Windjammers: cuando los e-sports estaban en recreativas

Corr¨ªa el a?o 1994 cuando en las recreativas de medio mundo llegaba Windjammers, una nueva apuesta de la poderosa SNK para atrapar a los jugadores en algo tan sencillo como habitual en los salones de la ¨¦poca: competir y ganar al que tenemos al lado. Cuando los deportes electr¨®nicos no exist¨ªan, estaba Windjammers en las recreativas. Ahora el juego, uno de los grandes ausentes en los recopilatorios de Neo Geo, ya sean f¨ªsicos, digitales, en forma de Mini o de X Gold, ha vuelto a escena por su aparici¨®n en PS4 y, hace escasos d¨ªas, en Nintendo Switch.

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El uno contra uno de los salones recreativos es algo que se presentaba casi en exclusividad en el g¨¦nero de los juegos de lucha, popularizados por Street Fighter II. Su ¨¦xito lleg¨® acompa?ado de un sinf¨ªn de t¨ªtulos del g¨¦nero con una compa?¨ªa alz¨¢ndose como gran rival de Capcom: SNK. Nombres como Fatal Fury, Art of Fighting o Samurai Shodown solo fueron los primeros pasos de una factor¨ªa de sue?os a los que llegar¨ªa poco despu¨¦s The King of Fighters. Y Windjammers. Un t¨ªtulo deportivo que bajo ese paraguas, se present¨® como un uno contra uno m¨¢s. Como un duelo sin golpes. O casi.

Porque si Windjammers ha conseguido vencer al tiempo, como pasa con los grandes juegos de SNK, es precisamente por su alma competitiva y una f¨®rmula jugable que abraza al g¨¦nero de la lucha: acci¨®n-reacci¨®n, control del espacio, diversidad de disparos y ataques especiales. No es casualidad que sin ser un Fighting Game, tuviera su propio torneo en el pasado EVO 2018.

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Ahora que parece haber una oleada de retornos m¨ªticos, como es el de Street of Rage 4 o la remodelaci¨®n de juegos de anta?o como Toki y Wonder Boy, saber que los cimientos de Windjammers dan para pensar en una secuela es emocionante. Ya tendremos tiempo de hablar de ello, pero parece que nuevos personajes, ataques, partidas dos contra dos y m¨¢s movimientos pueden ser la evoluci¨®n l¨®gica de una f¨®rmula que aunque ha tenido imitadores, nunca han llegado a su nivel general. Y eso es gracias a una jugabilidad de hierro.

Las bases del juego son sencillas. Un campo con un jugador en cada mitad del mismo y un disco que tenemos que hacer llegar a la pared del contrario. Seg¨²n donde metamos el disco, y seg¨²n el escenario, ganaremos 3 o 5 puntos. El primero que llega a 12 gana el set. El que gana dos sets, gana el partido. Y con algo tan sencillo como un bot¨®n para el disparo normal y otro para lanzar un globo. ?S¨®lo eso? Para nada.

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El timing lo es todo en Windjammers. Si lanzamos un disparo justo al recibir el disco, haremos un tiro m¨¢s potente y veloz. Si pulsamos el bot¨®n de disparo justo cuando recibimos el tiro rival, levantaremos el disco y si nos ponemos en posici¨®n, podremos lanzar ataques especiales. A todo esto, como si de un juego de lucha se tratara (?Lo hemos dicho ya, verdad?), podemos lanzar el disco con efecto haciendo movimientos de cuarto de luna o media luna. Y todo ello mientras intentamos adivinar hacia donde va el lanzamiento rival, nos tiramos a ras de suelo para detenerlo e intentamos subir unos metros al l¨ªmite del mapa para detener un ataque especial que en la l¨ªnea de gol nos empujar¨ªa dentro.

Con una IA demencial en dificultades elevadas, las diferencias notorias entre los personajes (tranquilos, Jordi Costa sigue siendo el mejor) y la aleatoriedad de situaciones que propone jugar contra buenos usuarios en l¨ªnea por la cantidad de opciones ofenisvas y defensivas que tenemos, Windjammers acaba siendo un proyecto que mantiene el tipo tantos a?os despu¨¦s. Y con cierto encanto, por ese apartado visual tan curioso, con personajes dignos de un beat¡¯em up luchando en una competici¨®n de lanzarse discos voladores.

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Port con sabor espa?ol

El t¨ªtulo se presenta con todo lo que vimos en su momento en las plataformas de Sony. Eso significa que adem¨¢s de la plantilla original y el exigente modo arcade, con sus escenarios de bonificaci¨®n y dem¨¢s, hay tambi¨¦n un sencillo pero completo elenco de modalidades versus que van desde poder jugar en la misma consola, pasando por hacerlo de manera inal¨¢mbrica (algo que daba algunos problemas solventados v¨ªa parche) o en partidas en l¨ªnea, tanto de manera informal como en enfrentamientos igualados. Aunque en informales no encontramos rivales, s¨ª que en igualadas pudimos jugar partidas sin lag apreciable y sin problemas. El trabajo de los espa?oles Blitworks con el port es m¨¢s que solvente (con algunos bugs que se han arreglado a posteriori v¨ªa parche) y es de agradecer que DotEmu apueste fuerte por uno de los grandes del cat¨¢logo de Neo Geo, que no es poca cosa. Un juego que adem¨¢s encaja perfectamente en el modelo Switch. Dos joy-cons, todo lo necesario para picarte con los amigos.