Devil Engine
- PlataformaPS47.5NSW7.5PC7.5
- DesarrolladorProtoculture Games
- Lanzamiento21/02/2019
- TextoEspa?ol
- EditorDANGEN Entertainment
Devil Engine: An¨¢lisis
Un nuevo shoot em up salta al hiperespacio en Nintendo Switch y Steam
Parece que sopla viento fresco para la vieja Sega MegaDrive. Como cumplea?era que es (de una cifra respetable) protagoniza estos meses recopilatorios, hay consolas mini en el horizonte y los medios se acuerdan de lo grande que fue hace treinta a?os. Pasa mucho m¨¢s oculta, pero existe, otra celebraci¨®n constante en el tiempo que tampoco cesa en su empe?o: la exaltaci¨®n mejorada de sus juegos. MegaDrive cont¨® en su momento con un arma definitoria de sus capacidades en la velocidad de su procesador, que hizo posibles juegos vertiginosos que jam¨¢s ver¨ªamos en su gran rival. Entre ellos, los t¨ªtulos que mejor emplearon la aceleraci¨®n que hizo posible a Sonic, se encuentra un shoot em up fant¨¢stico: Thunder Force IV. Una nueva entrega de nostalgia por la vieja m¨¢quina de Sega acaba de llegar desde la escena independiente, que ahora alumbra a un heredero casi directo en este Devil Engine.
Shoot em up a la carrera
Ni era el ¨²nico ni tiene por qu¨¦ ser el m¨¢s definitivo (Lords of Thunder o Thunder Force IV bien podr¨ªan aspirar al trono de los shoot em ups acelerados) pero aquel Thunder Force IV fue uno de los t¨ªtulos que mejor emplearon las capacidades visuales de Mega Drive. Su velocidad endiablada de juego, sus armas tremendamente distintivas o la genialidad de permitirnos alternar diferentes velocidades de desplazamiento de la nave lo convirtieron en uno de los grandes del g¨¦nero en aquel sistema. Otras ideas menos presentes pero igualmente caracter¨ªsticas, como su sistema de progresi¨®n y la posibilidad de elegir entre los primeros niveles, lo convirtieron en un videojuego redondo para consolas en 1992. Devil Engine viene claramente a continuar las cosas como hubiesen podido ser poco despu¨¦s, de no haber cambiado nada en el mundillo, a?adiendo una leve capa de pintura al sistema de puntuaci¨®n y regode¨¢ndose en su idea de la dificultad.
ProtoCulture Games no ha pretendido siquiera disimular sus inspiraciones en este nuevo shoot em up. Todo luce y se mueve como podr¨ªa hacerlo un videojuego de 16 Bits en formato panor¨¢mico, con referencias visuales evidentes aqu¨ª y all¨ª, entre ellas un sensacional homenaje a Last Resort en el segundo nivel. Este Devil Engine tarda muy poco tiempo en hacerse sentir a los mandos como un nuevo episodio de la serie Thunder Force para una Mega Drive idealizada, pero entonces empezamos a darnos cuenta de que todo es incluso m¨¢s complicado de lo que record¨¢bamos. Si jugamos en el nivel que se jacta de ser muy dif¨ªcil (y es el ¨²nico de entrada, junto con el muy f¨¢cil), las treguas duran poco. Ya el segundo escenario nos viene a plantear patrones tipo bullet hell con una aglomeraci¨®n de disparos en pantalla: complicad¨ªsima de esquivar, sobre todo a la velocidad a la que se mueve todo. En todo caso, pensamos que Devil Engine exige mucho m¨¢s a nuestros reflejos que a la memorizaci¨®n de niveles, santo y se?a de los shoot em up horizontales, en l¨ªnea de lo que suced¨ªa tambi¨¦n en los viejos Thunder Force.
Hay que ver el tutorial
Finalizados ambos modos, este Devil Engine nos deja claro que plantea dos experiencias totalmente diferentes seg¨²n sus dos ajustes de dificultad principales. Que todo el mundo tenga claro que la palabra ¡°f¨¢cil¡± no existe en este juego, que ya plantea un desaf¨ªo m¨¢s que importante para terminar los seis niveles en el modo supuestamente asequible. Pero sabe motivarnos: terminarlo as¨ª implica un cierto deshonor, y quien se acerca a un shoot em up ya sabe que la diversi¨®n no est¨¢ en la sencillez. Quien piense tom¨¢rselo en serio har¨¢ muy bien esta vez en observar el tutorial con atenci¨®n, ya que las claves no est¨¢n tan a la vista como puede parecer. No estamos ante un juego innovador, pero s¨ª ante uno que saca petr¨®leo de lo que hace bien, lo cual no ense?a del todo hasta que alcanzamos cierto nivel de juego. El tutorial explica un cl¨¢sico sistema de combos y puntuaci¨®n que nos permitir¨¢ ir obteniendo bombas y vidas extra (alargando con ello cada nuevo intento) al tiempo que nos indica una clave que nos ha parecido muy curiosa: la de obligarnos a rebajar el entusiasmo con el estallido, la ¨²nica mec¨¢nica algo novedosa del juego. Se trata de una especie de dash que permite absorber balas, pero al mismo tiempo drenar¨¢ nuestro medidor de combo, el cual es imprescindible para llegar al final por pura acumulaci¨®n de bombas y vidas. Est¨¢ muy bien conseguido, una vez que sabemos jugar en condiciones, el equilibrio que se nos propone en cuanto a calcular bien las consecuencias de utilizar este gesto y sus posibilidades, que al final terminan por arrojar un balance satisfactorio.
Con Devil Engine, sus desarrolladores han tenido que llegar a soluciones de compromiso que no siempre han resuelto todo lo bien que ser¨ªa deseable. El principal de sus problemas es el tiempo que lleva dominarlo al nivel necesario, y pensamos que este va a ser un escollo incluso para muchos aficionados al g¨¦nero. Devil Engine requiere demasiada paciencia e infinitos reintentos al jugador para ir desbloqueando cr¨¦ditos y otro material, pero lo hace sin ofrecer a cambio ninguna cosa esencialmente nueva ni un dise?o de niveles tan perfecto como para que cualquiera desee repetirlo mil veces. Es verdad que sus fases son muy competentes, y tambi¨¦n lo es que sacan mucho partido de la velocidad general del juego con momentos notables (como el de esa especie de juego de ritmo en el tercer nivel). Aun as¨ª, la gracia de todo el conjunto sigue estando en la elevada velocidad de juego, la necesidad de anticipaci¨®n constante y el frenetismo desde el comienzo. Tambi¨¦n en el gozo de ir cambiando de arma sin motivo aparente, una vez que conocemos a fondo el comportamiento de las tres armas principales. Cada cual tendr¨¢ que valorar si son atractivos suficientes para asumir la tarea.
Devil Engine es un shoot em up mucho m¨¢s que competente que recupera con acierto una tendencia, la de los shoot em up a alta velocidad. A base de desbloqueables, llega a ser un t¨ªtulo m¨¢s que digno en cuanto a contenido gracias a naves adicionales, cr¨¦ditos o niveles de dificultad enfermizos, as¨ª como a modos de desaf¨ªo y unos filtros visuales realmente espectaculares que iremos obteniendo con el puro tiempo de juego (menci¨®n especial al que convierte los gr¨¢ficos en un reflejo del mundo bicolor de ZeroRanger). Estamos sin duda ante un shoot em up divertido, solvente a nivel t¨¦cnico en su evocaci¨®n de un pasado muy concreto, al que adem¨¢s se ha dotado de una banda sonora muy poderosa. Su mayor inconveniente, a nuestro juicio, es que los niveles elevados se dirigen exclusivamente a los especialistas m¨¢s consumados del g¨¦nero, aunque en esta ocasi¨®n esta pega no es suficiente como para dejar de recomendarlo a los menos dedicados: su modo f¨¢cil no es f¨¢cil para nada, pero es completable, y desde luego es muy disfrutable. Lo que viene despu¨¦s¡ es mejor dejarlo a juicio de cada uno seg¨²n su habilidad y sus reflejos.
Analizado en su versi¨®n para Nintendo Switch con un c¨®digo proporcionado por el editor
Conclusi¨®n
Devil Engine no es para todo el mundo, pero es consciente de ello. Su nivel b¨¢sico de dificultad plantea un desaf¨ªo considerable, pero es una mera preparaci¨®n para lo que viene despu¨¦s: una prueba de fuego para los reflejos de los veteranos en el g¨¦nero, que homanejea visualmente a uno de los grandes de la historia del g¨¦nero: Thunder Force IV
Lo mejor
- El homenaje audiovisual a una ¨¦poca
- Algunos filtros son espectaculares, el juego parece otro
- R¨¢pido, adictivo, desafiante
Lo peor
- Algunos detalles visuales est¨¢n menos cuidados que el resto
- La realidad del juego no ser¨¢ apta ni siquiera para muchos jugadores experimentados por su dificultad
- En el m¨¢ximo nivel de velocidad, nuestra nave es m¨¢s bien incontrolable
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.