Redeemer: Enhanced Edition, an¨¢lisis

Con un par de a?os de diferencia respecto a su lanzamiento original en PC, Sobaka Studio nos trae la versi¨®n definitiva de este Beat ¡®em Up con extra de violencia a todas las plataformas actuales de sobremesa (incluyendo actualizaci¨®n gratuita del juego en Steam). Tomamos el control de Vasily para hacer valer su sed de venganza y analizamos todos los componentes relevantes de Redeemer a continuaci¨®n.

La venganza no tiene por qu¨¦ servirse fr¨ªa

El h¨¦roe cruelmente agraviado que se revuelve contra el mundo si hace falta para hacer justicia no es un invento del estudio ruso a cargo de este juego. Ni siquiera es una idea de este siglo, ni del pasado. Pero s¨ª tenemos un claro referente de la trama de Redeemer en las cl¨¢sicas pel¨ªculas de acci¨®n que, especialmente desde los 80, han establecido elementos irrenunciables para saber de antemano la que se nos viene encima: un protagonista capaz de pasar por monta?a de m¨²sculos que vive en paz, aunque alberga un pasado m¨¢s bien agitado; un ej¨¦rcito de enemigos sin piedad ni escr¨²pulos capaces de las mayores atrocidades, a veces en nombre de objetivos pretendidamente superiores; y acci¨®n a raudales y sin complicaciones desde el primer hasta el ¨²ltimo momento: todo justificado por la causa.

Cuando Vasily escap¨® de su mundo de guerra y violencia, encontrando por casualidad un templo en el que sanar su esp¨ªritu, pens¨® que el destino le hab¨ªa dado la oportunidad de tener una vida plena y volver a empezar. Pero alguien que ha hecho tanto da?o no puede encontrar la redenci¨®n centr¨¢ndose solo en s¨ª mismo: hay que reparar el mal alimentado. Aquellos a quienes perteneci¨® en otro momento han dado con ¨¦l, y no van a permitir que dar la espalda a su pasado sea tan f¨¢cil y barato. Curioso: Vasily tampoco est¨¢ dispuesto a tolerar los m¨¦todos empleados por sus crueles enemigos con sus nuevos hermanos monjes; inocentes que se ven involucrados en una vor¨¢gine de violencia que solo podr¨¢ saldarse con la desaparici¨®n de una de las partes implicadas.

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Todas las formas de matar

Este planteamiento de aut¨¦ntica serie b es la excusa perfecta para dar mamporros desde el principio hasta el final del juego. Manejando a nuestro personaje desde una perspectiva cenital que nos recuerda irremediablemente a Hotline Miami, juego que supone la referencia absoluta del g¨¦nero en estos tiempos, debemos avanzar por escenarios estructurados en diversas salas o espacios repletos de enemigos, armas y objetos que utilizar. Una de las consignas principales es no bajar el ritmo de la acci¨®n en casi ning¨²n momento, con una gran velocidad de movimientos y ejecuci¨®n de combos. Las manos y los pies de Vasily son nuestras herramientas b¨¢sicas, teniendo dos botones de ataque que combinar en funci¨®n de lo que nos venga mejor, adem¨¢s de otro para esquivar rodando.

A lo largo del juego encontraremos muchos ¨²tiles con los que mejorar nuestra capacidad para el combate: armas de corto alcance, armas de fuego, objetos que arrojar a los enemigos y elementos del escenario con los que realizar ejecuciones especiales. Sumamos decenas de formas de acabar con nuestros rivales suficientemente diferenciadas como para tener que elegir en funci¨®n del enemigo. Especialmente en lo referente a las armas de mano, el balance entre da?o y velocidad de ataque decanta la balanza en cada caso: machetes, cuchillos, porras, barras de hierro, mazas, llaves inglesas¡­ Todo vale, como lanzar piedras, sillas y barriles t¨®xicos, o meter la cabeza de un pobre diablo en las h¨¦lices de un motor o en una sierra el¨¦ctrica montada. Que dejen de respirar y, si es con mucha sangre, mejor.

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Adem¨¢s, podemos mejorar las aptitudes de nuestro protagonista en el manejo de todas estas armas y estilos de lucha, desbloqueando algunas capacidades como aumentar el da?o, a?adir golpes a los combos o mejorar la resistencia y duraci¨®n de los objetos. Sin embargo, aun con todo este agradecido surtido de objetos, la sombra de la repetitividad puede aparecer con el paso del tiempo, incluso siendo un juego bastante corto (entre cinco y seis horas). No obstante, y a diferencia de otros t¨ªtulos del estilo, se introduce la suficiente variedad de escenarios y enemigos como para evitar que sea un verdadero problema en una primera pasada (desde soldados rasos a masas medio mecanizadas, pasando por mutantes sanguinarios; y desde los edificios de un templo en el monte hasta las instalaciones de ¨²ltima tecnolog¨ªa de una empresa armament¨ªstica, pasando por catacumbas y laboratorios ocultos). Para ampliar el contenido tenemos a nuestra disposici¨®n el modo multijugador, enteramente local y consistente en la misma campa?a con dos jugadores, y la modalidad arena, en la que debemos sobrevivir a sucesivas oleadas de enemigos que nos pondr¨¢n a prueba.

Apartado t¨¦cnico

Resulta obvio que no es el principal reclamo de Redeemer, con una c¨¢mara alejada que permite prescindir de los m¨¢s peque?os detalles visuales y una jugabilidad centrada en aprovechar al m¨¢ximo el dise?o de niveles para sacar jugo a las mec¨¢nicas de sigilo y planificaci¨®n del ataque. Esto no impide que sea un juego capaz de lucir estampas bastante resultonas y que se recree en escenas en primer plano cuando ejecutamos a un enemigo, pero tampoco podemos esperar ning¨²n tipo de virguer¨ªa gr¨¢fica precisamente. Un elemento m¨¢s molesto es la presencia de bajones en el rendimiento del juego que entorpecen la experiencia en determinadas ocasiones. No es excesivamente frecuente, pero a lo largo de las horas de juego hemos experimentado unas pocas veces que la tasa de refresco cae, m¨¢s a menudo en los ¨²ltimos cap¨ªtulos, y no se recupera hasta terminar el nivel, lo cual es bastante desagradable.

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An¨¢lisis realizado gracias a un c¨®digo para la versi¨®n PS4 de Redeemer.