[Opini¨®n] Ready Player One: para nosotros, jugadores

Pocas series han sido tan influyentes en estos ¨²ltimos a?os como Black Mirror. La ficci¨®n televisiva creada por Charlie Brooker, un experiodista de videojuegos ni m¨¢s ni menos, nos presenta en cada episodio una realidad pr¨®xima donde se explora el impacto de la tecnolog¨ªa en el ser humano. En la mayor¨ªa de los casos, los avances tecnol¨®gicos que nos propone Black Mirror terminan sacando lo peor de los personajes, sirviendo como reflexi¨®n directa y provocadora sobre d¨®nde podemos terminar en un futuro no muy lejano. Ready Player One se encuentra en el extremo opuesto.

Ready Player One nos ubica en un futuro dist¨®pico donde la humanidad dedica menos tiempo al mundo real que al digital. Oasis, un MMORPG de realidad virtual creado por el genio James Halliday, se ha convertido en parte indispensable de la rutina diaria, un lugar id¨ªlico donde las personas pueden escapar del deprimente estado en el que se encuentra la Tierra y hacer casi cualquier cosa. En su lecho de muerte, Halliday revel¨® que hab¨ªa escondido un secreto en alguna parte de Oasis, y aquel que lo encontrase asumir¨ªa el control de su compa?¨ªa, la m¨¢s grande del planeta. El protagonista, Wade Owen, forma parte de los gunters, individuos expertos en la vida de James Halliday que dedican su tiempo a superar las pruebas que llevan a su millonaria fortuna.

Partiendo de la anterior premisa, Ready Player One nos propone una aventura de un espect¨¢culo y ritmo envidiables, fruto de un montaje ¨¢gil y excepcional, repleta de referencias que har¨¢n saltar a m¨¢s de uno del asiento, como me ocurri¨® a m¨ª con cierto mecha. Si algunos la consideramos la mejor pel¨ªcula que se ha hecho sobre videojuegos (algo que, seamos sinceros, tampoco es tan dif¨ªcil de conseguir viendo a sus competidoras), es gracias a Steven Spielberg, una leyenda del s¨¦ptimo arte que, adem¨¢s de estar considerado como uno de los mejores directores de la historia, es un jugador confeso de videojuegos.

Pese a contar con una trama previsible y unos personajes m¨¢s bien planos, Spielberg consigue imprimir a Ready Player One de una ambientaci¨®n y una marcha impropia de un se?or de 71 a?os. Su ¨²ltima pel¨ªcula es fruto de su misi¨®n principal como director de cine, que es hacernos sentir j¨®venes, de ah¨ª que muchos mencionemos a menudo que sus obras cinematogr¨¢ficas cuentan con un componente imposible de definir: magia. Ready Player One no llega al nivel m¨¢gico de cl¨¢sicos como Parque Jur¨¢sico o E.T., pero no hay ning¨²n filme sobre videojuegos que consiga provocar tantas emociones en los espectadores¡­ O al menos a los adecuados.

A pesar de ser una pel¨ªcula para todos los p¨²blicos, sigue estando especialmente orientada a nosotros, los jugadores, un colectivo del que ya forma parte un buen pedazo de la poblaci¨®n mundial. Una de las claves de la pel¨ªcula es que Spielberg y Ernest Cline, el autor del libro, han adaptado el guion para una audiencia m¨¢s actual y universal, en una ¨¦poca donde lo friki ya forma parte de la cultura general. A pesar de ser una novela del 2011, Ready Player One se concibi¨® para una audiencia que parec¨ªa minoritaria. Sin embargo, en la actualidad, las cintas m¨¢s esperadas tratan sobre c¨®mics de superh¨¦roes, sagas de aventuras espaciales y remakes de glorias pasadas. El panorama ha cambiado y Spielberg ha sabido adaptarse a ¨¦l, insuflando a Ready Player One de referencias que emocionan y, lo que es m¨¢s importante, no son lo ¨²nico en lo que consiste la pel¨ªcula.

Y es que, aunque Ready Player One no est¨¢ basada en un videojuego, sabe capturar lo que implica jugar a uno, algo que muy pocas de sus predecesoras han conseguido. Muchas pel¨ªculas del estilo se dedican a ofrecer tramas originales con m¨¢s errores que aciertos, mientras que otras se olvidan de que son pel¨ªculas de cine y ofrecen una experiencia demasiado "videojueguil". Un ejemplo de ambos casos es la saga Resident Evil que, a pesar de empezar con buen pie, ha degenerado hasta convertirse en una amalgama de tramas esperp¨¦nticas, personajes de pl¨¢stico y montajes espantosos. Porque ese es otro de los problemas de este tipo de largometrajes: sus directores, en la mayor¨ªa mediocres, un adjetivo que deber¨ªa de estar prohibido utilizar para definir a Spielberg.

Quiz¨¢s la m¨¢s cercana al esp¨ªritu y la calidad de Ready Player One sea ?Rompe Ralph!. Sin embargo, la obra de Spielberg no solamente consigue tratar temas m¨¢s actuales que la de Disney, si no que tambi¨¦n integra la estructura de un videojuego cl¨¢sico en su propia trama, todo un gui?o a su medio hermano. Mientras que ?Rompe Ralph! se deleita en la ¨¦poca de las recreativas con la maestr¨ªa propia de la compa?¨ªa de animaci¨®n, Ready Player One toca determinadas teclas que consiguen resonar con los jugadores de ahora con m¨¢s vigencia. Temas como el streaming, la comunidad online e incluso las microtransacciones, aparecen como parte ¨ªntegra de la historia de forma veros¨ªmil, algo que se agradece cuando en el mundo actual todav¨ªa se producen reportajes televisivos que ignoran la realidad de la industria del videojuego. En cuanto a su parte narrativa, las pruebas de Halliday, el cruxis central de la trama, conforman tres niveles que podr¨ªan considerarse secciones de un videojuego (y es que en verdad lo son). Su planteamiento y ejecuci¨®n reflejan con acierto cualquier puzle que podr¨ªamos encontrarnos en un t¨ªtulo actual, en el que la investigaci¨®n, los reflejos y la pericia forman parte de la respuesta final.

Si al principio del texto mencionaba a Black Mirror era para indicar que no todas las obras de ciencia ficci¨®n ambientadas en futuros dist¨®picos tienen que centrarse en las partes oscuras de la sociedad y en hacernos reflexionar sobre nuestro presente. De hecho, Ready Player One tiene muchas oportunidades para ello: que los cr¨¦ditos de Oasis valgan m¨¢s que el dinero real es un hecho que se asemeja mucho a las bitcoins de hoy en d¨ªa, mientras que ver a gente con visores de realidad virtual corriendo por la calle no est¨¢ lejos del fen¨®meno de Pok¨¦mon Go. Sin embargo, tanto Spielberg como Cline han optado por ofrecer una obra m¨¢s enfocada al entretenimiento puro que a los planteamientos reflexivos, m¨¢s cerca de Indiana Jones que de I.A. Inteligencia Artificial, por suerte para nosotros.

La realidad es que, a pesar de las innumerables referencias a otros medios, Ready Player One trata principalmente del mundo de los videojuegos. El resultado de su trabajo de adaptaci¨®n es una obra que divierte como muy pocas consiguen hacerlo, apelando a los jugadores de hoy en d¨ªa de forma genuina. El gran triunfo de Ready Player One radica en su propuesta naif, ejecutada de forma magistral por una leyenda viva del cine y ofreciendo un espect¨¢culo visual que no se olvida de lo m¨¢s importante: llegar a nuestro coraz¨®n pixelado.