V¨ªdeo an¨¢lisis: Animal Crossing: New Horizons

Han sido siete a?os de espera, pero finalmente ya tenemos aqu¨ª la nueva entrega can¨®nica de la saga Animal Crossing: New Horizons, una de las m¨¢s importantes y queridas de Nintendo. Hemos jugado durante horas, durante d¨ªas; hemos recorrido nuestra isla cientos de veces y hemos tomado nota de absolutamente todo. Porque cada nuevo Animal Crossing pretende ser siempre un acontecimiento: solo hay uno por consola. Y s¨ª, pod¨¦is estar tranquilos, Animal Crossing: New Horizons es un acontecimiento. Poneos c¨®modos y preparaos para la experiencia m¨¢s completa, profunda y arriesgada de la saga.

Nuestro primer d¨ªa en la isla fue, de largo, extra?o. Especial. Nos sent¨ªamos perdidos. ?Una isla desierta? Para que os hag¨¢is una idea, a diferencia de anteriores entregas, no llegamos con nuestra maleta para empezar a vivir en un pueblo ya establecido, con sus hogares, comercios e incluso facilidades de ocio. Aqu¨ª no: empiezas de cero. Cuando decimos desierto es, literalmente, desierto. A Tom Nook [Tom N¨²k] no le han debido ir mal las cosas durante estos siete a?os, porque se ha permitido el lujo de levantar un Plan de Asentamiento de Islas Desiertas junto a Tendo y Nendo. As¨ª las cosas, nosotros llegamos ah¨ª como impulsores del cambio, con la voluntad de convertir ese mont¨®n de ¨¢rboles, hierbajos y mucha naturaleza en un pueblo de arriba abajo.

Y, ?sab¨¦is qu¨¦? Ahora que han pasado varias semanas y echamos la vista atr¨¢s, nos damos cuenta de que Animal Crossing: New Horizons sigue siendo Animal Crossing, tiene alma. Te transmite constantemente sensaci¨®n de evoluci¨®n, cambio; de que cada hora de partida se ve recompensada gracias a ciertos aspectos de su dise?o que intervienen directamente en la jugabilidad y, por ende, en la experiencia. Pero vayamos por partes y comencemos por el principio: ?a qu¨¦ se deben estas sensaciones tan, tan positivas?

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