An¨¢lisis
Google Stadia, meses despu¨¦s de su salida. ?Vale la pena?
Probamos a fondo la apuesta por el juego en streaming de Google

Google Stadia irrumpi¨® con cierta fuerza cuando se anunci¨® meses atr¨¢s. La nueva plataforma de juego del gigante norteamericano quer¨ªa hacerse un hueco en el mundo del videojuego simplificando las cosas: un mando y poco m¨¢s. Jugar donde quisi¨¦ramos con cualquier dispositivo, porque como se est¨¢ viendo en muchas de las propuestas actuales, cada vez hay m¨¢s compa?¨ªas que no les importa el c¨®mo jugamos a sus cosas, sino que lo hagamos. Y eso se puede trasladar a Microsoft y su apuesta por el Game Pass, XCloud y una salida de Xbox Series X que no partir¨¢ los juegos exclusivos con One por un simple motivo: Microsoft no quiere nadie atr¨¢s, al contrario. Quiere el mayor n¨²mero de gente suscrito a sus productos.
Stadia tiene una apuesta, dentro de su campo, similar. Esta plataforma de streaming le da igual -con matices- qu¨¦ marca de m¨®vil, tableta o televisor tengas. No le importa si tienes un PC de ¨²ltima generaci¨®n o un dispositivo que necesita renovarse. Quiere que puedas jugar cuando quieras, donde quieras, sin intermediarios. Sin hardware espec¨ªfico. ?Lo consigue?
Puesta a punto y primeros compases
El pack Stadia Founder¡¯s Edition, que es el que hemos podido jugar durante varios d¨ªas, llega con lo justo. Un mando que se puede conectar v¨ªa USB-C o sin cables, un ChromeCast Ultra para enchufar directamente con hdmi y dos cargadores, uno para el propio ChromeCast, con entrada de cable ethernet, y el del mando. No se precisa de m¨¢s y es una oda a la simpleza que se quiere trasladar con Stadia. Google se empe?¨® en que Stadia e inmediatez fueran sin¨®nimos, aunque al menos en los primeros compases de conexi¨®n no sea as¨ª.

Una vez tenemos nuestro artilugio conectado a uno de los dispositivos compatibles, toca configurarlo. Para ello necesitaremos una app de m¨®vil, Google Home, desde donde se crea un espacio en el que se encuentran los dispositivos familiares, como el propio ChromeCast Ultra. Es a trav¨¦s del m¨®vil y no directamente desde lo que nos trae Stadia que deberemos configurar, actualizar y enlazar el mando para poder jugar en pantalla. No es un proceso engorroso, pero s¨ª menos intuitivo de lo que se podr¨ªa presuponer. Con m¨¢s o menos contratiempos -si tienes ChromeCast conectado v¨ªa Ethernet porque en la habitaci¨®n donde no llega WiFi, tendr¨¢s que ir con el m¨®vil y mando donde haya WiFi porque es necesario para enlazarlo de esta manera- acabamos teniendo la plataforma disponible.
La otra manera de jugar que hemos podido probar es v¨ªa navegador web desde nuestro PC. Tan sencillo como conectarse a stadia.google.com y desde ah¨ª, con el mando conectado con cable al ordenador, usar todo lo que tenemos disponible para comprar y para probar los juegos que queramos. Eso s¨ª, una vez ya hab¨ªamos creado nuestro perfil v¨ªa app.
La dependencia de la app
De hecho, uno de sus grandes contratiempos es esta dependencia con la app que hace que la experiencia no sea de t¨² a t¨²: pantalla y mando, sin nada m¨¢s. Si jugamos con el navegador esto se reduce porque todas las funciones est¨¢n disponibles en la web de Stadia, donde jugamos, pero desde cualquier otro dispositivo necesitamos el intermediario del m¨®vil. Sin ir m¨¢s lejos, incluso cuando hacemos capturas de pantalla, el mando tiene un bot¨®n destinado a ello, ¨¦stas se guardan directamente a la aplicaci¨®n m¨®vil. No tenemos acceso desde el navegador¡ Ni tampoco las podemos descargar de la app. Ni tampoco verlas en horizontal. Un sin sentido. ?de qu¨¦ sirve tener capturas en una app sin poderlas sacar de ah¨ª?

El mando de Google Stadia
Cuando recibimos por fin la Founder¡¯s Edition y antes de poder conectar nada, algo que nos llam¨® la atenci¨®n es el mando. Tiene un dise?o que recuerda y mucho al mando Pro de Nintendo Switch, comparaci¨®n que no hacemos de casualidad. La disposici¨®n de los joysticks, eso s¨ª, en Stadia son como los del Dualshock, dando prioridad en la parte alta a la cruceta. El mando pesa m¨¢s que el de la consola de Nintendo, pero su agarre es tremendamente c¨®modo. La parte rugosa posterior y el tama?o de los lados es ideal para cogerlo, y las sensaciones son muy buenas. El dise?o de los joysticks, por su parte, nos recuerda en tacto a los sticks de Xbox. Los botones responden bien y la cruceta nos ha gustado bastante, permitiendo marcar diagonales con cierta soltura.
Es la hora de jugar: ?Funciona?
Pero como se dice habitualmente, aqu¨ª hemos venido a jugar. ?C¨®mo funcionan los juegos en esta plataforma de streaming? En general, la respuesta es sorprendentemente positiva en cu¨¢nto a latencia. Hemos podido probar tres shooters en primera persona, que son seguramente los juegos donde m¨¢s podemos notar problemas de respuesta. Sin ir m¨¢s lejos, en su momento cuando probamos PS Now el control de Killzone 2 era simplemente injugable, con un retraso evidente entre lo que apunt¨¢bamos y lo que ve¨ªamos en pantalla. Aqu¨ª no hemos tenido estos problemas.

A veces, cuando movemos la c¨¢mara o hacemos alguna acci¨®n podemos tener la sensaci¨®n que hay un m¨ªnimo delay o que no tenemos una respuesta tan r¨¢pida como sus versiones originales, pero lo cierto es que en Destiny 2, Borderlands 3 y Metro: Exodus no hemos tenido ning¨²n problema a la hora de apuntar a la cabeza, disparar a diestro y siniestro o fallar por culpa de la plataforma. Al contrario, todo ha salido bien y de manera satisfactoria. Es verdad que hablamos de campa?as, y que faltar¨ªa ver c¨®mo se traduce esto en multijugadores veloces como un Call of Duty, sin ir m¨¢s lejos, pero al menos para jugar las campa?as de los juegos mencionados no hemos tenido problemas con la respuesta, ni jugando desde navegador ni tampoco desde Chromecast Ultra.
Decimos lo mismo en juegos de aventura que hemos podido probar. Gylt, el t¨ªtulo exclusivo de Tequila Works para Stadia, tampoco tiene problemas de control ni de respuesta, aunque en este sentido es mucho m¨¢s pausado. Assassin¡¯s Creed: Odyssey tiene una respuesta convincente. No es el t¨ªtulo que precisa de una reacci¨®n m¨¢s inmediata en el control, pero hemos hecho bloqueos y parries en el momento justo sin fallar por una falta de respuesta entre el comando y lo que vemos en pantalla. En definitiva, el que es uno de los principales puntos de duda del juego en streaming, al menos en lo que hemos jugado, funciona bien. En dispositivos m¨®viles y v¨ªa wifi, cuando podamos verlo -en casa no tenemos dispositivos compatibles de momento- sabremos si se mantiene esta fidelidad. No hemos podido probar ninguno de los juegos de lucha, donde el delay por peque?o que sea s¨ª puede ser decisivo a la hora de realizar combos de 1-3 frames y m¨¢s si tenemos que a?adir el juego online contra otros jugadores.
Lejos del 4K prometido
Donde hay menos motivos para la alegr¨ªa es en la resoluci¨®n y calidad general de la imagen. Ninguno de los juegos se muestra a un nivel de calidad como el que tienen sus hom¨®nimos en consolas a nivel de detalle. Y esto se debe m¨¢s a la compresi¨®n del stream que a la calidad del juego en s¨ª. Cuando vemos las capturas que hemos realizado (en la app), hay un nivel de definici¨®n y detalle que no es el que tenemos cuando jugamos. Le pasa como en streams de juegos en plataformas, que por mucha gran resoluci¨®n que marquen (o esos v¨ªdeos a 2k de Youtube) la realidad es que el bitrate hace que no se vea con la fidelidad del real. Y eso es en todos los t¨ªtulos: cuando hay color negro se ven desajustes evidentes con esos cuadrados cl¨¢sicos de un stream, y tambi¨¦n elementos borrosos con facilidad. Por un lado, no tenemos dudas que jugarlo as¨ª en un m¨®vil, donde queramos, tenga la potencia que tenga, puede ser suficiente y un plus, pero en navegador, en chromecast ultra con una tele 4K y con conexi¨®n v¨ªa cable no es lo prometido.

Donde hemos tenido alg¨²n contratiempo es en Gylt y en Borderlands 3, que a pesar de indicarnos que la conexi¨®n permit¨ªa la mejor calidad visual, desde navegador hemos tenido algunas ca¨ªdas de framerate. En los otros juegos, incluso con carga de elementos en pantalla como Destiny 2, no nos ha sucedido.
Una de las promesas de la versi¨®n Pro, que vale 9,99 euros al mes, es la experiencia de poder jugar a 4K respecto a otras versiones que todav¨ªa no est¨¢n disponibles, pero el resultado de momento no es el esperado, aunque sigue siendo una experiencia general satisfactoria a la hora de jugarlo.
Modelo de negocio y ausencias destacadas

Google Stadia tiene una base que no es nada desde?able y que nos ofrece experiencias sorprendentes. Poder jugar a Borderlands 3 v¨ªa streaming con esa respuesta ya es un paso al frente a tener en cuenta. Hacerlo de la manera que se hace: adquieres el juego, le das al play y juegas sin ning¨²n tipo de instalaci¨®n, tambi¨¦n es un punto a favor. Pero el modelo de negocio y el cat¨¢logo, de momento, son sus aspectos menos atractivos tras varios meses en el mercado. Tener una suscripci¨®n de 9,99 euros al mes para lo que se ofrece de momento sabe a poco: acceso a ofertas de t¨ªtulos diversos (Red Dead Redemption est¨¢ndar ahora mismo a 48 euros) y juegos gratuitos como Destiny 2, Gylt, Metro Exodus, Farming Simulator 19 Platinum Edition y Metro Exodus a d¨ªa de hoy. El modelo basado en una tienda tradicional y una suscripci¨®n con pocos alicientes estamos seguro que no ser¨¢ el que tendr¨¢ dentro de un tiempo. Game Pass ofrece m¨¢s de 100 juegos, y novedades de salida, por el mismo precio. El precio de salida de los juegos en Stadia no tiene ventajas competitivas respecto a otras plataformas, y ha habido problemas porque las versiones disponibles no eran las m¨¢s actualizadas.
Cuando llegue la versi¨®n gratuita de la plataforma, veamos su rendimiento y puesta en escena en pantalla, podremos calibrar mejor por donde van los tiros. Esta versi¨®n no tiene los juegos gratuitos de Pro ni tampoco acceso al 4K (1080p es el m¨¢ximo), por lo que puede suponer dos cosas: la mejora evidente de los juegos ofrecidos gratis para la versi¨®n de pago, la mejora visual de la versi¨®n de pago¡ Y un acceso desde donde queramos simplemente comprando los juegos que, cuando haya ofertas interesantes, puede marcar la diferencia respecto a otras plataformas.
Stadia llega con varias ausencias m¨¢s. El tema de las capturas de pantalla es uno de los que claman al cielo. El ritmo de novedades tampoco est¨¢ siendo el m¨¢s brillante posible: los m¨¢s recientes a?adidos son Supercross 3, que es de este 2020, pero le siguen las tres versiones de Ghost Recon Breakpoint, Borderlands 3 y Dragon Ball Xenoverse 2. Escaso. Tambi¨¦n faltan funciones de compartir juegos con otros usuarios, un entorno de comunidad como tienen otras plataformas, control parental o compatibilidad con muchas marcas y dispositivos importantes en el mercado m¨®vil. Tampoco ayuda una pol¨ªtica de comunicaci¨®n con demasiadas ausencias y tardanza en responder a problemas en la comunidad, algo que deber¨¢ mejorar para fidelizar al p¨²blico.
Conclusi¨®n
Google Stadia es una experiencia que en su esencia principal, poder jugar sin un intermediario tipo PC o consola, convence. Y lo hace con una respuesta a nivel de latencia m¨¢s que sorprendente, al menos para lo que es el juego single player o cooperativo (para las propuestas competitivas deberemos esperar a verlo en detenimiento). Jugar desde navegador o desde ChromeCast Ultra con el mando y nada m¨¢s es inmediato y tiene un buen rendimiento. Pero es ah¨ª donde se detienen sus virtudes. La experiencia a nivel de resoluci¨®n no es la prometida, y eso se nota en el streaming, aunque cumpla su cometido. A lo que se suma que hemos tenido algunos contratiempos de ca¨ªdas de framerate en juegos como Gylt y Borderlands 3 desde navegador.
El sistema, que depende mucho de la app del m¨®vil, tambi¨¦n se hace algo menos intuitivo de lo esperado por ese motivo, y se echa en falta gestionar directamente desde ChromeCast cualquier elemento. Las ausencias de funciones, el cat¨¢logo poco prol¨ªfico y el modelo de negocio con suscripci¨®n de pago y juegos a precio de novedad de salida -hay ofertas a d¨ªa de hoy, eso s¨ª- tambi¨¦n genera dudas.
En definitiva, Stadia promet¨ªa el juego del futuro, pero todo lo que envuelve a la experiencia de juego -que no es perfecta pero s¨ª sorprendente en respuesta- se encuentra en una fase de replanteamiento. La versi¨®n gratuita, la expansi¨®n de cat¨¢logo y exclusivas y el precio del mismo acabar¨¢ dictaminando qu¨¦ hueco le da el mercado a Stadia. Su gran atractivo, a d¨ªa de hoy, es poder jugar sin consola ni PC de por medio y desde donde queramos. Algo que tiene sus limitaciones mientras van creciendo los dispositivos compatibles, pero que es as¨ª con ChromeCast Ultra, navegador y varios smartphones/tabletas ya. ?Es eso suficiente? Seguramente no, pero teniendo la base, es evidente donde mejorar para que Stadia sea la alternativa real que pretende ser.