Genesis Alpha One, An¨¢lisis: una experiencia completa de acci¨®n y estrategia

Si la humanidad no se (auto)extingue antes, el lejano futuro que le espera probablemente se parezca m¨¢s al que proponen aquellos juegos donde la especie se ve obligada a buscar un nuevo ecosistema que habitar o recursos que explotar fuera del planeta que a la alta tecnolog¨ªa que vemos en t¨ªtulos como Deus Ex: Mankind Divided o el pr¨®ximo y esperado Cyberpunk 2077. En la primera tesitura es en la que nos sit¨²a Genesis Alpha One, un videojuego que a pesar de haber sufrido numerosos retrasos, ha llegado sin apenas hacer ruido pero ofreciendo una propuesta honesta y original dentro del cada vez m¨¢s manido subg¨¦nero de la supervivencia espacial. Crafteo, estrategia, gesti¨®n, shooter¡­ Son muchos los elementos que toca este juego de los alemanes de Radiation Blue y editado por el veterano equipo de Team 17, algunos con m¨¢s acierto que otros, pero lo que no se puede negar es que aporta una dosis de originalidad a la exploraci¨®n en el espacio exterior, siendo este un g¨¦nero a¨²n escaso de representantes en consola.

En busca de la esperanza para la humanidad

Genesis es el nombre del proyecto cuyo objetivo es encontrar un h¨¢bitat en el que la raza humana pueda comenzar de nuevo, en una premisa argumental que adem¨¢s de manida, nunca llega a desarrollarse mucho m¨¢s durante el transcurso del juego, algo que tampoco podemos calificar como un aspecto negativo, ya que no es en absoluto su prop¨®sito. El principal objetivo de Genesis Alpha One es ¡°perder¡± un buen pu?ado de horas explorando en busca de recursos materiales u org¨¢nicos para poder mejorar y ampliar la nave, algo que sobre el papel parece sencillo, pero nada m¨¢s lejos, como deja ya bien claro desde el principio un extenso y completo, pero insuficiente, tutorial. Sabemos que esta afirmaci¨®n resulta ir¨®nica, pero son tantos los aspectos que hay que controlar que el juego no deja de sorprendernos en m¨¢s de una ocasi¨®n con situaciones con las que lidiar y en las que no tenemos la m¨¢s m¨ªnima experiencia, pero¡­ ?es esto negativo cuando es lo que precisamente se propone?

Hay que hablar de manera muy esquem¨¢tica de Genesis Alpha One, ya que el juego mismo lo pide, tratanto tantos g¨¦neros como hace. El primero que vamos a tocar es el de la recolecci¨®n de recursos, sin duda alguna, el m¨¢s flojo de todos ellos por tedioso. La Genesis cuenta a su vez con una peque?a nave, una cosechadora, que es capaz de aterrizar en los inh¨®spitos -pero no inhabitados- planetas, donde solos, o en compa?¨ªa de otros miembros de la tripulaci¨®n, podemos recoger diversos materiales como uranio, hierro, zinc, etc. o bien otros materiales extra¨ªdos de seres vivos, como semillas, por ejemplo. Esta mec¨¢nica, que ya es repetitiva casi por definici¨®n, se agrava en este caso al contar con un entorno muy, muy peque?o en el que explorar, con lo que en apenas unos minutos habremos dado cuenta de casi todos los recursos posibles. Casi todos, porque al principio la capacidad de nuestra cosechadora es tan peque?a que probablemente haya que hacer un segundo viaje al mismo planeta para poder explotarlo completamente. Afortunadamente, Genesis Alpha One cuenta con una generaci¨®n procedural de galaxias, entornos y planetas, algo que otorga una variedad que evidentemente, se agradece en este caso.

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Una vez recogidos los recursos, la decisi¨®n consecuente es qu¨¦ hacer con ellos, y es aqu¨ª donde verdaderamente el juego gana enteros, ya que su parte de gesti¨®n y estrategia es seguramente la m¨¢s compleja y profunda. La Genesis comienza siendo relativamente peque?a, pero ya en el tutorial se nos insta a construir algunas estancias imprescindibles para poder continuar la aventura, tales como el rayo extractor, el invernadero, el biotanque para almacenar los recursos org¨¢nicos, la refiner¨ªa, etc. Lo mejor es que una vez construidos a nuestro antojo -siempre que su estructura cuadre con el resto de la nave- estamos construyendo tambi¨¦n el escenario principal por el que movernos durante gran parte de nuestro viaje, y cada cambio desarrollado en el sistema creaci¨®n se ver¨¢ tambi¨¦n plasmado cuando caminemos por ella en primera persona. Es decir, si el acceso a alg¨²n m¨®dulo se nos hace inc¨®modo, ser¨¢ ¨²nica y exclusivamente porque nosotros lo hemos dise?ado as¨ª. Sin embargo la capacidad de ampliaci¨®n de la nave es grande, tambi¨¦n a diferentes alturas, con lo que a medida que avanzamos, la gesti¨®n se vuelve m¨¢s exigente.

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Evidentemente, para construir cada m¨®dulo necesitamos materiales, y como es obvio, no todos est¨¢n en todos los planetas. Esto supone que tal vez demasiado a menudo nos veamos obligados a vagar por el espacio en busca de uno que tenga los recursos que necesitamos para crear, por ejemplo, un almac¨¦n que nos permita guardar m¨¢s materiales, ya que sin ¨¦l, no podamos dar el siguiente paso en nuestra investigaci¨®n.

Otro paso importante es asignar parte de la tripulaci¨®n a cada m¨®dulo, una de las mayores complejidades de Genesis Alpha One, ya que asiduamente vamos a tener que sacrificar el rendimiento de alguno en beneficio de otro que nos d¨¦ m¨¢s r¨¦dito inmediato. Esto es, principalmente, porque los miembros de la tripulaci¨®n no solo son limitados, sino que pueden verse afectados por enfermedades o asesinados por enemigos -algo de lo que hablaremos m¨¢s adelante- y estamos hablando de un roguelite, es decir, cuando mueren, lo hacen para siempre. Para hacer esto m¨¢s llevadero existe el laboratorio de clonaci¨®n, donde no solo podemos crear nuevos humanos, sino h¨ªbridos con otras especies alien¨ªgenas con diferentes habilidades, en lo que supone sin lugar a dudas una m¨¢s que interesante idea. Dicho esto, tambi¨¦n el personaje que manejamos puede morir, siendo ascendido a capit¨¢n cualquier otro miembro y pasando a ser as¨ª nuestro protagonista, y s¨ª: si muere toda la tripulaci¨®n, se acab¨® la partida definitivamente.

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Sin embargo, el aspecto m¨¢s peculiar de Genesis Alpha One es cuando se convierte en un shooter, y sorprendenteme solvente, aunque nadie deber¨ªa esperar un Doom, claro. Los encuentros con alien¨ªgenas ser¨¢n frecuentes, no solo cuando exploremos los planetas donde habitan, sino que en ocasiones llegar¨¢n a nuestra nave ocultos en el cargamento que hemos extr¨¢ido bien a bordo de la cosechadora o bien a trav¨¦s del rayo extractor, y ser¨¢ mejor que para esto tengamos preparadas unas buenas torretas defensivas. A¨²n as¨ª habr¨¢ muchas ocasiones que estas no ser¨¢n suficientes y el enfrentamiento ser¨¢ inevitable, torn¨¢ndose en un juego de disparos que funciona muy bien, sin ca¨ªdas de framerate y con un arsenal relativamente completo, con rifles de asalto, l¨¢ser, lanzallamas, etc. Son estos adem¨¢s momentos de tensi¨®n, porque estos encuentros pueden ser con simples seres similares a cefal¨®podos o insectos, pero tambi¨¦n con formas de vida m¨¢s avanzadas y letales, lo que a?ade un plus de peligrosidad porque la IA de nuestros compa?eros es, por desgracia, muy limitada, y no solo tenemos que preocuparnos de mantenernos con vida a nosotros mismos, sino tambi¨¦n a ellos. Esto es especialmente importante, porque una o dos p¨¦rdidas pueden no suponer mucho, pero la muerte de la mitad de nuestra tripulaci¨®n conlleva dar varios pasos atr¨¢s en el avance del juego. Aunque al fin y al cabo, ese es el prop¨®sito del roguelite, ?no?

Visualmente Genesis Alpha One no presume de un generoso presupuesto, con lo que no debemos esperar tampoco un esplendoroso apartado t¨¦cnico, pero bajo el Unreal Engine 4, s¨ª es capaz de ofrecer una ambientaci¨®n de ciencia ficci¨®n convincente, aunque probablemente demasiado gen¨¦rica. Al apartado art¨ªstico le falta personalidad, presentando unos entornos interiores en la nave que nos recordar¨¢n a cualquier pel¨ªcula de ciencia ficci¨®n que hayamos visto, aunque s¨ª cabe resaltar el dise?o de las computadoras, con un estilo vintage tal y como vimos en, por ejemplo, Alien Isolation. En cuanto a los exteriores, el logaritmo de generaci¨®n procedural no da para escenarios variados ni coloridos, pero es en los que menos tiempo vamos a pasar, con lo que su importancia es relativa. As¨ª mismo, el dise?o de los alien¨ªgenas no es algo especialmente destacable, sobre todo el de los menos peligrosos, viendo algunos similares a los cascarones de Mass Effect. Sonoramente, s¨ª encontramos una banda sonora que aunque poco frecuente, encaja como anillo al dedo con la ambientaci¨®n, y un trabajo de doblaje ¨®ptimo, aunque no subtitulado en la voz que representa la IA de la nave, siendo por desgracia, la m¨¢s ¨²til.

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