DOOM 64, an¨¢lisis: Regreso del exilio

A mediados de los noventa, los bits estaban tan arraigados en los debates consoleros que Nintendo no solo decidi¨® nombrar su tercera consola de sobremesa en honor a la potencia del procesador, sino que llev¨® esa idea a los t¨ªtulos de los propios juegos para mayor ¨¦nfasis. Super Mario 64, Pilotwings 64 o Wave Race 64 siempre quedar¨¢n como vestigios de una ¨¦poca revolucionaria, pero tambi¨¦n autoconsciente de un modo que ahora invitar¨ªa a mayor cinismo. Fue un curioso matrimonio entre tecnolog¨ªa y marketing al que las compa?¨ªas third party pronto vieron potencial lucrativo. Desde exclusivos como Bomberman 64 o Wipeout 64 hasta multiplataformas como FIFA 64 o Duke Nukem 64, el uso indiscriminado de la coletilla desinfl¨® su significado y, en un mundo con menos acceso a informaci¨®n que el actual, termin¨® por generar dudas sobre si implicaba un juego de nueva generaci¨®n o un port con contenido extra. Una de las v¨ªctimas de este fen¨®meno fue DOOM 64.

Desarrollado por Midway bajo la supervisi¨®n de Id Software, el proyecto rompi¨® la t¨®nica habitual de adaptar los originales con peores resultados que en PC: ambas compa?¨ªas colaboraron en una modificaci¨®n del engine que se ajustase tanto a las fortalezas como limitaciones de Nintendo 64 para dar vida a una campa?a completamente nueva, con niveles construidos desde cero, y armas y enemigos redise?ados con varios in¨¦ditos en la mezcla. DOOM 64 era DOOM 3 en todo menos nombre e iba a estrenarse junto a la consola como su primer FPS. Pero al acercarse el lanzamiento, Id consider¨® que el producto no estaba a la altura las circunstancias y lo retras¨® a 1997, donde acab¨® saliendo a la cola de Turok en Am¨¦rica y el mism¨ªsimo GoldenEye en Europa. La comparaci¨®n directa con FPS de gr¨¢ficos y conceptos m¨¢s innovadores no dej¨® en el lugar ideal a una obra que en muchos casos tambi¨¦n vino acompa?ada por esa confusi¨®n sobre su naturaleza como entrega nueva o port. A consecuencia, DOOM 64 pas¨® sin pena ni gloria y qued¨® relegado a un cap¨ªtulo anecd¨®tico, a menudo olvidado, de la saga. Por suerte, ahora podemos reescribirlo.

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El regreso del hijo pr¨®digo

Porque la llegada de DOOM 64 a PC, PS4, One y Switch, aunque otra vez en segundo plano por coincidir con la de DOOM Eternal, es un evento hist¨®rico. Si bien la comunidad de PC ya hizo su parte y s¨ª lo rescat¨® del olvido a?os atr¨¢s ¨Cprimero rehaci¨¦ndolo en el engine original, m¨¢s tarde adaptando el modificado de N64¨C, la versi¨®n que nos llega ahora de la mano de Nightdive Studios (tambi¨¦n responsables de los remasters de Turok y su secuela) supone el primer relanzamiento oficial en los 22 a?os transcurridos desde su estreno. El hecho de que una entrega de una de las sagas m¨¢s porteadas del medio haya tardado m¨¢s de dos d¨¦cadas en perder su exclusividad ¨Cde nuevo, de forma oficial¨C ya es una curiosidad interesante en s¨ª misma. Pero lo que hace de DOOM 64 algo digno de sentarse a hablar o, m¨¢s importante, jugar en nuestra plataforma de elecci¨®n, es DOOM 64. El juego como tal, sin necesidad de ampararse en simbolismos o nostalgias.

Es cierto que los a?os no pasan en vano, pero tambi¨¦n lo es que esa sensaci¨®n de juego entre ¨¦pocas que pod¨ªa dar en su d¨ªa por recurrir a im¨¢genes 2D en una consola con cierta soltura dibujando modelos 3D ahora se pone bajo otra perspectiva. A simple vista, DOOM 64 luce como juegos lanzados varios a?os antes, pero la versi¨®n personalizada del motor permiti¨® aderezar un gunplay atemporal con mejoras como sprites a mayor resoluci¨®n, nuevos efectos visuales, mayor profundidad de color, un sistema de iluminaci¨®n m¨¢s avanzado y scripts que alteran de forma m¨¢s severa el dise?o de los niveles en tiempo real. Todo ello sin caer en los problemas de rendimiento caracter¨ªsticos de otros shooters de la consola. Fue m¨¢s un despliegue de eficiencia que de experimentaci¨®n, pero uno sabiamente puesto al servicio de tanto de la ambientaci¨®n como el dise?o, y que en la carrera de fondo ha dejado a DOOM 64 a la altura ¨Ccuando no por encima¨C de la legendaria dupla de Id.

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Hacia la Oscuridad

La primera y m¨¢s obvia observaci¨®n sobre esta entrega frente a las originales es que se trata de un juego m¨¢s oscuro, tanto en lo relativo a su atm¨®sfera en un sentido et¨¦reo como a las propiedades lum¨ªnicas en el sentido literal ¨Chasta el punto de que en su d¨ªa se decidi¨® subir el brillo por defecto para el lanzamiento europeo ante las quejas en Am¨¦rica¨C. Dicho esto, en la versi¨®n actual nadie deber¨ªa tener problemas, ya que adem¨¢s del notable incremento en la resoluci¨®n de la imagen, el brillo se ha ajustado para priorizar la correcta visibilidad aunque luego cada jugador pueda calibrarlo (con barras dedicadas a valores general y ambiental) en base a sus preferencias. Esto, unido al incremento en el framerate ¨Clos 30 fps del original eran estables, pero los 60 fps actuales marcan las diferencias¨C, hacen del relanzamiento un potente c¨®ctel de atm¨®sfera opresiva y jugabilidad fluida.

En t¨¦rminos de gunplay, DOOM 64 preserva las bases de los anteriores. Esto significa que el movimiento es sumamente r¨¢pido (en consolas recomendamos asignar ¡°correr¡± a un gatillo para cambiar de ritmo con mayor comodidad) y el apuntado tiene lugar en un plano ¨Cno hay saltos ni apuntado vertical¨C, as¨ª que el bucle de combate consiste en posicionarnos correctamente para acertar a enemigos a la vez que nos apartamos de su fuego para no acabar convertidos en un colador marine. El resultado es una jugabilidad tan sencilla como cin¨¦tica, muy visceral, que va evolucionando a medida que se a?aden m¨¢s armas y tipos de enemigos o el propio dise?o retuerce los encuentros. El hecho de que naciera sin mirar hacia las posibilidades del rat¨®n dio lugar a ciertas limitaciones, pero tambi¨¦n a un estilo de juego que se adapta bien a cualquier control y no acusa el paso del tiempo de la misma forma que los primeros intentos de un aprovechamiento m¨¢s ambicioso de las tres dimensiones.

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Demonios fant¨¢sticos y d¨®nde encontrarlos

Parad¨®jicamente, tambi¨¦n es f¨¢cil ver un poco de Quake en esta entrega. A su llegada a Nintendo 64, Id Software hab¨ªa pasado la p¨¢gina de DOOM y estaba inmerso en una nueva revoluci¨®n tecnol¨®gica de la mano de su siguiente gran saga en PC, ahora s¨ª completamente 3D y mucho m¨¢s avanzada en geometr¨ªa e iluminaci¨®n. A pesar de estar todav¨ªa construido sobre los cimientos de DOOM 1 y 2, DOOM 64 logr¨® empujar un poco en esa misma direcci¨®n, ofreciendo niveles con estructuras m¨¢s complejas, degradados en las texturas e incluso un acabado est¨¦tico m¨¢s similar al de Quake en algunos escenarios. Ideado para correr en televisores con menor resoluci¨®n que los monitores de ordenador, el resultado era sorprendentemente efectivo y todav¨ªa mantiene el tipo en la nueva conversi¨®n, delatando su asociaci¨®n al engine de DOOM solo por el frecuente ¨Cy evidente¨C uso de im¨¢genes 2D para recrear diversos elementos decorativos, municiones, botiquines o, por supuesto, los enemigos.

Como dec¨ªamos antes, es la faceta que m¨¢s envejece a DOOM 64, aunque tiene su contrapartida positiva. Porque lejos de reciclar el trabajo con los sprites originales, Midway sigui¨® la ruta de Rare con Donkey Kong Country y recurri¨® a la tecnolog¨ªa de Silicon Graphics para escanear nuevos y mejores modelos 3D. Huelga decir que la integraci¨®n de las im¨¢genes resultantes en los escenarios no es tan natural como en los juegos de scroll lateral por la visible transici¨®n entre un n¨²mero de perspectivas limitado, pero la t¨¦cnica abri¨® la puerta a dise?os m¨¢s elaborados, con atenci¨®n a peque?os detalles como sombreados, y que adem¨¢s permite un cantidad m¨¢s elevada de enemigos simult¨¢neos en pantalla. Una buena concesi¨®n que se luce sobre todo a media y larga distancia, donde se disimulan m¨¢s los p¨ªxeles. Relacionado con esto, la versi¨®n que nos ocupa aplica un filtrado de texturas que suaviza la imagen como hac¨ªa la propia Nintendo 64 a nivel de hardware, aunque se puede desactivar si preferimos mayor nitidez y concordancia con las entregas nativas de PC.

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Perdido en el laberinto

Hablando de opciones, otro apunte que no podemos dejar de hacer tiene que ver con la m¨²sica, ajustada por defecto a un volumen tan bajo que definitivamente deb¨¦is remediarlo en cuanto inici¨¦is una partida. Para la banda sonora Midway cont¨® con Aubrey Hodges, que ya hab¨ªa participado en el port conjunto de DOOM 1 y 2 para la primera PlayStation (tambi¨¦n a cargo de Midway) cambiando las c¨¦lebres composiciones de Bobby Prince por otras de corte m¨¢s ambiental y tenebroso. DOOM 64 sigui¨® la estela de esa revisi¨®n, pero al ser creado desde cero por el nuevo equipo se beneficia de una sinergia mayor entre el dise?o visual y el sonoro. Incluso con su volumen al m¨¢ximo, a menudo la m¨²sica desaparece para dejarnos solo con los gru?idos de los monstruos, o reaparece en forma de sonidos ininteligibles que dif¨ªcilmente se pueden contar como m¨²sica. Otras, en cambio, s¨ª toma un cariz m¨¢s mel¨®dico y nos sorprende con una belleza inquietante, a juego con las brumas azuladas o los cielos en llamas verdes de algunos rincones del infierno.

Quiz¨¢ la decisi¨®n, cuestionable como es, derive de la necesidad de guiarse por el o¨ªdo para rastrear el efecto de mecanismos en los escenarios. Entre los tiroteos, DOOM 64 plantea una exploraci¨®n incluso m¨¢s intrincada que los originales: de ellos rescata la b¨²squeda de llaves rojas, azules y amarillas para abrir puertas de sus respectivos colores, pero tambi¨¦n recurre con frecuencia a interruptores que abren otros accesos o hacen aparecer nuevas partes del escenario, a requisitos intermedios como derrotar determinados enemigos o incluso a algunos puzles contextuales. Es un juego denso, ocasionalmente obtuso, y con mucho backtracking incluso para los est¨¢ndares de DOOM. El mapa, en esta entrega codificado tanto por dise?o como por tipo de estructuras, termina siendo de uso obligado, y ni siquiera eso nos libra de caer en cierto ensayo-error buscando nuevas rutas tras activar mecanismos sin una funci¨®n clara. Es, quiz¨¢ m¨¢s que el propio combate (sobre todo tras la implementaci¨®n de guardado y carga r¨¢pida), el principal obst¨¢culo al que se tienen que enfrentar los jugadores, especialmente aquellos habituados a shooters con GPS o dise?os lineales. DOOM 64 es ¡°vieja escuela¡± y podr¨¢ esconder sus llaves, pero no sus intenciones.

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The Lost Levels: Expandiendo DOOM 64

Siguiendo con los niveles, tampoco podemos cerrar sin tratar los que estrena este relanzamiento. Ampliar los juegos meses o a?os despu¨¦s de su puesta de largo es una tradici¨®n de la saga, pero aun as¨ª sorprende que hayan decidido hacerlo de nuevo en pleno 2020 con una entrega para tantos in¨¦dita, y que encima el esfuerzo haya dado tan buenos frutos. El nuevo set se titula The Lost Levels, est¨¢ formado por seis fases de tama?o considerable (m¨¢s una bonus) y va tanto num¨¦rica como cronol¨®gicamente despu¨¦s de la campa?a original. En teor¨ªa refuerza la condici¨®n de DOOM 64 como precuela de DOOM 2016, aunque como podr¨¦is imaginar, el peso narrativo es m¨ªnimo. El atractivo reside en disfrutar de contenido nuevo, y en ese sentido, si bien es cierto que recurre a elementos gr¨¢ficos y jugables ya presentes en la versi¨®n de 1997, logra construir una mini-campa?a muy s¨®lida con ellos.

Aunque sutil, la sensibilidad m¨¢s moderna se hace notar en unos niveles exigentes ¨Ca fin de cuentas, enlazan con el final del juego base¨C, pero menos proclives a situaciones injustas como encerronas o muertes forzadas por caer en trampas. De hecho, una de sus mayores virtudes consiste en replantear la misi¨®n final usando la disculpa de que la Reina Demonio tiene una hermana gemela, y al hacerlo encuentra una forma m¨¢s interesante y divertida de ejecutar la misma idea que la propia Midway. Cabe destacar que The Lost Levels, a diferencia de otras expansiones de esta clase en previos DOOM, a priori no es accesible hasta que completamos el juego original, aunque por suerte el juego mantiene el sistema de contrase?as de Nintendo 64 (compatibles con la nueva version) y podemos desbloquear la selecci¨®n de niveles completa en cualquier momento. Es la guinda perfecta para un pastel tantos a?os esperado.

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