Planet Alpha, An¨¢lisis: Un mundo tan bello como peligroso

¡°Si de verdad estamos solos [en el Universo], cu¨¢nto espacio desaprovechado¡±,

del film Contact (1997)

Hay muchos juegos sobre el Espacio. Much¨ªsimos -incluso Call of Duty se fue a pegar tiros l¨¢ser sobre naves en una de sus entregas. Los tenemos de todas clases: simuladores de vida en el espacio; odiseas VR para narrarnos epopeyas reales de la Carrera Espacial; JRPGs siderales; Space Operas m¨¢s grandes que la vida misma. Podemos elegir desde un pionero Metroid a un Mass Effect Andromeda, pasando por un Rogue Galaxy, un Halo, un Xenoblade Chronicles X o un indie (magistral) como Affordable Space Adventures. O despedirnos de la vida en No Man¡¯s Sky -quit¨¦monos el sombrero ante como Hello Games ha corregido y expandido su juego.

Por tanto, juegos sobre el Espacio hay muchos. Juegos que lo reflejen como lo hace Planet Alpha s¨®lo hay uno: el propio Planet Alpha. Y es que os aseguramos una cosa: Este t¨ªtulo visualmente es uno de los espect¨¢culos del a?o.

Ampliar

Houston, estamos solos

Despiertas en un planeta desconocido, pero con un ciclo de d¨ªa-noche que no se detiene; tienes problemas y tu paso es renqueante. Los 5-10 primeros minutos de Planet Alpha son b¨¢sicamente un ¡®Walking simulator¡¯ 2D. Pero uno que nos hace recorrer algunos de los escenarios 2.5D m¨¢s bellamente sobrecogedores y gigantescos en escala que hemos visto en mucho tiempo. A partir de aqu¨ª, la primera hora y pico de las 4-5 que componen la duraci¨®n del juego (hay 8 cap¨ªtulos y hasta coleccionables ocultos) es r¨¢pida, veloz, kin¨¦tica.

Asistimos a un mundo tan coloreado como No Man?s Sky, y tan variado y mort¨ªfero como el Pandora del film Avatar. Corremos, saltamos y movemos objetos para crearnos rutas. Y de repente vienen los dos instantes claves que lo cambian todo: el primer puzzle en el que aprendemos que podemos (a veces) rotar el planeta en que estamos y por tanto traer la noche o el d¨ªa a voluntad; y una invasi¨®n alien¨ªgena con atacantes que parecen sacados de una mezcla de Doctor Who, La Guerra de los Mundos, Beyond Good & Evil y Sky Captain y el Mundo del Ma?ana (bendito pastiche de ciencia ficci¨®n).

En Planet Alpha, un relato por momentos puramente contemplativo, tenemos una mezcla de la jugabilidad sencilla y en constante progreso lateral como la de Limbo, aderezada con una mec¨¢nica de resolver puzzles a lo Braid. La clave del juego no es tanta la dificultad, ni tampoco que el propio gameplay nos lo ponga dif¨ªcil, pues si morimos tenemos un respawn pr¨¢cticamente al lado de donde nos mataron. La clave es su gigantesca capacidad de hipnotismo, que a veces nos pide, nos ruega que dejemos de correr y pulsemos el bot¨®n L1 para andar y admirar todo lo que est¨¢ sucediendo en pantalla. Al igual que Limbo, es un avanzar constante en el que la mayor parte del gameplay se basa en correr, saltar, permanecer agazapados avanzando y esquivar enemigos. Y estas mec¨¢nicas se van encadenando una tras otra logrando momentos muy intensos, aunque en el apartado negativo los checkpoints provocan que Alpha sea a veces m¨¢s paseo que puro desaf¨ªo.

Como el D¨ªa y la Noche

Dada su duraci¨®n y que en el juego van apareciendo nuevas mec¨¢nicas progresivamente hasta casi el final, Planet Alpha tiene una primera parte ¨¢gil que luego se va complicando (agradecidamente) al darle m¨¢s peso al poder de modificar la rotaci¨®n del planeta. ?Para qu¨¦ sirve esto? Para enfrentarnos a puzzles contextuales. Un ejemplo: debemos cruzar una parte del escenario, pero incluso ocult¨¢ndonos -en este juego hay que sobrevivir, no matar- hay unos insectos que ir¨¢n a por nosotros. ?Qu¨¦ hacemos? Como es de noche, hacemos que salga el sol, que se abran unas flores, y los insectos acudir¨¢n a ellas. Resultado: v¨ªa libre.

Ampliar

Una cosa que nos ha gustado es c¨®mo el estudio de Team17 va alternando los tramos. Ahora tenemos uno fren¨¦tico de correr, saltar y escalar como cab****, ahora tenemos uno puramente de infiltraci¨®n y uso de objetos en el contexto, ahora tenemos uno de correr y hacer puzzles, o infiltrarse y hacer puzzles. Lo uno y lo otro se dan la mano y crean partes del juego bien diferentes. Lo malo es que la propia mec¨¢nica de rotaci¨®n del planeta a veces se nota metida con calzador en algunos puzzles y rompe el ritmo, pero no demasiado, aunque es algo que est¨¢ ah¨ª.

¡°?Contemplad mis obras, poderosos, y desesperad!"

La parte del le¨®n sin duda, visualmente Planet Alpha entra por los ojos y es una obra complej¨ªsima. Los desarrolladores juegan con todo lo que el viejo concepto de scroll ¡®Parallax¡¯ les permite, y tenemos escenarios exteriores con una profundidad visual abismal, en el que mires donde mires -el cielo nocturno lleno de estrellas titilantes es perfecto- hay un elemento animado o un detalle. De hecho, a veces el seguir la acci¨®n y a nuestro personaje es lo de menos, la c¨¢mara se deleita en un elemento en primer¨ªsimo plano, o se eleva para que admiremos el escenario mientras el personaje se queda peque?ito -hola, Atomic Runner- bien porque estamos a punto de ser devorados por gusanos gigantes sacados del planeta Arrakis, porque estamos viendo un planetario hologr¨¢fico -en una secuencia cuasi calcada de Prometheus) o porque asistimos a una estampida de dinosaurios extraterrestres.

Uno de los mayores espect¨¢culos 2D que se ver¨¢n en 2018, sin duda, jugando constantemente con los barridos y giros de c¨¢mara para sorprender. Kudos a al dise?o art¨ªstico. Y tambi¨¦n a su BSO, que es f¨¢cil pasarla por alto a veces por no querer destacar demasiado. Es un trabajo puramente electr¨®nico con ecos a las obras de Vangelis, lleno de texturas sonoras cambiantes y un ritmo puls¨¢til que hace lo que debe hacer: potenciar el apartado visual sin destacar pero ayudando a crear esa sensaci¨®n ahora de desconcierto, ahora de tensi¨®n, ahora de descubrimiento.