Madden NFL 19, An¨¢lisis

No es casualidad que la franquicia m¨¢s longeva de entre todas las deportivas de Electronic Arts sea tambi¨¦n la m¨¢s constante en cuanto a calidad, y es que desde 1988, Madden NFL ha visto entregas mejores o peores, pero apenas ha sufrido altibajos. Viniendo estas segundas de lo que probablemente es un paso al que hay que aclimatarse, como es un salto generacional, la realidad es que EA Tiburon siempre acaba cogiendo el ritmo del hardware con el que trabaja y ofreciendo la entrega definitiva al cabo del tiempo, y eso es precisamente lo que ha ocurrido con Madden NFL 19, probablemente, la mejor en a?os.

Un cambio de motor gr¨¢fico puede ser uno de esos momentos que suponen un punto de inflexi¨®n en una franquicia, normalmente para bien, y cuando EA decidi¨® desechar el Ignite -destinado a soportar todos los juegos deportivos del gigante canadiense- en favor del Frostbite, la bestia creada por los suecos de DICE, desde FIFA hasta Madden, pasando por NHL y NBA tuvieron que aclimatarse. Una vez dado este paso, lo m¨¢s complicado seguramente sea desarrollar un sistema de f¨ªsicas y colisiones cre¨ªble y fluido, algo adem¨¢s especialmente importante en el deporte que nos ocupa, y as¨ª, en Madden NFL 19 podemos disfrutar del que tal vez sea el mejor que hayamos visto nunca en un videojuego deportivo. Esto no es ¨®bice para que en ocasiones seamos testigos de alguna incongruencia, como brazos o piernas que traspasan jugadores o que simplemente, tienen una forma ¡°antinatural¡± de doblarse, pero estas ocasiones son aquellas en las que la jugada ha llegado a su fin tras una cantidad importante de bloqueos y jugadores envueltos en ella.

El paso m¨¢s grande hacia el realismo hasta ahora

Gr¨¢ficamente el juego da un salto de calidad notable, tanto, que es dif¨ªcil pensar que ya le quede a¨²n margen de mejora en esta misma generaci¨®n. El reflejo de la iluminaci¨®n en los cascos es asombrosa, m¨¢s a¨²n en el caso de la artificial procedente de los focos que en la natural que llega del sol, y los efectos de nieve en estadios en los que suele hacer acto de presencia, como el Lambeau Filed de los Packers, son sencillamente geniales, pero esto quedar¨ªa en agua de borrajas si no fuera por una fluidez y movimiento de los jugadores a la altura. Afortunadamente, est¨¢n presentes.

Ampliar

En entregas anteriores y en las dificultades m¨¢s altas -All Pro y sobre todo, All Madden-, la recepci¨®n del jugador sol¨ªa significar el final de la jugada, haciendo adem¨¢s la precisi¨®n de la defensa una misi¨®n casi imposible el ganar esas yardas extra necesarias para anotar o conseguir un primer down. Esta vez, el sistema Real Player Motion y Locomotion cambian eso por completo, y vienen a ofrecer no solo un control completo del jugador a quien est¨¢ al mando, sino tambi¨¦n una manera cre¨ªble de c¨®mo se mueve cada uno seg¨²n su posici¨®n y f¨ªsico. No tiene la misma rapidez un wide receiver que un tight end, y de hecho, no se mover¨¢n igual Antonio Brown u Odell Beckham Jr., poseyendo cada uno de ellos una gran variedad de movimientos entre jukes, reversos, etc. que dan la posibilidad, hasta ahora casi in¨¦dita, de tener un control absoluto y ser part¨ªcipe de jugadas m¨¢s all¨¢ de la recepci¨®n. Pero no solo cambia el juego de pase¡­

Madden NFL 19 es un juego de menor ritmo que sus predecesores, y eso afecta tambi¨¦n al juego de carrera. Los mencionados sistemas funcionan tambi¨¦n en este aspecto del juego, y eso conlleva dos consecuencias: la primera de ellas es, al igual que en los casos anteriores, una sensaci¨®n magn¨ªfica a la hora de controlar al running back, mientras que la otra es a¨²n mejor, y es la necesidad de buscar huecos en la defensa. A su vez, esto hace que la l¨ªnea de ataque juegue un papel m¨¢s importante que nunca, y es que no es conveniente tomar el control del RB y correr hacia delante como si no hubiera ma?ana confiando bien en su fuerza para romper placajes o bien en su rapidez para evadirlos. No, cuando se da el hand off con el quarterback hay que parar un segundo, mirar los bloqueos, buscar esos espacios .y aprovecharlos. La consecuencia no es sino mayor realismo, algo bienvenido, por supuesto.

Y a la hora de defender, nos encontramos tambi¨¦n con cambios, sobre todo, a la hora de romper los bloqueos con la l¨ªnea defensiva. Ahora es posible hacerlo bien con finesse moves -algo as¨ª como movimientos estilosos- o a base de fuerza bruta, con el detalle de que en cada momento se nos indicar¨¢ con el icono correspondiente directamente con qu¨¦ bot¨®n hacerlo. Todo un detalle, ya que en el fragor del juego no siempre es posible saber a qui¨¦n estamos controlando, y es m¨¢s, podemos saberlo pero no qu¨¦ estilo de jugador es.

Ampliar

Todo esto es harto importante, porque al fin y al cabo, no hace sino hacerse ¨¦nfasis en que cada jugador es diferente. La posici¨®n, el f¨ªsico¡­ Todo cuenta, e incluso los m¨¢s populares tienen sus propios movimientos personales e intransferibles.

?La mejor oferta de modos hasta la fecha?

Si hablamos de Madden NFL, probablemente s¨ª, y eso que el cambio de Longshot Homecoming no gustar¨¢ a todo el mundo. El ¡°estilo Telltale¡± de la pasada entrega deja paso a uno m¨¢s centrado a¨²n en la narrativa y menos en las decisiones, ya que solo hay que tomar una en di¨¢logo y es totalmente irrelevante. Esta vez el protagonista casi absoluto es Colt Cruise, que esperando una llamada de la NFL lo que recibe es otra sorpresa menos agradable a la que con el tiempo terminar¨¢ acogiendo, y que, ya habitando en su pueblo natal de Mathis, es testigo de algunos acontecimientos que amenazan con acabar con el football en la peque?a localidad tejana. Por su parte, Devon Wade disfruta de su gran oportunidad en la NFL con los Dallas Cowboys, haciendo apariciones fugaces y a nivel argumental, tambi¨¦n irrelevantes.

Ampliar

En general, la historia de Longshot Homecoming es casi de pel¨ªcula de Disney, pr?acticamente sin ¨¢pice de dramatismo, pero resulta ser el mejor tutorial posible para el jugador nuevo. Sobre todo las escenas protagonizadas por Wade, nos ponen en situaciones reales de partido acompa?adas de mensajes de ayuda para comenzar a comprender las muchas vicisitudes de este deporte, pero incomprensiblemente los fallos o los aciertos apenas tienen consecuencias en la historia. Esto consigue que s¨ª, los nuevos lo agradezcan, pero para los jugadores veteranos, Longshot es una experiencia que, a no ser que disfruten con su historia, les resultar¨¢ totalmente anodina.

Pero si hablamos de MUT -Madden Ultimate Team- tenemos que cambiar el tono radicalmente, y hacerlo para hablar de una cantidad de contenido realmente ingente, y con un sistema de recompensas, y esto es dif¨ªcil de encontrar, generoso con el jugador. No habremos jugado ninguna cantidad de horas salvaje cuando ya podremos contar en nuestro equipo con leyendas de la talla de Ray Lewis, Brian Urlacher o Dan Marino, y los Solo Challenges -peque?os desaf¨ªos- nos sirven a la perfeccci¨®n como primera toma de contacto con este modo que sin lugar a dudas, nos robar¨¢ mucho tiempo si Madden NFL va a ser uno de nuestros juegos de cabecera en los pr¨®ximos meses.

Contamos con un total de 83 desaf¨ªos iniciales, basados en cada equipo de la NFL, a los que se van a?adiendo, seg¨²n los vayamos desbloqueando, otros con jugadores legendarios como protagonistas, o bien, tengamos un equipo suficientemente competente para enfrentarnos a ellos. As¨ª, Ricky Williams, Terrell Owens o el fallecido Sean Taylor, protagonizan m¨¢s pruebas que superar, y a las que hay que sumar tambi¨¦n las Solo Battles. Estas no son sino partidos frente a equipos MUT de otros jugadores de Madden y otros famosos -algunos incluso de jugadores reales de la NFL- aunque controlados por la IA, y donde obviamente, vamos a encontrar las mejores recompensas, al ser tambi¨¦n los m¨¢s exigentes.

Ampliar

Y dicho esto, la gesti¨®n de nuestro equipo se basa en un sistema de qu¨ªmica que recompensa la presencia de varios jugadores del mismo equipo, con lo que muchas veces sacrificaremos a uno de un mayor rating por otro que haga que esa qu¨ªmica mejore. Sin embargo, una de las mayores preocupaciones en MUT, como suele ser habitual, es hasta qu¨¦ punto es necesario comprar sobres con dinero real para mejorar nuestro equipo, y la respuesta es sencilla: todo depende de la paciencia del jugador. Como dec¨ªamos antes, es posible conseguir muy buenos jugadores a las pocas horas de juego, pero si queremos que nuestro plantel mejore r¨¢pidamente entonces s¨ª, habr¨¢ que tirar de tarjeta de d¨¦bito. A¨²n con todo, no se siente como un sistema abusivo ni intrusivo, y en nuestra opini¨®n, no enturbia en absoluto un modo de juego que har¨¢ disfrutar por igual -y es algo muy complicado de conseguir- tanto a los jugadores que prefieren desaf¨ªos offline como a los que gustan de batirse el cobre en el online.

Y claro, tambi¨¦n merece un aparte el modo Franchise, ese en el que tomamos el control de una franquicia de la NFL y gestionamos cada uno de los pasos que marcar¨¢n su presente y su futuro. El football tiene una peculiaridad que hace de este modo uno de los m¨¢s atractivos del panorama del videojuego deportivo, y es que la temporada regular tan solo consta de 16 partidos, m¨¢s los -como m¨¢ximo- 4 encuentros de playoff, lo que hace que la postemporada se sienta como algo cercano y de disfrute m¨¢s habitual sobre todo si queremos el m¨¢ximo control y jugar todos y cada uno de esos partidos. Es algo que no ocurre en otros deportes como el baloncesto o el b¨¦isbol, con temporadas regulares de 82 y 162 partidos respectivamente.

Dicho esto, la principal novedad la encontramos en el sistema de progreso de los jugadores. Ya sabemos que tras cada partido podemos asignar los puntos de habilidad obtenidos para su mejora seg¨²n su actuaci¨®n, pero ya no podemos asignarlos en par¨¢metros concretos. En su lugar, ahora cada jugador tiene su propio arquetipo y esos puntos ser¨¢n aplicados a todos los arquetipos posibles, aunque siempre es aconsejable, claro, mejorar al que ya pertenece dicho jugador. Esto es importante porque estos arquetipos se acoplan a nuestro sistema de juego elegido, siendo algunos m¨¢s efectivos que otros, y haciendo que haya que tomar decisiones en base a ello. Al fin y al cabo, nuestro quarterback tal vez nunca pueda amoldarse a nuestro estilo si es de uno muy opuesto y puede que prefiramos directamente traspasarlo¡­ Puede ser este un cambio que no guste a todo el mundo, ya que es bastante m¨¢s r¨ªgido que simplemente elegir las habilidades concretas en las que invertir esos puntos de experiencia.

Ampliar

Otra de las decisiones que marcan sobre todo el futuro del equipo es el draft, ahora m¨¢s atractivo visualmente, algo que se agradece debido a la gran cantidad de rondas que hay que superar. Pero sobre todo, la gran novedad en este sentido es la posibilidad de editar la generaci¨®n de jugadores que se presentan a ser seleccionables, y que lo dotar¨¢ sin lugar a dudas de mayor realismo, y con lo que no cabe duda que veremos arduos trabajos de la comunidad a la hora de editar decenas de jugadores universitarios y de high school.