As¨ª manipulan algunos medios ingleses las noticias sobre videojuegos

La informaci¨®n sensacionalista sobre videojuegos es algo que ha acompa?ado al ocio interactivo desde su popularizaci¨®n a finales de los a?os 80. Pero mientras que casos como ¡°el asesino de la katana¡± son cada vez menos comunes (medios impresos y audiovisuales culpaban del crimen a Final Fantasy 7), en los ¨²ltimos a?os estamos viendo c¨®mo la prensa aprovecha el ¨¦xito de juegos que llegan a una gran parte de la poblaci¨®n para publicar historias amarillistas sobre ellos. Pas¨® con World of Warcraft, ocurri¨® hace un par de a?os con Pok¨¦mon GO, y est¨¢ volviendo a ocurrir con Fortnite. El diario sensacionalista ingl¨¦s Daily Mirror tiene en la portada de este martes 31 de julio un art¨ªculo titulado ¡°Fortnite made me a suicidal drug addict¡± (en espa?ol, Fortnite me hizo un suicida adicto a las drogas).

El subt¨ªtulo de dicha pieza, publicada en uno de los diarios con mayor alcance en Gran Breta?a, reza as¨ª: ¡°Padre salva a su hijo, de 17 [a?os], de la muerte despu¨¦s de ser atrapado por un videojuego¡±. El art¨ªculo contin¨²a en su cabecera: ¡°Chico, de 17 a?os, dice que el juego de ¨¦xito ¡°que te atrapa¡± lo convirti¨® en un adicto a las drogas endeudado ¨C y encuentra ¡°terror¨ªfico¡± que ni?os j¨®venes est¨¦n jug¨¢ndolo¡±.

El sensacionalismo vende entre aquellos que no conocen de lo que se est¨¢ hablando, ya se trate de un art¨ªculo cient¨ªfico (todos los d¨ªas vemos decenas de art¨ªculos que alertan sobre la ¨²ltima cura milagrosa del c¨¢ncer), de un texto pol¨ªtico (no hace falta poner ejemplos, basta con que abr¨¢is Twitter) o de una historia cultural, ya se trate de una pel¨ªcula (?cu¨¢ntos art¨ªculos amarillistas se escribieron sobre Nymphomaniac, de Lars Von Trier?) o un videojuego.

Al hilo del mencionado art¨ªculo del Daily Mirror, Chris Bratt, presentador de People Make Games, ha explicado c¨®mo el autor de la historia, Matthew Barbour, manipula sus art¨ªculos, poniendo como ejemplo un texto sobre Pok¨¦mon GO que el periodista freelance (aut¨®nomo) estaba haciendo cuanto tuvo lugar el boom de Pok¨¦mon GO.

¡°Hace dos a?os, cuando Pok¨¦mon Go era el juego del momento, ¨¦l [Barbour] envi¨® este correo electr¨®nico masivo a trav¨¦s de ResponseSource [una herramienta para poner en contacto a empresas con periodistas], preguntando por cualquiera que describiera sus ¡®efectos negativos potenciales¡¯ a cambio de 100 libras. Incluso sugiere algunos problemas sobre los que podr¨ªa hablar¡±, dice Bratt en un tuit donde adjunta la captura de pantalla del email.

Ese correo electr¨®nico es el ejemplo claro que demuestra el amarillismo, y la falta de profesionalidad, de art¨ªculos de este tipo. No se puede pagar por una informaci¨®n. Si ofreces una recompensa econ¨®mica a cambio de una declaraci¨®n, habr¨¢ personas que se inventar¨¢n datos, situaciones y problemas para ser remunerados. En el email, Barbour menciona algunos de los problemas sobre los que le gustar¨ªa hablar en la historia: ¡°quiz¨¢ [Pok¨¦mon GO] le est¨¦ afectando el sue?o, sus relaciones, su trabajo [¡­]¡±. El periodista tiene una preconcepci¨®n sobre algo que a¨²n est¨¢ investigando porque lo que est¨¢ buscando no son los posibles efectos positivos o negativos de una tendencia cultural, sino declaraciones alarmantes que puedan vender peri¨®dicos o recibir muchos clics.

Ante esta situaci¨®n, Bratt le sigui¨® el juego, invent¨¢ndose ¡°la historia m¨¢s rid¨ªcula que pude gestionar¡±. Se invent¨® que su mujer, ficticia, conoci¨® a un chico en la oficina con el que, junto al gato de la oficina, capturaban Pok¨¦mon. ¡°El siguiente d¨ªa me llam¨® por tel¨¦fono para una entrevista [¡­]. Comenz¨® la llamada diciendo que, aunque se dio cuenta de que ciertas partes de mi historia hab¨ªan sido adornadas, no importaba, la escribir¨ªa de todos modos¡±.

Es decir, para conseguir la historia sensacionalista, el periodista escribir¨ªa aquella historia sobre la pareja rota por ¡°culpa¡± de Pok¨¦mon Go sin contrastar la informaci¨®n, solo por los datos que le llegaron por correo electr¨®nico y con una sola llamada telef¨®nica. Al final, no se public¨® porque Barbour quer¨ªa una cita de Jessie, la mujer ficticia que Bratt se hab¨ªa inventado. Adem¨¢s, el autor del texto pretend¨ªa que, para hacer el art¨ªculo m¨¢s ¡°jugoso¡±, seg¨²n Bratt, la pareja podr¨ªa decir que hab¨ªan roto a causa del juego de Niantic.

Este es solo uno de los casos de c¨®mo se hacen estos art¨ªculos sensacionalistas sobre videojuegos que acaban alertando a padres, instituciones acad¨¦micas, gobiernos e incluso a otros periodistas. Es raro que algo as¨ª salga a la luz, pero sirva de ejemplo de c¨®mo se construyen estas historias.