Ori and the Will of the Wisp: m¨¢s acci¨®n, misma brillantez

Uno de los mejores juegos que han salido en los ¨²ltimos a?os en Xbox One es Ori and The Blind Forest. Un plataformas brillante y desafiante que escond¨ªa un dise?o de niveles majestuoso detr¨¢s de su enamoradizo acabado audiovisual. Demostr¨® que llamar la atenci¨®n por ser preciosista era una cosa, pero convencer por una jugabilidad superlativa era mucho mejor. Por eso, cuando se anunci¨® su secuela bajo el t¨ªtulo Ori and the Will of the Wisp, nos frotamos las manos. Pero ha pasado un a?o desde que se mostr¨®, y el juego sigue lejos de estar terminado. Al menos esta vez ya lo hemos podido probar en el showcase de Xbox One organizado en el marco del E3 de 2018. Y su brillantez sigue intacta.

Una de las se?as de identidad de la primera entrega era la de ver como el diminuto protagonista de la aventura iba acumulando nuevas mec¨¢nicas de juego y estas se iban fundiendo y mezclando entre s¨ª. El dise?o de niveles sub¨ªa en exigencia y crec¨ªa en complejidad. Sin fisuras. Mostrando algo realmente poderoso. Naturalmente esta evoluci¨®n es casi imposible de ver en una demo cerrada con un espacio concreto, pero lo que hemos podido probar s¨ª que nos ha permitido ver que el sistema de juego ir¨¢ por los mismos derroteros. Conseguir habilidades para poder avanzar en la aventura.

Ya hemos jugado a Ori and the Will of the Wisp

La zona que hemos estado jugando de Will of the Wisp a?ade un nuevo elemento: la arena. En los primeros compases nos damos cuenta que la acci¨®n es mucho m¨¢s predominante. No caigamos en la confusi¨®n: en la primera entrega hab¨ªa muchos enemigos y se pod¨ªa combatir con ellos, pero aqu¨ª hemos visto un protagonista con herramientas pensadas para buscar m¨¢s constantemente el cuerpo a cuerpo. Dos de sus habilidades lo corroboran: una especie de espada de buen rango para atacar sin cesar y un martillo contundente que golpea con fuerte a los enemigos. Las opciones se completan con una especie de proyectiles lentos pero contundentes que se pueden lanzar, un arco con flechas y un sistema de regeneraci¨®n de vida en el que gastando la barra azul -¨²til para usar ataques especiales poderosos- a cambio de recuperar barra verde, la de vitalidad.

Ampliar

Todo ello acompa?ado de algunas acciones ya habituales como el doble salto, podernos agarrar a paredes para ir saltando en ellas o el roll tanto en el suelo como en el aire para impulsarnos hacia un lado u otro. Cuando has acabado el primer Ori y juegas una demo como esta, echas en falta mec¨¢nicas como el impulso libre hacia cualquier direcci¨®n cuando est¨¢bamos en el aire y que se desbloqueaba bien entrada la primera aventura. Pero todo se andar¨¢. Lo m¨¢s destacado de esta demostraci¨®n era la habilidad que deb¨ªamos encontrar, desbloquear y que era contextual de la zona en la que est¨¢bamos: como hab¨ªamos dicho antes, la arena.

Ampliar

Se trata de una acci¨®n que nos permite penetrar en la arena y atravesarla como si fu¨¦ramos un gusano para crear caminos donde no los hab¨ªa. Por ejemplo, trazar todo un camino para acabar saliendo impulsados desde una zona elevada y, all¨ª y tras usar el doble salto y roll a¨¦reo, llegar a lugares alejados. Pero esta habilidad ofrece mucho m¨¢s. Nos permite impulsarnos hacia paredes o bolas que est¨¦n conformadas por arena, de tal manera que podemos saltar al vac¨ªo y cuando parece que vamos a caer, dar un impulso para atravesar una bola de arena colgada en medio de la nada y mirar hacia zonas m¨¢s elevadas de la fase. 

Ampliar

El sistema funciona de manera ¨¢gil y sencilla, como es habitual. Y en pocos momentos el jugador se ha familiarizado con la habilidad aprendida y ve que si un salto lo acaba fallando, es por su culpa y no por una mala calibraci¨®n de movimientos o algo por el estilo. A todo esto se a?ade otra habilidad cl¨¢sica como la de poder engancharnos a ciertos elementos -tipo ramas- repartidas por el mundo y que hacen que el jugado pueda combinar doble salto, roll en el aire, enganche de este tipo, salto hacia otro lado y atravesar una zona arenosa para llegar a un nuevo espacio. 

Durante nuestras partidas antes de llegar al final de la demostraci¨®n nos encontramos con dos personajes. Uno nos ofrec¨ªa la posibilidad de hacer una misi¨®n secundaria que se trataba b¨¢sicamente de llegar a un punto concreto del mapa. El otro, una simp¨¢tica criatura que nos vende por un m¨®dico precio que no llegamos a conseguir un mapa de la zona, algo ideal para los jugadores que quieran ser completistas y que seguro se dejaron cosas en el primer Ori. 

El juego sigue el camino marcado por su primera parte a nivel audiovisual. Los tonos rojizos estaban presentes en toda la zona marcada por la arena, con una profundidad y un nivel de detalle que te hac¨ªa sentir en un lugar tan ¨²nico como el de la primera entrega. Y con un personaje que fluye en pantalla de manera maravillosa, con animaciones y transiciones muy cuidadas. La banda sonora, de nuevo ambientando a la perfecci¨®n cada rinc¨®n y paso que damos ha sido la guinda que nos ha recordado por qu¨¦ Ori and the Blind Forest es un juego tan memorable y por qu¨¦ ten¨ªamos tantas ganas de una secuela. Aunque tocar¨¢ esperar algunos meses todav¨ªa.