Claro que la cancelaci車n del E3 2020 es una mala noticia
Quedarnos sin la feria m芍s importante, sin "la semana del videojuego" tiene consecuencias para todos; tanto empresariales como para los periodistas.
Incertidumbre. La crisis humanitaria que ya afecta a todo el planeta, el COVID-19, ha precipitado que se tomen decisiones indeseables; tambi谷n en la industria del videojuego. El sector del ocio y el espect芍culo se ve afectado irremediablemente por la propagaci車n del brote y, ahora m芍s que nunca, hemos de ser responsables. Todos. Lo primero es lo primero.
Con todo, la cancelaci車n del E3 2020 no es una buena noticia, ni mucho menos. Al margen de intereses individuales, de la ilusi車n, que haya terminado por caer un evento ya debilitado y que cientos de empresas no vayan a poder cerrar posibles acuerdos comerciales, citas y el calendario se vea intervenido tiene consecuencias. Que el mayor evento del sector del videojuego no vaya a tener lugar por primera vez en veinticinco a?os plantea un escenario desconocido.
No voy a opinar sobre las posibles consecuencias que esto puede tener para las empresas, estudios grandes o independientes y otros socios implicados porque son aspectos que desconozco. Pero la especulaci車n y la desinformaci車n pueden ser muy malas consejeras en periodos de tensi車n como 谷ste, un panorama sin ning迆n tipo de precedentes en la sociedad actual. El temor por lo desconocido es implacable, es en momentos como 谷ste cuando el periodismo debe ser m芍s responsable y riguroso que nunca, demostrar que es necesario y hacerse valer.
Que se cancele el E3 2020 implica que no habr芍 entrevistas, que no habr芍 sorpresas y que no estaremos ah赤 para contarlo. El E3 es mucho m芍s que simplemente ver conferencias y probar juegos, como tambi谷n lo son ferias como la Gamescom o el Tokyo Game Show; cada una en su diferente grado de valor informativo. El periodismo debe estar all芍 donde est谷 la noticia y, esta vez, de una forma u otra todos perdemos. Tambi谷n los medios de comunicaci車n.
Quiero ser optimista con este caso en particular. Estamos hablando de una feria que llevaba a?os padeciendo problemas estructurales y que demandaba cambios. Quer赤a readaptarse. Es el momento de hacerlo. Si verdaderamente hay voluntad de cambio, es posible que el E3 logre revertir la situaci車n en un ya confirmado E3 2021, un encuentro donde se podr芍 evaluar si esto puede servir para aplicar esas mejoras que tanto tiempo se llevan pidiendo. Los cambios no tienen por qu谷 ser necesariamente algo malo, al rev谷s. Hay que saber aprovechar esta circunstancia.
Mientras tanto, un E3 2020 coordinado de forma digital quiz芍 termine aportando cosas positivas; aunque, al mismo tiempo, si funciona puede sentar un precedente para quienes, como yo, somos entusiastas de lo puramente sensorial, de estar ah赤 y ver la cara del entrevistado. De sentir que est芍s intermediando entre el juego de marras y tus lectores. Si se opta por conferencias digitales, al m芍s puro estilo State of Play o Nintendo Direct, la comunicaci車n con el p迆blico consumidor no se ver芍 interferida, no habr芍 cambios. Los medios, sin embargo, no podremos hacer igual nuestro trabajo. Faltar芍 algo.
El trabajo en remoto tiene un sinf赤n de ventajas, pero mi m芍s sincero pesar me dice que en nuestra profesi車n debemos tener un E3 fuerte. Una feria de este calibre no son solo fuegos de artificio. Por el bien de la feria y de nuestra tarea como informadores, sea cual sea el futuro que le depare, solo espero que se fortalezca y se haga valer durante muchos a?os.
Quiero volver a escuchar eso de ※ya queda menos para el E3§.