An¨¢lisis Gibbous: A Cthulhu Adventure: Horror c¨®smico y aroma a LucasArts

Vivimos en una ¨¦poca donde la ambici¨®n es un factor clave a la hora de destacar entre la enorme cantidad de t¨ªtulos que se lanzan d¨ªa a d¨ªa dentro del cada vez m¨¢s pujante sector del videojuego. Stuck In The Attic, estudio independiente formado por 3 personas afincado en su Transilvania natal, hizo gala de mucha ambici¨®n cuando present¨® al mundo su primer t¨ªtulo con la certera descripci¨®n de "Lovecraft conoce Day of The Tentacle". Dejando de lado el hecho de que al maestro del horror c¨®smico de Providence las palabras "El d¨ªa del tent¨¢culo" le habr¨ªan sugerido algo totalmente diferente a la obra maestra que el bueno de Tim Schafer perpetr¨® en 1993, estamos de acuerdo en que la ambiciosa sentencia con la que este prometedor estudio transilvano present¨® a su primer reto?o es m¨¢s que acertada.

Gibbous: A Cthulhu Adventure es una aventura gr¨¢fica que se inspira en la obra de Lovecraft y en la irrepetible pl¨¦yade de cl¨¢sicos que Lucas nos regal¨® desde finales de los 80 hasta el remate de la d¨¦cada posterior. As¨ª pues, nos encontramos con un t¨ªtulo oscuro, lleno de misterios que nos har¨¢n lidiar con tenebrosas fuerzas del m¨¢s all¨¢ procedentes de los ominosos resquicios entre dimensiones, pero que a su vez hace gala de ese humor ingenuo y absurdo por momentos que era marca de la casa en los t¨ªtulos de la compa?¨ªa de don George Lucas. Esta fusi¨®n de estilos se ha llevado a cabo de forma muy org¨¢nica y acertada, y resulta tremendamente satisfactorio lo bien que Stuck In The Attic han integrado dos influencias tan dispares para ofrecer un producto lleno de personalidad y que sabe rendir tan acertada pleites¨ªa tanto al genial escritor de terror como a la a?orada compa?¨ªa de videojuegos.

Desde ya, afirmamos que este genial Gibbous es una de las aventuras gr¨¢ficas m¨¢s satisfactorias y que mejor sabor de boca nos ha dejado en los ¨²ltimos a?os. Narra una historia muy interesante de las que te atrapa por completo, ofrece un elenco protagonista lleno de personalidad, despliega un apartado visual enormemente cuidado y atractivo, y hace gala de ese esp¨ªritu de aventura a lo grande que tan bien sab¨ªan transmitir los cl¨¢sicos, todo ello engalanado de un humor punzante que sabe poner acertada contrapartida al halo de misterio que envuelve toda la trama. Por desgracia, se nota que es la obra de un estudio novel, y presenta algunas aristas por pulir y ofrece un tramo final un tanto precipitado que nos deja con un final demasiado abierto y que no ata los muchos cabos abiertos en la aventura, dej¨¢ndonos con un sabor de boca no tan dulce como su excelente desarrollo hasta ese momento nos parec¨ªa sugerir. Pese a ello, estamos ante un t¨ªtulo imprescindible para los amantes de las buenas aventuras gr¨¢ficas, que har¨¢ las delicias de todos ellos, especialmente si tambi¨¦n somos ¨¢vidos seguidores de la obra del maestro del horror c¨®smico de Providence.

El oscuro influjo del Necronomic¨®n

El eje central y principal motor de esta m¨¢s que atractiva y misteriosa aventura es el c¨¦lebre libro de los muertos escrito por el ¨¢rabe loco Abdul Alhazred. En la tronchante intro que da pi¨¦ al t¨ªtulo, y que por cierto nos ha evocado a las dos primeras aventuras gr¨¢ficas basadas en Mundodisco, vemos como una esot¨¦rica ¨®rden trama sus oscuras maquinaciones. Tras ella, pasamos a seguir los avatares del detective privado Don R. Ketype, a quien el misterioso culto ha encargado la tarea de recuperar el mencionado Necronomic¨®n. Las pesquisas de nuestro avezado detective le conducen a una antiqu¨ªsima librer¨ªa llena de ancestrales vol¨²menes ubicada en la ominosa ciudad de Darkham (s¨ª, con D...). Una vez all¨ª, tras conversar con el joven librero al cargo de la tienda, una sorprendente explosi¨®n hace que nuestro detective caiga en las garras de los miembros del culto, tras lo que pasamos a controlar al joven librero, Buzz Kerwan. Accidentalmente, descubre el Necronomic¨®n, y tras tantas emociones decide llev¨¢rselo a casa y cavilar sobre todo lo acontecido.

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Desgraciadamente, como no puede acontecer de otra forma cuando se juntan la ingenuidad con las m¨¢s retorcidas y primigenias artes arcanas, el bueno de Buzz la l¨ªa parda cuando se dedica a fisgonear el ancestral libro de los muertos. Y es que leyendo en voz alta una de las oscuras invocaciones del libro, le otorga a su gatita Kitteh la habilidad de hablar y comunicarse con los humanos, un don que no hace especialmente feliz a su mascota... A partir de ese instante Buzz comienza una alocada y peligrosa aventura para tratar de devolver a su mascota a la normalidad, mientras trata de evitar por todos los medios que el poderoso Necronomic¨®n caiga en las p¨¦rfidas garras de varios cultos antiguos que tienen unas oscuras y mal¨¦volas intenciones que pretenden llevar a cabo con el poder del peligroso y demencial tomo.

Controlando al sorprendente y personal tr¨ªo protagonista formado por el detective Ketype, el librero Buzz y su gatita parlante Kitteh, nos veremos envueltos en una epopeya que se vuelve m¨¢s y m¨¢s compleja a cada paso que damos, en una trama cada vez m¨¢s retorcida y de mayores proporciones que realmente nos atrapa y nos impulsa a arrojar luz sobre los cada vez m¨¢s oscuros misterios que nos va presentando. Para ello, nos invitar¨¢ a visitar localizaciones realmente atractivas y ex¨®ticas. As¨ª, tras nuestros primeros pasos en la misteriosa ciudad de Darkham, visitaremos enclaves como la p¨¦rfida ciudad costera de Fishmouth (s¨ª, con f...), Par¨ªs en medio de una tormenta devastadora, la Transilvania natal de los desarrolladores de la aventura y sus oscuros castillos llenos de secretos, e incluso, literalmente, las costas del fin del mundo (y no, no nos referimos a Finisterre..). La historia es de las que atrapan por completo, y como ya hemos comentado, la dualidad entre el humor propio de los cl¨¢sicos de Lucas y el misterio y ese aura de mal inminente que acecha a cada paso propio de la obra de Lovecraft funciona de forma magistral, tejiendo una trama realmente atractiva, que en conjunci¨®n con un m¨¢s que competente tr¨ªo protagonista le dan mucho empaque al t¨ªtulo.

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El ritmo de la aventura es magn¨ªfico, y nos tiene viajando de una localizaci¨®n a otra de forma constante, a cada cual m¨¢s atractiva, mientras var¨ªa el personaje que controlamos y le va dando una vuelta de tuerca tras otra al gui¨®n, haci¨¦ndolo cada vez m¨¢s complejo y atractivo. Es una l¨¢stima que el tramo final de la aventura sea un tanto precipitado, y que nos deje un final demasiado abierto que no se preocupa en exceso por atar los muchos cabos que va dejando a lo largo de la aventura. Esperemos, como parece sugerir este final abierto no del todo satisfactorio, que estemos ante un primer cap¨ªtulo de una saga que se extienda con m¨¢s t¨ªtulos, y que cierren de forma m¨¢s satisfactoria la excelente trama abierta con este magn¨ªfico Gibbous: A Cthulhu Adventure.

Aventura gr¨¢fica cl¨¢sica

A nivel jugable, Gibbous resulta ser un t¨ªtulo que no se desv¨ªa en exceso de los c¨¢nones del g¨¦nero, con un desarrollo point and click tradicional basado en recoger y emplear objetos y en mantener conversaciones eligiendo los pertinentes di¨¢logos para avanzar en la aventura. Pasando el cursor sobre los distintos puntos del escenario, este resaltar¨¢ aquellos elementos interactuables desplegando su nombre en pantalla. El interfaz sigue la tradici¨®n actual, resultando simplificado, de modo que cuando pulsemos el bot¨®n derecho del rat¨®n aparecer¨¢ un icono de un ojo que nos ofrecer¨¢ un descripci¨®n del mismo, y a su derecha un icono para interactuar, ya sea recogiendo el objeto, us¨¢ndolo o una boca para conversar en caso de que sea un personaje. A mayores, si pulsamos la tecla espacio, se resaltar¨¢n en pantalla todos los puntos interactuables, los denominados hot spots. Este a?adido no es del gusto de los m¨¢s puristas del g¨¦nero, pero los aventureros menos avezados lo agradecer¨¢n, ya que sin resultar algo grave, Gibbous sufre por momentos uno de los males tradicionales del g¨¦nero, esos elementos interactuables casi inposibles de detectar a simple vista, mal conocido como pixel hunting y que nos volver¨¢ locos en ciertas ocasiones donde no nos percataremos de que ese item que necesitamos para avanzar est¨¢ oculto a simple vista en el escenario.

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Siendo bastante conservador en lo jugable, a?ade algunas caracter¨ªsticas propias interesantes. Como ya hemos comentado, manejaremos a 3 protagonistas a lo largo de la aventura, y cada uno tiene sus propios medios para avanzar en la misma. Buzz, el joven librero puede hacer uso de su gatita Kitteh para resolver ciertos puzles. El intr¨¦pido detective Ketype recibir¨¢ un cierto don especial al poco de avanzar en la trama, lo que le permitir¨¢ afrontar los escollos que se topar¨¢ desde su propio acercamiento particular. El papel de la parlanchina y mordaz gatita Kitteh es algo m¨¢s secundario m¨¢s all¨¢ de complemento a Buzz en sus secciones, pero a¨²n as¨ª gozar¨¢ de protagonismo y la controlaremos para resolver un par de puzles en momentos puntuales.

Sin llegar a ofrecer puzles realmente memorables en ning¨²n momento, y pese a que predominan loz puzles t¨ªpicos de inventario, estos ofrecen una variedad satisfactoria y ayudan al buen ritmo y desarrollo de la aventura. Desgraciadamente, y como sol¨ªa ocurrir en esas aventuras gr¨¢ficas de los 90 de las que tanto bebe, la l¨®gica no impera por completo a la hora de resolver dichos puzles, oblig¨¢ndonos a emplear nuestra imaginaci¨®n de formas retorcidas en varias ocasiones. Pese a ello, no es una aventura gr¨¢fica excesivamente complicada, ya que nos presenta secciones no excesivamente amplias con todo lo que necesitamos para resolver sus puzles ubicados en ellas, y en ning¨²n momento portaremos un n¨²mero alarmantemente excesivo de items con nostros, por lo que pese a que muchas veces la soluci¨®n a los entuertos que nos presente la aventura no sean las m¨¢s l¨®gicas, acabaremos dando con ellas, aunque sea por simple fuerza bruta a base de probar toda combinaci¨®n posible.

La aventura dura unas 10 horas, algo m¨¢s o algo menos en funci¨®n de nuestra pericia y experiencia con el g¨¦nero. Entre lo que engancha la historia y sus personajes, lo atractivo de su puesta en escena y lo bien medido de sus puzles pese a la comentada ligera falta de l¨®gica, estamos ante un t¨ªtulo de los que atrapa al? jugador y que realmente se disfruta mientras dura. Sin duda, se trata de uno de los grandes exponentes del g¨¦nero y resulta totalmente recomendable tanto para los m¨¢s veteranos en las aventuras gr¨¢ficas como aquellos que se acerquen por primera vez a las mismas. Para facilitar su completo disfrute, el t¨ªtulo cuenta con la completa traducci¨®n de todos sus textos al castellano. Pese a que dicha traducci¨®n presenta algunos errores y no est¨¢ todo lo pulida que nos gustar¨ªa, es un detalle de agradecer, ya que no todos los lanzamientos del g¨¦nero cuentan con textos en castellano.

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Visualmente digno de los dioses Primigenios

Gibbous hace gala de una espectacular y muy atractiva puesta en escena, con fondos y personajes dibujados y animados a mano, luciendo una direcci¨®n art¨ªstica muy acertada y acorde a la tem¨¢tica que trata. Como ya hemos comentado, desde su secuencia de introducci¨®n nos evoca a Discworld II: Missing Presumed...!? por su acabado visual cartoon y su tem¨¢tica, guardando tambi¨¦n reminiscencias con cl¨¢sicos como Curse of Monkey Island. El trabajo, mimo y buen hacer puesto en el apartado gr¨¢fico de esta gran aventura es sin duda uno de sus puntos m¨¢s destacables. El apartado de animaciones no se queda atr¨¢s, siendo un juego que luce de maravilla en movimiento. La paleta de colores resalta el enorme detalle y la excelente caracterizaci¨®n de la amplia variedad de entornos y localizaciones que visitaremos. Al igual que ocurre con la historia y la narrativa, hay que destacar como el apartado visual sabe reforzar tanto la vena c¨®mica del t¨ªtulo, como potenciar el influjo de la obra de Lovecraft, presentando entornos dignos de la prosa del maestro del horror c¨®smico. La recreaci¨®n de la p¨¦rfida ciudad costera de pescadores de Fishmouth o la ominosa Darkham son fiel reflejo de los entornos que tantas y tantas veces visitamos con placer en la obra del genio de Providence.

El apartado sonoro es algo menos s¨®lido que el visual, pero termina por resultar correcto sin alardes. La banda sonora acompa?a, es acertada, variada y? ofrece m¨¢s de cuatro horas de grabaci¨®n con instrumentos en vivo. Sin dejar ninguna melod¨ªa para el recuerdo, se disfruta y se agradece su presencia. El trabajo de doblaje de las voces al ingl¨¦s s¨ª resulta algo m¨¢s irregular, alternando entre buenas actuaciones con otras meramente correctas sin m¨¢s, y presentando alg¨²n peque?o problema de volumen en algunos casos. Defectos menores que no empa?an el resultado final, resultando realmente digno de alabar que un modesto estudio novel de tan solo 3 personas lance en la actualidad una aventura gr¨¢fica con estos valores de producci¨®n, dignos de la edad dorada del g¨¦nero.

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