Metro Redux, an¨¢lisis Switch

Al tratarse de dos juegos, Metro 2033 y Metro Last Light, que fueron analizados aqu¨ª en su momento y que se hizo lo propio con la versi¨®n Redux que los recopila remasterizados unos a?os despu¨¦s, animamos a los lectores a revisitar aquellos trabajos. Habi¨¦ndose dicho ya mucho de estos magn¨ªficos juegos, la intenci¨®n es que este texto sea complementario y no redundante. Volver¨¢n a leer aqu¨ª las bondades de ambos t¨ªtulos contadas de una manera diferente, y podr¨¢n asomarse a los libros, a la creaci¨®n de los juegos o a sus l¨ªneas de fuga con el s¨¦ptimo arte.

La trama nos habla de un conflicto nuclear de alcance mundial. La superficie ha quedado arrasada y contaminada por la radiaci¨®n. Los supervivientes viven bajo tierra. En el metro de Mosc¨² las estaciones son ahora ciudades estado. La tendencia belicosa que llev¨® a la humanidad hasta esa situaci¨®n sigue haciendo estragos. Distintas facciones se enfrentan de forma cruenta en los t¨²neles mientras la poblaci¨®n sufre como anta?o la sinraz¨®n de sus l¨ªderes. Como Artyom, el protagonista que encarnamos, tendremos que realizar un peligroso viaje a trav¨¦s de las tinieblas para desentramar una amenaza que lleg¨® tras la guerra: los oscuros. As¨ª que preparen sus mascarillas, comprueben los filtros de aire ?Funciona correctamente el contador Geiger? Perfecto, ya est¨¢n preparados. Ag¨¢rrense, el metro se pone en marcha.

Parada 1: Metro 2033 el libro, de las primeras ideas apuntadas en secundaria a fen¨®meno de masas

Dmitry Glukhovsky trabaj¨® durante a?os en su novela Metro 2033. Los primeros pasos los dio siendo un crio, esbozando ideas y, ya en la universidad, escribiendo los primeros cap¨ªtulos. Tras el rechazo de las editoriales, el joven autor convirti¨® la escritura en un work in progress p¨²blico. Los avances se fueron volcando en internet, convirtiendo poco a poco aquellas ideas en un fen¨®meno. Con m¨¢s de dos millones de personas leyendo la historia de Artyom en las pantallas de sus ordenadores Glukhovsky recibi¨®, entonces s¨ª, varias ofertas para llevarla a las librer¨ªas. En 2005 Metro 2033 lleg¨® a las estanter¨ªas rusas. A d¨ªa de hoy se han vendido millones de ejemplares y ha sido traducido a decenas de idiomas; se ha convertido en una exitosa saga de libros con colaboraci¨®n de otros autores y se expande m¨¢s all¨¢ de las p¨¢ginas impresas en forma de fant¨¢stica trilog¨ªa de videojuegos.

En 2006 Glukhovsky confi¨® en 4A Games para convertir la historia en interactiva. Lo que consigui¨® este, por entonces, peque?o y humilde equipo de desarrollo de videojuegos ucraniano, fue una recreaci¨®n tremendamente fiel a la obra del escritor ruso. El primer juego, 2033, hace justicia a la novela hom¨®nima con pasi¨®n y respeto; Su sucesor Last Light se desentiende de adaptar 2034, el segundo libro, pero cuenta con la implicaci¨®n directa del autor en los numeros¨ªsimos di¨¢logos. Ambos t¨ªtulos mantienen las bondades de lo contado en papel; reflejan de forma casi m¨¢gica la oscuridad, el fr¨ªo, la humedad y el miedo, pero tambi¨¦n la exigente vida bajo tierra que intenta mantener a flote cierta organizaci¨®n para no desmoronarse, la maltratada humanidad de sus sufridos habitantes y las dif¨ªciles relaciones entre ellos. Conocer las dur¨ªsimas condiciones en las que 4A Games desarroll¨® aquellos videojuegos ayuda a comprender el porqu¨¦ se reflej¨® todo tan bien en pantalla.

Parada 2: Metro Last Light, el juego que surgi¨® del fr¨ªo

4A Games fue fundada por miembros de GSC Game World que hab¨ªan abandonado la empresa un a?o antes del lanzamiento de S.T.A.L.K.E.R: Shadow of Chernobyl, un reconocible referente a la hora de mirar lo que har¨ªan posteriormente con Metro 2033. La adaptaci¨®n jugable de la novela hom¨®nima sali¨® a la venta en 2010 para PC y 360 cosechando excelentes cr¨ªticas. Metro Last Light hizo lo propio tres a?os despu¨¦s. En el desarrollo del segundo t¨ªtulo es donde entra en juego Jason Rubin.

El famoso cofundador de Naughty Dog hab¨ªa recalado como ejecutivo en 2012 en una THQ que ya estaba herida de muerte. Se dedic¨® a visitar a los equipos que desarrollaban juegos para la distribuidora, v¨ªa por la que lleg¨® a Kiev, al lugar de trabajo de 4A Games. Seg¨²n sus palabras:

Era evidente lo ajustad¨ªsimo de su presupuesto:

El afamado ejecutivo se qued¨® impresionado al verlos trabajar en aquellas condiciones:

Rubin intent¨® mejorar las condiciones del equipo consigui¨¦ndoles sillas de trabajo profesionales. Como en Ucrania era imposible se opt¨® por comprarlas en Polonia. El problema era que hab¨ªa que realizar gestiones para que el cami¨®n pasara el filtro de los funcionarios de aduana soborno mediante. Al final se descart¨® la operaci¨®n porque, literalmente, las sillas no habr¨ªan cabido en las oficinas del estudio, donde ya trabajaban en un espacio limitad¨ªsimo.

Las historias no dejaban de sorprender a Rubin, como aquellas que hablaban de fallos durante d¨ªas en el suministro el¨¦ctrico que se subsanaban trayendo generadores particulares, o en la deficiente calefacci¨®n gubernamental, que a veces les obligaba a trabajar con temperaturas bajo cero, con sus parkas, hacinados y encorvados intentando que no se les congelaran los dedos mientras tecleaban el valioso c¨®digo.

Profundamente impresionado, en 2013, ya con el juego triunfando entre cr¨ªtica y p¨²blico, Jason Rubin cont¨® todo esto en Game Industry.

Como es tristemente conocido, THQ quebr¨® dejando hu¨¦rfanos y a su suerte a varios estudios de desarrollo (entre ellos, uno espa?ol, pero esa es otra historia). Afortunadamente Koch Media se hizo con 4A Games derivando la incertidumbre hacia un final feliz.

Parada 3: La narrativa de Metro, un punto fuerte no exento de alguna debilidad

Metro es un shooter en primera persona at¨ªpico. No encontrar¨¢s en esta saga reminiscencias de Call of Duty, Borderlands o Battlefield, donde lo bomb¨¢stico y lo fren¨¦tico manda. Para empezar es una experiencia para un jugador. Su potente y pausado componente narrativo lo acerca a Halflife o Bioshock, y un enfoque de la acci¨®n que en muchos momentos te pide ser sigiloso y creativo en la elecci¨®n de distintas rutas crear¨ªa puentes con Dishonored y Deus Ex. La oscuridad, la gesti¨®n de los recursos en un entorno muy hostil y la presencia de monstruos mutados por la radiaci¨®n y tremendamente agresivos lo convierte muchas veces en un survival horror. Metro enarbola consciente una fuerte personalidad que lo distancia de los insignes nombres mencionados, hasta el punto que pones por primera vez cualquiera de sus t¨ªtulos habiendo jugado a alguno anterior y la sensaci¨®n que percibes de forma inequ¨ªvoca es: ¡°Esto es Metro¡±.

Su profundo lore empapa los entornos. En los asentamientos hay una historia que escuchar tras cada esquina, tras cada puerta entreabierta. Oyes a alguien llorar agazapado en un oscuro rinc¨®n, a un ni?o preguntando cu¨¢ndo volver¨¢ a ver a su madre, el llanto de un beb¨¦ en brazos de una mujer vencida, los recuerdos de un mundo ya casi olvidado contados al calor de una hoguera.

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En la superficie a veces se te revelan los ecos del pasado. Un parque en ruinas se transforma de repente en lo que fue. La luz lo llena todo, como los colores de los columpios, las risas de los ni?os¡­ Pero no puedes despistarte con espejismos. Siempre est¨¢ presente la urgencia de comprobar la duraci¨®n de tu filtro de aire. Has intentado abatir a un bichejo solitario pero este ha podido llamar a sus cong¨¦neres antes de caer muerto y al poco est¨¢s disparando a toda una manada enloquecida. Tras la escaramuza, tu m¨¢scara de gas presenta grietas, y el tiempo perdido hace que parpadee el minutero del filtro. Sientes m¨¢s terror en ese momento que antes. Te pones a buscar recambios corriendo entre las ruinas y registrando los cad¨¢veres humanos a medio despedazar que encuentras esparcidos. Todo mientras de vez en cuando el sonido quebrado del contador Geiger te recuerda que la radiaci¨®n es un enemigo m¨¢s, uno al que no puedes vencer.

Los mon¨®logos que realizan los personajes que a veces nos acompa?an dan consistencia al mundo del juego. Se muestran pensamientos, anhelos, dudas. Aqu¨ª tienen una excelente muestra en el siguiente v¨ªdeo. Pertenece a la versi¨®n de Last Light en PS4, pero lo que encontrar¨¢n en Switch es lo mismo. Interesa mostrar en este caso la excelsa narrativa.

El ¨²nico pero viene precisamente de que se trate de mon¨®logos y no di¨¢logos. Artyom, el protagonista, no habla siguiendo la estela que marc¨® Link en Zelda. Se supone que eso crea lazos directos con el jugador ya que no articula palabras que no salen de nuestra cabeza. Pero es que Artyom s¨ª que habla. Cada vez que empieza una fase nos muestra sus pensamientos. Tambi¨¦n los tenemos por escrito en un diario que va rellenando a lo largo de su periplo. Es una incongruencia, pero como comprender¨¢n no es ni un m¨ªnimo contrapeso que haga tambalear su monta?a de virtudes.

Parada 4: La saga Metro y el cine

Existe desde hace a?os un tira y afloja con Hollywood para convertir en pel¨ªcula el periplo de Artyom. Se lleg¨® a un punto muerto en este campo cuando los estadounidenses se empe?aron en trasladar la acci¨®n del subsuelo de Mosc¨² al de Washington. No se han enterado de nada, debi¨® pensar Glukhovsky, que rechaz¨® de plano la idea. Y es que Metro se asimila tanto a la idiosincrasia de Rusia y de sus pa¨ªses lim¨ªtrofes que la novela original quedar¨ªa totalmente desvirtuada.

Resulta curioso que fuera el cine espa?ol con Los ¨²ltimos d¨ªas (Alex y David Pastor, 2013), el que trasladara ciertas ideas de las novelas y el poder visual de los juegos a la gran pantalla. En la pel¨ªcula la humanidad sufre a nivel mundial de agorafobia. Salir a espacios abiertos significa la muerte, por lo que quedarse en casa y en lugares cerrados es la ¨²nica manera de sobrevivir. El Metro se convierte en el refugio de miles de personas, y las im¨¢genes recuerdan poderosamente a lo visto en los videojuegos. La desesperaci¨®n, el racionamiento de los v¨ªveres, la oscuridad, la humedad, el fr¨ªo, las largas caminatas por los t¨²neles, el fuego de nuevo utilizado para la supervivencia. Las similitudes las redondea ese viaje de A a B de los protagonistas.

Y de A a B caminan tambi¨¦n en 1917 (Sam Mendes, 2019). Las similitudes vienen en este caso de la mano de la narrativa. El protagonismo compartido entre dos personajes al principio de la pel¨ªcula es un asidero para el espectador. ?Recuerdan que una de las cosas que no acababan de funcionar en la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de Silent Hill era la soledad de su protagonista? Esta no hac¨ªa m¨¢s que repetir una y otra vez el nombre de su hija, a la que buscaba. En el juego funciona la soledad, en los juegos en general, vaya. Somos nosotros y el mando, no hace falta m¨¢s. En una narraci¨®n en la que somos meros espectadores hay que hacerlo muy bien para que el silencio funcione. En Silent Hill, tal vez por falta de seguridad, la protagonista hablaba sola haciendo lo ¨²nico que pod¨ªa hacer, llamar a su hija. As¨ª, los di¨¢logos durante el camino en 1917 realizan la misma funci¨®n que cuando aparecen en los juegos. En los libros las p¨¢ginas pueden llenarse de la descripci¨®n del propio viaje, en las pel¨ªcula y los juegos las conversaciones nos dan informaci¨®n sobre quienes las articulan y el propio mundo y contexto que los rodea. Y hay pocos que est¨¦n a la altura de la trilog¨ªa Metro en este aspecto.

Por lo dem¨¢s, nos gusta pensar que Metro Exodus, la celebrada tercera parte estrenada en 2019, es una continuaci¨®n espiritual de Rompenieves (Snowpiercer, Bong Joon Ho, 2013). Que en aquella pel¨ªcula (por cierto, una de las que mejor adapta el lenguaje del videojuego al cine) en la que un tren se mueve perenne por un planeta Tierra congelado, el laureado director de Par¨¢sitos eligi¨® otro final en el que el tren sigue su curso por un mundo que empieza de nuevo a ser habitable.

Parada 5: El port de Switch. Ya se puede jugar a Metro viajando en el metro

Como es t¨®nica general en los ports de juegos de la ¨¦poca de PS3/360 a la consola h¨ªbrida, el resultado es magn¨ªfico. Recordemos que tanto 2033 como Last Light eran muy punteros t¨¦cnicamente en su momento (tiraban de motor propio, adem¨¢s), aunque el tiempo no pasa en balde. La versi¨®n Redux con los t¨ªtulos remasterizados, que es la que ha llegado a Switch y que hizo lo propio en PC, PS4 y Xbox One en 2014, actualizaba Metro 2033 y potenciaba a¨²n m¨¢s Last Light. Ambos lucen de miedo en la m¨¢quina de Nintendo, y a pesar de que no alcanzan las resoluciones de las consolas mayores, llega a los 1080p en dock y asegura los 720p en port¨¢til, corriendo adem¨¢s en unos m¨¢s que estables y robustos 30fps.

Se pueden adquirir por separado en la eShop, lo que les obligar¨¢ a hacer hueco en la tarjeta de memoria de la consola (6¡¯2GB para 2033 y 7¡¯6GB para Last Light) o f¨ªsicamente en una tarjeta de 16 gigas donde no necesitar¨¢n descargas adicionales m¨¢s all¨¢ de las correspondientes actualizaciones. Teniendo en cuenta que se trata de t¨ªtulos continuistas son absolutamente recomendables los dos. Last Light pule lo visto en 2033 y, aunque no es imprescindible, es muy recomendable disfrutar del principio de la historia para conocer qu¨¦ se esconde tras los oscuros. El doblaje al espa?ol es de calidad, y resulta un placer escuchar de nuevo la voz apesadumbrada de Artyom cuando uno salta de un juego a otro (y que nos volvimos a encontrar en Exodus, la mencionada magn¨ªfica tercera parte publicada en PC/PS4/One). Eso s¨ª, los tiempos de carga al inicio de cada fase son escandalosos comparados con los de las m¨¢quinas mayores. Deseamos que se optimicen a base de futuros parches.

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Por lo dem¨¢s, sepan que Redux incluye todos los extras que salieron por separado en su momento para Last Light. Se llevan la palma las fases adicionales y la inclusi¨®n de un museo donde se pueden admirar las criaturas sin miedo a que te salten al cuello. Como aun as¨ª se quedar¨¢n con ganas de m¨¢s pueden optar por rejugarlo en un mayor nivel de dificultad o en un modo distinto. En este ¨²ltimo caso recomendamos realizar una primera partida en? Supervivencia, m¨¢s enfocado al survival horror y que se concibi¨® como la experiencia original y, en una segunda ronda, saltar a Espartano, m¨¢s orientado a la acci¨®n y sin la escasez de recursos del otro (armas, filtros, munici¨®n¡­). Metro Redux es pues muy recomendable si no lo han jugado anteriormente, y para los que s¨ª, supone un aliciente disfrutar de la experiencia en modo port¨¢til ayud¨¢ndose adem¨¢s del control de movimiento en el apuntado. Bueno, les dejamos, que ya hemos llegado a nuestra parada. Aqu¨ª nos bajamos, que disfruten del intenso viaje que les espera.

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