Jonathan Blow: Programaci¨®n como arte, sus nuevos juegos y Lynch

Puede que saliera de la nada, o al menos, de fuera del foco de la prensa y los jugadores, pero Jonathan Blow cambi¨® la industria del videojuego, y reaviv¨® el longevo debate sobre si este medio es arte - algo que ¨¦l mismo demostr¨® cierto. En el verano de 2008 llegaba a Xbox Live Arcade Braid, un t¨ªtulo original, innovador, con mimo y pasi¨®n puestos en cada uno de sus apartados y que nos hizo ver que hab¨ªa m¨¢s de lo que las grandes marcas, esas EA, Activision o Ubisoft, nos ven¨ªan vendiendo; y adem¨¢s, que ese juego, hecho por un equipo peque?o, pod¨ªa venderse a trav¨¦s de una tienda digital y triunfar en la cr¨ªtica y la audiencia.

Pero a pesar del hito, Blow sigue siendo un programador - con formaci¨®n en escritura creativa - de 46 a?os que se muestra t¨ªmido, que habla bajito y al que, aunque de la impresi¨®n de que haya que arrancarle las palabras de la boca, en cuanto le preguntas de los temas que le apasionan arranca un discurso dubitativo que no cesa.

Con el autor de uno de los hitos del dise?o de videojuegos, The Witness, hemos tenido la oportunidad de tener una charla breve pero intensa en Gamelab, Barcelona, en la que hemos hablado de sus pr¨®ximos juegos (s¨ª, en plural), de las posibilidades art¨ªsticas de transmitir mensajes personales cuando creas un juego en un gran estudio, sobre la programaci¨®n puede ser pol¨ªtica, racista o feminista; y de la influencia que en ¨¦l tiene un creativo del audiovisual con el que comparte filosof¨ªas y ganas de revoluci¨®n, David Lynch.

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La (im)posibilidad de crear juegos art¨ªsticos AAA

Jonathan Blow no siempre ha trabajado en estudios peque?os. Su carrera quiz¨¢ no fue muy fruct¨ªfera - aunque sus conocimientos lo llevaran a crear el Taller de Gameplay Experimental en la GDC. Tras alg¨²n juego que no se lleg¨® a realizar, Blow trabaj¨® con empresas como Ion Storm (Deus Ex, Daikatana) e IBM, donde hizo una demo t¨¦cnica para demostrar la potencia bruta del chip Cell de PlayStation 3.

A partir de ah¨ª, ha realizado largos desarrollos con un peque?o n¨²mero de compa?eros, algo que ha contribuido a que la visi¨®n inicial de los juegos, sus pensamientos y sus virtudes y man¨ªas se vean reflejados en el producto final. Algo que, seg¨²n el director creativo y programador, ser¨ªa complicado replicar en un gran estudio, es decir, en los juegos AAA.

¡°Depende, depende de lo que quieres decir, o digamos, depende de lo que se quiera conseguir en el juego¡±, nos responde al preguntarle sobre la posibilidad de mantener el mensaje art¨ªstico y la identidad del autor en un gran desarrollo. ¡°Antes con Braid ¨¦ramos muy pocos, yo era la ¨²nica persona que trabajaba a tiempo completo en Braid. Hab¨ªa otra persona, David, que estaba casi a tiempo completo, y despu¨¦s otras personas que iban haciendo peque?os trabajos. Pero con ese trabajo en un equipo peque?o pudimos crear un juego que tiene una gran coherencia¡±.

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Sin embargo, su intenci¨®n de mantener su se?a de identidad choca con su mayor ambici¨®n para sus pr¨®ximos proyectos, que ha hecho que el equipo, Thekla, Inc., crezca en tama?o: ¡°No estaba seguro de poder hacerlo as¨ª con The Witness, sobre todo cuando me di cuenta de que necesit¨¢bamos un equipo m¨¢s grande. Pero creo que lo conseguimos. Conseguimos crear un juego bueno. Ahora el equipo es m¨¢s grande que el que ten¨ªamos con The Witness, de unas 30 personas. Ahora ya estamos bien, y no quiero crear una gran empresa. No tengo prisa por crecer mucho, aunque creo que llegar¨¢ un momento, cuando el equipo sea lo bastante grande¡­ Entonces hablamos de un producto diferente, y entonces creo que es importante encontrar ese tama?o apropiado que nos vaya bien¡±.

Dos nuevos juegos, uno de ellos de puzzles

En Braid, las plataformas se mezclan con los puzzles; el retroceso en el tiempo, que altera algunos de los elementos de los escenarios pero no otros, implica usar la materia gris para conseguir avanzar. A¨²n m¨¢s pronunciado es en The Witness el hecho de que los puzzles sean parte del n¨²cleo jugable, pues aqu¨ª hay que navegar por el escenario y resolver rompecabezas basados en puntos y l¨ªneas que tienen relaci¨®n con el entorno.

Blow desvela que uno de los juegos en los que est¨¢n trabajando sigue teniendo los puzzles como mec¨¢nica principal, y que seguir¨¢ siendo una expresi¨®n de s¨ª mismo, de su filosof¨ªa e ideas, pero que ¡°no ser¨¢ algo parecido a estos [proyectos anteriores]¡±. No es en lo ¨²nico en lo que trabaja, pues tambi¨¦n est¨¢ en desarrollo un juego que no tiene nada que ver con los puzzles. Aunque no profundiz¨® en ¨¦l, hace tres a?os explic¨® que ser¨ªa un desarrollo de veinte a?os, epis¨®dico (aunque podr¨ªan jugarse como t¨ªtulos individuales), y estos estar¨ªan relacionados tem¨¢ticamente entre s¨ª.

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Pero la actividad creativa de Blow va m¨¢s all¨¢ de los videojuegos.

Haciendo arte desde la programaci¨®n

En su conferencia en Gamelab el programador present¨® y explic¨® su propio lenguaje de programaci¨®n, JAI. Pocos programadores, por no decir casi ninguno, se embarcan en la compleja tarea de inventar una nueva lengua, y algunos trabajadores del oficio con los que hemos hablado incluso lo tildan de una acci¨®n egoc¨¦ntrica. Pero para Blow la programaci¨®n no es una herramienta para obtener un resultado, un juego, sino una expresi¨®n art¨ªstica en s¨ª misma.

¡°Desde luego [que el c¨®digo es una expresi¨®n art¨ªstica]. Lo que pasa es que es dif¨ªcil de explicar a las personas que no programan por qu¨¦ tiene este aspecto art¨ªstico. Hay muchas opciones. Ver c¨®mo se puede resolver un problema, y en cada nivel hay muchas opciones y hay diferentes estilos. Y desde luego, hay una est¨¦tica en la programaci¨®n, y todos los programadores encuentran su propia versi¨®n. Lo podr¨ªamos plantear como la arquitectura. Si vas a dise?ar un edificio, por un lado, se trata de algo muy funcional: Tiene que tener un aspecto funcional, tiene que protegerte de la lluvia, tiene que tener un tejado¡­ Un juego tiene que hacer lo mismo, pero en la programaci¨®n, adem¨¢s de tener esta parte funcional, tienes esta parte art¨ªstica. Evidentemente, seguro que hay arquitectos y arquitectura m¨¢s aburridos, basada en crear edificios funcionales y punto, pero luego hay otros arquitectos que trabajan duro por crear algo que sea ¨²nico y exclusivo.¡±

El arte es expresi¨®n de unas ideas, de un reflejo del mundo, de una cr¨ªtica, de una forma de ver la sociedad; en definitiva, el arte es pol¨ªtica. Si  la programaci¨®n es arte, ?puede ser una expresi¨®n pol¨ªtica? ?Puede ser el c¨®digo ser racista? ?O feminista? El autor cree que al ser ¡°cuestiones abstractas¡± no se conecta directamente con la ¡°pol¨ªtica del mundo real¡±, pero pone matices: ¡°Si el programa es pol¨ªtico, es lo que ves cuando est¨¢ en marcha, en lugar de su estructura. Quiz¨¢s pueda haber alguna excepci¨®n¡­ Cada forma de expresi¨®n tiene cosas que son f¨¢ciles de decir, y cosas que son imposibles de decir. En The Witness, explor¨¢bamos la comunicaci¨®n no verbal a trav¨¦s de los puzzles. Esa comunicaci¨®n no verbal funciona muy bien, comunica cosas complicadas a la gente, pero hay ciertos tipos de ideas porque con el medio, hay cosas que se pueden decir, y hay cosas que no sabemos c¨®mo decir, y creo que esto es aplicable a todo¡±. Incluso a la programaci¨®n.

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Blow y Lynch: ignorar las cosas que todo el mundo piensa que debes hacer

Los mensajes cr¨ªpticos, los mundos propios y las ideas representadas para el disfrute de uno mismo y no para la diversi¨®n del espectador/jugador son algunas de las conexiones entre David Lynch y Jonathan Blow; este ¨²ltimo se ha mostrado en m¨¢s de una ocasi¨®n fan de la obra de ese artista total que revolucion¨® la narrativa audiovisual y cambi¨® para siempre la televisi¨®n con Twin Peaks. Y Blow admite que el trabajo de Lynch ha influenciado su obra.

¡°Hay, definitivamente, algunas referencias expl¨ªcitas a David Lynch en mis juegos que solo unas pocas personas han detectado¡±, explica. ¡°Yo realmente respeto sus pel¨ªculas. Mulholland Drive es mi pel¨ªcula favorita. Por siempre. Aunque en principio ten¨ªa que ser un desastre porque se supon¨ªa que deb¨ªa ser una serie de televisi¨®n, as¨ª que lo convirtieron en una pel¨ªcula despu¨¦s de conseguir financiaci¨®n de Francia, y salvar una gran pel¨ªcula¡±. Una situaci¨®n complicada que tiene paralelismos con la arriesgada propuesta de Braid y su a¨²n m¨¢s temeraria, para la fecha, forma de distribuci¨®n, en digital y autopublicada.

¡°No hay muchos creadores as¨ª [como Lynch] en el mundo actual, que tienen una visi¨®n, y que tienen clara esa visi¨®n. Van en pos de esa visi¨®n, ignorando las cosas que todo el mundo piensa que debes hacer. A ¨¦l no le importa lo que los dem¨¢s crean que debes hacer¡±, dice mientras, de alg¨²n modo, expresa con sus gestos que ¨¦l sigue la misma filosof¨ªa. ¡°No s¨¦ si has visto la nueva temporada de Twin Peaks. Hay escenas rid¨ªculas, en el sentido de que se alargan much¨ªsimo, pero a ¨¦l le da igual.¡± 

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La charla la terminamos con el autor cargando contra el videojuego AAA, contra el "blockbuster" y la succi¨®n de estos de la creatividad de los creadores:  ¡°Y esto [refiri¨¦ndose a Twin Peaks] es lo que pasaba en el pasado, pero actualmente, en las pel¨ªculas comerciales y tambi¨¦n en los juegos, es algo que no ves tanto, sobre todo cuando hay un alto presupuesto. Entonces hay mucha gente preocupada por el retorno de la inversi¨®n. Por lo tanto, inhibe las decisiones art¨ªsticas, salvo que tengas muy claro que eso es lo que vas a hacer, y que no vas a hacer todo lo que los dem¨¢s consideran que debe hacerse¡±.

Braid est¨¢ disponible en Xbox 360, PS3 y PC; The Witness puede jugarse en PC, PS4, Xbox One y iOS. Los pr¨®ximos dos juegos de Jonathan Blow no tienen fecha de lanzamiento, y viendo que hay 8 a?os de diferencia entre su primer y segundo juego, probablemente tardaremos bastante en saberla.