Greedfall, an¨¢lisis. Originalidad y buen hacer para amantes del RPG

Cerca de la grandeza, pero todav¨ªa lejos de la misma. Es algo que se podr¨ªa decir de todos y cada uno de los t¨ªtulos de Spiders, aunque cada vez est¨¦n menos lejos. Con ¨ªdeas de lo m¨¢s diversas, habiendonos llevados a mundos de orcos fant¨¢sticos, detectives a la moda o monjes tecnol¨®gicamente modificados parece siempre que Spiders hace juegos que nunca llegan a alcanzar lo que visualizan sus creadores. Ambiciosos, encantadores y hasta ahora muy poco p¨²lidos, esta es una desarrolladora que deleita a sus aficionados pero que nunca ha sido capaz de romper la barrera hacia la popularidad con un p¨²blico m¨¢s general.

Con Greedfall, Spiders da un paso m¨¢s en su misi¨®n de convertirse en una de las m¨¢s grandes desarrolladoras de RPG contempor¨¢neas. No podemos decir que llegue a conseguir todo lo que se propone, ni mucho menos. Pero m¨¢s vale avanzar a pasos de tortuga que tener un siniestro total a toda velocidad y eso es lo que est¨¢ haciendo Spiders. Paso a paso, juego a juego van aprendiendo y mejorando. Por primera vez, han tenido tambi¨¦n tiempo para pulir y con ello nos dan el primer juego casi inequ¨ªvocamente recomendable de su casa. Greedfall no llega a ser uno de los grandes pero se queda asombrosamente cerca.

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Hacia nuevas y lejanas tierras

Nueva Serena, una ciudad portuaria entre Dickens y Sapkowski, es el lugar donde comienza nuestra aventura como trotamundos. Las primeras horas de juego transcurrir¨¢n en esta gran ciudad, hablando con los lugare?os, aceptando o rechazando sus misiones y familiariz¨¢ndonos con las mec¨¢nicas y el mundo de Greedfall. Durante esta no tan breve introducci¨®n (t¨¢rdamos cuatro horas en abandonar esta primera zona) nos daremos ya cuenta de que Greedfall no es un RPG a medias tintas sino uno de esos en los que las decisiones de nuestro personaje afectan de verdad a nuestras posibilidades como jugador y donde pasaremos m¨¢s tiempo hablando con personajes no jugables o leyendo ¡°lore¡± que matando a criaturas fant¨¢sticas.

Desde el primer momento Greedfall asombra con lo que ha podido conseguir este peque?o estudio de poco m¨¢s de veinte personas. Lustrosos palacios enmascaran un corto tutorial, exquisitamente decorados salones son el escenario de breves reuniones con nuestros ricos familiares. Poco a poco se dibuja el tapiz del universo que se nos presenta,uno que usa el periodo colonial como inspiraci¨®n lejana pero no deja de presentar preguntas y situaciones interesantes dentro del mismo. Lamentablemente tambi¨¦n aqu¨ª empezamos a notar uno de los grandes fallos, por lo menos a nuestro gusto, del juego. La voz del protagonista, solo disponible en ingl¨¦s, carece del carisma que desariamos en el personaje principal de nuestra historia. Al haber tomado la decisi¨®n de representar a un noble ricach¨®n pero con buen coraz¨®n en nuestra primera partida decidimos continuar con este g¨¦nero pero desde luego cambiaremos en nuestra segunda partida.

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Afortunadamente los primeros compa?eros que conoceremos, Kurt y Vasco, tienen bastante m¨¢s carisma y mejores dobladores que aquel otro. Cada compa?ero representa a una de las muchas facciones de Greedfall, en este caso los marinos Nauts y los forzudos de la Guardia de la Moneda. Hay un compa?ero por cada facci¨®n del juego, pues es nuestro protagonista quien pertenece a la Congregaci¨®n de Mercaderes. Nuestras misiones y acciones har¨¢n que nuestra reputaci¨®n aumente o decrezca con cada una de estas facciones, uno de muchos complejos sistemas que Greedfall presenta pero no llegamos a sentir del todo su efecto en la historia o jugabilidad hasta el final del juego.

Como en los grandes juegos de Bioware podremos interactuar con todos nuestros compa?eros, completar misiones que aumenten su complejidad como personajes as¨ª como eventualmente involucrarnos rom¨¢nticamente con ellos y ellas. Estas misiones son algunas de las m¨¢s divertidas del juego y os recomendamos hacer todas las que pod¨¢is. Algunas dejaremos de poder hacerlas en puntos concretos de la historia sin aviso previo as¨ª que cuanto antes mejor. No todas las misiones secundarias son esenciales y de hecho muchas son excepcionalmente aburridas pero la gran mayor¨ªa de las que involucran a nuestros compa?eros son cuanto menos agradables.

Entre salvajes

Tras dejar nuestra ciudad natal nos adentramos hacia un nuevo continente en un viaje a trav¨¦s de la mar que durar¨¢ dos meses. Tres galeones surcan el oc¨¦ano camino al horizonte y m¨¢s all¨¢ cuando el logotipo de Greedfall eclipsa la pantalla. La aventura ha comenzado. Con ella, por desgracia, comienzan tambi¨¦n a verse los peque?os rasgos en las costuras que desvelan que esta todavia no es una obra maestra. La primera ciudad que veremos tras desembarcar, Nueva Serena, presenta un mapa marcadamente diferente de aquella primera pero ya vemos una buena cantidad de edificios reutilizados que rompen la ilusi¨®n de explorar un nuevo lugar.

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Estos y otros son errores claramente dados a una lacra en el presupuesto y numero de trabajadores de la compa?¨ªa pero no por ello creemos que deban dejar de mencionarse. Greedfall es un juego que peca de exceso de ambiciones pero que no llega a quedarse del todo corto. Es por ello ¨²til mencionar todos y cada uno de los puntos en los que falla de cara a que en el futuro si se amplia el presupuesto se sepa a donde destinarlo. El caso de los edificios reutilizados es uno de los m¨¢s obvios y por lo menos en nuestro caso habr¨ªamos preferido un mapa la cuarta parte de grande con esos mismos recursos destinados a aumentar la variedad. Qui¨¦n sabe si se hab¨ªa planeado aportar m¨¢s detalle a las distintas ciudades, tener mayor variedad de flora y paisajes para el resto del mundo... Pero lo que tenemos entre manos es un juego donde claramente se ha abarcado m¨¢s de lo que se deb¨ªa.

Esto quiz¨¢s sea especialmente perceptible en todo lo que rodea a la facci¨®n de los Nativos. Un interesante gancho argumental, una buena excusa para crear una compa?era de lo m¨¢s interesante y una forma interesante de enlazar los elementos m¨¢s m¨ªsticos de la historia y las criaturas m¨¢s fant¨¢sticas del escaso repertorio del juego. Hasta ah¨ª llegan las virtudes de esta facci¨®n. Por desgracia sufren los problemas del juego con m¨¢s agresividad que el resto, presentando innumerables personajes que no se llegan a desarrollar, pueblos creados con corta y pega as¨ª como algunas de las misiones m¨¢s aburridas del juego. Crear una serie de tribus aut¨®ctonas interrelacionadas con ¨®rganos superiores es un claro reto para cualquier equipo y en este caso ha quedado sin superar. No con ello deja de haber elementos interesantes en este aspecto del juego pero la cantidad de ellos no supera la de momentos insipidos y misiones tortuosas.

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Donde si destaca Greedfall es en su retrato de la intriga pol¨ªtica y social de la alta clase durante la ¨¦poca del colonialismo. Misiones secundarias nos llevar¨¢n a desvelar los secretos m¨¢s ocultos de la ¨¦lite del lugar, ya sean peque?os vicios o conspiraciones de la m¨¢s alta orden. Poco a poco nos hacemos una idea del engorroso entramado que hace funcionar esta sociedad, poco a poco vamos desvelando peque?as piezas del puzle que es la clase pol¨ªtica. La gran mayor¨ªa de los personajes secundarios se van redondeando a medida que avanza el juego, demostrando poco a poco distintos valores y carices en su personalidad hasta que llega uno de los varios climaxes en la historia para dejar claro de que lado est¨¢n. No fueron una sino varias las veces en que la respuesta de un personaje ante una situaci¨®n extraordinaria marco la diferencia en cuanto a nuestra apreciaci¨®n del mismo.

La estrella del contenido aqu¨ª disponible, eso s¨ª, son la campa?a principal y las misiones espec¨ªficas a cada uno de nuestros compa?eros. Cada una aporta un peque?o matiz a la personalidad de los mismos, haci¨¦ndonos entender sus respuestas actuales gracias a hacernos una mejor idea de su pasado. Personajes que al principio se nos hac¨ªan rudos y maleducados terminaron pareci¨¦ndonos honestos y leales, otros que promet¨ªan acompa?arnos todo el juego perdieron nuestra confianza en un momento crucial. Pero en ning¨²n momento nos arrepentimos de haber hecho una de estas misiones, al contrario, cuando uno de nuestros compa?eros abandon¨® sin poder haber completado su misi¨®n caracter¨ªstica sentimos por primera vez la necesidad de volver a una partida previa sin haber muerto.

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Greedfall tiene tambi¨¦n por supuesto una campa?a principal, una historia que seguir llena de intriga, investigaci¨®n, diplomacia, combate y un largo etc¨¦tera de ingredientes indispensables en toda ¨¦pica de la aventura y la exploraci¨®n. Intenta desesperadamente en varios momentos aburrir al jugador con misiones eternas donde entramos en bucles de hablar con personajes y encontrar objetos o realizar tareas excesivamente cotidianas. Sentimos aut¨¦ntica frustraci¨®n durante varias partes de este t¨ªtulo cuando una misi¨®n que parec¨ªa iba a llevar a un ¨¦pico desenlace nos llevaba en su lugar a rescatar a otro lugare?o de cinco enemigos m¨¢s. Esto no quita que para cuando acabamos con el t¨ªtulo su historia hab¨ªa conseguido redimirse con un final adecuado en el que nuestras acciones s¨ª tuvieron impacto.

Desgraciadamente jugable

Habr¨¦is notado un cierto desd¨¦n hacia los elementos jugables del t¨ªtulo. Est¨¢ claro desde el primer momento en que el jugador aprieta el bot¨®n que este no es un juego que se juegue mal, desde luego que no. Las animaciones (capturadas por primera vez en un juego de Spiders usando captura de movimiento con actores y actrices reales) fluyen con soltura y realzan los movimientos que representan. Los golpes y disparos tienen sonidos acompa?antes contundentes y representativos de la potencia de nuestros ataques. Es f¨¢cil ejecutar combos pero un momento o dos desprevenidos resultar¨¢ en una probable muerte.

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El problema es que esta primera impresi¨®n del combate no dista mucho de la ¨²ltima. El ¨¢rbol de habilidades disponible es poco generoso, con una mayor¨ªa de habilidades que solo aumentan porcentajes y apenas un par de opciones de combate para desbloquear a lo largo de todo el juego. Nuestro progreso ser¨¢ casi inexistente, entre otras cosas por la escasez de puntos que nos da cada subida de nivel pero m¨¢s que nada debido a un combate que ofrece muy poquitas opciones. Si optamos por ser hechiceros tendremos acceso a un par de hechizos y uno definitivo, si escogemos la senda del bucanero espadach¨ªn nuestro uso del trabuco ser¨¢ el mismo pasadas las dos horas de juego o las treinta. Nos habr¨ªa gustado que se ofrecieran m¨¢s habilidades, m¨¢s opciones para crear combinaciones atractivas y creativas pero no es el caso y ya sea por lacra de presupuesto o creatividad acabamos un poco cansados del combate.

Tampoco ayuda la absoluta falta de variedad en los enemigos. Hay apenas un par de pu?ados de enemigos diferentes sin contar malos finales e incluso estos ¨²ltimos no dar¨ªan para llenar un bestiario de tama?o A4. Poco despu¨¦s de empezar el t¨ªtulo podremos luchar en una arena que nos ofrece unas cinco peleas con distintos enemigos. En esas cinco peleas habremos visto pr¨¢cticamente todos los oponentes no humanos a los que nos enfrentaremos y dada la enorme cantidad de combates contra los mismos es casi inevitable acabar hasta las narices de luchar contra los mismos cinco tipos de enemigos. Los malos finales ofrecen m¨¢s variedad tanto visual como en sus movimientos pero no hay suficientes como para rellenar el hueco en la fauna enemiga.

Donde s¨ª agradecemos la falta de opciones o quiz¨¢s recursos es en el ¨¢rbol de caracter¨ªsticas de nuestro personaje donde podemos escoger si ser carism¨¢ticos, buenos cient¨ªficos, excelentes artesanos o sencillamente fuertes. Cada una de estas opciones abrir¨¢ nuevos caminos en distintas misiones, ya sea volar por los aires un muro si escogemos la ciencia o saltarnos una misi¨®n con nuestra lengua dorada si escogemos carisma. Este es uno de los mejores aspectos del t¨ªtulo y aunque no siempre tiene la misma prevalencia y algunas misiones se olvidan de darnos distintos caminos ello no quita que sea refrescante que un t¨ªtulo nos de tantas opciones para completar la gran mayor¨ªa de sus misiones.

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Es aqu¨ª donde destaca Greedfall, en su capacidad de hacernos sentir que su mundo siempre nos da diversas opciones, que siempre podemos escoger nuestro propio camino a pesar de que cada jugador empieza desde la misma base. Tambi¨¦n se deja ver este af¨¢n por la individualidad en las opciones de personalizaci¨®n, especialmente extensas si subimos nuestro nivel en artesan¨ªa. No solo podremos escoger cada pieza de nuestra indumentaria o la de nuestros compa?eros, sino que podemos a?adir diversos accesorios a las mismas que a?adir¨¢n beneficios jugables a nuestro personaje. Pudimos evitar subir nuestra proeza con la ganz¨²a gracias a un par de piezas de armadura que sub¨ªan esa habilidad. Esta personalizaci¨®n se aplica tambi¨¦n a las armas, pudiendo escoger una empu?adura para nuestra espada que aumente su da?o cr¨ªtico u otra que aumente su da?o general por ejemplo.