Steel Division 2
- PlataformaPC7.6
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorEugen Systems
- Lanzamiento20/06/2019
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
- EditorParadox Interactive
Steel Division 2: An¨¢lisis PC, un RTS para aut¨¦nticos generales
El RTS m¨¢s realista, complejo y profundo recibe su segunda entrega a?adiendo el frente oriental a su ya inmensa galer¨ªa de veh¨ªculos, armas y h¨¦roes.
Eugen Systems es un peque?o estudio franc¨¦s centrado en exclusiva en la estrategia en tiempo real. En 2005 alcanzaron cierta relevancia gracias a Act of War, un RTS de la vieja escuela que aportaba algunos brochazos de originalidad que gustaron en la amplia comunidad que este g¨¦nero siempre ha mantenido en PC.
Aquel trampol¨ªn de Act of War les permiti¨® evolucionar en el prop¨®sito que desde aquellos or¨ªgenes ya hab¨ªan establecido: crear el RTS m¨¢s realista posible. As¨ª, mientras segu¨ªan explotando la serie Act of War, pusieron en el mercado el simulador R.U.S.E. Se trataba de un juego excepcional por lo atrevido de su planteamiento, abandonando las din¨¢micas sobre las que el g¨¦nero se hab¨ªa sostenido desde los cl¨¢sicos Age of Empires o Command & Conquer. R.U.S.E. cambiaba los ritmos, las escalas e incluso consegu¨ªa que el g¨¦nero se inclinara a una simulaci¨®n m¨¢s t¨¢ctica, donde la estrategia y la planificaci¨®n eran determinantes, restando importancia a la pericia del jugador una vez que empezaba el intercambio de plomo.
Lamentablemente algunos bugs y, sobre todo, la convivencia con el por entonces reci¨¦n estrenado Starcraft II, impidi¨® que R.U.S.E. consiguiera la base suficiente de jugadores como para perdurar.
Ese objetivo s¨ª se consigui¨® con los siguientes t¨ªtulos de Eugen; Wargame y el m¨¢s reciente Steel Division. T¨ªtulos que mantuvieron los principios de R.U.S.E. y que se convert¨ªan de por s¨ª en un subg¨¦nero dentro de los RTS donde prevalec¨ªa el realismo sobre la diversi¨®n. La simulaci¨®n, sobre el juego. T¨ªtulos donde el estudio del terreno, el conocimiento de las fuerzas disponibles, la previsi¨®n de los reabastecimientos¡ son mucho m¨¢s importantes que la acci¨®n en tiempo real.
Con Steel Division, Eugen consigui¨® pulir la f¨®rmula hasta resultar el juego perfecto para aquellos que gustan de esta estrategia m¨¢s cercana a la realidad, donde cada unidad act¨²a como tiene que actuar, cada arma tiene el alcance y efectos que ha de tener y donde, como en la vida, real, cada acierto, o cada error, pueden ser decisivos en el resultado de la batalla.
Steel Division. Segunda parte.
Al Steel Division original de 2017, centrado situacionalmente en la Normand¨ªa de 1944, se le han venido a?adiendo contenidos para satisfacci¨®n de una comunidad de jugadores no muy grande, pero s¨ª completamente volcada en el t¨ªtulo.
Quiz¨¢ la mayor demanda de esta comunidad era llevar la acci¨®n al frente oriental, al enfrentamiento entre los ej¨¦rcitos alemanes y sovi¨¦ticos, al choque donde m¨¢s determinantes fueron los carros de combate y en el que tuvieron lugar batallas tan masivas como Kursk, donde los historiadores cifran unos 500 carros de combate por bando, figurando como el mayor enfrentamiento de blindados hasta la fecha.
Coincidiendo con el 75 aniversario de la Operaci¨®n Bagration, donde el ej¨¦rcito sovi¨¦tico arranc¨® su ofensiva sobre los ej¨¦rcitos centrales alemanes, empuj¨¢ndoles ya desde ese momento, sin pausa alguna, hacia su derrota definitiva en la propia Berl¨ªn, Eugen lanza una revisi¨®n de Steel Division centrada en aquel frente.
Antes de hablar de las novedades de esta entrega, es obligado dedicar unos p¨¢rrafos a aquellos que no conocen la serie. Steel Division, como venimos diciendo, no basa tanto sus objetivos en crear el mayor n¨²mero de unidades o saber moverlas de forma m¨¢s efectiva por el mapa arrasando enemigos. La clave del ¨¦xito radica en conocer tus fuerzas y usarlas de la forma m¨¢s eficiente posible. No vale elegir el carro de combate que nos parezca m¨¢s grande y lanzarlo contra la l¨ªnea de frente. Un simple, y econ¨®mico, pelot¨®n de granaderos acabar¨¢ con ¨¦l en la primera emboscada, si no lo hace un ca?¨®n antitanque situado a m¨¢s de un kil¨®metro y que no llegaremos ni a ver.
Porque Steel Division no es un juego sencillo. Ni asequible. Para nada¡ Es exigente con el jugador y obliga a prestar atenci¨®n a detalles que carecen de importancia en el resto de t¨ªtulos del g¨¦nero.
En nuestro primer contacto veremos una complet¨ªsima base de datos de veh¨ªculos en los que se lista el calibre de su ca?¨®n, el grosor de su blindaje, su alcance efectivo, su velocidad m¨¢xima, capacidad de munici¨®n y combustible¡ Algunos agradecer¨ªamos el esfuerzo formativo que han hecho los desarrolladores, como mucho, y no volver¨ªamos a abrir ese apartado del juego. La particularidad de este t¨ªtulo es que esas fichas las tendremos que acabar conociendo. Cuando mayor conocimiento tengamos de los puntos fuertes y d¨¦biles de cada una de nuestras unidades, m¨¢s efectivos seremos despleg¨¢ndolas en el campo de batalla.
Este despliegue habr¨¢ de hacerse atendiendo al terreno, tratando de aprovechar las elevaciones del mismo o su vegetaci¨®n para cubrir nuestras fuerzas, calculando siempre las distancias, mientras tratamos que nuestros exploradores alcancen a otear las posiciones enemigas. Fundamental ser¨¢ comprobar el ¨¢ngulo de visi¨®n que tiene cada unidad, tratando de cubrir aquellas secciones de terreno por la que puede moverse el enemigo.
Una vez que empiece el intercambio de fuego, nuestros blindados atacar¨¢n y recibir¨¢n fuego de unidades que se encuentran a muchos cientos de metros de distancia, por lo que conseguir ver sin ser vistos se convierte en el objetivo principal de la acci¨®n. Averiguar en qu¨¦ posici¨®n est¨¢ el enemigo y qu¨¦ tipo de fuerzas tiene nos permite saber si tenemos o no ventaja, o bien optar por un ataque de artiller¨ªa desde el otro extremo del mapa o un bombardeo con nuestros Stuka.
Y si obtener esta ventaja es tan fundamental es porque el primer disparo suele ser definitivo. Ah¨ª entran en juego las prestaciones de los contendientes; el grosor del blindaje de uno, frente al calibre de las armas del otro, la cadencia de disparo, o la distancia a la que cada arma deja de ser efectiva. Como dec¨ªamos en p¨¢rrafos anteriores, es fundamental conocer esta informaci¨®n para prever que un determinado tipo de carro no tiene nada que hacer contra otro, o viceversa.
Dispondremos de cientos de veh¨ªculos, terrestres y a¨¦reos, entre los que se listan desde carros de combate ligeros de reconocimiento, a pesados carros Tiger, adem¨¢s de unidades de artiller¨ªa, ca?ones antitanque, camiones de reabastecimiento¡ a los que se suman otras tantas unidades de infanter¨ªa dotadas con morteros, ametralladoras, fusiles de largo alcance¡
A esto hemos de sumar que el t¨ªtulo recrea unidades de combate reales que participaron en aquellos d¨ªas de combate. Estas unidades cuentan con sus configuraciones particulares a las que se suma experiencia de combate, lo que las convierte en m¨¢s efectivas si son utilizadas con inteligencia.
Todas estas unidades est¨¢n divididas entre tres fases del juego. En la inicial, los primeros minutos de juego, solo dispondremos de unidades ligeras y de reconocimiento, para pasar a contar con blindados m¨¢s potentes en la segunda y verdaderas unidades de ¨¦lite en la tercera. Gran parte de la estrategia de este t¨ªtulo, sobre todo en las partidas 1Vs1, se basa en saber gestionar las primeras fases y ahorrar cr¨¦ditos para meter en el campo de batalla las unidades realmente decisivas y que tardan bastante en estar disponibles. Podremos apostar por la aviaci¨®n, si hemos sido capaces de eliminar los antia¨¦reos enemigos, hacerlo por blindados de ¨¦lite cuyo avance sea lento, pero casi imparable, o jug¨¢rnosla con la artiller¨ªa porque, como es sabido, nada se resiste a un buen bombardeo de cohetes Katiusha. Eso s¨ª, como en la realidad, una vez hemos lanzado estos cohetes, necesitaremos varios minutos y un cami¨®n de abastecimiento para recargar; unos minutos donde cualquier mortero o caza enemigo puede arruinar la que hab¨ªa sido nuestra apuesta ganadora.
En definitiva, son tantas las posibilidades t¨¢cticas que se ofrecen para resolver un ¡°simple¡± enfrentamiento entre carros de combate, que aquellos que llegan a dominar el juego, despu¨¦s de much¨ªsimas horas de trabajar sobre ¨¦l, encuentran que no hay nada siquiera parecido.
Eso si decidimos optar por el uso m¨¢s serio y ¡°profesional¡± de Steel Division, porque siempre queda la alternativa de unirse a partidas multijugador en las que coincidir con los amigos y lanzar tanques a diestro y siniestro, sin mayor miramiento, dejando que todos estos matices t¨¢cticos queden enterrados bajo las ganas de divertirse reventando todo lo que se mueva. Para este perfil de jugador es posible configurar partidas de hasta 10Vs10, con lo cual el caos est¨¢ garantizado.
Las novedades
Las diferencias de la nueva entrega respecto a la de hace dos a?os, en los apartados t¨¦cnicos, son m¨ªnimas. El nivel gr¨¢fico y sonoro del primero rayaba un nivel muy alto, que se mantiene en este segundo, sin apenas avances. En cuanto a la jugabilidad, se incorporan objetivos en el mapa cuyo control nos permitir¨¢ ganar la partida. Esta concreci¨®n de los objetivos permite orientar la acci¨®n a aquellos puntos que m¨¢s juego dan, mejorando la mec¨¢nica del primero que se basaba en controlar una mayor superficie del mapa, independientemente de cu¨¢l fuera.
La siguiente novedad viene dada por las unidades y veh¨ªculos que podemos usar. La incorporaci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo y el polaco suman nuevas posibilidades de configuraci¨®n a las que se suman la disponibilidad de numerosas unidades de ¨¦lite, muy curtidos tras tres a?os de combate en aquel frente, donde podremos elegir desde pelotones de Oberkommando alemanes a unidades de francotiradoras sovi¨¦ticas llegadas directamente de la resistencia en Stalingrado. Por lo dem¨¢s, la acci¨®n directa es id¨¦ntica a lo visto en el lanzamiento de 2017.
Donde s¨ª encontramos m¨¢s novedades es en las modalidades de juego. Se mantienen las posibilidades de juego para un solo jugador, ya sea combatiendo en escaramuzas configuradas por ¨¦l o reproduciendo batallas hist¨®ricas que ser¨¢n un aut¨¦ntico gozo para los aficionados a la Segunda Guerra Mundial, dada la fidelidad en la representaci¨®n de los escenarios y de las unidades que en ellos combatieron.
En cuanto al multijugador, los servidores se mantienen bastante vivos y resulta sencillo acceder a partidas de nuestro gusto, desde un 1Vs1 hasta un masivo 10Vs10. La novedad en esta modalidad llega con las batallas ¡°rankeadas¡±. Se ha creado una clasificaci¨®n de jugadores en la que podremos ascender a medida que ganemos en batalla 1Vs1 al resto. Sin duda es un terreno acotado para los m¨¢s fieles al juego que tardar¨¢n bien poco en hacer trizas a cualquiera que no se lo tome realmente en serio.
Sin embargo la principal novedad, aquella que daba un mayor sentido a este nuevo lanzamiento, es el modo General, donde adoptando ese rol habremos de comandar los distintos ej¨¦rcitos en una ofensiva que abarcar¨¢ todo el frente. Se trata b¨¢sicamente de un modo de juego esquem¨¢tico, por turnos, donde manejaremos nuestras tropas atendiendo a su capacidad de desplazamiento y al terreno sobre el que se desplaza, ordenando atacar o atrincherarse para combatir a un enemigo que act¨²a de la misma manera.
Una vez que se entra en combate, cabe la posibilidad de resolver autom¨¢ticamente el choque o pasar al modo de acci¨®n directa, donde jugar¨ªamos al cl¨¢sico modo RTS con las fuerzas y reemplazos que hab¨ªamos seleccionado en el modo General.
Si bien el aspecto de este modo resulta atractivo, invit¨¢ndonos a afrontar un enfrentamiento de largo recorrido en el que aplicar la m¨¢xima de que no importa qui¨¦n gana las batallas, sino la guerra, el resultado no es nada satisfactorio.
Los intentos que hemos hecho con este modo han sido siempre frustrantes. Ya sea por peque?os bugs que afectan al desplazamiento de unidades, o a una absurda resoluci¨®n de combates que nunca hemos llegado a comprender. La resoluci¨®n autom¨¢tica de los enfrentamientos es una aut¨¦ntica loter¨ªa en la que es dif¨ªcil predecir qu¨¦ es lo realmente determinante para llevarse la victoria, con lo que casi estamos obligados a combatir en tiempo real. Esto alarga la partida eternamente y la imposibilidad de guardar el juego cuando queramos acaban por convertirlo en un modo que, a no ser que se mejore y parchee, no ofrece atractivo alguno respecto al combate en las batallas hist¨®ricas o a lo realmente divertido del juego, que no deja de ser el multijugador.
No tan buena idea.
Steel Division 2 carece, por tanto, de grandes novedades que justifiquen el desembolso que supone. Esas novedades se limitan a ligeros cambios en la jugabilidad, alg¨²n pulido gr¨¢fico y un buen mont¨®n de nuevas unidades e informaci¨®n hist¨®rica.
Esas mejoras, siendo objetivos, nos permiten decir que estamos ante un juego mejor que el original y, seguramente, uno de los mejores RTS del momento. El mejor si preferimos una acci¨®n realista. Sin embargo fraccionar as¨ª la serie, sobre todo cuando adem¨¢s se subdivide en distintas ediciones con m¨¢s o menos unidades y que se ofrecen por 40, 60, 70 y 80€, supone ponerlo muy dif¨ªcil para que la comunidad se mantenga fiel y no se disperse. Hacerse con la edici¨®n total, la necesaria si se pretende poder jugar sin problemas de compatibilidad con cualquier otro jugador, se nos antoja un desembolso demasiado caro (85€) teniendo en cuenta las pocas novedades que se aportan sobre el Steel Division original. Dividir as¨ª a su comunidad nunca ha sido una buena idea, y menos en un juego ¡°nicho¡± como ¨¦ste.
A favor de Eugene hay que reconocer que han mantenido el gestor de MODs para que esta comunidad siga produciendo y compartiendo f¨¢cilmente contenido. Esta posibilidad, la de crear MODs, es una de las m¨¢s interesantes de la primera entrega y se antojaba imprescindible para esta segunda.
Podr¨ªamos decir, por tanto, que mientras aquellos que aun juegan al t¨ªtulo de hace dos a?os pueden tener dudas sobre si el gasto merece la pena, esta entrega ser¨ªa la ideal para aquellos que no lo conozcan. Pues tampoco. Steel Division 2 deja de ser interesante para los novatos porque, a pesar de ser un juego complejo, muy diferente al resto de RTS a los que venimos jugando hoy, carece de cualquier tipo de tutorial que nos ayude a arrancar. Tan solo cuenta con un manual de texto tan insufrible que es como si tampoco existiera.
Es imperdonable que un juego con tal curva de aprendizaje no ofrezca ni la m¨¢s m¨ªnima ayuda de inicio. Hace falta tenerlo muy claro para empezar a entrenar en los modos de un jugador e ir aprendiendo partida a partida de las inevitables derrotas.
Esta carencia, sumada al decepcionante modo General, hacen que recordemos la huelga que hace unos meses mantuvieron los trabajadores de Eugen por problemas salariales y que, muy probablemente, habr¨¢ afectado al desarrollo del juego. Esperemos que tras la tormenta haya llegado la calma y se recoja la que no deja de ser una base excelente para pulirla y acabar levantando el juego excelente que cabr¨ªa esperar. La materia prima y el conocimiento est¨¢n ah¨ª.
Conclusi¨®n
Esta segunda entrega sigue apostando por lo que convirti¨® en ¨¦xito a la primera y agrega una buena cantidad de material para seguir jugando¡ a lo mismo. Los aficionados a la SGM gozar¨¢n con las toneladas de informaci¨®n hist¨®rica y t¨¦cnica, mientras que los jugadores sabr¨¢n agradecer el contar con los veh¨ªculos y batallones del frente oriental. Sin embargo esta adici¨®n de contenidos no justificar¨ªa nada m¨¢s que un DLC de ampliaci¨®n, como los que hasta la fecha se ven¨ªan poniendo a la venta. El verdadero atractivo de esta segunda entrega ser¨ªa el Modo General, un nuevo planteamiento de juego muy interesante pero que, lamentablemente, no funciona. Steel Division 2 no pasa de ser una ampliaci¨®n del original de hace dos a?os, lo cual es excelente, pero se queda lejos de ser un t¨ªtulo realmente nuevo que justifique su precio.
Lo mejor
- La estrategia en tiempo real m¨¢s realista.
- Toneladas de informaci¨®n hist¨®rica en perfecto castellano.
- Las infinitas posibilidades t¨¢cticas, sobre todo en multijugador.
- La posibilidad de jugarlo tambi¨¦n de modo desenfadado, en escaramuzas de hasta 10Vs10.
Lo peor
- Su principal novedad, el modo General, no funciona.
- Las novedades pr¨¢cticamente se limitan a sumar m¨¢s unidades y escenarios.
- Es imperdonable que, con semejante curva de aprendizaje, no se incluya un tutorial.
- Crear tantas ediciones acaba dividiendo a la comunidad.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.