Revachol y la tragedia de (Disco) Elysium

Nota: los reportajes marcados como ¡°Cazadores de lore¡± contienen spoilers de la saga y personajes de los que hablan.

Un hombre est¨¢ postrado en el suelo en posici¨®n rid¨ªcula, semidesnudo. La cara sobre el fr¨ªo m¨¢rmol y el culo en pompa. A su lado, unos pantalones que probablemente se quit¨® no mucho antes de caer inconsciente, tambi¨¦n botellas de licor vac¨ªas, una cama agresivamente desecha y al otro lado, una ventana rota. Al due?o de este local no le va a gustar esto.

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Esta desastrosa habitaci¨®n se encuentra dentro del Whirling-in-Rags. Un amplio hostal/cafeter¨ªa con el runr¨²n constante de paisanos ocupando sus mesas, hablando de sus problemas o escapando de ellos, quiz¨¢s por falta de un sitio mejor al que ir. Acompa?ados de la nunca desde?able compa?¨ªa de una bebida, algunos se giran y hacen muecas raras al ver al hombre aparecer en el lugar, ellos saben qui¨¦n es ¨¦l aunque ¨¦l no lo sepa.

Una tranquila m¨²sica instrumental ba?a el ambiente. Su car¨¢cter mundano, mediocre y desinteresado parece indicar que estamos en el lunes cualquiera dentro de un lugar cotidiano en el que nunca pasa nada, pero nada m¨¢s lejos de la realidad.

>> ?Qu¨¦ es lo que pasa ? ?Qu¨¦ hay m¨¢s all¨¢ de esto?

?Fuera del hostal/cafeter¨ªa? Una peque?a zona comercial que vio mejores ¨¦pocas. Edificios cicl¨®peos separados entre s¨ª, como si no quisieran formar parte de una misma unidad. La mayor parte de esto est¨¢ en ruinas. Una peque?a librer¨ªa es lo ¨²nico que se conserva dentro de un conglomerado de estancias completamente destruidas. Su actividad comercial es reducida, el local est¨¢ pr¨¢cticamente desierto y su due?a culpa de ello a una extra?a maldici¨®n. El lugar, sin embargo, parece bastante desierto de por s¨ª, sin necesidad de intervenci¨®n paranormal alguna.

Al norte, m¨¢s all¨¢ de la librer¨ªa, una peque?a zona residencial parece el peor tugurio del mundo. Un bloque de apartamentos apartados de la zona comercial, cerca de un muelle sin apenas actividad pesquera. Los ¨²nicos barcos que recibe son de empresas extranjeras, que vienen aqu¨ª a hacer negocios en los que los locales tienen poco que decir.

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Al este, pasando el Whirling-in-Rags, una manifestaci¨®n est¨¢ teniendo lugar. Trabajadores del puerto pidiendo un salario m¨¢s digno¡­ La misma historia de siempre. Una muralla los separa del l¨ªder del sindicato, que se recuesta en su lujoso sill¨®n tapizado dentro de su despacho mientras acaricia su sobrealimentada panza. Mientras, al sur de la manifestaci¨®n, siguiendo una carretera atascada, transportistas est¨¢n atrapados en una fila de veh¨ªculos que llega m¨¢s all¨¢ de la tienda de empe?os de Roy, en pleno funcionamiento a pesar de sus dos clientes diarios. Algunos no se pueden permitir dejar de trabajar.

>> Vale, ?pero y m¨¢s all¨¢?

M¨¢s all¨¢, al oeste, en medio de terrizos enfangados y vegetaci¨®n salvaje una tenue capa de nieve cubre la superficie. Un campamento de chabolas hace que aquella zona comercial ruinosa y decadente parezca una metr¨®polis. El ¨²nico reducto civilizado en un lugar sin gobierno donde mandan los elementos. Un grupo de habitantes tratan de hacer su vida, una vida sencilla, o cruzan el sitio meramente por trabajo, deseando estar en otra parte.

Otros no tienen otro lugar al que ir, un peque?o grupo de borrachos abandonaron su verdadero hogar hace tiempo y ahora cuentan sus penas a cualquier extra?o entre botellas de alcohol. M¨¢s al norte, una vieja iglesia doloriana sigue prodigando una religi¨®n ya olvidada. Su imponente fachada da paso a un precioso interior barroco que ya solo se usa para extra?os experimentos f¨ªsicos. A pocos cientos de metros de la iglesia, unos j¨®venes planean invadir el local y convertirlo en un club nocturno. Darle un poco de vida a un lugar desolado que parece olvidado por todos.

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>> Quiero saber m¨¢s ?Qu¨¦ hay m¨¢s all¨¢?

Martinaisse, aqu¨ª es donde estamos. Una peque?a ciudad costera situada al norte del distrito de Jamrock, en la regi¨®n conocida como Revachol Oeste. El orden y la ley no se aplican aqu¨ª, o al menos no de forma convencional. Revachol... antes la capital del mundo, ahora ca¨ªda en desgracia y con una segregaci¨®n econ¨®mica brutal.

Los habitantes de Martinaisse tuvieron el infortunio de acabar en el lado equivocado del r¨ªo, al igual que los de The Pox, Villalobos o Grand Couron, o los de cualquier parte de Revachol Oeste. Ciudadanos condenados. Llevando negocios en decadencia, viviendo vidas indignas. Al otro lado del r¨ªo quedan bellas zonas residenciales, un lujoso distrito bancario en pleno funcionamiento y casas pudientes. Ni rastro de ello es visible aqu¨ª, parece otro mundo.

>> ¡­ Tiene que haber algo m¨¢s. Una vida mejor.

Oh, hay m¨¢s, mucho m¨¢s. Pero todo lo que el horizonte parece revelar en cualquier direcci¨®n es un vasto oc¨¦ano que alcanza hasta donde llega el ojo humano y m¨¢s all¨¢. Islas y superficies de tierra desperdigadas m¨¢s all¨¢ del gran archipi¨¦lago de La Caillu en el que nos encontramos. Y al final¡­ La oscuridad, la nada: The Pale. Un extra?o tejido que desaf¨ªa las leyes f¨ªsicas, pero que de alg¨²n modo une los continentes que conforman el mundo.

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Desde aqu¨ª, es dif¨ªcil saber hasta qu¨¦ punto la vida es mejor en estos continentes, alejados de Revachol, alejados de la probreza, pero desde luego es diferente. Este mundo tiene un extra?o y fascinante repertorio de razas, culturas, tecnolog¨ªa, pol¨ªtica y econom¨ªa. Pero hay algo evocador en The Pale, algo misterioso. No podemos apartar nuestra cabeza de ¨¦l ahora que sabemos que existe.

Los cient¨ªficos lo han estudiado, los religiosos han tratado de darle explicaci¨®n, y algunos comerciantes y viajeros se han atrevido a viajar por ¨¦l, cuidadosos de los efectos f¨ªsicos y psicol¨®gicos a largo plazo que produce navegar por un lugar que no deber¨ªa existir. Dicen de The Pale aquellos que lo han visto de primera mano que es acrom¨¢tico, que no huele a nada, que no sabe a nada, que no est¨¢ formado por nada. Como una oscuridad que envuelve el mundo y que penetra en nosotros.

Una oscuridad penetra cada noche en la mente de Harrier Du Bois, le habla, le causa visiones dolorosas y aterradoras. Le est¨¢ hablando ahora. En este mediocre motel, el hombre tirado en el suelo, el que est¨¢ semidesnudo, el de las botellas de alcohol vac¨ªas en el suelo, despierta¡­ completamente ignorante del mundo que le rodea.

Elysium

La realidad en la que nos encontramos se llama Elysium. Algunos estudiosos se abstienen de llamarla planeta o ¡°mundo¡±, ya que la existencia de algo como The Pale dificulta la nomenclatura y pone en juego fuerzas que ni siquiera lo cient¨ªfico es capaz de explicar.

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The Pale supone nada menos que el 72% de la superficie conocida de Elysium, y funciona como un tejido conector que une las diferentes isolas que componen este mundo. Los cient¨ªficos en este universo hablan de Elysium como una masa descentralizada y dispersa con forma de disco y no esf¨¦rica. Las isolas, grandes continentes rodeados de la m¨¢s absoluta nada, cobijan cada civilizaci¨®n con sus culturas, arquitectura, econom¨ªa y razas propias. Su nombre proviene de ¡°Isolation¡± (aislamiento en ingl¨¦s) por c¨®mo cada una de ellas est¨¢ completamente separada de las dem¨¢s.

Son siete las isolas conocidas: La poderosa Mundi, primera isola descubierta y llamada el ¡°viejo, viejo mundo¡±, lugar de algunas de las naciones m¨¢s pr¨®speras; Seol, famosa por su tecnolog¨ªa y su comercio de exportaci¨®n al extranjero; la solitaria Samara, con su gobierno comunista; Graad, la cuna de la revoluci¨®n; la fr¨ªa Katla, en la que la tundra es el ecosistema dominante; Lilmara y por ¨²ltimo, Insulinde.

Insulinde es la isola en la que sucede toda la aventura de Disco Elysium. No muy diferente a nuestra tierra, est¨¢ compuesta en su mayor parte por agua, y presenta la masa de agua m¨¢s grande de todo Elysium, conocida como el Oc¨¦ano Insul¨ªndico. El Insul¨ªndico rodea y ba?a todos los archipi¨¦lagos e islas esparcidas por Insulinde. Sin duda uno de los mayores descubrimientos de la historia y ahora s¨ªmbolo de la isola. La navegaci¨®n en Insulinde abri¨® las puertas al comercio mar¨ªtimo, al viaje intra-isolar y al intercambio de culturas.

El archipi¨¦lago de La Caillu se erige como el m¨¢s importante de toda Insulinde. Desde luego es el m¨¢s grande pero es adem¨¢s el m¨¢s rico cultural e hist¨®ricamente¡­ adem¨¢s del m¨¢s turbulento. En su interior, nada menos que Revachol.

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Pero Revachol es insignificante en el contexto global de Elysium. Un territorio fragmentado dentro de un archipi¨¦lago en una enorme isola rodeada por oc¨¦ano, y que no supone ni siquiera un 10% de la superficie de este mundo cubierto de nada. La gran tragedia de Elysium es una a¨²n m¨¢s aterradora que cualquier revoluci¨®n o conflicto armado. The Pale est¨¢ tomando lugar, su presencia se est¨¢ expandiendo y pronto... la nada lo cubrir¨¢ todo. Cualquier ciudadano tomar¨¢ esto como una conspiraci¨®n cient¨ªfica para asustar al peque?o trabajador, y cualquier gran empresario lo ver¨¢ como alarmismo innecesario, pero est¨¢ por llegar, y nadie, ni siquera Harrier Du Bois, podr¨¢ hacer nada para evitarlo.

La revoluci¨®n fallida, y la ca¨ªda de Revachol

Es dif¨ªcil hablar de Revachol sin ligarla necesariamente a la tr¨¢gica historia de su declive, como capital, como ciudad, y como s¨ªmbolo cultural de Insulinde y de Elysium.

Es necesario aclarar que nos referimos a Revachol indistintamente como ciudad y como territorio que acoge dentro de s¨ª diferentes ciudades y zonas propias. Revachol fue fundada 380 a?os antes de los eventos que tienen lugar en el juego, en el conocido como ¡°Siglo Doloriano¡±. Fue una ¨¦poca de prosperidad y desarrollo para Insulinde en la que la reina Irene La Navigateur de Sur-La-Clef, junto con su mano derecha y asesora, la noble Dolores Dei, ambas provenientes de Mundi, descubrieron la isola de Insulinde y con ella todas sus islas y archipi¨¦lagos.

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Dolores Dei llegar¨ªa a ser una mujer important¨ªsima en la historia de Insulinde, descubriendo entre otras cosas el viaje intraisolar y consecuentemente la isola de Insulinde. Fue tambi¨¦n una de las primeras fil¨®sofas y pensadoras de Mundi y de Elysium. Por sus descubrimientos y su labor humanista fue considerada una Inocencia (la m¨¢xima figura religiosa) y coronada. Venerada durante a?os, por la ciudadan¨ªa y por la propia reina a la que sirvi¨®, vista con respeto e incluso con temor, por aquellos recelosos de su tremenda influencia. A?os despu¨¦s de su temprana muerte a manos de uno de los hombres a su servicio, se la sigui¨® venerando casi como una m¨¢rtir. Se cre¨® la Iglesia Doloriana alrededor de ella, y comenz¨® a asociarse su figura a valores como la bondad.

Este siglo Doloriano fue equivalente a nuestro Renacimiento. Una ¨¦poca de gran expansi¨®n cultural, de fervor religioso y de gran obra art¨ªstica. El principal valor de Revachol a nivel comercial demostr¨® estar en la exportaci¨®n de materiales y sustancias propias a lo largo de todo su territorio, desde m¨¢rmol hasta coca¨ªna. Durante todo este tiempo Revachol fue considerada una superpotencia, y sus gobernantes se volvieron arrogantes.

El declive de Revachol se dio con la dinast¨ªa Fillipian, empezando con el mandato del hijo de Filippe II el Opulento. Apodado como ¡°The Squanderer¡±, este pr¨ªncipe supuso la ruina econ¨®mica de Revachol, y el hazmerreir a ojos de sus cuidadanos. Malgast¨® las finanzas del territorio, puso en marcha empresas fr¨ªvolas y fallidas... Por no hablar de que muchos miraban con recelo su propia gen¨¦tica. El hijo de Filippe II hab¨ªa nacido deforme y de igual modo tambi¨¦n el hijo de este, Felipe IV naci¨® con s¨ªfilis cong¨¦nita.

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Los pr¨®ximos reyes (y ¨²ltimos) de Revachol no pudieron salvar su territorio del desastre econ¨®mico y pol¨ªtico. El pen¨²ltimo rey de Revachol: Guillaume el Le¨®n, lanz¨® una fuerte campa?a militar con la intenci¨®n de unificar las diferentes tribus disidentes, pero este esfuerzo result¨® infruct¨ªfero. Eran demasiados a?os de negligencia pol¨ªtica, y el pueblo y las naciones pr¨®ximas estaban en plena ebullici¨®n. La revoluci¨®n estaba lista para llegar.

La Antecentennial Revolution sucedi¨® a principios del siglo en el que sucede la aventura de Disco Elysium. Comenz¨® en el a?o ¡¯02 en la isola de Graad y se extendi¨® hasta Revachol y Safre (que encontr¨® su fin en el ¡¯06). Supuso un conflicto armado revolucionario en el que las naciones se rebelaron contra sus gobiernos con la intenci¨®n de asentar un r¨¦gimen comunista.

En Graad, Kras Mazod y su partido comunista comenzaron la revoluci¨®n como respuesta a una expansi¨®n tecnol¨®gica truncada por las ¡°ataduras chovinistas¡± de Revachol, y exacerbada por una plaga que estaba siendo mal tratada por el gobierno. En Revachol, el mal gobierno de la actual dinast¨ªa ten¨ªa a la poblaci¨®n descontenta desde hace a?os, y el comienzo de la revoluci¨®n en Graad fue el aliciente que necesitaban. Comunistas y anarquistas se unieron en lo que se llam¨® la ICM (Insulindian Citizens Militia), con el fin com¨²n de derrocar al gobierno local.

La revoluci¨®n derroc¨® al gobierno de Revachol y consigui¨® instaurar en el ¡¯06 la llamada Comuna de Revachol. Por el camino se perdi¨® la ya formada Comuna de Hsin-Yao en Safre¡­ pero no fue la ¨²nica derrota en una victoria que sabr¨ªa a poco. Los comunistas no tardar¨ªan en ser expulsados por la fuerza del gobierno que hab¨ªan impuesto.

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En el a?o ¡¯08, bombas cayeron desde el cielo en Revachol. Una alianza de naciones extranjeras conocidas como La Coalici¨®n dieron fin al r¨¦gimen comunista e impusieron control sobre Revachol, que se qued¨® como una Regi¨®n Especial Administrativa, sin gobierno propio y que respond¨ªa las ¨®rdenes de La Coalici¨®n. Para el final del conflicto, hab¨ªan muerto 40 millones de personas.

La RCM, polic¨ªa en tiempos de posguerra y ocupaci¨®n

Para el a?o ¡¯52, la placa perdida de Harrier Du Bois¡­ ese hombre tirado en el suelo del motel mediocre y que no tiene la m¨¢s remota idea de d¨®nde est¨¢ o cu¨¢l es su trabajo, tiene fuertes implicaciones en Revachol.

La ciudad de Revachol es ya territorio ocupado por La Coalici¨®n, sin capacidad de gobierno propio, sin cultura, y dedicado a labores de trabajo forzado para beneficio de otra naci¨®n. Para colmo, la transici¨®n al gobierno de la Coalici¨®n tras la Revoluci¨®n no fue sencilla.

Casi dos d¨¦cadas pasaron en las que Revachol parec¨ªa el salvaje oeste, La Coalici¨®n y su ej¨¦rcito de la INTERCOM persegu¨ªan comunistas desperdigados por todo el territorio, y en la vieja capital empezaban a dominar las bandas, que a falta de un gobierno propiamente dicho, controlaban el territorio a espaldas del INTERCOM y a trav¨¦s del pillaje, del miedo y del comercio ilegal. Para el ¡¯21, en el este del r¨ªo se lleg¨® a una situaci¨®n de estabilidad gracias a la reforma del distrito bancario, creando una zona relativamente tranquila y habitada por gente pudiente.

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Algo de aquello lleg¨® al oeste del r¨ªo. Con las riquezas llegaba el turismo y la cultura. Revachol, estancada tras la guerra, empez¨® a absorber cultura y tecnolog¨ªa de otros lugares. Se populariz¨® la m¨²sica extranjera, como el disco de Semanese, y se introdujo tecnolog¨ªa como la de los radiocomputadores, o lenguajes de programaci¨®n como el Orbis de Graad, que permiti¨® empezar a coquetear con una industria cultural local, como un desarrollo de videojuegos fallido en ¨²ltima instancia.

La inestabilidad pol¨ªtica durante m¨¢s de dos d¨¦cadas llev¨® a la formaci¨®n de la RCM (Revachol Citizens Militia). Una organizaci¨®n local privada que actuaba con el benepl¨¢cito del gobierno de La Coalici¨®n y cuyo fin era mantener el orden dentro de Revachol. En otras palabras, la RCM se instituy¨® como la polic¨ªa de Revachol. A pesar de que su autoridad fue asentada con relativa rapidez, a menudo se cuestiona por un buen n¨²mero de organizaciones e individuos. Para empezar, la RCM es una empresa privada m¨¢s en el libre mercado de Revachol que estableci¨® el gobierno extranjero, por lo que no tiene una jurisdicci¨®n directamente gubernamental que le dote de credibilidad. Por otra parte, el hecho de contar con la aprobaci¨®n de La Coalici¨®n hace que muchos ciudadanos duden de donde reside realmente la lealtad del RCM.

Como resultado, la RCM es ineficaz, lo cu¨¢l no ayuda a instaurar confianza en ella. El alcoh¨®lico, amn¨¦sico e inestable Harrier Du Bois (Harry, que ya lo empezamos a conocer) que tenemos como protagonista no es m¨¢s que otro mat¨®n a ojos de la ciudadan¨ªa como ya lo son muchos de sus compa?eros de oficio por el simple hecho de formar parte de la milicia. La RCM no es solamente la polic¨ªa a ojos del ciudadano de Revachol: es una organizaci¨®n que se ha dotado a s¨ª misma de poder en tiempos inciertos, y que se beneficia de una infraestructura ultracapitalista que aplasta a los m¨¢s peque?os.

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En Revachol, la polic¨ªa camina por calles llenas de agujeros de bala de una guerra a¨²n reciente, teniendo que hacer la vista gorda ante ciertos conflictos y situaciones de dudosa legalidad con tal de no romper la infraestructura del libre mercado que controla el territorio por encima de su propia jurisdicci¨®n.

La moralidad de lo que est¨¢ bien y lo que est¨¢ mal es difusa. Es imposible escapar de la pol¨ªtica en un mundo en el que todo es pol¨ªtico o tiene implicaciones pol¨ªticas. En la ciudad costera de Martinaisse, los trabajadores sindicados salen a la calle a pedir un mayor salario y m¨¢s presencia dentro de la compa?¨ªa. En los peque?os comercios, empleados tienen horarios abusivos, y otros se ganan la vida vendiendo sustancias ilegales que llegan a manos de menores sin intermediario alguno. Nada de esto es ilegal ni problem¨¢tico a ojos del gobierno de La Coalici¨®n, completamente desligado de todo esto m¨¢s all¨¢ de para mantener un control administrativo y econ¨®mico.

Revachol es quiz¨¢s uno de los peores lugares del mundo para empezar a investigar un asesinato. Para cuando recupere la conciencia, Harry se vestir¨¢ y saldr¨¢ de esa destrozada habitaci¨®n. Bajar¨¢ por la escalera hasta el vest¨ªbulo principal. Cuando algunos paisanos se giren para verle y hacer muecas raras, no se acordar¨¢ de su nombre, de d¨®nde est¨¢ ni de qu¨¦ hace ah¨ª. Tampoco sabr¨¢ reconocer a su compa?ero Kim Kitsuragi como uno de los suyos cuando lo vea esper¨¢ndole en la entrada. Pero incluso en su completo estado de desconocimiento podr¨¢ estar de acuerdo en una cosa: ese cad¨¢ver ahorcado en el patio, ese que lleva una extra?a armadura militar, ese que se encuentra a menos de dos calles de una enfurecida manifestaci¨®n de trabajadores... ese cad¨¢ver es una mala noticia.

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