Chicken Range
- PlataformaPS41NSW1
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorFunbox Media
- Lanzamiento25/10/2018
- TextoEspa?ol
- EditorFunbox Media
An¨¢lisis Chicken Range: la desgana hecha videojuego
Analizamos este nada inspirado shooter a lo Duck Hunt para Nintendo Switch. Un juego lamentable en todos sus aspectos t¨¦cnicos y jugables que hace m¨¦ritos para superar a Vroom in the Night Sky como el peor juego para la consola h¨ªbrida de Nintendo.
En un mundo donde la abundancia de middlewares, motores gr¨¢ficos o tiendas repletas de todo tipo de componentes para loes juegos han hecho posible que equipos m¨ªnimos materialicen sus propuestas en formas m¨¢s o menos resultonas, hay quien a¨²n es capaz de romper las barreras de lo m¨ªnimo aceptable en un videojuego. Chicken Range es una buena muestra de ello.
El t¨ªtulo desarrollado NYX Digital y Funbox Media, que aparte de a la consola de Nintendo llega tambi¨¦n a PS4 y PS Vita, es una oda al desprop¨®sito al que como principal m¨¦rito se le puede atribuir no haber aprendido nada de la transformaci¨®n de la industria y los h¨¢bitos de consumo de los jugadores en los ¨²ltimos a?os. Como anta?o ocurr¨ªa con frecuencia, los creadores de este producto parecen tener como ¨²nica meta ara?ar algunas ventas gracias a una portada llamativa y una propuesta a priori interesante para algunos jugadores ofreciendo un producto con valores de producci¨®n ¨ªnfimos a un precio inflado para su escaso contenido. Un modelo que por suerte ya no tiene ya apenas presencia, pero que no por ello deja de ser reprobable.
Dos "juegos" en uno
Chicken Range se divide en dos propuestas jugables: la principal es una suerte de Duck Hunt venido a menos en el que tenemos que disparar a unos pollos que cruzan embobados la pantalla a diferentes velocidades, vali¨¦ndonos bien de los controles por movimiento de Switch o de nuestro Joy Con, o bien usando el stick. La segunda es un clon vago de Flappy Bird.
Hasta ah¨ª, si bien no es la propuesta m¨¢s atractiva u original del mundo, no habr¨ªa pegas. Pero es a la hora de la ejecuci¨®n donde este t¨ªtulo hace los dem¨¦ritos necesarios para convertirse en uno de los m¨¢s deplorables juegos del vasto cat¨¢logo de Nintendo Switch.
Lo primero en un videojuego siempre es la jugabilidad, el eje a cuyo servicio deber¨ªa estar todo lo dem¨¢s. Y aqu¨ª Chicken Range falla estrepitosamente. Empezando por el principal atractivo del t¨ªtulo, los controles por movimiento son algo m¨¢s que imprecisos, directamente frustrantes, hasta el punto de obligarnos a permanecer con la mano inm¨®vil para que nuestra mirilla no se nos mueva bruscamente y sin ninguna precisi¨®n por el escenario.
Por suerte usando las palancas o el control t¨¢ctil la cosa mejora, pero a la vez, superada la imprecisi¨®n del control, se hacen m¨¢s patentes las otras carencias jugables: la imprecisi¨®n a la hora de detectar el destino de nuestros disparos, la ausencia de un patr¨®n atractivo de aparici¨®n de enemigos o de los dos escasos objetos del juego que hace que los niveles se sientan planos y repetitivos¡ Lo que, todo sumado, hace que jugar sencillamente no sea divertido, ni siquiera en el multijugador (que apenas se diferencia de jugar en solitario m¨¢s all¨¢ de la pantalla partida y una comparativa de puntuaciones al final).
Pobre multijugador
Un multijugador que adem¨¢s est¨¢ totalmente desaprovechado siguiendo la l¨ªnea de desgana que marca este Chicken Range. No parece nada descabellado, viendo la simpleza del juego y su propuesta, haber incluido un modo cooperativo que permitiese a dos jugadores eliminar pollos juntos; o permitir jugar a dobles tambi¨¦n al modo tipo Flappy Bird, siquiera que fuera comparando las puntuaciones autom¨¢ticamente a turnos. Pero no, este modo se limita a ofrecernos lo mismo que el modo normal pero con la pantalla partida.
Por no dar opciones, ni siquiera podemos elegir el escenario en que jugar de entre los 15 que ofrece el juego: este se decide de forma aleatoria cada vez que entramos al multijugador. Tampoco es que importe mucho, ya que la ¨²nica diferencia entre niveles, aparte del cambio del fondo, son los tipos de pollo, y a su vez la ¨²nica diferencia entre estos es cu¨¢ntos tiros necesitan para morir. Pero s¨ª denota la falta de inter¨¦s.
Una vez dentro, varias decisiones discutibles, si no directamente errores, empobrecen a¨²n m¨¢s la experiencia. Por ejemplo, el tubo de ¡°shine¡±, el objeto que nos permite limpiar la pantalla de huevazos, afecta no solo a nuestra pantalla, sino tambi¨¦n a la de nuestro rival, lo que en un juego que se presenta como competitivo hace que este objeto solo sirva para alargar la partida para ambos jugadores. El bot¨®n de pausa, por su parte, no se ha mapeado en ambos Joy Con cuando se usan separados, por lo que solo quien use el Joy Con izquierdo tendr¨¢ el privilegio de pausar la partida. En definitiva, una suma de desprop¨®sitos cuyo eje central es la falta de diversi¨®n que proporciona este t¨ªtulo.
No mejora la cosa jugando al modo clonado de Flappy Bird. A veces una misma experiencia de juego puede variar enormemente gracias al cuidado (o a la ausencia del mismo) en los detalles. Este modo es un buen ejemplo de ello: el gran tama?o del obst¨¢culo que evitamos, que impide que veamos m¨¢s de tres de ellos en pantalla a la vez, la limitada animaci¨®n de nuestro personaje, la ausencia de m¨²sica, el escaso ajuste de los controles¡ hacen que lo que en m¨®viles fue una experiencia adictiva que atrajo a millones de jugadores aqu¨ª sea algo aburrido que no invita a seguir jugando tras 30 segundos.
T¨¦cnicamente lamentable
Pero si la jugabilidad raya a un p¨¦simo nivel, los aspectos est¨¦ticos no le van a la zaga: unos gr¨¢ficos tremendamente simples, animaciones casi inexistentes, ausencia de m¨²sica y unos efectos de sonido m¨ªnimos completan un conjunto paup¨¦rrimo, impropio de un t¨ªtulo comercial y que ni siquiera destacar¨ªa positivamente entre juegos flash gratuitos.
A todo ello se suma una descuidada localizaci¨®n al espa?ol, plagada de textos demasiado largos para la caja que los contiene, lo que no solo queda poco est¨¦tico, sino que impide en algunos casos su correcta lectura. Un detalle m¨¢s en un producto que destaca finalmente por su coherencia en no ir m¨¢s all¨¢ de ofrecer lo m¨ªnimo para existir, sin mostrar ning¨²n cari?o por cada uno de sus apartados.
Conclusi¨®n
Chicken Range es un mal juego con unos acabados t¨¦cnicos y jugables extremadamente pobres que solo puede medirse a algunos juegos amateur en flash para navegadores. Su pobre control, jugabilidad y gr¨¢ficos o la ausencia de cualquier acompa?amiento musical dejan a las claras el poco mimo y cuidado puesto en su creaci¨®n.
Lo mejor
- El concepto podria resultar simp¨¢tico.
- Al menos hay 15 niveles distintos.
Lo peor
- La muy pobre jugabilidad.
- El pobre apartado t¨¦cnico.
- La ausencia de m¨²sica.
- Los repetitivos efectos de sonido.
- Los bugs.
- La mala localizaci¨®n al espa?ol, con textos que ni caben en su sitio.
P¨¦simo
No lo quieras ni regalado y te deber¨ªa dar verg¨¹enza regal¨¢rselo a alguien. No te lo compres, olvida su nombre.