M¨¢s que Borderlands: la otra cara de Gearbox

Hay muchos casos de estudios los cuales asociamos inevitablemente a ciertas franquicias, por mucho que trabajen tambien con otras licencias. As¨ª, relacionamos a CD Projekt con The Witcher, Guerrilla Games con Killzone, Turn 10 con la saga Forza y a Gearbox con Borderlands, con su tercera entrega recientemente anunciada. Sin embargo, en el caso que nos ocupa, el estudio texano cuenta con varios proyectos m¨¢s que no es que no solo sean menos populares, sino que probablemente se haya hecho todo lo posible por olvidar. Adem¨¢s, la peculiar personalidad de su cabeza visible, Randy Pitchford, ha hecho que se hayan visto involucrados en m¨¢s de una pol¨¦mica.

Gearbox: el estudio de las dos caras

La adquisici¨®n de la licencia de Duke Nukem es algo que encaja completamente con el car¨¢cter de Gearbox, y as¨ª, en 2011 se lanzar¨ªa Duke Nukem Forever, el esperado regreso de uno de los personajes m¨¢s populares en la primera ¨¦poca dorada de los FPS. Efectivamente, el Duke segu¨ªa siendo el mismo, irreverente y pol¨ªticamente incorrecto, y el sentido del humor segu¨ªa presente, pero a la hora de jugar, hac¨ªa aguas por todos lados, en un videojuego que ni hac¨ªa honor a aquellos a?os 90 ni estaba a la altura de los grandes del g¨¦nero en su lanzamiento. Dos a?os despu¨¦s, Gearbox lanzar¨ªa un nuevo shooter bajo el amparo de SEGA, uno con una licencia cinematogr¨¢fica de tremendo potencial, que a pesar de, a priori, no tener nada que ver, resultaron estar directamente relacionados.

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De esta manera, el lanzamiento de Aliens: Colonial Marines estar¨ªa salpicado por la pol¨¦mica. Su calidad, seg¨²n Metacritic, estaba incluso por debajo de Duke Nukem Forever, con comportamientos completamente absurdos de unos xenomorphos que supuestamente deber¨ªan infundir temor, un apartado t¨¦cnico obsoleto, una campa?a cort¨ªsima, incluso por debajo de lo que era est¨¢ndar en los shooters y finalmente, un multijugador en el que el equilibrio brillaba por su ausencia. El caso es que habr¨ªa sido un mal juego sin m¨¢s, si no fuera por unas graves acusaciones seg¨²n las cuales, Gearbox habr¨ªa delegado el desarrollo de este en un peque?o estudio como Timegate, al tiempo que dedicado gran parte de sus recursos destinados a Aliens: Colonial Marines, y lo que es peor, dinero de SEGA, directamente a la creaci¨®n tanto de Duke Nukem Forever como del exitoso Borderlands 2. Adem¨¢s, SEGA acus¨® tambi¨¦n a Gearbox de publicidad enga?osa, alegando que lo si lo que se estaba mostrando del videojuego no ten¨ªa nada que ver con el producto final era responsabilidad inmediata del estudio.

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Sea como fuere, el excelente resultado de Borderlands 2 har¨ªa que 2K Games confiara lo suficiente en Gearbox como para otorgarles el desarrollo de una IP completamente nueva, un videojuego que combinar¨ªa mec¨¢nicas de shooter y MOBA, y que con su est¨¦tica desenfadada ten¨ªa todo lo necesario para triunfar. Por desgracia, Battleborn morir¨ªa incluso antes de su lanzamiento.

A pesar de no ser en absoluto un mal juego, Battleborn no se lanz¨® en el momento adecuado. Sus 25 personajes seleccionables y su modo campa?a no fueron suficientes para competir frente a frente con un tit¨¢n que llegar¨ªa pocas semanas despu¨¦s: Overwatch. De hecho, Blizzard lleg¨® incluso a ¡°contraprogramar¡± los primeros d¨ªas de Battleborn en las tiendas con la beta abierta de su hero shooter, que mov¨ªa una maquinaria de marketing y publicidad mucho mayor que la de 2K que hizo efecto en la comunidad, que no tard¨® en decantarse por un lado. La recepci¨®n de Overwatch por parte de la cr¨ªtica hizo el resto para enterrar a un juego que obviamente, no tardar¨ªa en vaciar sus servidores de jugadores, mientras que poblaba las cestas de t¨ªtulos de segunda mano.

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?Qui¨¦n manda en Gearbox?

La respuesta r¨¢pida es Randy Pitchford. La m¨¢s larga es un aut¨¦ntico personaje con una lengua seguramente m¨¢s larga de lo aconsejable que recientemente ha avisado que har¨¢ lo posible para que Borderlands 3 llegue a Steam ¡°si Gabe anuncia Half-Life 3¡±, franquicia en la que por cierto, trabaj¨® el propio Pitchford. Sin embargo, las declaraciones altisonantes no son mucho en comparaci¨®n con un reciente pleito en el que se vio involucrado por asuntos muy delicados.

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Seg¨²n un art¨ªculo en Kotaku, Pitchford firm¨® un acuerdo totalmente secreto con 2K Games que le reportar¨ªa aproximadamente unos 12 millones de d¨®lares en forma de bonus directivo, estando parte de ellos ¡°blanqueados¡± en forma de anticipos por royalties para los miembros de Gearbox. En definitiva, los empleados rasos del estudio no cobrar¨ªan beneficios hasta que Pitchford no se embolsara este jugoso incentivo. Al parecer, todo surgi¨® a ra¨ªz de una denuncia de Gearbox a Wade Callender, amigo personal de Pitchford, por emplear dinero de la tarjeta de la empresa para gastos triviales como suscripciones a clubes de armas o ¡°para conseguir un buen abdomen¡±. A¨²n as¨ª, lo peor estar¨ªa por llegar.

Seg¨²n se cuenta en el mencionado art¨ªculo, Pitchford tambi¨¦n habr¨ªa olvidado un USB en una mesa de un restaurante de la cadena Medieval Times en Texas, el cual contendr¨ªa no solo material confidencial de Gearbox, como datos personales de sus empleados o informaci¨®n de futuros proyectos de desarrollo, sino lo que es peor, material pornogr¨¢fico especialmente sensible y adem¨¢s, ilegal. Callender apuntaba en su demanda que para m¨¢s inri, Pitchford gastaba dinero de Gearbox directamente en fiestas junto a su mujer en las que el exhibicionismo ante menores hac¨ªa acto de presencia. Evidentemente, Pitchford neg¨® todas estas acusaciones sobre las que se sigue investigando. Por ello, a¨²n no ha podido hacer declaraciones m¨¢s concretas mientras se est¨¦ resolviendo donde debe hacerse, que es en los juzgados.