Texas prohibe abrir el primer prost¨ªbulo de robots sexuales en EEUU por ¡®inmoral¡¯
La compa?¨ªa KinkySdollS puede vender las mu?ecas, pero no permitir que sean ¡®probadas¡¯.

Para muchos el futuro en la industria del Sexo, el concepto futurista de sexbots ha ido visto y tratado en series, films y videojuegos como la extinta Futurama, Guardianes de la Galaxia Vol 2, AI de Steven Spielberg, Detroit Become Human de PS4 o la actual series Westworld de la HBO. Hablamos de robots concebidos para el esparcimiento humano cuya ¨²nica funci¨®n es la de dar placer a sus due?os humanos. Y aunque a¨²n quedan unos cuantos a?os hasta que la rob¨®tica cree ejemplares de apariencia, comportamiento y movimiento humanos, parece claro que acabar¨¢ sucediendo.
Sexo con una m¨¢quina de aspecto humano, ?s¨ª o no?
Sociedades tan ¡®moralistas¡¯ como la americana (que prohiben y condenan mucho m¨¢s el sexo que la violencia) parecen aceptar este tema sin m¨¢s: En una encuesta de 2017 a un total 1.146 estadounidenses adultos, un 49% de estos se?alaron que el sexo con robots ser¨¢ algo habitual dentro de 50 a?os, en el 2067. Pero una cosa es aceptarlo y otra atreverse, y al ser preguntados si se lo montar¨ªan con un sexbot, s¨®lo un 24% de los hombres entrevistados afirmaron que s¨ª, mientras que s¨®lo el 9% de las mujeres dijeron que s¨ª a la misma pregunta.

Dejando aparte el tema de aceptarlo o atreverse, en pa¨ªses con zonas tan ultracat¨®licas como Estados Unidos -el famoso ¡®cintur¨®n b¨ªblico americano¡¯ que ocupa casi 12 Estados y en los que el creacionismo es promovido y se rechazan cosas como la biolog¨ªa evolutiva o la educaci¨®n sexual-, el tema de los Sexbot genera otro debate: ?Es moralmente reprobable el tener sexo con un robot? Pues al parecer en la ciudad de Houston, Texas (situada en pleno cintur¨®n b¨ªblico) s¨ª, porque las autoridades municipales han detenido la construcci¨®n del llamado a ser primer prost¨ªbulo de robots en Estados Unidos.
Una enmienda aprobada a la prisa y corriendo
La compa?¨ªa canadiense KinkySdollS quer¨ªa levantar una tienda en Houston, y lo curioso es que legalmente pod¨ªa hacerlo. Legalmente puede vender sus mu?ecas/os tecnol¨®gicamente superavanzadas, con precios desde los 2 500 a los 10 000 d¨®lares que vale el modelo Premium -que viene con una Inteligencia Artificial con voz y hasta un sistema de ¡®calor corporal¡¯-, lo que no puede hacer KinkySdollS es permitir que los clientes ¡®prueben¡¯ la mercancia. Eso es lo que ha provocado el veto: que la tienda tiene un apartado para ¡®testear¡¯ a fondo los sexbots antes de comprarlos.
Para detener (temporalmente) la construcci¨®n, la administraci¨®n de Houston aprob¨® deprisa y en silencio una enmienda que proh¨ªbe el probar las mu?ecas de la compa?¨ªa canadiense, algo ¡°raro [y] asqueroso¡± para muchos de los ciudadanos de Houston. De hecho, uno de sus habitantes hizo por descontado una menci¨®n a la religi¨®n, ya que ¡°la Biblia dice que un hombre dejar¨¢ a su padre y a su madre para convertirse en uno con su esposa. No dice nada de que un hombre se una a un robot¡°. As¨ª que de momento la construcci¨®n del burdel-bot est¨¢ detenida, y el debate moral establecido, aunque si lo que KinkySdollS buscaba era notoriedad, lo ha conseguido eligiendo uno de los lugares menos adecuados para su tipo de negocio.

Sexbots para dentro de 50 a?os
En la industria del sexo est¨¢n saliendo varias compa?¨ªas que buscan perfeccionar el concepto actual de ¡®mu?eca er¨®tica¡¯. De ah¨ª surgen las FemBot o Gynoid, robots con cuerpos y cabezas de formas femeninas a tama?o real tan hiperrealistas que no les falta ni el pelo ni la vagina seg¨²n los requiera el cliente. Y empresas como RealDoll buscan llevar el concepto de sexbot hasta el extremo y para ello crean cuerpos con articulaciones de acero, esqueletos PVC y ¡®carne¡¯ y piel de silicona, con una cabeza rob¨®tica a la que es posible bajarle una app y que simule distintas personalidades gracias a su Inteligencia Artificial. ?El precio? Pues para gente con recursos, ya que s¨®lo la cabeza puede valer 10.000 euros y a¨²n falta el cuerpo.