35 a?os del primer Apple Macintosh: el v¨ªdeo de Steve Jobs present¨¢ndolo
Justo ayer hizo tres d¨¦cadas y media del nacimiento del ordenador que lo cambi¨® todo.
Dicen que el movimiento se demuestra andando. Una filosof¨ªa que Steve Jobs, uno de los mayores iconos del siglo 20 en la Inform¨¢tica, segu¨ªa a rajatabla en cada una de sus presentaciones. ?C¨®mo se demuestra todo lo que el iPhone pod¨ªa hacer? Pues haci¨¦ndolo en directo delante de todo el p¨²blico. ?C¨®mo se demuestra la potencia, sencillez y capacidad gr¨¢fica ¨²nica que ten¨ªa el Macintosh? Conect¨¢ndolo delante de la audiencia¡ Han pasado ya 35 a?os desde ese primer ordenador Apple que estableci¨® la filosof¨ªa de la compa?¨ªa. Y as¨ª fue su presentaci¨®n en 1984.
Macintosh, el All in One de Apple
Es enero de 1984. Falta un a?o para que Bill Gates publique el primer Windows. Apple, en una ¨¦poca en la que Commodore, IBM y cia compet¨ªan salvajemente en el sector de la inform¨¢tica, quiere no s¨®lo su espacio. Quiere hacer algo nuevo, quiere destacar con algo nunca visto. Desde octubre del 83 llevan hablando de Macintosh, un ordenador personal que ser¨ªa pionero en la filosof¨ªa Apple del ¡®Todo en uno¡¯, de la sencillez, de que cualquier usuario de la calle sin conocimiento de inform¨¢tica pudiera comprar el PC, enchufarlo en pocos pasos y ponerse a descubrir un nuevo mundo.
Como decimos, el movimiento se demuestra andando. Y eso es lo que hizo Jobs en la presentaci¨®n del Macintosh: sacarlo de una bolsa, enchufarlo delante del p¨²blico y, en uno de sus toques de genialidad -e improvisado casi-, sacarse de la chaqueta un disquete de 5 1/4 de la ¨¦poca, cargarlo, y dejar que el PC hablase por s¨ª mismo. Literalmente, porque aparte de demostrar las capacidades gr¨¢ficas de su interfaz -Jobs no quer¨ªa comandos de texto, sino darles algo visual con lo que interactuar con el rat¨®n de bot¨®n ¨²nico tan caracter¨ªstico de Apple-, el Macintosh habl¨® con una voz generada artificialmente.
El salvador de la Conformidad de IBM
Justo ayer, 24 de enero, hicieron 35 a?os de la presentaci¨®n del Macintosh. Vendido a 2.495 d¨®lares de la ¨¦poca, unos 6.017 $ actualmente (por debajo de los 5.000 euros), era una pieza cara pero tecnol¨®gicamente muy avanzada con un microprocesador Motorola 68000 que corr¨ªa a 7.8 MHz, con una memoria RAM de 128KB y 64KB de RAM adicionales para rutinas del sistema operativo. Pesaba 7 kilos y medio y su monitor era un CRT de 9 pulgadas blanco y negro con una resoluci¨®n de 512 x 342 p¨ªxeles y 72 puntos de resoluci¨®n. Logr¨® vender m¨¢s que el IBM PCjr, y tres meses despu¨¦s ya hab¨ªa vendido 50.000 unidades.
Hoy d¨ªa, el Macintosh es un ladrillo, pura prehistoria de la Inform¨¢tica. Pero es toda una reliquia que algunos siguen conservando como oro en pa?o. Se adelant¨® e instaur¨® la filosof¨ªa de la compa?¨ªa, la misma que les ha llevado a crear el iPod, el Mac, y sobre todo el iPhone, que dio pie al tel¨¦fono inteligente o smartphone, el catalizador del mayor cambio social en los ¨²ltimos 30 a?os.
Y una curiosidad para terminar: el anuncio promocional del Macintosh, hoy considerado una pieza de arte, fue obra de Ridley Scott, que ven¨ªa de firmar Alien y Blade Runner. Un anuncio que describe una distopia como la de 1984 de George Orwell, el hombre que invent¨® el concepto del ¡®Gran Hermano¡¯ -no el show-, y en el que b¨¢sicamente era Apple salvando a la humanidad de la conformidad del intento de IBM de dominar el mercado de los ordenadores. Atenci¨®n al slogan final, el remate Jobs por excelencia en una mezcla de cultura y cultura popular d¨¢ndose la mano.