Imperator: Rome
- PlataformaPC8.5
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorParadox Development
- Lanzamiento25/04/2019
- TextoEspa?ol
- EditorParadox Interactive
Imperator: Rome, an¨¢lisis
El ¨²ltimo juego de estrategia de los suecos Paradox se ambienta en el mundo cl¨¢sico, pudiendo dirigir cualquier naci¨®n o tribu de la ¨¦poca.
Paradox , que ya lanz¨® all¨¢ por 2008 el Europa Universalis: Rome, regresa a la antigua Roma para ubicar su ¨²ltimo juego de estrategia: Imperator Rome. Si en su d¨ªa situ¨® el marco temporal justo antes de las Guerras P¨²nicos, en esta ocasi¨®n ha retrocedido un poco m¨¢s, hasta el 304 a. C., con una rep¨²blica romana que a¨²n no es una potencia hegem¨®nica en la pen¨ªnsula it¨¢lica y con el imperio que construy¨® Alejandro disgregado en varios reinos.
Aunque por marketing el juego recibe su nombre de Roma lo cierto es que es permite controlar cualquier naci¨®n o tribu de aquella ¨¦poca. Esta elecci¨®n es fundamental en el devenir de la partida ya que jugar con las potencias de la ¨¦poca: Roma, Cartago, Egipto¡ facilita, y mucho, las cosas.
Cuando uno se enfrenta por primera vez a Imperator: Rome lo primero que llama la atenci¨®n es la enorme extensi¨®n del mapa, un ¨¢rea geogr¨¢fica que abarca desde Irlanda hasta la India y que se encuentra divida en 7.000 provincias. Una buena parte del mapa permanece virgen, no es una niebla de guerra al uso, sino que son amplias zonas habitadas por tribus b¨¢rbaras y que se ir¨¢n revelando a medida que se produzcan migraciones o conquistas. En su mayor parte est¨¢n situadas en el norte entre Europa y Asia.
Mec¨¢nica de juego
Para aquellos que sean veteranos en los juegos de Paradox, Imperator: Rome ser¨ªa un h¨ªbrido entre Europa Universalis IV y Crusader Kings 2, es decir, las dos mejores obras del estudio sueco. De uno y otro han tomado prestadas sus ideas m¨¢s exitosas, pero a¨²n as¨ª al juego est¨¢ un escal¨®n por debajo de ambos. Para los novatos, basta con decir que es un simulador hist¨®rico o m¨¢s bien de realidad alternativa, ya que partiendo de un punto concreto el jugador puede avanzar en la l¨ªnea temporal con opciones diferentes a las que de verdad acaecieron. Es cierto que Paradox activa ciertos acontecimientos relevantes durante la partida que mantienen un ancla con la realidad hist¨®rica como las reformas de Mario, la rebeli¨®n de Espartaco¡ Pero la libertad de decisi¨®n es absoluta.
Como es habitual en los juegos de Paradox la cantidad de par¨¢metros a controlar es abrumadora y abarcan todo tipo de ¨¢mbitos: mercantil, militar, pol¨ªtico, econ¨®mico, social, cultural, religioso¡ Aqu¨ª no basta recolectar y conquistar, hay que hacer una verdadera ingenier¨ªa social y econ¨®mica para llevar a buen puerto cualquier tipo de empresa militar. Reunir materias primas para mejorar las unidades, conseguir dinero, reclutar un ej¨¦rcito, desplazarlo, conseguir un ¡°casus belli¡±, derrotar a los enemigos en el campo de batalla, reponer las bajas, si se puede, y pacificar la nueva provincia.
Si esto ya no fuera suficientemente complicado hay que manejar con tiento los resortes de la pol¨ªtica interna, que var¨ªan en funci¨®n del tipo de gobierno que rige cada pa¨ªs, no es lo mismo dirigir la Rep¨²blica de Roma que una tribu de la Galia o una horda n¨®mada. Pero en todos los casos habr¨¢ que conseguir rodearse de personajes leales, eliminar a los rivales y situar en cada puesto al m¨¢s capaz o al menos incapaz, ya que en ocasiones habr¨¢ que hacer ciertas concesiones a los opositores para apaciguarlos. Es tan peligroso un buen general que cuente con el respaldo de las tropas porque tiene tendencia a aumentar su ambici¨®n de manera peligrosa, como uno incapaz, que conducir¨¢ a sus hombres al desastre.
Diplomacia
Es uno de los puntos con m¨¢s margen de mejora del juego. En primer lugar porque siempre hay que tener un motivo legal para invadir un territorio cercano, algo que hist¨®ricamente no ha sido as¨ª. Y en segundo lugar porque las interacciones entre naciones se limitan a las que est¨¢n a un mismo nivel. Es decir una naci¨®n peque?a no puede negociar con una superpotencia, algo que no se ajusta a la realidad.
El comercio
Este s¨ª es un paso adelante ya que permite una planificaci¨®n a largo plazo en funci¨®n de los recursos propios y las necesidades para obtener mejoras. Se puede emplear un sistema de boicot a naciones hostiles que les impida el acceso a recursos estrat¨¦gicos.
Las opciones militares
Son de lejos, las mejores que se han introducido en un juego de Paradox, salvando Hearts of Iron. La creaci¨®n de ej¨¦rcitos no se limita a un apilamiento de unidades si no que es posible combinar varios tipos de unidades de infanter¨ªa, caballer¨ªa o artiller¨ªa. Algunas de ellas como los elefantes requieren tener acceso a ese determinado recurso. Otras como la infanter¨ªa pueden ser mejoradas mediante innovaciones tecnol¨®gicas. Adem¨¢s es posible adoptar ciertas t¨¢cticas durante las batallas que permitan, a¨²n estando en inferioridad num¨¦rica, alzarse con la victoria. Para ello es necesario conocer tambi¨¦n c¨®mo combaten los enemigos, informaci¨®n que puede adquirirse bien con la pr¨¢ctica, bien con la exploraci¨®n de ej¨¦rcitos hostiles. Los asedios tambi¨¦n son m¨¢s realistas aunque el factor suerte pesa en demas¨ªa.
Religi¨®n y cultura
Conquistar va m¨¢s all¨¢ de una simple victoria militar, hay que conseguir pacificar las regiones adquiridas m¨¢s all¨¢ de mantener un n¨²mero elevado de tropas. Para ello hay dos factores que pesan, y mucho, en esta operaci¨®n. Son la cultura y la religi¨®n, si ambas son afines al conquistador todo el proceso ser¨¢ m¨¢s r¨¢pido y sencillo. Por el contrario, si las posturas son antag¨®nicas ser¨¢ necesario un trabajo a largo plazo para revertir la situaci¨®n. Aqu¨ª es muy importante la elecci¨®n de gobernadores que faciliten esta transici¨®n.
Jugabilidad
Imperator: Rome tiene un mont¨®n de par¨¢metros que controlar, algunos se pueden automatizar para evitar que la partida se eternice, pero los m¨¢s importantes requieren una atenci¨®n constante. Existe un tutorial con las nociones m¨¢s b¨¢sicas, pero no entra en muchas complejidades. Lo mejor si se quiere conocer en profundidad el juego y no se quiere ser exterminado a las primeras de cambio es escoger Roma.
El acceso a la informaci¨®n es bastante intuitivo, mediante una serie de men¨²s que est¨¢n colocados en la parte superior de la pantalla se accede a las acciones m¨¢s importantes. Como se trata de un juego en tiempo real, es recomendable cuando se ejecutan determinadas pol¨ªticas que requieren acciones combinadas parar el tiempo.
El juego est¨¢ completamente traducido al castellano.
Conclusi¨®n
Imperator: Rome re¨²ne en un solo juego las mejores ideas de las dos grandes obras de Paradox: Europa Universalis IV y Crusader Kings II. Es un simulador hist¨®rico con un grado de detalle como se ha visto: 7.000 provincias recreadas desde Irlanda hasta el oc¨¦ano ?ndico. La cantidad de par¨¢metros a controlar es inmnesa, pero es cierto, que se han introducido ciertas rutinas, quiz¨¢s pensado en una futura conversi¨®n a consola, que ayudan a simplificar su seguimiento. El aspecto militar est¨¢ muy bien logrado con la introducci¨®n de ej¨¦rcitos con distintos tipos de unidades y t¨¢cticas que se cambian en funci¨®n del enemigo. Un juego excelente que demanda del usuario mucho tiempo y que ofrece experiencias distintas en funci¨®n de la naci¨®n o tribu elegida.
Lo mejor
- Mapa extenso como se ha visto
- Multitud de naciones y triubus para escoger
- Opciones militares diversas
- Comercio m¨¢s realista y con peso en el desarrollo de la partida
- Experiencias muy diversas en funci¨®n del bando elegido
- Gr¨¢ficamente es lo mejor que ha hecho Paradox
Lo peor
- La diplomacia sigue siendo el tal¨®n de aquiles de Paradox
- A la pol¨ªtica interna le falta verosimilitud
- Algunos fallos t¨¦cnicos que pueden arruinar la partida
Muy Bueno
Juego de notable acabado que disfrutaremos y recordaremos. Una buena compra, muy recomendable para amantes del g¨¦nero. Est¨¢ bien cuidado a todos los niveles. C¨®mpralo.