Tencent, el auge de un coloso

Tencent parece imparable. Su crecimiento econ¨®mico progresaba inc¨®lume a lo largo de los a?os. Hasta 2018. Durante este a?o se ha producido el primer descenso, la primera ca¨ªda de la l¨ªnea azul que marcaba su inclinaci¨®n hacia los noventa grados. Los primeros pasos de la compa?¨ªa fueron de la mano de sus fundadores, Ma Huateng y Zhang Zhidong, en 1998. Los primeros a?os fueron dubitativos, inestables y anclados al lanzamiento de un sistema de mensajer¨ªa en l¨ªnea, OICQ (muy similar al israel¨ª ICQ), para ordenadores. Tres a?os m¨¢s tarde adaptaron ese sistema a la telefon¨ªa m¨®vil y sus beneficios se dispararon, otros tres a?os m¨¢s tarde consiguieron abrir la empresa a la inversi¨®n p¨²blica a trav¨¦s del mercado de valores de Hong Kong.

Antes de fundar Tencent Ma Huateng trabajaba en la investigaci¨®n y el desarrollo del sistema de p¨¢ginas en internet para la compa?¨ªa de telecomunicaciones China Motion Telecom Development Limited. Una empresa que ha sufrido durante los ¨²ltimos a?os una serie de problemas como, por ejemplo, la entrada en prisi¨®n durante 2009 de dos de sus l¨ªderes, Hau Tung Ying y Li Bin, acusados de pr¨¢cticas il¨ªcitas, el cambio de nombre y un cambio de sede.

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Huateng, tras adaptar el servicio de mensajer¨ªa israel¨ª a una versi¨®n china en 1999 consigui¨®, en tan solo un a?o, una base de usuarios estables de m¨¢s de un mill¨®n de ciudadanos chinos. El primer problema fue mantener este crecimiento y ser capaz de ofrecer un servicio estable a la base creciente de usuarios. Para conseguir superar estos dos primeros problemas acudieron a la inversi¨®n privada para intentar cosechar el capital necesario para mantener estable su crecimiento. A su ayuda, y a sus beneficios, acudieron las empresas de inversi¨®n estadounidense IDC y la empresa china Pacific Century CyberWorks, quienes compraron cerca del 40% del total de la empresa. Junto a esta inyecci¨®n de capital Huateng incluy¨® otra caracter¨ªstica, la capacidad de enviar mensajes a tel¨¦fonos m¨®viles. A partir de este momento la empresa se dispar¨®.

La consecuencia l¨®gica de este crecimiento fue la demanda de AOL, empresa propietaria de la licencia del sistema de mensajer¨ªa ICQ israel¨ª, en diciembre del a?o 2000. Ante las evidentes similitudes entre los dos productos Tencent tuvo que desistir en la explotaci¨®n de su producto y darlo por terminado. Aunque pudo salvar algunos restos del naufragio mediante la modificaci¨®n del sistema y el cambio de nombre, de OICQ a QQ. Esta decisi¨®n le sirvi¨® para mantener su servicio de mensajer¨ªa instant¨¢nea que, en 2004, era el m¨¢s amplio y utilizado de toda China. Tambi¨¦n le sirvi¨® para percatarse de la necesidad de diversificar sus productos y durante ese mismo a?o abri¨® una divisi¨®n enfocada al videojuego en l¨ªnea. Sus dos pilares econ¨®micos estaban ya plantados, la mensajer¨ªa y los videojuegos en l¨ªnea. Sin embargo, por el camino de la explosi¨®n, abrieron otros negocios como Paipai.com, un portal de compra y venta destinado a competir con Alibaba por el control del comercio digital chino y, por extensi¨®n, asi¨¢tico.

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Desde 2005 al a?o 2011 la compa?¨ªa sigui¨® creciendo a un ritmo elevado pero fue este a?o, 2011, cuando la compa?¨ªa toc¨® el techo y lo quebr¨® gracias al lanzamiento de la red social WeChat, una aplicaci¨®n que, a los pocos a?os, 2015, era utilizada por el 48% de todos los usuarios de internet. Este crecimiento vino acompa?ado de grandes inversiones como, por ejemplo, la adquisici¨®n parcial en 2011 de la empresa de videojuegos Riot Games por 400 millones de d¨®lares, responsables de League of Legends (2009), uno de los t¨ªtulos m¨¢s consumidos en China con m¨¢s de 111 millones de jugadores en todo el pa¨ªs. Una adquisici¨®n parcial que en 2015 se convirti¨® en total, aunque el precio de esta operaci¨®n nunca lleg¨® a hacerse p¨²blico. Riot Games proporciona a Tencent un producto que aporta magros beneficios y una infraestructura de ligas y torneos dedicados a los eSports considerado uno de los m¨¢s importantes del globo. Otra de las grandes inversiones de Tencent en la industria del videojuego occidental fue la compra parcial, en 2012, de Epic Games, empresa desarrolladora de sagas tan conocidas como Unreal, Gears of War o Fortnite.

Tambi¨¦n incorpor¨® una peque?a parte de las acciones de Activision Blizzard, una de las grandes empresas occidentales de desarrollo y distribuci¨®n de videojuegos con sagas tan populares y lucrativas como Call of Duty, Candy Crush, World of Warcraft, Hearthstone u Overwatch. Dentro de esta decisi¨®n tambi¨¦n se a?ad¨ªa la distribuci¨®n de t¨ªtulos de Activision Blizzard en China como, por ejemplo, el ya citado Call of Duty. La entrada del t¨ªtulo b¨¦lico en China se llev¨® a cabo en 2015 tras un cambio trascendental, el t¨ªtulo pasaba a titularse Call of Duty Online y su acceso era gratuito para poder competir con otros t¨ªtulos similares como Smile Gate¡¯s CrossFire, un videojuego inspirado en Call of Duty que generaba al a?o un beneficio de un bill¨®n estadounidense de d¨®lares. La misma decisi¨®n tom¨® con la distribuci¨®n china de Los Sims a trav¨¦s de la creaci¨®n y distribuci¨®n de EA?s Sim Social en 2012 y Monster Hunter Online. Durante 2016, adquiri¨® parte de la empresa sueca Paradox, una adquisici¨®n que vino acompa?ada del lanzamiento de t¨ªtulos ambientados en el pa¨ªs asi¨¢tico como, por ejemplo, Europa Universalis IV: Mandate of Heaven, Crusader Kings II: Jade Dragon y Hearts of Iron IV: Waking the Tiger. Todos estos lanzamientos, adquisiciones y publicaci¨®n romp¨ªan el f¨¦rreo control estatal sobre la industria del videojuego. El gobierno chino hab¨ªa llegado a prohibir la comercializaci¨®n en su pa¨ªs del videojuego Hearts of Iron y, sin embargo, ahora estimulaba y permit¨ªa la compra del estudio. Este es un ejemplo de c¨®mo empresas como Tencent han cambiado la forma de operar en China, tal y como afirma el periodista Edward Tse en su libro China¡¯s Disruptors: How Alibaba, Xiaomi, Tencent, and Other Companies are Changing the Rules of Business.

Tencent invirti¨® tambi¨¦n en la industria asi¨¢tica del videojuego. Durante el a?o 2014 adquiri¨® el 28% de las acciones de la empresa surcoreana CJ Games. CJ Games es una empresa dedicada al desarrollo y publicaci¨®n de videojuegos para tel¨¦fonos m¨®viles y responsable de t¨ªtulos como Uncharted Waters Online, una conocida franquicia asi¨¢tica, Arcane Saga Online o Monarch. En el trato tambi¨¦n se incluy¨® la adquisici¨®n de Netmarble dedicada a la distribuci¨®n de videojuegos en Asia con unas cifras que alcanzan los 3.000 empleados, 120 sedes en diferentes pa¨ªses y unas ganancias anuales de 900 millones de d¨®lares en 2015. Todas estas cifras apoyadas por la posesi¨®n de licencias tan conocidas como Lineage 2: Revolution, MARVEL Future Fight o Star Wars: Force Arena.

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La deriva de la compa?¨ªa hacia la telefon¨ªa m¨®vil es evidente. En el a?o 2016 aumentaron esta parcela de su empresa mediante la compra del 86% de las acciones de Supercell, empresa responsable de t¨ªtulos tan lucrativos como Clash of Clans o Clash Royale, por 7.600 millones de d¨®lares. Una compra que viene avalada por la inmensa capacidad de recaudaci¨®n de ambos t¨ªtulos, quienes en la plataforma Apple son capaces de recaudar 750.000 y 385.000 d¨®lares diarios cosechando, en 2017, unos beneficios de 2 billones estadounidenses de d¨®lares anuales.

Durante 2015, 2016 y 2017 Tencent adquiri¨® acciones de otras empresas dedicadas a los videojuegos para tel¨¦fonos m¨®viles como Robot Entertainment, responsables de Orc Must Die!, Miniclip, una empresa de desarrollo de t¨ªtulos para m¨®vil con base en Suiza, Portugal, Gran Breta?a e Italia, GluMobile, responsables del ¨¦xito Kim Kardashian: Hollywood.

Todas estas inversiones llegaron a su destino definitivo en 2017 cuando Tencent anunci¨® la creaci¨®n de WeGame. WeGame es una plataforma interna, ligada a WeChat, que trata de competir con Steam a trav¨¦s de la creaci¨®n de un ecosistema completo para el jugador que incluya la compra de t¨ªtulos pero tambi¨¦n todos los servicios ligados a este, como la retransmisi¨®n de eventos, la posibilidad de jugar en l¨ªnea, la compra de contenidos, lectura de informaci¨®n sobre el medio, etc. Una apuesta que la empresa va a tratar de exportar fuera de China. Sin embargo, antes de lanzarse al extranjero debe lidiar con su principal problema, su falta de cat¨¢logo ya que WeGame tan solo cuenta con 220 t¨ªtulos en haber, una cifra que es el resultado de la censura del gobierno asi¨¢tico. De hecho, es esta censura la que ha erosionado la fortuna de la empresa debido a la demora del gobierno en aceptar, o rechazar, las licencias adquiridas por Tencent provocando unas p¨¦rdidas de 15 mil millones de d¨®lares.

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Otra de las grandes decisiones de la empresa durante 2017 fue el desarrollo de un plan para crear el primer parque tem¨¢tico dedicado por completo a los deportes electr¨®nicos en la ciudad china de Wuhu. Su intenci¨®n no es ¨²nicamente crear un parque tem¨¢tico sino desarrollar todo un centro cultural, educativo, deportivo y did¨¢ctico sobre el deporte electr¨®nico que pueda, tambi¨¦n, servir de centro para las distintas competiciones asociadas a dicha disciplina.

Los deportes electr¨®nicos, desde la compra de Riot Games, han sido una prioridad para Tencent que se vio reafirmada en 2017 con la compra de los derechos exclusivos del videojuego Playerunknown's Battlegrounds, t¨ªtulo que, al igual que el resto, ha sido adaptado al mercado chino mediante su ejecuci¨®n en tel¨¦fonos m¨®viles.

Durante estos primeros a?os de la segunda d¨¦cada del siglo XXI Tencent sigui¨® invirtiendo en un buen n¨²mero de empresas y negocios como, por ejemplo, el buscador chino Sogou.com, la empresa de almacenamiento y log¨ªstica China South Holdings Ltd para impulsar el comercio electr¨®nico de la firma acompa?ada de otra inversi¨®n en el portal JD.com, otro portal de venta electr¨®nica y consolidar su oferta ante la competencia ejercida por Alibaba. Para contrarrestar la posici¨®n de su competidor Tencent sigui¨® invirtiendo en otras empresas como 58.com, otro portal de ventas electr¨®nicas chino. Adem¨¢s de todas decisiones constre?idas a su lid con Alibaba Tencent invirti¨® en otros sectores como el multimedia, obteniendo los derechos de emisi¨®n de HBO en China, detenidos por el gobierno asi¨¢tico tras los comentarios de John Oliver sobre el presidente Xi Jinping, o la loter¨ªa electr¨®nica junto a otros negocios como el 5% de Tesla, la distribuci¨®n de c¨®mics chinos en Estados Unidos, el m¨¢rquetin digital de la mano de cosm¨¦ticos L?Oreal, la producci¨®n y distribuci¨®n de contenidos audiovisuales, la inversi¨®n en productos y tiendas de Lego para ni?os en China, la compra de parte de la empresa Wanda Commercial o la entrada de Carrefour en China.

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Pese a todas estas inversiones y decisiones comerciales que han llevado al gigante asi¨¢tico desde el punto A, copiar un sistema de mensajer¨ªa israel¨ª, al punto B, ser la empresa tecnol¨®gica m¨¢s grande Asia, el principal pilar de su fortuna sigue siendo el mismo, la red social WeChat. La excepcionalidad de esta red social es la capacidad de englobar todas las redes sociales en una sola plataforma. La evoluci¨®n de este programa ha ido pasando de sistema de mensajer¨ªa a red social a un h¨ªbrido capaz de englobar todas las operaciones que realizamos diariamente en internet, comunicarnos entre nosotros, subir fotograf¨ªas, compartir art¨ªculos, noticias, canciones, etc., jugar a videojuegos, operar en la banca o realizar cualquier compra o venta a trav¨¦s de plataformas digitales.

Vendr¨ªa a ser una suma de WhatsApp, Tinder, Slack, PayPal, Facebook, Uber, Twitter, correo electr¨®nico, Amazon, YouTube, Netflix, Twitch y Steam. Un gigante de la comunicaci¨®n que ha cosechado unas cifras de recaudaci¨®n impresionantes, m¨¢s de 770 millones de usuarios, y logrado alzar a Tencent como la empresa tecnol¨®gica m¨¢s importante de Asia y la quinta a nivel global con un valor en bolsa de 570.000 millones de d¨®lares. Una aplicaci¨®n que dentro de poco no tendr¨¢ ¨²nicamente intenciones comerciales sino tambi¨¦n administrativas ya que, dentro de los planes del gobierno y de Tencent, se encuentra la elaboraci¨®n de una identificaci¨®n digital ciudadana que emplee la red social WeChat como plataforma.

Tencent ha provocado un se¨ªsmo en el sistema financiero chino debido a su car¨¢cter privado frente al resto de grandes corporaciones, propiedad, al menos en un 51%, del Estado. De hecho, de acuerdo a Edward Tse, estas grandes empresas estatales se encuentran en franca decadencia frente a las nuevas compa?¨ªas tecnol¨®gicas como Alibaba, Xiaomi o la propia Tencent. C¨®mo ya hemos podido comprobar Tencent mantiene lazos con el gobierno, positivos, a trav¨¦s de la elaboraci¨®n de un sistema digital de ciudadan¨ªa, la estimulaci¨®n del comercio electr¨®nico y el sector privado, y negativos, la dificultad y las trabas del gobierno para aceptar licencias extranjeras (una decisi¨®n que tambi¨¦n ha beneficiado a Tencent al eliminar la competencia for¨¢nea de empresas niponas como Sony o Nintendo) o la acusaci¨®n por parte del gobierno de fomentar la ludopat¨ªa entre los j¨®venes mediante el uso del videojuego Honour of Kings.

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No podemos olvidar que la ludopat¨ªa es uno de los grandes problemas del gigante asi¨¢tico y para intentar limitar este problema Tencent ha impuesto a sus videojuegos una limitaci¨®n de una hora al d¨ªa para los menores de edad. Otra de las grandes pol¨¦micas de Tencent en relaci¨®n al gobierno de China es la acusaci¨®n de espionaje y censura ciudadana sufrida durante este mismo a?o. No es ning¨²n secreto que Tencent comparte los datos de los usuarios con el gobierno. Una caracter¨ªstica de la plataforma que le vali¨®, en 2016, la calificaci¨®n de la empresa que menos protege la informaci¨®n de sus usuarios por Amnist¨ªa Internacional. Una caracter¨ªstica que viene definida por la propia esencia de la corporaci¨®n privada en China, donde las caracter¨ªsticas de estas no se encuentran especialmente definidas, de acuerdo al libro de Tse.

Toda esta informaci¨®n, datos y enlaces es un peque?o aperitivo. Buscar informaci¨®n sobre Tencent es una obra tit¨¢nica que nos devuelve la piedra una y otra vez nada m¨¢s entrar en un nuevo portal. Tencent se ha convertido en un verdadero gigante dentro de un pa¨ªs herm¨¦tico que, poco a poco y a trav¨¦s de sus empresas tecnolog¨ªas, se est¨¢ abierto al mundo del libre mercado. De todos modos la evoluci¨®n de la empresa ha resultado espectacular. Desde su creaci¨®n, en 1999, y su lanzamiento a bolsa, 2004, tan solo concurrieron cinco a?os y ya su fortuna era inmensa. Pasados 19 a?os su fortuna es incontable. La empresa con la red social m¨¢s lucrativa del pa¨ªs m¨¢s numeroso del mundo. La primera distribuidora de videojuegos en l¨ªnea del planeta. Un pulpo cuyas extremidades se posan en grandes empresas como Spotify, Tesla, Activison Blizzard, Ubisoft, etc, etc. Un gigante que ha modificado por completo grandes licencias y que promete cambiar la forma en la que entendemos el videojuego. Su visi¨®n ya est¨¢ siendo exportada al exterior, t¨ªtulos cuyo acceso sea gratuito, con apartados audiovisuales limitados, cuya progresi¨®n se base en la rutina y el micropago junto a una absoluta preferencia por los sistemas m¨®viles con ejemplos, tan evidentes, como la publicaci¨®n y distribuci¨®n del ¨¦xito Fornite en China bajo sistemas Android.