Tr¨®pico 6, an¨¢lisis

?Sab¨ªas que Stalin ten¨ªa una instalaci¨®n secreta donde se dedicaban a analizar las heces de otros l¨ªderes mundiales para intentar conocer sus secretos? Si has jugado a Tr¨®pico, seguramente s¨ª. Este es uno de los muchos hechos hist¨®ricos que Tr¨®pico 6 nos muestra en sus pantallas de t¨ªtulo, pero tambi¨¦n un recordatorio del material pol¨ªtico y social que inspira este juego esperp¨¦ntico (en el buen sentido): una realidad que a veces no se queda atr¨¢s en car¨¢cter rid¨ªculo frente a la parodia de la ficci¨®n.

Como dec¨ªamos en nuestras impresiones, la franquicia referencia del subg¨¦nero de dictador caribe?o vuelve con una f¨®rmula destilada, como si de un licor se tratase, en la que se han quedado por el camino varias impurezas para centrarse en lo que le da a Tr¨®pico su aroma propio e inconfundible.

Tr¨®pico 6 vuelve a ser una mezcla de gesti¨®n urbana y simulaci¨®n pol¨ªtica en la que deberemos hacer feliz (u oprimir de forma efectiva) a nuestro pueblo con la meta de perpetuarnos en el poder el m¨¢ximo tiempo posible. Para ello tendremos a nuestra disposici¨®n edictos, herramientas diplom¨¢ticas y por supuesto las manos de nuestros constructores que plasmar¨¢n las obras que les encarguemos. No han cambiado mucho las cosas en este aspecto respecto a entregas anteriores, pero s¨ª hay mejoras y optimizaciones importantes.

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Macerado a fuego lento

Se nota que Limbic Entertaiment (que heredan la franquicia de Haemimont Games, responsables de las ¨²ltimas entregas) han dedicado tiempo a entender la franquicia y perfilar las ¨²ltimas incorporaciones, especialmente de la quinta entrega, para volver a Tr¨®pico por sus fueros sin renunciar del todo a algunos de los a?adidos. Como dec¨ªamos en las impresiones, decimos adi¨®s a los gerentes, la dinast¨ªa o la obligaci¨®n de explorar la isla para aumentar nuestro territorio.

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S¨ª se mantienen la necesidad de investigar nuevas tecnolog¨ªas para poder acceder a mejoras. Un sistema que se ha mejorado de formas muy diversas. De entrada, el tiempo que dura la investigaci¨®n ya no se expresa en meses, sino en puntos de conocimiento. Uno puntos que podremos lograr en mayor medida no solo esperando tiempo, sino de forma proactiva, pagando por ejemplo con el dinero negro de nuestra cuenta suiza. Adem¨¢s, podremos investigar casi cualquier edificio, edictos¡­ La mejora respecto a las posibilidades de la quinta entrega es clara.

El comercio, por su parte, ha recibido un completo lavado de cara y ganado peso en la jugabilidad. Ahora ya no dependeremos, como en la quinta entrega, del n¨²mero de barcos con el que contemos para poder hacer rutas. Bastar¨¢ con pagar por nuevas licencias comerciales (a un precio creciente) para poder abastecernos o exportar nuestros productos. Adem¨¢s, elegir nuestros clientes no solo nos dar¨¢ mayor o menor bonificaci¨®n en el precio, sino que tendr¨¢ un efecto en nuestras relaciones diplom¨¢ticas.

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Tambi¨¦n hay un importante aumento de los edificios que podemos construir, de forma que podemos dar rienda suelta a la creatividad y no estar tan encorsetados como ocurr¨ªa en la quinta entrada de la franquicia. Los edictos disponibles tambi¨¦n se han incrementado. Y hablando de variedad, se nos proporciona la posibilidad de modificar por completo la est¨¦tica de nuestro palacio, para que, como morada de nuestro humilde cuerpo entregado a la causa Tropicana, refleje la idiosincrasia y tradici¨®n de nuestra naci¨®n.

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La importancia de los detalles

Estas nuevas posibilidades son m¨¢s que un simple a?adir por a?adir, pues incrementan la simulaci¨®n a?adiendo matices realistas a muchos aspectos de la jugabilidad. Por ejemplo, cuando comencemos en la ¨¦poca colonial, lograr la independencia ya no ser¨¢ simplemente una cuesti¨®n de aumentar la poblaci¨®n. Nos veremos obligados a condicionar (con el permiso de la vigilante corona) la masa sociol¨®gica hacia la independencia, cumpliendo para ello las condiciones que nos planteen los l¨ªderes de dicha facci¨®n e influyendo en la poblaci¨®n a trav¨¦s de la creaci¨®n de medios de comunicaci¨®n hasta alcanzar una cantidad suficiente de apoyo. Todo ello mientras satisfacemos las peticiones comerciales que nos lleguen de la metr¨®poli, si no queremos perder nuestro puesto de gobernador.

Lo mismo ocurre, pero ya en nuestra relaci¨®n con las distintas potencias, en cada ¨¦poca. Un deterioro excesivo de las relaciones con una de las potencias supondr¨¢ nuestra salida por las bravas del poder. Y uno de los factores de deterioro puede ser, por ejemplo, dar cobijo a empresas deslocalizadas de dichas potencias a nuestro territorio, como ejemplo de una de las nuevas posibilidades.

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Pero m¨¢s all¨¢ de profundizar en las mec¨¢nicas y ofrecer diversas mejoras, Tr¨®pico 6 tambi¨¦n hace algunos importantes a?adidos en las mec¨¢nicas. El m¨¢s evidente, que ya no gobernamos una isla, sino un archipi¨¦lago entero. Esto nos obligar¨¢ originalmente a establecer embarcaderos entre las islas, pero m¨¢s tarde tendremos t¨²neles y puentes para ayudarnos.

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Otro gran a?adido son los asaltos. Desde simples actividades de pirateo hasta guerra cibern¨¦tica, este a?adido nos permite salir a obtener recursos de manera ilegal e incluso influir en las relaciones internacionales, reduciendo la felicidad caribe?a (lo que har¨¢ que, por comparaci¨®n nuestros ciudadanos se sientan algo m¨¢s felices), boicoteando grandes potencias¡­). Tambi¨¦n ser¨¢ desde aqu¨ª donde robemos joyas arquitect¨®nicas de otros pa¨ªses, los cuales aparte de un bonito a?adido tur¨ªstico, ofrecen bonificaciones adicionales.

Pero el gran a?adido sin duda es el inversor. Este individuo de pocos escr¨²pulos nos ayudar¨¢ a mover nuestro dinero negro como nunca antes, pudiendo desde blanquearlo por el bien de los tropicanos, dedicarlo a acelerar nuestras investigaciones o nuestros asaltos, o para comprar, por ejemplo, distracciones que nos permitan solucionar peticiones de facciones sin cumplir los requisitos o campa?as de imagen que mejoren nuestra valoraci¨®n entre los tropicanos. Un a?adido que hace del dinero negro y su correcta gesti¨®n parte imprescindible para el triunfar en Tr¨®pico 6.

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Tr¨®pico se moderniza

Todo ello se plasma con el que es con diferencia el mejore apartado visual de la franquicia. El cambio a Unreal 4 ha sentado muy bien al juego, pero el redise?o de los edificios, que vuelven a tener peque?os gui?os tropicanos, y especialmente de los men¨²s, m¨¢s claros y mejor estructurados, son dignos de mencionar. El apartado sonoro por su parte vuelve a repetir estilo y a?ade un pegadizo tema principal. Eso s¨ª, como en entregas anteriores acabaremos sabi¨¦ndonos las canciones de memoria tras o¨ªrlas una y otra vez en las partidas. M¨¢s cantidad de temas no habr¨ªan sobrado. Vuelve tambi¨¦n el modo multijugador de la quinta entrega, que nos permite competir contra otros cuatro mandatarios por ver qui¨¦n gestiona mejor un pa¨ªs de iguales caracter¨ªsticas.

Con un estilo humor¨ªstico algo m¨¢s ir¨®nico y menos exagerado que el de la quinta entrega, el juego se presenta en una traducci¨®n correcta que se ha ido puliendo durante la larga beta pero a¨²n presenta algunos fallos (y hay a?adidos de ¨²ltima hora como una panel donde controlar las rutas comerciales finalizadas que a¨²n no se ha traducido) y un doblaje un tanto histri¨®nico pero que pega con el tono general de este Tr¨®pico, la mejor entrada de la franquicia hasta la fecha.