ONRUSH: Impresiones

Con el tiempo y a lo largo de esta generaci¨®n Sony se ha afianzado como la gran proveedora de contenido de calidad para el amante del singleplayer. Pero en el proceso se han acotado algo las opciones disponibles para una exclusiva de la compa?¨ªa, se ha perdido cierta ambici¨®n en cuanto a la variedad de g¨¦neros y estilos de juego en oferta. Una de las grandes damnificadas de esta transici¨®n que tanto nos agrada es Evolution Studios. La generaci¨®n pasada se dedicaron exclusivamente a Motorstorm, una franquicia que propon¨ªa volver a los tiempos de la conducci¨®n arcade espeluznantemente r¨¢pida, con el aliciente a?adido de que los circuitos eran especialmente variados, amplios y reactivos. Tras una secuela y un spinoff para port¨¢tiles el estudio paso a trabajar en Driveclub que, como Motorstorm, ser¨ªa uno de los t¨ªtulos bandera durante el lanzamiento de la PS4.

Pero la historia de Evolution Studios no tendr¨ªa un final feliz. Driveclub saldr¨ªa con problemas, pero tras infinidad de parches t¨¦cnicos y una serie de actualizaciones gratuitas cargadas de contenido el juego tornar¨ªa su destino para convertirse en un gran ejemplo del g¨¦nero. El d¨ªa en que Evolution Studios sac¨® el ¨²ltimo parche, el que pondr¨ªa fin a un a?o de servicios continuos tras el lanzamiento del juego, fue el ¨²ltimo d¨ªa del estudio. Al d¨ªa siguiente Sony cerr¨® sus puertas y Evolution Studios, como tal, dej¨® de existir.

Afortunadamente hay una compa?¨ªa que lleva un tiempo especializ¨¢ndose en el subg¨¦nero de las carreras, una compa?¨ªa que valora la variedad y la calidad: Codemasters. Desde hace unos a?os vienen present¨¢ndonos excelentes entregas de sus franquicias principales, Dirt y Formula 1, pero tras el cierre de Evolution tardaron poco en hacerles una oferta. El pasado Mi¨¦rcoles estuvimos en la PlayRoom probando el resultado de esta colaboraci¨®n y podemos garantizar que Motorstorm tiene, por fin, digno sucesor.

Al igual que Motorstorm, ONRUSH se trata de un juego de carreras de la vertiente arcade cuyos principales atractivos son la acci¨®n fren¨¦tica y constante, unos circuitos sorprendentes y choques absolutamente espectaculares. Pero desde que concibieron Motorstorm la industria ha cambiado y eso se ve reflejado en un mayor enfoque multijugador para el t¨ªtulo, jugabilidad por equipos y con distintas clases y distintos modos de juego que la tradicional carrera por vueltas. Se trata de un t¨ªtulo cuanto menos refrescante ante una escena multijugador bastante estancada, estudiemos por qu¨¦.

Velocidad y destrucci¨®n

Para empezar debemos describir la experiencia de juego. Fren¨¦tica es la palabra perfecta para describirla, dado que al contrario que otros juegos de carreras ni en la victoria m¨¢s suprema o la derrota m¨¢s supina encontraremos momentos de calma. Nunca estaremos solos, sino que formaremos parte de lo que los desarrolladores llaman ¡°La Estampida¡±. Se trata del concepto de que todos los jugadores (hasta 12 humanos y varios controlados por la m¨¢quina) corren siempre en el mismo terreno del circuito. Si te regazas demasiado, el juego te teletransporta de nuevo con el resto y si te adelantas mucho el resto de jugadores ser¨¢n teletransportados hasta ti. Al mismo tiempo, si nos chocamos tardaremos apenas segundos en reaparecer junto al resto de corredores como si de un FPS se tratase. El resultado de esta din¨¢mica es que el juego da una sensaci¨®n completamente distinta a cualquier otro. Quiz¨¢s la experiencia m¨¢s cercana son algunos eventos de Burnout, pero en este caso los dem¨¢s conductores ser¨¢n jugadores reales a los que derrocar con nuestro arsenal. El hecho de que hay veh¨ªculos conducidos por la m¨¢quina cuyo ¨²nico prop¨®sito es ser destrozados por nosotros solo aumenta esa sensaci¨®n de descontrol y locura.

Si, hemos dicho arsenal. ONRUSH no tiene un catalogo de coches tan extenso como otros juegos, sino que cuenta con una serie de clases, cada una con su modelo de veh¨ªculo y caracter¨ªsticas apropiadas. As¨ª, podremos elegir desde pesos pesados de la conducci¨®n hasta motocicletas, pasando por todos los tama?os y estilos intermedios. Todos los veh¨ªculos se parecen en su aspecto rugoso y orientado claramente a la carrera fuera de carretera, pero en su manejo son casi completamente distintos. Cada una de las clases disponibles cuenta con dos habilidades pasivas y lo que denominan un ¡°Rush¡±, equiparable quiz¨¢s a los ¡°Ultimates¡± de Overwatch.
As¨ª, durante la carrera haremos uso de nuestras habilidades pasivas para destrozar a nuestros oponentes mientras tratamos de acumular el Rush con el que decidir la partida. Dependiendo de la clase que utilicemos deberemos hacer distintas acciones para obtener tanto el turbo, que podremos usar y acumular en cualquier momento, como el Rush que solo estar¨¢ disponible una o dos veces por ronda. As¨ª por ejemplo, uno de los veh¨ªculos m¨¢s pesados obtiene estos recursos a base de destrozar a sus enemigos, mientras que una de las clases m¨¢s ligeras depender¨¢ de hacer piruetas para conseguirlos.? Las motos son especialmente divertidas pues, a pesar de ser m¨¢s fr¨¢giles compensan su debilidad con un excelente manejo y la posibilidad de realizar trucos en el aire. Si estos trucos son completados con ¨¦xito al caer de un salto destrozaremos a cualquier oponente lo suficientemente desafortunado como para estar debajo nuestro. Es extremadamente satisfactorio cada vez que lo haces e igualmente frustrante si te toca recibirlo.

Pero es el Rush de cada clase el que termina por definirla. Todas las clases se comportan de la misma manera en que al activar el Rush aceleran sobremanera y se llevan a cualquier otro veh¨ªculo en estado normal por delante, pero ah¨ª acaban las similitudes. Una de las clases coloca barreras tras de s¨ª que interrumpen a los enemigos, otra refuerza a sus aliados cercanos y otra les da un aceler¨®n. Una de las m¨¢s traicioneras cuando juegan en tu contra deja un reguero de aceite fluorescente que nos har¨¢ resbalar al pasar por el. Otro nos dificultar¨¢ la visi¨®n. De usar estas habilidades en el momento apropiado depender¨¢ nuestra victoria o derrota eventual, pero queda por ver si su potencial estrat¨¦gico ser¨¢ explotado por los jugadores a la larga.

Otra de las cosas que distingue a ONRUSH del resto de juegos de carreras, incluso dentro del subg¨¦nero de las carreras arcade, es que la victoria no la obtendremos con primeros puestos o velocidad. Al contrario, contaremos con cuatro modos cada uno de los cuales fomentar¨¢ un estilo de juego distinto, pero el objetivo siempre rondar¨¢ m¨¢s cercano de la elegancia y la destrucci¨®n que la velocidad. Que hayamos visto ninguno de los modos es dependiente del circuito en el que corramos, sino que ingeniosamente cada uno de los modos se puede seleccionar en todos los circuitos.

Por ahora est¨¢n disponibles cuatro modos, pero dado que nos aseguraron que el desarrollo de ONRUSH no terminar¨¢ con su lanzamiento cuesta descartar que se a?adan m¨¢s modos en adelante. En Overdrive deberemos obtener turbo y Rush para ganar, empleando para ello el m¨¦todo que requiera nuestra clase. Se trata del m¨¢s convencional de los modos, con un simple contador para cada equipo que determinar¨¢ nuestra victoria. En Countdown deberemos hacer una suerte de slalom entre puntos del circuito para conseguir tiempo para nuestro equipo, el primer equipo en quedarse sin tiempo pierde. Se requiere de precisi¨®n en el manejo del coche y los escasos segundos que perdemos al ser destrozados doler¨¢n mucho. En Lockdown debemos controlar una zona del circuito al m¨¢s puro estilo Overwatch. El m¨¢s alocado de los modos, suele llevar a la guerra abierta entre ambos equipos por controlar la zona.

Nuestro modo favorito fue Switch. Cada jugador comienza montando en moto y a medida que son eliminados van reapareciendo en coches cada vez m¨¢s y m¨¢s pesados. El objetivo de este modo es acabar con las ¡°vidas¡± de los enemigos, es decir, el primer equipo con solo coches pesados pierde. Los comienzos de este modo son especialmente exhilarantes, pues todos los jugadores luchan desesperadamente por aferrarse a su motocicleta, pero pronto son pocos los que se mantienen por dos ruedas. Si llegamos lejos en la moto nos convertiremos probablemente en el objetivo prioritario del equipo contrario, resultando en desesperadas cacer¨ªas de coches pesados contra motos. Este modo es una excelente aportaci¨®n al g¨¦nero y una forma genial de usar las mec¨¢nicas del juego a su favor.
Todos estos modos se vendr¨ªan abajo si no fuese por lo excelente que es la acci¨®n momento a momento. Tras un breve periodo de adaptaci¨®n a lo exquisitamente r¨¢pido que es el t¨ªtulo nos hallamos movi¨¦ndonos a toda velocidad por los extensos circuitos del juego. Nuestras primeras carreras pec¨¢bamos de subestimar nuestra aceleraci¨®n, caus¨¢ndonos violentos choques pero pronto te adaptas al modelo de conducci¨®n y resulta francamente satisfactorio. Evento tras evento fuimos acostumbr¨¢ndonos a los controles y comprendiendo los modos de juego, las distintas clases y como interact¨²an. Para cuando terminamos con una sesi¨®n multijugador entre todos los reporteros hab¨ªamos dejado de pensar en como conducir y pasado a disfrutar cada segundo de hacerlo.

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Con todo esto, nuestro aspecto favorito del juego quiz¨¢s sea su banda sonora reactiva. El juego cuenta con composiciones que nos recuerdan a aquellas melod¨ªas de The Offspring o Bad Religion all¨¢ por los 90, punk-rock hiperactivo con cantantes desquiciados que se te meten dentro y te obligan a correr. Pero, a pesar de parecer una banda sonora de Tony Hawk, es excepcionalmente reactiva. La m¨²sica se adapta perfectamente al ritmo de la carrera, cambiando dependiendo de la superficie en la que conduzcamos o el progreso de la partida, pero alcanza su climax cuando activamos Rush. Un estruendoso alarido anuncia el comienzo de los quince segundos m¨¢s locos de la ronda y el tempo de la m¨²sica aumenta s¨²bitamente durante este periodo. Es un detalle que nunca dej¨® de sacarnos una sonrisa.
En lo que respecta al contenido, ONRUSH vendr¨¢ con una suerte de campa?a de un jugador, pero est¨¢ claro que su prioridad es el multijugador. La campa?a no consta de un argumento (innecesario en estos juegos) sino que se trata de una serie de eventos inconexos. La carencia de cosas que desbloquear, el principal aliciente para seguir jugando en la mayor¨ªa de los juegos de coches, hace que el modo para un jugador parezca simplemente un a?adido que esta ah¨ª por rellenar la casilla en la caja o satisfacer a los pocos usuarios que siguen jugando exclusivamente en ese modo. La mayor¨ªa de usuarios disfrutar¨¢n m¨¢s con el modo multijugador que incluir¨¢ un modo clasificatorio para aquellos que realmente busquen competir. Cabe mencionar que se podr¨¢ obtener las temidas cajas de bot¨ªn pero, a falta de confirmaci¨®n oficial, no nos pareci¨® que se pudiese hacer con dinero real y desde luego las recompensas se limitan a lo est¨¦tico.

ONRUSH se presenta como uno de los juegos de carreras que m¨¢s promete este a?o, pero para los amantes del subg¨¦nero de conducci¨®n arcade parece que va a ser indispensable. Se trata de un juego en el que puedes desactivar tu cerebro y concentrarte en pas¨¢rtelo bien y disfrutar de un buen espect¨¢culo. Si tienes amigos para jugar online cas¨ª podr¨ªamos garantizar que os dar¨¢ muchas horas de diversi¨®n. Las preguntas que nos quedan son para aquellos jugadores individuales o para quien quiera una experiencia competitiva. Sin la interacci¨®n personal se corre el riesgo de que los distintos modos terminen aburri¨¦ndonos por fuerza de repetici¨®n y aun no sabemos como va a funcionar un juego por equipos de conducci¨®n, dado que los juegos que lo han intentado hasta ahora son pocos y ninguno lo ha hecho de esta manera. Mientras esperamos a la beta abierta del pr¨®ximo d¨ªa 15 para adentrarnos m¨¢s en la experiencia ONRUSH solo podemos aseguraros que lo que hemos probado ha sido sensacional. Se avecina un digno sucesor de Motorstorm y no pod¨ªamos estar m¨¢s expectantes.

Por ahora el juego solo ha sido anunciado para Xbox One y PS4, con una fecha de salida del 5 de Junio.