Metal Wolf Chaos XD, an¨¢lisis

Casi quince a?os despu¨¦s de su estreno original, esta obra del archiconocido estudio From Software ve la luz fuera de su Jap¨®n natal, ahora para PlayStation 4, XBox One y Steam, con evidentes mejoras en el apartado visual y la pertinente readaptaci¨®n al mapeado de controles actuales. Es el segundo episodio en la historia de un juego nacido para impulsar las ventas de la primera XBox en Jap¨®n y del que, precisamente por no tener un ¨¦xito destacable en tal empresa, puede sorprender su recuperaci¨®n a estas alturas para una versi¨®n remasterizada.

A pesar del atractivo nombre detr¨¢s del juego, hay que destacar (por obvio que parezca) que Metal Wolf Chaos no tiene absolutamente nada que ver con los juegos que ¨²ltimamente han disparado la popularidad actual de From Software: los Souls, Bloodborne o Sekiro tienen bastantes elementos en com¨²n entre s¨ª, pero no con todas las obras anteriores. No obstante, la serie Armored Core, centrada en el manejo de grandes armaduras de guerra como este Metal Wolf, s¨ª nos hace a todos poner el modo comparativa al m¨¢ximo y calcular las expectativas¡­ pero tambi¨¦n ser¨ªa un error. Hay que tener claro que los componentes estrat¨¦gicos y t¨¢cticos est¨¢n reducidos casi al m¨¢ximo en este t¨ªtulo, mucho m¨¢s orientado a la acci¨®n directa y la destrucci¨®n de todo lo que tengamos delante.

Patriotismo par¨®dico

Es una historia reconstruida una y otra vez: c¨®mics, pel¨ªculas y videojuegos que ponen el foco en la fortaleza de la libertad americana, de sus principios sociales y pol¨ªticos exacerbados hasta la risi¨®n e, incluso, el propio presidente de los EEUU siendo un h¨¦roe de guerra para la humanidad. Pues de eso trata Metal Wolf Chaos, una trama que sabe re¨ªrse (y bastante bien) de s¨ª misma y tira de t¨®picos aderezados con las escenas de acci¨®n m¨¢s inveros¨ªmiles y exageradas que podamos imaginar.

El vicepresidente Richard Hawk ha dado un golpe de estado aprovechando un mal momento de la sociedad estadounidense, enga?ando a buena parte de la poblaci¨®n con una careta de justicia pero llevando a cabo acciones horribles encaminadas a la eugenesia y el terror. Michael Wilson (suena a algo as¨ª como el P¨¦rez Garc¨ªa norteamericano), presidente de los EEUU, no est¨¢ dispuesto a permitir tal cosa e inicia una revoluci¨®n para devolver a su querida naci¨®n a la senda del bien, a pesar de que la prensa se muestre af¨ªn al nuevo r¨¦gimen y pinte sus avances como burdos ataques terroristas. Armado con su mecha y bajo el seud¨®nimo de Metal Wolf, se enfrentar¨¢ a todo lo necesario por su justa causa.

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A partir de ah¨ª, constantes discursos sobre el pa¨ªs de la libertad, dos bandos radicalmente distinguidos como el bien y el mal, conversaciones con toque cultureta americano refiri¨¦ndose a obras del cine y la m¨²sica (recordando por momentos al estilo de ciertas conversaciones por c¨®dec de Metal Gear, a las que adem¨¢s imita visualmente) y mucha, mucha exageraci¨®n a lo largo de la trama. Las misiones se suceden en localizaciones bastante diferentes y representadas con sus elementos m¨¢s t¨ªpicos, llegando incluso a presenciar lo que ser¨ªa un duelo de forajidos del oeste con Mazinger Z de protagonista. Realmente todo al servicio del espect¨¢culo y diversi¨®n m¨¢s directas.

Elige, apunta, dispara y destruye

Metal Wolf Chaos XD est¨¢ estructurado en misiones bien distinguidas entre s¨ª que se desarrollan en varios puntos de la geograf¨ªa norteamericana. En cada una de esas fases tendremos objetivos muy concretos que cumplir, que habitualmente incluyen la destrucci¨®n de edificios de armamento, torres de comunicaciones, m¨¢quinas de guerra¡­ Tambi¨¦n tenemos coleccionables en forma de rehenes que liberar y objetos que recoger con su correspondiente recompensa como mayor resistencia de nuestra armadura o armamento extra.

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Antes de comenzar una misi¨®n tendremos un men¨² para desarrollar y fabricar armamento con los fondos que hemos recaudado, y para decidir nuestro equipamiento. Este punto hay que resaltarlo porque hay un mont¨®n de armas de diversos tipos: entre pistolas, escopetas, ametralladoras, fusiles de asalto, ca?ones, lanzamisiles y m¨¢s categor¨ªas, pasamos tranquilamente el centenar de armas, cada una con sus valores de da?o, capacidad, alcance y dem¨¢s atributos habituales. Adem¨¢s, al da?o convencional podemos unir algunas armas ¨²tiles para aturdir enemigos.

Una vez en acci¨®n, el juego se siente algo pesado pero no lento. Algunas maniobras no son especialmente ¨¢giles, sobre todo el movimiento propulsado, pensado principalmente para aplastar infanter¨ªa enemiga (donde es muy ¨²til) y esquivar ataques (bastante peor ejecutado). El modo en que cambiamos de armas tambi¨¦n es un poco inc¨®modo al principio, aunque con la pr¨¢ctica uno se termina acostumbrando. La variedad de tipos de armas se agradece mucho y ofrece soluciones bien diferenciadas para cada situaci¨®n, si bien es cierto que los ca?ones de rieles facilitan mucho los enfrentamientos clave y son nuestro eterno as en la manga para los objetivos m¨¢s peligrosos. Por lo general, los picos de dificultad pueden solventarse de esta manera, aunque puede haber alguna excepci¨®n y, por supuesto, otras combinaciones m¨¢s efectivas para cada momento.

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El juego consta de catorce misiones, n¨²mero algo escaso si tenemos en cuenta su duraci¨®n media. Podemos completarlas todas en un tiempo cercano a las siete horas, siempre dependiendo de cu¨¢nto se nos atraganten los puntos m¨¢s complicados y la importancia que demos a buscar c¨¦lulas de energ¨ªa y rehenes que poner a salvo. Adem¨¢s, hay armas secretas que podemos desbloquear en base a nuestra puntuaci¨®n en las misiones y, tras completar la historia principal, podremos rejugar las fases en modo fiebre (libertad para destruir con munici¨®n infinita) e infierno (dificultad extra en forma de enemigos m¨¢s fuertes y resistentes), habilitando nuevos aspectos de Metal Wolf. Extras que, si bien no evitan su m¨¢s bien escasa duraci¨®n, s¨ª lo hacen bastante rejugable.

Apartado audiovisual

Sin tener una banda sonora completamente memorable, s¨ª es cierto que da en la tecla para acompa?ar con estilo el ritmo del juego con composiciones r¨¢pidas y fuertes. Llama la atenci¨®n la pista de jazz extravagante que suena durante las telecomunicaciones entre el presidente y su ayudante. El doblaje al ingl¨¦s (con subt¨ªtulos en espa?ol, eso s¨ª, a pesar de que los textos al inicio del modo historia, por alg¨²n error, aparecen en portugu¨¦s¡­) est¨¢ bastante bien ejecutado.

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En lo gr¨¢fico, el juego no luce nada mal teniendo en cuenta el a?o en el que sali¨®, y las resoluciones actuales (soporta hasta 4K) le sientan a la perfecci¨®n. No puede pasar por un juego de nueva hornada ni much¨ªsimo menos, pero tampoco incomoda a nivel visual. No obstante, sorprende la limitaci¨®n a 30fps en todas sus versiones, algo que puede antojarse incomprensible en todos los casos y, m¨¢s si cabe, en este tipo de relanzamientos.

Este juego ha sido analizado gracias a un c¨®digo para Steam cedido por Devolver Digital.