las anotaciones que podemos encontrar hacen mucho por elevar la ambientaci¨®n general, pero el precio de 8 € ser¨¢ una barrera importante para muchos -que no es que no lo merezca, el libro es fant¨¢stico, pero no todo el mundo entender¨¢ que una parte que eleve tanto la experiencia est¨¦ separada de un juego tan minimalista cuando ya vale 13€-. En ese sentido, la separaci¨®n entre juego y libro, su encaje en la historia y la forma en la que se ha planteado su conjunto hubiera sido seguramente mejor de haberse orientado de otra manera, pero es un detalle nada m¨¢s, no algo que afecte a la calidad del juego.