Outward: An¨¢lisis de un RPG que apunta a ser de culto

Te despiertas en mitad de la nada, tus memorias olvidadas, tu destino incierto para poco m¨¢s tarde descubrir que eres el elegido, el Salvador, aquel a quien la profec¨ªa empuja a salvar el mundo. Tus poderes ahora no son los que eran, pero a lo largo de tu aventura volver¨¢s a ser el legendario guerrero que debes, glorioso redentor de la humanidad. Si est¨¢is hartos de la misma historia una y otra vez, la nueva propuesta de los canadienses de Nine Dot Studio, Outward es para vosotros.

Aqu¨ª no seremos los h¨¦roes del mundo, nuestros poderes no vendr¨¢n predestinados. Al contrario, empezamos el juego cuesta abajo y ser¨¢ cosa nuestra superar nuestra condici¨®n para que nuestro impacto en el mundo se pueda notar. Este es un t¨ªtulo pensado para aquellos que disfrutan m¨¢s del ¨¦xito cuanto m¨¢s sufrimiento haya detr¨¢s, para quienes piensen que ¡°sudar la gota gorda¡± es la mejor forma de pasar una tarde de Viernes. Como el salvaje mundo que pretende recrear, Outward es un t¨ªtulo agresivo con el jugador, que nos forzar¨¢ a conocer cada uno de sus sistemas si queremos dominarlo. Por ello, precisamente, pensamos que merece la pena.

?H¨¦roes? Aqui no hay h¨¦roes

Comenzamos nuestras andanzas escogiendo el dise?o de nuestro personaje entre una limitada paleta de opciones. Nuestro primer despertar se dar¨¢ en una peque?a isla donde aparentemente ha habido un naufragio. Decenas de cuerpos pueblan el firmamento, un firme recordatorio junto con los restos de una fragata del fracaso de la misi¨®n que, poco m¨¢s tarde aprenderemos, nuestro amigo Yzan organiz¨® junto con nosotros. Lo que deber¨ªa haber sido nuestra triunfal entrada a la vida adulta, una expedici¨®n en busca de tesoro con el que salvar a nuestro pueblo de los peligros que le acechan. Pero algo sali¨® mal y, tras una peque?a siesta, despertamos en nuestro pueblo natal de Cierzo para enfrentarnos a una muchedumbre enfurecida.

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La agitada masa nos informa de que llevamos cuatro meses sin pagar nuestro Precio de Sangre debido a nuestra fracasada expedici¨®n. Pronto aprendemos que las acciones de nuestros antepasados han hecho que debamos pagar mensualidades a la tribu para pagar por sus afrentas contra la misma. As¨ª, nos asegura la ¡°jefa¡±, la tribu puede seguir sobreviviendo a pesar de las malas acciones de los individuos. Debido a nuestra estrepitosamente fallida aventura la tribu se encuentra en un mal momento y no se puede aplazar nuestra deuda, las familias de los heridos tienen prioridad. As¨ª pues nuestra aventura comienza con una deuda de ciento cincuenta monedas de plata que deberemos pagar a la tribu, o bien conseguir un Favor de Sangre con el que recibir el perd¨®n de la misma.

C¨®mo completemos esta primera misi¨®n ser¨¢ cosa nuestra. Una de las ciudadanas de Cierzo nos informa de la existencia de un raro champi?¨®n en una cueva cercana por el que nos ofrecer¨ªa una recompensa. Se trata de la forma en que el juego nos informa de que hay una mazmorra cercana que podemos completar con nuestro poder actual. Nuestro amigo Yz¨¢n puede ser persuadido para revelarnos la existencia de un baul de suministros en un barco hundido hacia el sur, suministros que dice podr¨ªan valer para pagar nuestra deuda. Varios ciudadanos nos piden ayuda para obtener una poci¨®n, un plato concreto o un objeto necesario para una receta. Cualquiera de estos objetivos nos pueden ayudar a conseguir las piezas de plata necesarias para saldar nuestra deuda y en el proceso comenzaremos a entender los numerosos sistemas que gobiernan el mundo de Outward. Si no conseguimos pagar nuestra deuda a tiempo se doblar¨¢, con el adicional inconveniente de que no dispondremos de nuestro hogar como base de operaciones para facilitar el proceso.

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Hablemos, pues, de sistemas. Outward es un RPG cuya estructura puede recordarnos a la saga The Elder Scrolls, con su casi infinita libertad, m¨²ltiples facciones a las que unirse e infinidad de posibilidades para personalizar a nuestro personaje. Pero al contrario que esa saga, Outward pone un gran ¨¦nfasis en la supervivencia, algo que acerca m¨¢s la experiencia a lo que deb¨ªa ser en su d¨ªa un viaje por el medievo. Lo primero a tener en cuenta es que debemos comer y beber o enfrentarnos a las consecuencias de nuestra negligencia. Podremos comer pr¨¢cticamente cualquier ingrediente que encontremos, pero para disminuir los riesgos de contraer una enfermedad deberemos cocinar la comida primero. Pronto aprenderemos que un poco de sal y agua ayuda a convertir carne cruda en un excelente estofado. Una vez cocinemos un plato por primera vez lo aprenderemos para siempre, pero tambi¨¦n podemos comprar pergaminos que nos ense?en dichos platos. A medida que avancemos los platos se volver¨¢n m¨¢s complejos, pero tambi¨¦n ofrecer¨¢n jugosos beneficios en combate o al explorar. La hidrataci¨®n de nuestro personaje es algo m¨¢s sencilla, simplemente necesitaremos llevar un petate de agua en nuestra mochila. Si no disponemos de agua fresca siempre podemos usar nuestro caldero para hervir agua de mar o agua rancia de pantano y obtener agua fresca.

Administrar tanto hambre como sed ser¨ªa sencillo si no fuese por nuestros limites en el inventario. En un primer momento dispondremos simplemente de nuestros bolsillos y tendremos que encontrar o fabricar una mochila para poder llevar cantidades adecuadas de recursos. Este sistema puede recordar al de otros RPG, pero el equipo de Nine Dot Studios ha ido un paso m¨¢s all¨¢. Lejos de hacer que las mejoras de mochila sean un progreso lineal en la cantidad de objetos que podemos llevar, cada mochila tendr¨¢ sus ventajas o inconvenientes dependiendo del material con el que est¨¦ fabricada, su tama?o e incluso sus propiedades m¨¢gicas. Una mochila m¨¢s grande dificultar¨¢ nuestro movimiento en combate y eliminar¨¢ los fotogramas de invincibilidad al rodar que facilitan mucho dicho combate. Afortunadamente, desde Nine Dot Studios han pensado en esto y con solo presionar un bot¨®n podemos dejar la mochila en el suelo. Esto es una acci¨®n tremendamente arriesgada, pues cabe la peque?a posibilidad de perder nuestra mochila al morir y con ella decenas de horas de juego en materiales, recursos y armas. Hablamos por experiencia, durante nuestra partida acabamos perdiendo nuestra mochila y en ella cien monedas de plata, nuestro valioso caldero y utensilio para la alquimia y docenas de pociones que hab¨ªamos ido acumulando. Si alguna vez hab¨¦is sentido el dolor y la pesadumbre de perder unos cuantos miles de almas en Dark Souls solo hab¨¦is experimentado una peque?a parte del dolor que supone perder nuestra mochila en Outward. Solo un ser humano en la historia, Pocholo, hab¨ªa tenido una relaci¨®n sentimental con este accesorio como la que tendremos los jugadores de este t¨ªtulo.

La muerte, por fin no definitiva

Ya que hemos hablado de la muerte, convendr¨ªa discutir como Outward lidia con esta inevitable eventualidad. En la gran mayor¨ªa de RPGs disponemos de un sistema de guardado manual, algo que la mayor¨ªa de jugadores hemos usado para enfrentarnos m¨²ltiples veces a un enemigo, deshacer una decisi¨®n cuyos resultados no nos hayan gustado o simplemente ejecutar una masacre sin consecuencias. En Outward el juego guarda autom¨¢ticamente de forma constante, lo cual hace que cualquier enfrentamiento sea definitivo. Aqu¨ª podemos huir, luchar o morir pero nunca volver a intentar un combate impunemente. En caso de ser derrotados, el juego activar¨¢ lo que se denomina un ¡°estado de derrota¡± en el que se nos informar¨¢ de las consecuencias de nuestra muerte. Seg¨²n los desarrolladores hay unas noventa posibilidades diferentes dependiendo de donde muramos, quien nos mate y las condiciones de dicha muerte.

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A efectos pr¨¢cticos el sistema consigue lo que se propone con alguna pega. Para subsanar lo incre¨ªblemente dif¨ªcil que podr¨ªa ser el juego con este sistema, la mayor¨ªa de derrotas nos deja en la ¨²ltima ciudad que hemos visitado. Aun as¨ª se trata de un castigo importante, pues deberemos volver andando a enfrentarnos con nuestros asesinos y perder tiempo que puede ser vital para completar una misi¨®n durmiendo para curarnos de nuestras heridas. Dir¨ªamos que la mitad de las veces que muramos este ser¨¢ el desenlace. Pero la otra mitad podremos caer presa de bandidos, ser salvados por un demonio con ¡°wanderlust¡±, rescatados por el agradable Geb (quien nos arropar¨¢ y dar¨¢ una poci¨®n), etc. Hay un sinf¨ªn de opciones que a?aden bastante variedad al cotidiano acto de morir y algunas de nuestras decisiones en el juego activar¨¢n nuevas posibilidades. Lo m¨¢s importante de este sistema es como consigue que cambies tu acercamiento al combate con respecto a otros t¨ªtulos de mundo abierto, pues por peque?o que sea el riesgo de perder una cantidad important¨ªsima de progreso al morir siempre est¨¢ ah¨ª. En una ocasi¨®n el bueno de Geb nos salv¨® de un campamento bandido para accidentalmente forzarnos a atravesar un aterrador Pase Fantasmal cuya dificultad era muy superior al campamento que trat¨¢bamos de completar.

El descanso es el ¨²ltimo pilar importante de la supervivencia en Outward. Aqu¨ª las pociones de vida son raras y costosas de fabricar, as¨ª que nuestro m¨¦todo principal para sanarnos ser¨¢n vendas pero estas curan lentamente y realmente solo las usaremos para parar el sangrado. Cuanto m¨¢s tiempo pasemos sin un buen descanso m¨¢s se ir¨¢n reduciendo nuestro estamina, salud y man¨¢ hasta el punto de que tras varios d¨ªas sin dormir seremos incapaces de combatir o lanzar un hechizo b¨¢sico. Para dormir empezaremos disponiendo de una alfombrilla b¨¢sica que pronto sustituiremos por una c¨®moda tienda de campa?a. Al dormir podremos seleccionar cuantas horas descansar, cuantas montar guardia y cuantas reparar nuestro equipamiento. Pronto descubriremos que una serie de horas montando guardia reducen a cero nuestro riesgo de emboscada y que ocho horas suelen ser suficiente para descansar a gusto y rellenar todas nuestras barras, pero tendr¨¢ la consecuencia de hacernos m¨¢s hambrientos y sedientos. La mayor¨ªa de enfermedades desaparecen con un buen descanso o el paso del tiempo, pero algunas como la infecci¨®n empeoran con el tiempo y requerir¨¢n de remedios naturales para ser curadas. A medida que avancemos descubriremos nuevos tipos de tienda de campa?a, como una hecha de piel que nos har¨¢ m¨¢s resistentes al fr¨ªo y aumentar¨¢ nuestra estamina al despertar o una tienda m¨¢gica que nos har¨¢ casi inmunes a las emboscadas.

Combate desalmado

El combate de Outward bebe claramente de aquel que populariz¨® Dark Souls. Las animaciones son lentas, f¨¢ciles de predecir despu¨¦s de un tiempo y las sensaciones de impacto en los golpes son mejores de lo que esper¨¢bamos tras ver los trailers del juego. No es nada del otro mundo y desde luego en un mes en el que salen tanto Sekiro como DMCV tenemos mejores opciones si puramente queremos un buen sistema de combate. Lo que Outward hace que pocos juegos han conseguido igualar es poner especial ¨¦nfasis en la preparaci¨®n para el combate. En la mayor¨ªa de juegos, las trampas son una opci¨®n, en Outward son imprescindibles cuando nos enfrentamos a grandes grupos de enemigos o malos especialmente dif¨ªciles. Para ello disponemos de varios tipos de trampas que podremos fabricar con distintos tipos de materiales que definir¨¢n su da?o. Tambi¨¦n podemos consumir pociones que hayamos creado previamente con un set de alquimia o imbuir nuestra arma con la fuerza de un elemento o veneno. Asimismo, la magia requiere pr¨¢cticamente siempre de preparaci¨®n previa para ser usada adecuadamente.

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Durante el combate, contamos con la opci¨®n de bloquear (pero no de hacer parries) hasta que nuestro medidor de estabilidad nos haga caernos al suelo, rodar para evitar los ataques de nuestros oponentes y distintos ataques basados en el bot¨®n que presionemos (fuertes o ligeros) y la velocidad con la que los ejecutemos. Hay una buena variedad de armas y accesorios de combate, lo que unido al excelente sistema de magia que discutiremos a continuaci¨®n hace que sea un sistema de combate muy flexible donde cada usuario podr¨¢ jugar a su manera. Podremos blandir una espada en una mano y un chakram m¨¢gico en la otra, una sigilosa daga y una poderosa maza, un martillo a dos manos al que daremos el poder del rel¨¢mpago con nuestra magia, arcos e invocaciones, etc. Hay ocho tipos distintos de armas y dentro de estos tipos m¨²ltiples variedades. Podremos encontrar bastones que nos hagan mejores hechiceros o espadas cuya luz m¨¢gica ilumine las mazmorras. Nuestro equipamiento se degrada con el tiempo pero puede ser reparado mientras descansamos as¨ª que si le cogemos cari?o a un arma podremos usarla a lo largo de todo el juego. El ritmo al que conseguimos armas y su elevad¨ªsimo precio en los mercaderes hace que cada pieza de armamento que consigamos nos llene de satisfacci¨®n y experimentar con distintas armas y combinaciones es parte fundamental de la experiencia.

Porque en Outward nunca estamos limitados a la hora de personalizar nuestro personaje. Aqu¨ª no hay niveles ni atributos que mejorar, sino habilidades que aprender. Esto lo haremos en distintos entrenadores repartidos a lo largo y ancho del mapa (uno de ellos es un ermita?o que vive alejado de la mano de Dios) y el precio de cada habilidad ser¨¢ el ¨²nico limite para aprenderla. Es aqu¨ª donde podemos discutir por fin lo brillante que es la interconexi¨®n de sistemas en Outward a la hora de crear decisiones constantes en el jugador. Tras completar una expedici¨®n al volver a base tenemos siempre varias opciones. Podemos acumular nuestros recursos para, en caso de perder nuestra mochila, tener reservas. Podemos tambi¨¦n combinar dichos recursos para tener pociones o comida, pero quiz¨¢s en el futuro obtengamos mejores recetas para aprovecharlos mejor. Podemos tambi¨¦n vender los recursos combinados o sin combinar y el dinero que obtengamos con ello lo podemos gastar en aprender nuevas habilidades de combate, obtener objetos de un solo uso que hagan dicho combate m¨¢s f¨¢cil o aprender nuevas habilidades de supervivencia. En todo momento debemos decidir que hacer con nuestros escasos recursos y en todo momento hay numerosas opciones, todas ellas validas. El dise?o de Outward se basa en forzarte a hacer constantemente este tipo de decisiones, a sacrificar una cosa por otra y juzgar lo que te va a dar m¨¢s beneficios en el futuro. Al no poder volver atr¨¢s en ninguna de estas decisiones, su peso es mayor y la carga sobre el jugador m¨¢siva.

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Una de estas decisiones interesantes llega cuando por fin desbloqueamos la magia. Mientras que en cualquier otro juego un peque?o tutorial ser¨ªa lo suficiente para aprender nuestro primer hechizo (o incluso simplemente escoger la clase adecuada), en Outward debemos hacer una excursi¨®n hacia la Monta?a de la Confluencia. Notaremos que alrededor de esta monta?a la vegetaci¨®n tiene un tinte p¨²rpura verdoso quiz¨¢s reminiscente de la Octarina. Se debe a que dentro de dicha monta?a hay poderosas piedras de man¨¢ y su magia se propaga por las laderas del monte y sus cercan¨ªas. En dicho monte hay una complicada mazmorra con m¨²ltiples posibles caminos y repleta de enrevesados t¨²neles y temibles enemigos. Si logramos sortear tama?o obst¨¢culo llegaremos a una cueva donde cinco Observadores residen. Se nos informar¨¢ de que podemos sacrificar parte de nuestra vida y estamina a cambio de man¨¢. Mientras que en cualquier otro juego se trata de una barra m¨¢s, aqu¨ª la cantidad de magia que podamos hacer ser¨¢ inversamente proporcional a nuestras habilidades en combate cuerpo a cuerpo. Seamos cautos con esta decisi¨®n o podr¨¦is hacer de vuestro juego un aut¨¦ntico infierno.

La magia como nunca ¨¢ntes

Y es que la magia tampoco es tan sencilla de realizar como en la mayor¨ªa de juegos, requiriendo de preparaci¨®n previa al combate y recursos concretos para ser realizada. El primer hechizo que desbloqueamos, la bola de fuego, puede parecer en un principio completamente in¨²til. Su da?o a enemigos es ¨ªnfimo, aunque servir¨¢ para encender hogueras si nos quedamos sin mecha. Junto al hechizo aprenderemos a fabricar piedras de fuego con una piedra de man¨¢ y un poco de combustible. Al usar estas piedras crearemos un c¨ªrculo m¨¢gico y mientras estemos en dicho c¨ªrculo nuestras bolas de fuego ser¨¢n poderosas llamaradas que har¨¢n arder a nuestros enemigos en un peque?o ¨¢rea de impacto. Estos c¨ªrculos no se crean r¨¢pidamente sino que tienen largas animaciones lo que hace que usarlos durante el combate sea un tremendo riesgo para nosotros y casi asegur¨¦ recibir un impacto. Otros hechizos como la invocaci¨®n requieren encontrar almas antes de ser utilizados y otros requieren incluso hechizos previos para poderse usar. Es un sistema que nos recuerda que la magia no siempre tiene que ser tan m¨¢gica y que poner un poco de esfuerzo en crear un sistema algo m¨¢s ¡°realista¡± ayuda a cimentarla como parte viva de un mundo.

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Hablando de mundos, hay que elogiar lo que se ha conseguido con los diferentes entornos de Outward. No tenemos aqu¨ª un mundo completamente abierto como los que estamos acostumbrados, sino cuatro areas gigantescas cada una con una gran ciudad o pueblo y sus distintas caracter¨ªsticas y amenazas a las que acostumbrarnos. El primer ¨¢rea, Quersoneso, se trata de una soleada campi?a donde la mayor amenaza es la lluvia. Pronto llegar¨¢ el invierno y deberemos aprender a sobrevivir al mismo, ya sea con prendas m¨¢s abrigadas, brebajes para calentarnos o simplemente durmiendo cerca de una hoguera. En el desierto deberemos llevar prendas ligeras y en los pantanos conviene tender ant¨ªdotos por si caemos en sus cenagosas aguas. Tambi¨¦n cada entorno tiene sus propios enemigos y aunque algunos pueden parecer simples versiones mejoradas de enemigos anteriores suelen tener alguna habilidad o animaci¨®n caracter¨ªstica para distinguirles del resto. El loot de los enemigos viene determinado al azar pero podremos coger siempre las armas de los enemigos humanoides. Cabe decir que una de las mayores pegas de Outward es que el simple acto de moverse por su mundo carece de los refinamientos que tienen otros RPG modernos. No tenemos montura como en The Witcher, ni podemos superar obst¨¢culos f¨¢cilmente como en Assassins Creed Oddisey o Breath of the Wild. Tampoco podemos nadar ni escalar monta?as, que deberemos subir como si del caballo de Skyrim nos trat¨¢semos, usando el c¨¦sped como referencia de donde podemos pisar sin caernos.

Estos enemigos no son necesariamente agresivos contra nosotros, sino simplemente malos individuos que odian al mundo en general. Encontraremos enemigos luchando entre s¨ª, ignorando la presencia del jugador hasta que saltemos para acabar con el superviviente herido. Esto ayuda a crear la sensaci¨®n de estar en un mundo vivo, no ser los protagonistas de una obra de teatro interactiva donde el jugador es el protagonista absoluto. Aqu¨ª somos unos cualquiera, pero eso puede tener sus beneficios. A medida que vayamos conociendo el mundo de Outward aprenderemos que algunos enemigos son especialmente agresivos y podremos llevar a otros enemigos menores hacia ellos para que nos faciliten el trabajo. La primera vez que fuimos capturados por bandidos nos vimos relegados a su prisi¨®n durante d¨ªas hasta finalmente escapar perdiendo nuestra mochila. A nuestro regreso volvimos cargados de trampas y piedras de fuego y poco m¨¢s tarde solo quedaban dos de los bandidos m¨¢s duros a los que finiquitar¨ªamos en el futuro.

Lacras t¨¦cnicas

Gr¨¢ficamente el juego si deja algo que desear. Las texturas y los modelados en general parecen sacados de la generaci¨®n pasada y las caras de los personajes dejan mucho que desear. Los edificios tienen un claro d¨¦ficit poligonal, siendo casi siempre formas b¨¢sicas con pocas decoraciones. A veces encontramos rupturas en el mundo que dejan entrever el vac¨ªo virtual sobre el que se sostiene. Pero estas carencias t¨¦cnicas vienen acompa?adas de un muy imaginativo dise?o para sus ciudades y entornos, un estilo art¨ªstico que recuerda a Morrowind en lo extra?o de sus estructuras y criaturas y una gran variedad visual entre todas sus zonas. Cada ciudad tiene su propia ambientaci¨®n, ya sea la costal Cierzo con su prominente faro, la elegante Monsoon a la que solo podemos acceder con barco y donde la vegetaci¨®n recuerda a los neones del ciberpunk... Asimismo en el mundo abierto cada mazmorra, cada edificio importante es f¨¢cilmente reconocible y esto tiene ramificaciones jugables necesarias.

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La exploraci¨®n en Outward es tambi¨¦n algo bastante singular. El juego en ning¨²n momento nos indica donde est¨¢n nuestros objetivos o donde estamos nosotros. Nos debemos guiar por un rudimentario mapa y nuestro sentido de la orientaci¨®n para, asesorando el paisaje que nos rodea, elucidar donde nos encontramos y como llegar a nuestro destino (o incluso donde narices est¨¢ dicho destino). Asimismo, cuando entremos en una mazmorra nuestra sensaci¨®n de estar perdidos ser¨¢ may¨²scula, sentimiento magnificado por la ausencia total de luz. Deberemos llevar antorchas, faroles u otro instrumento luminoso para saber donde nos movemos y quedarnos sin combustible para nuestro farol puede suponer nuestra perdici¨®n e incluso quedarnos atrapados durante horas en una mazmorra. De nuevo, el juego plantea con esto una decisi¨®n y algo a tener en cuenta constantemente pues el ver bien en una mazmorra tambi¨¦n nos har¨¢ f¨¢cilmente visibles por nuestros enemigos. Las mazmorras son cuantiosas y variadas, todas ellas un gran desaf¨ªo y ser¨¢n la prueba definitiva de nuestras habilidades antes y durante el combate.

Nuestras aventuras se ver¨¢n acompa?adas de lo que es francamente el aspecto m¨¢s sorprendente de Outward. A pesar de sus carencias gr¨¢ficas, en animaciones y en doblaje parece que no se ha escatimado con la banda sonora. Producciones orquestadas que transmiten epicidad y gloria aventurera durante el d¨ªa se ven complementadas por apacibles versiones de las mismas canciones de noche. Cada pueblo y zona tiene sus propios temas y con el tiempo solo pensar en una zona de Outward har¨¢ que la canci¨®n correspondiente aparezca en nuestra mente y rechace salir. Un enorme trabajo de Nine Dot Studios que eleva el conjunto de la producci¨®n.

Una historia en tres partes

Hablemos ahora del porqu¨¦ de todo lo que hacemos en Outward. Poco despu¨¦s de completar nuestra primera misi¨®n en Cierzo se nos presentar¨¢ la opci¨®n de unirnos a tres diferentes facciones: La Sagrada Misi¨®n de Elatt, El colectivo de la C¨¢mara Azul o el Her¨®ico Reino de Levante. Cada una de estas facciones tiene un lore m¨¢s que interesante y presenta una historia que los desarrolladores dicen rondar¨¢ las 20 horas. En nuestra experiencia esto ser¨¢ mucho m¨¢s para la mayor¨ªa de jugadores, pues raramente nos dedicaremos a completar solo misiones principales dado el extraordinario atractivo de explorar por explorar en este juego. Aun as¨ª, las decisiones que podemos tomar a lo largo de la historia son muchas y las consecuencias importantes pero no esper¨¦is una historia con di¨¢logos o lore como el de Pillars of Eternity sino algo mucho m¨¢s humilde que palia dicha humildad y escasez de di¨¢logo con buenas dosis de imaginaci¨®n y ambici¨®n en lo que hace. Para experimentar todo lo que ofrece la historia de Outward deberemos completarlo varias veces, pues las facciones son exclusivas de forma justificada por la historia.

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Cabe decir que no solo nuestras acciones sino tambi¨¦n nuestra inacci¨®n puede llevarnos a cambiar el mundo de Outward. En nuestro caso, tuvimos la mala suerte de perder nuestra mochila unos meses (de juego) despu¨¦s de salir de la primera regi¨®n. Puesto que aun no hab¨ªamos podido comprar una casa en dicha regi¨®n no ten¨ªamos sino lo que hab¨ªa en nuestro bolsillo y tras muchas horas tratando de encontrar nuestra mochila decidimos regresar, molidos y hambrientos, a nuestro pueblo natal donde ten¨ªamos amplias reservas de pr¨¢cticamente todo -esa era la idea al menos-.? Pocos juegos son capaces de hacerte sufrir tanto como Outward, donde no solo hab¨ªamos perdido decenas de horas de juego sino que tardar¨ªamos otras tantas m¨¢s en recuperar dicho progreso al haber perdido todo lo que ten¨ªamos. Sabr¨¦is si esto es algo que os llama la atenci¨®n o no, pero saber que un suficiente nivel de precauci¨®n, preparaci¨®n y atenci¨®n a lo que nos dice el juego habr¨ªa prevenido todas estos inconvenientes hace que, ir¨®nicamente, nuestras ganas de jugar hayan aumentado.

Esto es Outward, de principio a fin, una constante monta?a rusa de recompensas maravillosas y fracasos estrepitosos que no es para aquellos que busquen un juego que les haga sentirse bien en todo momento. Aqu¨ª se viene a sufrir y el masoquismo es un requisito pr¨¢cticamente imprescindible, pero eso tambi¨¦n hace que las victorias sean algo m¨¢s dulces. Si todo esto suena parecido a lo que fue Demon's Souls en su d¨ªa, un juego de un desarrollador desconocido que tomaba la dificultad como yunque para crear algo nuevo es porque su filosof¨ªa es la misma, simplemente Outward a tomado otros senderos para transmitir la misma sensaci¨®n de desesperaci¨®n unida a superaci¨®n personal. Por supuesto, una gran parte de la potencial audiencia de Outward se alejar¨¢ del t¨ªtulo instant¨¢neamente al ver sus bajos valores de producci¨®n. Pero los valientes que decidan quedarse encontrar¨¢n un juego que tiene bastantes m¨¢s propuestas interesantes que aquellos con cientos de millones detr¨¢s de su desarrollo, un juego donde cuanto m¨¢s profundizas m¨¢s aprendes a apreciar los sistemas que penetran toda su estructura. Outward es el regres¨® de los juegos donde la innovaci¨®n y la ambici¨®n priman sobre la presentaci¨®n. Fantas¨ªa y auto superaci¨®n en estado puro.

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Hagamos menci¨®n de uno de los puntos de venta clave de este t¨ªtulo: su modo cooperativo. En cualquier momento podemos unirnos a un amigo con nuestro personaje, ya sea de forma online o en pantalla partida de forma local. Mientras estemos en su mundo no podremos completar misiones pero traeremos de vuelta cualquier conocimiento u equipamiento adquirido. Mientras estemos en la misma instancia no hay limites a lo lejos que podamos estar el uno del otro pero la imposibilidad de entrar en una mazmorra o edificio solos, montar campamento y la elevada dificultad en cooperativo har¨¢n que lo preferible sea siempre estar cerca de nuestro amigo. Podremos tener roles complementarios, siendo uno el guerrero cuerpo a cuerpo mientras el otro se dedica a encantar sus armas y proveerle beneficios antes del combate y apoyarle desde la distancia con hechizos o flechas durante el combate. Las posibilidades son tan amplias como creando nuestro personaje individual y cada pareja tendr¨¢ una experiencia distinta.

Hemos jugado a Outward en PC. Estar¨¢ disponible el 26 de Marzo en la Epic Games Store y Steam as¨ª como en formatos f¨ªsico y digital en Xbox One y PS4 con un P.V.P de 39.99 Euros. Viene traducido al espa?ol pero no doblado.