El ?crunch? existe, ?qu¨¦ hacemos ahora?

Cada cierto tiempo regresa el debate sobre el crunch. Jornadas interminables, presi¨®n de grupo, pasi¨®n y entusiasmo al servicio del beneficio econ¨®mico son caracter¨ªsticas de la industria del videojuego que cada cierto tiempo provocan un debate sobre el tema que nos ocupa durante semanas para despu¨¦s pasar a otro tema. Ya sabemos que el crunch es una de las taras m¨¢s importantes de la industria del videojuego. Sin embargo pocos son los reportajes que posan su mirada por encima de este nudo. Nosotros, en este reportaje, vamos a tratar de desenredar este nudo gordiano y tratar de ofrecer soluciones desde el punto de vista del negocio y desde el punto de vista del ocio para terminar de una vez por todas con esta enfermedad.

Para lograr nuestro objetivo hemos identificado tres causas fundamentales que explican el crunch: la producci¨®n de videojuegos enfocada al fotorrealismo y las partidas interminables, la imposici¨®n de plazos fijos por agentes ajenos al desarrollo del videojuego y la propia cultura y mentalidad asociada al trabajo de nuestro presente. Para cada uno de estos problemas hemos tratado de aportar distintas soluciones que han aportado distintos miembros de la industria y que han sido, ya, probadas con ¨¦xito.

Producir videojuegos

Dan Houser, uno de los fundadores de Rockstar afirm¨® durante una entrevista a la revista Vulture lo siguiente:

En estas declaraciones podemos observar una clara correlaci¨®n entre el nivel de detalle de producci¨®n de un videojuego y las horas invertidas en ¨¦l. Esta relaci¨®n es evidente y sin embargo es una de las principales causas de la existencia del crunch. M¨¢s a¨²n en este caso donde el detallismo, el fetichismo tecnol¨®gico y la representaci¨®n fotorrealista se han convertido en las se?as de identidad del propio videojuego.

Ante esta situaci¨®n la soluci¨®n es igual de transparente, videojuegos m¨¢s cortos. La duraci¨®n de los t¨ªtulos sigue siendo una de las razones fundamentales para no terminar una partida comenzada de acuerdo a investigaciones realizadas por el medio CNN. T¨ªtulos alejados de las decenas de horas de duraci¨®n se encuentran en el foco medi¨¢tico en la actualidad. ?La calidad sobre la cantidad?, como titula el portal NBC un art¨ªculo dedicado a este tema, deber¨ªa ser un punto de inter¨¦s para los desarrolladores. El tiempo libre del usuario medio de videojuegos, var¨®n entre 21 y 35 a?os, de acuerdo a estad¨ªsticas recientes, se encuentra cada vez m¨¢s restringido por motivos de trabajo y otras ofertas de ocio. Todo ello nos lleva a pensar en esta soluci¨®n como la m¨¢s evidente para tratar de paliar el fen¨®meno del crunch.

La duraci¨®n de los videojuegos para un solo jugador y basados en una trama se alargan artificialmente a trav¨¦s de la creaci¨®n de tramas secundarias, objetivos repetitivos y consecuci¨®n de objetos coleccionables. Los propios desarrolladores son conscientes de este fen¨®meno y se encuentran haciendo verdaderos esfuerzos por mejorar este apartado. Nikolas Kolm, dise?ador de las misiones secundarias de The Witcher III: The Wild Hunt (2016) comentaba lo siguiente en una entrevista al portal Gameinformer acerca de las misiones secundarias:

Sin embargo uno de los apartados m¨¢s criticados del videojuego polaco fue la urgencia que apretaba al jugador para realizar la misi¨®n principal y los constantes est¨ªmulos del mundo creado por CD Projekt RED para explorarlo y disfrutar de las misiones secundarias. Esta tensi¨®n entre urgencia y paciencia es una de los peores lastres del videojuego para un solo jugador enclavados en mundos abiertos. Una cr¨ªtica que se hace mucho m¨¢s evidente en t¨ªtulos como The Elder Scrolls IV: Skyrim (2011) y que compart¨ªan figuras de la talla de Sam Barlow, creador de Her Story (2015), ganador de distintos premios BAFTA y antiguo trabajador de la saga Silent Hill como director de la empresa de desarrollo Climax Studios, en una entrevista a la NBC:

Ejemplos de estas pr¨¢cticas hay muchos y tienen un objetivo evidente, atrapar al jugador en el mundo propuesto durante el m¨¢ximo tiempo posible. Sin embargo, en t¨ªtulos que brillan por su narrativa esta decisi¨®n emborrona la trama. Estudios independientes como Fullbrigth Company han sabido tomar ventaja de esta situaci¨®n y ofrecer obras compactas como Gone Home (2013). Tal y como afirmaba Steve Gaynor, uno de sus responsables en una entrevista ofrecida a NBC:

Una opini¨®n que tambi¨¦n comparte Ian Dallas, director creativo de What reamins of Edith Finch (2017), en la misma entrevista:

Las grandes producciones que duran decenas de horas contienen historias ¨¦picas donde un mundo se derrumba y otro nace necesitan de ingentes cantidades de horas de trabajo. La b¨²squeda de lo espectacular es una norma recurrente dentro del videojuego y la intimidad no tiene apenas lugar en las grandes producciones. Es hora de que esto pueda llegar a cambiar ya que la espectacularidad necesita de largas jornadas de trabajo para darle forma. Y si la ¨¦pica se mantiene como tema dominante entre los grandes videojuegos entonces es hora de modificar otro punto importante, los plazos y las fechas fijas de publicaci¨®n.

Plazos fijos y fallos en la organizaci¨®n

El crunch reaparece como noticia pol¨¦mica cada cierto tiempo. Antes de Red Dead Redemption II hubo otros casos que tambi¨¦n llamaron la atenci¨®n de la comunidad de jugadores. Uno de ellos fue Warhammer 40.000: Inquistor ¨C Martyr (2018). El productor del t¨ªtulo, Zolt¨¢n Pozsonyi, prometi¨® trabajar semanas de 90 horas de trabajo para cumplir con las fechas de publicaci¨®n estimadas. En la carta original que public¨® el responsable del estudio Neocore Games dec¨ªa lo siguiente, tal y como recogi¨® Polygon:

En estas declaraciones podemos observar una clara correlaci¨®n entre las fechas de publicaci¨®n y el esfuerzo necesario para tener una versi¨®n dorada y terminada del t¨ªtulo. Warhammer 40.000: Inquistor ¨C Martyr no ha sido el ¨²nico que ha reproducido este esquema, retraso igual a largas jornadas de trabajo, otros, como BioShock Infinite (2013) tambi¨¦n han ca¨ªdo en el mismo agujero. Ken Levine coment¨® en una entrevista al portal Eurogamer esta situaci¨®n de la siguiente manera:

BioShock Infinite se retras¨® hasta en tres ocasiones y la ¨²ltima lo hizo para pulir detalles y solucionar problemas. Hasta en tres ocasiones el estudio de desarrollo tuvo que seguir trabajando en un t¨ªtulo ya terminado. Esta situaci¨®n cre¨® un ambiente insostenible en la empresa como afirman mucho de los entrevistados para este reportaje de Polygon que narra los ¨²ltimos a?os del estudio:

Las fechas l¨ªmites suponen un problema para el estudio y para los integrantes del equipo. Fuerzan la jornada para conseguir resultados satisfactorios en el menor tiempo posible y generan una cultura de oficina t¨®xica y negativa para el trabajador. Tal y como demuestran distintos reportajes como el publicado por Kotaku sobre la cultura de trabajo de Rockstar que pone de manifiesto, de nuevo, el lazo entre retraso, fechas l¨ªmites y sobreexplotaci¨®n:

Esta decisi¨®n, imponer fechas l¨ªmites, no es responsabilidad, en muchos casos, del estudio de desarrollo sino de la empresa de distribuci¨®n del t¨ªtulo. Algunas, en un nivel m¨¢s humilde, han comenzado a eliminar los plazos para sus estudios de desarrollo, como por ejemplo Devolver. Struthers, uno de los cofundadores de la empresa, afirm¨® en una entrevista ofrecida a Gameindustry lo siguiente:

Struthers apuntaba en la revista PC Gamer en la direcci¨®n de la empresa distribuidora como causante del crunch en las empresas de desarrollo afirmando sin ambages su culpabilidad:

Una opini¨®n compartida por muchos, como por ejemplo Krzysztof Nosek, uno de los responsables de Call of Juarez: The Cartel (2011) que achacaba en una entrevista ofrecida a Gameinformer el fracaso del t¨ªtulo a los l¨ªmites impuestos por la empresa de distribuci¨®n del t¨ªtulo:

La soluci¨®n a este problema resulta sencillo, eliminar los plazos fijos de publicaci¨®n y dotar a los estudios de mayor flexibilidad en los tiempos de desarrollo de sus videojuegos. Esto redundar¨ªa en la calidad del producto final al no tener que acelerar el proceso de producci¨®n, una decisi¨®n que suele arrojar problemas. Algunas, como Devolver, han eliminado esa barrera y otras, como Sony, est¨¢n comenzado a hacerlo con sus estudios de desarrollo interno, como SCE Santa Monica Studio. Todas las producciones nacidas bajo esta estrategia est¨¢n arrojando buenos resultados econ¨®micos y financieros que aseguran la viabilidad de esta decisi¨®n. Sin embargo el retraso de los videojuegos sigue entendi¨¦ndose como un problema por parte de la comunidad y una de las causas del fracaso de muchos videojuegos que acaban por optar por esta decisi¨®n sin tener en cuenta todos los problemas asociados a la postergaci¨®n de la fecha de salida al mercado. Si este elemento no se soluciona, eliminar los plazos fijos y las fechas de publicaci¨®n grabadas en piedra entonces es hora de cambiar nuestra mentalidad ligada al trabajo.

Cultura de trabajo actual

Cuando hablamos de crunch solemos pasar de puntillas por un detalle importante, los trabajadores aceptan estas situaciones voluntariamente. Si bien es cierto que existen presiones, como pod¨ªamos leer en el reportaje de Kotaku sobre la cultura de trabajo de Rockstar, siempre hay una opci¨®n, salir del estudio y buscar otro trabajo. Nadie se encuentra atado por la fuerza al escritorio mientras oye sonar un tambor y alguien, con una m¨¢scara, pasea por las mesas l¨¢tigo en mano. Jennifer Kolbe, directora de publicaciones de Rockstar, afirmaba lo siguiente en el reportaje citado:

Para ella, empe?ar horas de tu vida en el desarrollo de un videojuego es un asunto esencial porque demuestra tu preocupaci¨®n por crear, por ser parte de un estudio de desarrollo importante que se encuentra creando obras consideradas referencias en la industria del videojuego. Las declaraciones recogidas por Polygon en su reportaje sobre los ¨²ltimos a?os de Irrational Games siguen este mismo camino y muchos de los trabajadores afirman sin ambages que, a pesar del clima laboral del estudio, era un privilegio trabajar junto a Ken Levine. De la misma opini¨®n es Harvey Smith, fundador de la empresa responsable de Prey (2017) o la saga Dishonored. Smith confesaba en una entrevista ofrecida a Gameinformer tener opiniones encontradas en cuanto al crunch:

Todas estas declaraciones apuntan en la misma direcci¨®n, cuando amas tu trabajo no trabajas ni un solo d¨ªa. Falta decir que este axioma no suele ser verdadero en un estudio de desarrollo de gran presupuesto donde las tareas est¨¢n muy repartidas y diversificadas. En estudios de gran tama?o la tarea de un trabajador se convierte en repetitiva y puede llegar incluso a alienar. Una antigua trabajadora de Ubisoft afirmaba lo siguiente al respecto en un art¨ªculo titulado ?Por qu¨¦ dej¨¦ mi trabajo so?ado?:

El entusiasmo del trabajador en un estudio de desarrollo de videojuegos es utilizado en su contra para aumentar sus horas de trabajo. Una opini¨®n compartida por Jacek Brzezi?ski, dise?ador, ingeniero y productor de sagas como The Witcher, Hitman o Dying Light o Kate Edwards, directora ejecutiva de la Asociaci¨®n Internacional de Desarrolladores de Videojuegos, afirmaba esta misma idea durante una entrevista a Gameinformer:

Fil¨®sofos como el surcoreano Byung-Chul Han nos advierten de esta situaci¨®n declarando en entrevistas, como en la ofrecida a El Pa¨ªs, que ?ahora uno se explota a s¨ª mismo y cree que est¨¢ realiz¨¢ndose, es la p¨¦rfida l¨®gica del neoliberalismo que culmina en el s¨ªndrome del trabajador quemado?. Un trabajador quemado que hemos podido observar en decenas de testimonios de trabajadores de la industria como, por ejemplo, Amy Hennig, directora de videojuegos como Uncharted 1, 2 y 3, quien afirm¨® en una entrevista a Gameindustry que muchos de los trabajadores de Naughty Dog hab¨ªan tenido que abandonar su trabajo por miedo a perder su salud y vida familiar o los testimonios recogidos por el peri¨®dico The New York Times en un art¨ªculo titulado: ?Los videojuegos est¨¢n destruyendo a la gente que los hace?.

La aceptaci¨®n voluntaria de estas condiciones de trabajo son consecuencia de la presi¨®n de grupo pero tambi¨¦n, como hemos podido observar, por el aprovechamiento econ¨®mico del entusiasmo de los trabajadores. En esta direcci¨®n apunta la intelectual Remedios Zafra en su libro El entusiasmo: Precariedad y trabajo creativo en la era digital (2018, Barcelona). Premiado con el galard¨®n Anagrama de Ensayo Zafra nos hace part¨ªcipes de esta situaci¨®n en las primeras l¨ªneas de la obra parafraseando a Fernando Pessoa:

Trabajar en el desarrollo de un videojuego es un sue?o para muchos, un sue?o en el que est¨¢n dispuestos a sacrificar su tiempo y su salud. Hasta que esta mentalidad no cambie no van a existir cambios en este campo, y cambiar esta situaci¨®n es pr¨¢cticamente imposible en el marco social y econ¨®mico en el que nos encontramos. Adem¨¢s, la reticencia de los trabajadores para formar e integrarse en sindicatos dificulta a¨²n m¨¢s esta situaci¨®n.

Sin embargo est¨¢ demostrado que esta situaci¨®n, cuando se perpet¨²a en el tiempo, resulta negativa para el desarrollo del videojuego. Por la propia eficiencia y recaudaci¨®n del t¨ªtulo el crunch deber¨ªa desaparecer. Alexis Kennedy, CEO de Failbetter y creador del ¨¦xito independiente Sunless Sea (2015) afirmaba en una entrevista a Gameindustry lo siguiente:

Una situaci¨®n que hemos podido comprobar recientemente en la ca¨ªda de Telltale Games narrada con detalle por el portal The Verge. Las malas decisiones laborales y un ambiente t¨®xico de trabajo han destrozado a una empresa ganadora de decenas de premios y considerada un ejemplo para muchos gracias a la calidad de sus primeros t¨ªtulos.

Conclusi¨®n

Resumiendo lo expuesto hasta aqu¨ª, el crunch tiene tres causas fundamentales, la duraci¨®n y el nivel de producci¨®n del videojuego, la falta de organizaci¨®n y las fechas l¨ªmites y una cultura de trabajo que estimula como positivo absoluto las horas invertidas en el trabajo. Las soluciones propuestas por este reportaje son igual de claras, t¨ªtulos m¨¢s cortos, purgados de todo aspecto insustancial y centrados en aquello que quieren contar, eliminar los plazos fijos de publicaci¨®n y dotar de una mayor libertad en los tiempos de desarrollo adem¨¢s de tratar de introducir un cambio en la mentalidad y la cultura de trabajo del empleado medio de las empresas de desarrollo de videojuegos.

A la vez tambi¨¦n est¨¢ en nuestras manos crear un ambiente favorable a las buenas pr¨¢cticas laborales como, por ejemplo, no demonizar los retrasos en las fechas de publicaci¨®n y comprenderlas como algo inherente a todo trabajo amplio con fechas de finalizaci¨®n impuestos, ejercer presi¨®n medi¨¢tica cuando se conozcan estas pr¨¢cticas igual que se realiza cuando ocurren otros hechos desagradables para alguna de las partes de la comunidad de jugadores, si podemos cambiar el final de un videojuego a trav¨¦s de la presi¨®n en redes sociales podemos cambiar las malas pr¨¢cticas laborales y, por ¨²ltimo, contener nuestro consumo de videojuegos y disfrutar de las obras que caen en nuestras manos sin prisas ni empujones por pasar a la siguiente. Nuestro consumo desenfrenado obliga al desarrollo desenfrenado para cubrir nuestra demanda infinita de entretenimiento. Al fin y al cabo todos participamos del videojuego y todos somos responsables de su estado.