Weedcraft Inc.
- PlataformaPC4.5
- DesarrolladorDevolver Digital
- Lanzamiento11/04/2019
- TextoIngl¨¦s
- VocesIngl¨¦s
- EditorDevolver Digital
Weedcraft Inc, an¨¢lisis: el nuevo imperio del cannabis
Devolver Digital apadrina este t¨ªtulo que nos sumerge en el mundo de la distribuci¨®n de marihuana en Estados Unidos, una industria a medio camino entre la legalidad y el crimen. Una propuesta original, pero ?merece la pena m¨¢s all¨¢ de la original propuesta?
"?Quieres dejar de divertirte y volver a tu aburrida vida cotidiana?" Weedcraft Inc. se burla as¨ª de nosotros cuando somos capaces de resistir su jugabilidad simplona pero dise?ada para hacernos perder un minuto m¨¢s de nuestra vida.
En un mercado donde el n¨²mero de lanzamientos no ha parado de crecer en los ¨²ltimos a?os y en el que atraer al p¨²blico cuesta cada vez m¨¢s, tratar de rodearse de controversia es una forma r¨¢pida de llamar la atenci¨®n. No deja de ser una estrategia como cualquier otra para hacerse notar, pero no sirve para salvar un producto m¨¢s all¨¢ de la primera impresi¨®n. Y Weedcraft Inc. es un buen ejemplo de esto.
Planta, cosecha, vende, planta...
Clic, clic, clic... Aparentemente un juego de gesti¨®n y estrategia, la jugabilidad de este t¨ªtulo (apadrinado por Devolver Digital) se acerca m¨¢s a la de uno de los g¨¦neros de moda en el mercado m¨®vil, los "cliquer". Esto se traduce en una jugabilidad en la que todo depende de que estemos pendientes de pulsar en el lugar adecuado: bien sea para regar nuestras plantas, para podarlas y que crezcan mejor, para vender nuestra marihuana¡ El juego nos obliga a saltar de pantalla en pantalla haciendo clic en donde corresponda.
Esto tiene, como en todos los juegos de este tipo, una enorme capacidad de enganchar durante largas sesiones, pero a la vez de resultar enormemente frustrante. Es la sensaci¨®n de estar perdiendo el tiempo haciendo algo que no es especialmente divertido, pero a la vez sientes la obligaci¨®n de completar la tarea en curso, que inmediatamente da paso a otra m¨¢s.
Es verdad que hay detalles, como la posibilidad de contratar empleados o un supuesto sistema de interacciones personales que deber¨ªan servir para que las cosas se manejen en cierta manera por su cuenta, pero pronto descubriremos que no es as¨ª: nuestros empleados son absurdamente lentos en hacer sus tareas y la eficiencia de nuestro negocio crecer¨¢ enteros siendo nosotros quienes nos encarguemos de regar, podar y vender. Adem¨¢s, as¨ª nos ahorraremos su sueldo.
Nuestro cometido es f¨¢cil: empezamos de cero en una ciudad donde la distribuci¨®n de cannabis est¨¢ prohibida (luego podremos expandirnos a ciudades donde el negocio es legal), y deberemos hacernos un hueco entre competidores sin sufrir muchos problemas con la polic¨ªa. Tendremos que establecer plantaciones, en la cuales adem¨¢s de elegir las semillas y sustrato deberemos pasarnos frecuentemente a regarlas y podarlas (haciendo sus correspondientes clics) para despu¨¦s cosecharlas y volverlas a plantar. As¨ª una por una, salvo que se lo encomendemos a alg¨²n empleado, en cuyo caso podremos desesperarnos qued¨¢ndonos sin g¨¦nero que vender.
Una vez tengamos producci¨®n, deberemos salir a la calle a vender, para lo cual deberemos elegir una ubicaci¨®n (y pagar por ella) y encargarnos de satisfacer a cada cliente haciendo clic sobre su cara durante unos segundos. S¨ª, hay que atender a cada cliente haciendo clic durante unos segundos sobre ¨¦l o ella. Tambi¨¦n podremos establecer nuevos puntos de cultivo.
Quiz¨¢ el aspecto con mayor profundidad del juego es la propia gesti¨®n de las plantas. Podremos jugar con los niveles de nitr¨®geno, f¨®sforo y potasio as¨ª como la temperatura y humedad para mejorar la calidad de nuestro producto, lo que a la larga puede servir para ganarle clientela a nuestra competencia.
Relaciones complicadas
Lo peor, por su parte, es el sistema (por llamarlo de alguna forma) de interacciones con otros personajes. Ya sean competidores, polic¨ªas, aliados o empleados, Weedcraft Inc nos permite intentar trabar amistad con ellos, conocer detalles personales, investigar sus trapos sucios y, dependiendo de nuestra relaci¨®n o conocimientos, pedirles favores o chantajearlos. Eso sobre el papel: en la pr¨¢ctica nos encontramos ante un desprop¨®sito.
B¨¢sicamente las opciones son hablar porque s¨ª, hablar de temas concretos (familia, negocios, educaci¨®n), hablar sobre su vida privada o pedir favores. Estas opciones provocan preguntas aleatorias con respuestas a¨²n m¨¢s aleatorias. Ejemplos de conversaciones del tipo: "¡ª?c¨®mo crees que influir¨¢ la legislaci¨®n en los menores? ¡ªVamos a conocernos mejor¡± son la t¨®nica habitual. Estas provocan a su vez reacciones positivas o negativas en nuestro interlocutor de forma aparentemente aleatoria. Por ejemplo, ¡°no me gusta tu aspecto. No vas a causar problemas por aqu¨ª, ?verdad?¡± significa que la polic¨ªa nos dejar¨¢ tranquilos.
Incidir en estas conversaciones nos permite desvelar las caracter¨ªsticas de cada NPC, pero estas se presentan sin m¨¢s coherencia. As¨ª, una persona nos puede decir que tiene un perro y un gato para a continuaci¨®n decir que le gustar¨ªa tener mascotas. Al final, despu¨¦s de muchas conversaciones, es f¨¢cil llegar a la conclusi¨®n de que el sistema no tiene ninguna l¨®gica, m¨¢s all¨¢ de que en general las primeras interacciones son siempre generalmente positivas, y si insistimos, pasan a ser negativas.
Respecto a pedir favores, la mec¨¢nica sigue la misma t¨®nica: alguien puede rechazar hacernos un favor por dinero pero, con el mismo nivel de amistad, aceptar hacerlo gratis. Todo es aleatorio e impreciso, y la localizaci¨®n no ayuda mucho en este sentido, con alg¨²n texto que ni siquiera entra del todo en su caja de texto.
Pero lo que realmente pone la guinda de este t¨ªtulo es lo repetitivo de su jugabilidad. Clic, clic, clic... cuando dejes de ¡°divertirte¡± y vuelvas al mundo real te maldecir¨¢s por el tiempo perdido en este t¨ªtulo que engancha como la droga pero no precisamente por su capacidad de divertir.
Conclusi¨®n
Weedcraft Inc resulta, a pesar de su interesante propuesta, un simple cliquer donde deberemos dedicar nuestro tiempo a repetir las mismas acciones una y otra vez mientras cumplimos los objetivos propuestos por el juego. El desastroso sistema de relaciones no ayuda a mejorar una experiencia que acaba enganchando por impulso pero no por su capacidad de entretener.
Lo mejor
- Toca una tem¨¢tica original y con posibilidades.
- Aspectos como mejorar la calidad de las plantas teniendo en cuenta el nitr¨®geno, f¨®sforo y potasio, entre otros detalles, resultan interesante.
- Se nota que se ha puesto cuidado en presentar m¨²ltiples variedades de marihuana.
Lo peor
- A pesar de poder contratar empleados, la jugabilidad consiste en cliquear compulsivamente distintas opciones.
- El sistema de interacci¨®n con otros personajes es desastroso.
- Acaba siendo repetitivo y poco interesante, especialmente por el argumento rampl¨®n, casi una excusa.
Mediocre
Pod¨ªa ser pero no ha sido y tras pasar unos breves minutos con ¨¦l quedar¨¢ archivado en la estanter¨ªa para no jugarlo nunca m¨¢s. No lo compres, no digas que no te lo advertimos.