Stellaris Apocalypse

Paradox deja de lado la estrategia hist��rica para dar el gran salto a la galaxia con Stellaris, un juego de estrategia espacial en el que trataremos de hacer de nuestro imperio el m��s grande y poderoso de la galaxia, gestionando la econom��a, la diplomacia y la guerra.

Alberto P��rez

Actualizado a 21 de marzo de 2018 09:20 CET

?Un Europa Universalis gal��ctico? No exactamente, aunque en parte Stellaris si recuerda al juego estrella de Paradox en ciertas mec��nicas jugables, es evidente que el juego tambi��n bebe de otros juegos como Galactic Civilization, pero, eso si, sin turnos.
El juego nos presenta una serie de imperios a nuestra elecci��n, cada uno representa una serie de caracter��sticas propias, lo meramente est��tico, como puede ser el aspecto f��sico de nuestra raza, nuestra bandera, nombres, aspecto de nuestras ciudades o nuestras naves.

M��s importante son los aspectos que afectan directamente a como se desarrollara nuestro imperio, como puede ser el clima del planeta de nuestra civilizaci��n, algo realmente importante pues determina la facilidad que tiene nuestra gente para asentarse en determinados planetas, as�� pues, si el planeta nativo de nuestra gente es de un clima ��rido, tendr��n preferencia y facilidad para colonizar planetas de caracter��sticas similares, y mayor dificultad para colonizar y asentarse en planetas.

Otro de los aspectos fundamentales de nuestro imperio son las ��ticas y el tipo de gobierno. Las ��ticas representa grosso modo la ideolog��a de nuestro imperio, y cada ��tica presenta unas caracter��sticas concretas, con sus bonificadores y penalizadores, e igualmente, la combinaci��n de ��ticas desbloquea los tipos de gobierno que podemos tener. A modo de ejemplo, si nuestro imperio es Xen��filo e Individualista, nuestro imperio podr�� optar ser Democracia Indirecta o Oligarqu��a Plutocratica, modos de gobierno que obviamente tambi��n tienen sus ventajas e inconvenientes.
Por ultimo, la ultima caracter��stica importante a la hora de seleccionar una civilizaci��n es la elecci��n del tipo de armamento inicial con el que contamos, el cual puede ser variado seg��n avanza la partida, y del m��todo de viaje entre sistemas para nuestras navales, a elegir entre Curvatura, el m��s sencillo y b��sico, el hiperespacio, y el de Agujero de Gusano. Este ultimo permite a nuestras naves viajar desde cualquier punto del sistema, y de forma muy r��pida, pero con un pero, este sistema obliga tener estaciones de agujero de gusano construidas para realizar los viajes, por lo que para una primera partida quiz�� sea un poco m��s complicado.

?Pero y si no me gusta ninguno de los imperios que el juego me ofrece? El juego permite crear nuestro propio imperio personalizado, no solo con las herramientas que trae de serie el propio juego, sino tambi��n con los diversos mods que podremos encontrar, en Steam Workshop donde encontraremos multitud de contenido de diversa indole creado por la comunidad.

Una vez elegido nuestro imperio, seleccionada la dificultad inicial y el tama?o de la galaxia, iniciamos nuestra partida. Como otros juegos de Paradox, Stellaris es un juego en tiempo real, pero con posibilidad de pausar partida en cualquier momento para hacer las cosas con toda la calma que queramos, aunque el juego no exige demasiada microgesti��n, por lo que es f��cil jugar a dificultad normal sin realizar pausas.

La interfaz cumple realmente bien su cometido, es clara, sencilla, y da facilidad para acostumbrarse a ella. En ella podemos ver los recursos de nuestro imperio, energ��a, minerales y estrat��gicos, as�� como la influencia de nuestro imperio, los puntos de investigaci��n, la capacidad naval de nuestro imperio, as�� como el numero de planetas con el que contamos. La energ��a es un recurso fundamental para nuestro imperio, pues sirve para mantener operativos edificios, naves o estaciones, es decir, la energ��a la usamos esencialmente para mantener en pie nuestro imperio. Los minerales tambi��n se usan para mantener las naves de nuestro imperio, sin embargo el principal uso de los minerales no es el mantenimiento, sino la construcci��n, tanto de naves como de edificios y estaciones.

Los puntos de investigaci��n, divididos en tres, f��sica, sociedad e ingenier��a, se usan, como no pod��a esperarse de otra forma, para investigar, cuantos m��s puntos tengamos de una rama, m��s r��pido investigaremos. Podemos mantener simult��neamente hasta tres proyectos de investigaci��n, con un cient��fico al cargo para cada proyecto.

La influencia no es un recurso en si mismo, pero nos permite realizar ciertas acciones en el juego, como reclutar cient��ficos, almirantes para nuestra armada, construir puestos fronterizos, algo que veremos m��s adelante, as�� como promulgar Edictos, una serie de pol��ticas que nos dar��n ciertas bonificaciones concretas, como puede ser un Edicto que favorezca la investigaci��n, a cambio de perder influencia.

Nuestro planeta, as�� como todos los planetas habitables del juego, est��n divididos en diversas casillas, cada casilla puede tener, o no, un recurso concreto, el cual puede ser explotado por nuestras poblaciones. A los ya citados recursos generales ya citados anteriormente, se suma la comida, el cual sirve para que nuestras poblaciones crezcan en tama?o, es decir, si tenemos comida suficiente, nuestra poblaci��n crecer�� en numero, y podremos explotar m��s casillas, si tenemos carest��a de comida, la poblaci��n morir�� de hambre.

El rendimiento que saquemos de cada casilla no solo depende del numero de recursos de la casilla o del edificio que tengamos en ella construida, si la provincia produce por si misma comida y construimos una granja aumentaremos la producci��n de comida, sino tambi��n de la propia poblaci��n que la explote. Si nuestra poblaci��n de la casilla es feliz, el rendimiento de producci��n sera mayor, e igualmente las caracter��sticas de cada raza afectan al rendimiento que se tenga en la casilla, as��, si nuestra poblaci��n es ''laboriosa'' tendremos un 15% de bonificaci��n para la obtenci��n de minerales, en contrapartida, si somos un imperio xenofobo, y tenemos explotando una casilla a una especie extraterrestre, su felicidad sera menor, y por lo tanto el rendimiento tambi��n lo sera.

Todos los inicios del juego son esencialmente los mismos, empezamos en un sistema, con nuestro planeta principal y diversas naves a nuestra disposici��n. La m��s importante en este inicio de partida es sin duda la nave cient��fica, la cual nos permitir�� explorar la galaxia, buscando recursos y estudiando las anomal��as con las que nos encontremos. Estas anomal��as son encuentros aleatorios de diversa naturaleza, desde antiguos restos de civilizaciones encontrados en un planeta, hasta encuentros con formas de vida. El estudio de estas anomal��as puede aportar importantes avances tecnol��gicos a tu civilizaci��n, as�� como grandes descubrimientos, pero no esta exento de fracasos, y muchos estudios de anomal��as quedaran en nada, o incluso puede acabar en desastre, y resultar destruida nuestra nave. Al mando de nuestra nave cient��fica sera necesario contar con un cient��fico, el cual ira de subiendo nivel seg��n vaya explorando la galaxia y anomal��as, e igualmente contara con ciertos habilidades especiales.

Otra de nuestras naves iniciales de vital importancia es la nave de construcci��n, nave absolutamente complementaria de la cient��fica, pues es la encargada de construir estaciones de miner��a en planetas all�� donde la nave cient��fica encuentre recursos, estaciones de defensa, o bien puestos avanzados, a cambio de puntos de influencia, los cuales nos permitir��n ampliar las fronteras de nuestro imperio, y as�� poder explotar recursos m��s lejanos.

Explorar la galaxia con nuestra nave cient��fica inevitablemente nos har�� encontrarnos con formas de vida inteligentes, alguna de ellas no demasiado amistosas, otras, tras un estudio previo, comprobaremos que no tan peligrosas. Pero sobre todo, y m��s importante, nos encontraremos con otras civilizaciones avanzadas como la nuestra, y ah�� es donde entran los primeros contactos diplom��ticos. Las opciones diplom��ticas con las que contamos son diversas, desde puestos de embajadas para establecer relaciones cordiales, pasando por acuerdos comerciales, de circulaci��n de naves civiles o militares, alianzas formales�� o la guerra. Naturalmente, la pol��tica que queramos llevar con nuestros vecinos esta en nuestra mano, aunque al final sera inevitable no caer en alguna guerra.

La guerra puede contar con distintos objetivos de guerra, desde exigir un planeta para si mismo, hasta la humillante petici��n de vasallaje, pero en cualquier caso, la guerra tiene b��sicamente dos fases, la primera y fundamental, las batallas entre naves espaciales.?
A nuestra disposici��n contaremos con naves de todo tipo y tama?o, desde las corbetas iniciales, pasando por destructores, cruceros y grandes acorazados. Las naves contaran con el tipo de armamento, blindaje y escudos que hayamos investigando, y podremos personalizar nuestras naves, apostando bien por armamento pesado, ligero, etc. En las batallas navales veremos una simulaci��n de disparos y movimientos, muy impresionante a nivel gr��fico, e iremos viendo el desarrollo de la batalla mediante una barra que ira hacia un lado o hacia otro seg��n vaya ganando uno u otro bando, muy al estilo de anteriores juegos de Paradox.

La segunda fase en una guerra es la conquista planetaria. Normalmente, tras lograr la superioridad naval, uno se dispone al asedio del planeta objetivo, con la intenci��n de destruir las defensas planetarias para el posterior desembarco de tropas para conquistar el planeta.
Llegado al punto de firmar la paz, el vencedor impondr�� sus peticiones, y en caso de que fueran planetas, estos pasaran al nuevo vencedor.

La administraci��n de planetas conquistados lleva a diversas posibilidades. Una de ellas se trata de esclavizar a la poblaci��n del nuevo planeta conquistado, si nuestra civilizaci��n es esclavista, o bien, si nuestra civilizaci��n es contraria a la esclavizaci��n, intentar integrar a las nuevas poblaciones del imperio. Llegado a un punto que nuestro imperio se antoja demasiado grande para ser administrado correctamente, entran en juego los llamado Sectores, es decir, ciertos planetas de nuestro imperio a a los que se le otorga cierta autonom��a para descongestionar nuestra administraci��n.

Gr��ficamente, el juego es ciertamente bonito, luce francamente bien, y nos resultara una gozada ir explorando los diversos sectores de la galaxia. El sonido tambi��n cumple con nota, especialmente la banda sonora, es realmente buena.

Apocalypse

Cuando hace a?o y medio analizamos Stellaris, pusimos ��nfasis en que el principal defecto del titulo era la falta de contenido en partidas avanzadas, y que sin duda, esto se ir��a remediando mediante parches y contenidos descargables. A?o y medio despu��s, Stellaris ha recibido no pocos parches, corrigiendo errores, as�� como paquetes de expansi��n enfocados a a?adir nuevo contenido, nuevas misiones e historias, y nuevas mec��nicas jugables, mejorando sensiblemente el juego. As�� recibimos el primer paquete de contenido jugable, Leviathans, y con el sigui�� Utopia, incluso recibimos el interesante Synthetic Dawn Story, para poder jugar con una civilizaci��n rob��tica.

Apocalypse es el ultimo paquete de contenido que hemos recibido en Stellaris, un paquete de contenido con importantes cambios y a?adidos interesantes. Uno de los principales cambios que encontramos es la expansi��n de nuestro imperio, mientras que anteriormente nuestras fronteras se expand��an de forma natural y progresiva, en Apocalypse es necesario construir bases estelares en los sistemas por los que deseemos expandirnos. Estas bases estelares no solo nos permitir��n colonizar y aprovechar los recursos de los sistemas, sino que ademas podremos mejorarlas y construir astilleros para construir naves y mejorarlas para convertirlas en aut��nticos bastiones de defensa y construir en ellas importantes plataformas de defensa.

Otro cambio importante es el del viaje entre sistemas, en el an��lisis del juego destacamos tres tipos de viaje, Hiperespacio, Curvatura y Agujero de Gusano, cada uno con sus caracter��sticas, ventajas e inconvenientes. En Apocalypse Paradox decidi�� prescindir de Agujero de Gusano y Curvatura, quedando como ��nica opci��n Hiperespacio, una decisi��n jugable enfocada a equilibrar un poco las cosas en los combates, ya que era demasiado frecuente el juego del rat��n y el gato con Curvatura y Agujero de Gusano, pero que no ha contentado a todos los jugadores. Sin embargo, si que se han incluido en algunos sistemas verdaderos Agujeros de Gusano, que nos servir��n de atajos para ir de un lado a otro de la galaxia.

En el apartado militar tambi��n contamos con cambios y a?adidos significativos. Las armadas han reducido de forma sensible su velocidad, y el numero m��ximo de naves que podemos manejar en combate viene determinado por nuestro l��der, teniendo que ser mas cuidadosos a la hora de seleccionar la composici��n y la posici��n de nuestras armadas. En partidas avanzadas podremos contar con los Titan, autenticas bestias que lideraran a nuestras armadas hacia la victoria.

Apocalypse tambi��n a?ade importantes cambios en la diplomacia, con la creaci��n de Casus Belli(motivo de guerra) para justificar las guerras, ajustes en la pirater��a espacial, pudiendo contar con corsarios para saquear a nuestros enemigos, y tambi��n ajustes en los recursos, como por ejemplo la posibilidad de crear grandes acopios de comida para tiempos de crisis, teniendo bonificaciones importantes en el crecimiento de nuestra poblaci��n si contamos con las reservas a rebosar.

Apocalypsis es quiz�� el DLC mas importante hasta la fecha de Stellaris, viene a continuar la senda de los anteriores, a?adiendo contenido, y ajustando y mejorando el juego en ciertas facetas, siendo un contenido tremendamente interesante para todo aquel jugador de Stellaris. El ��nico pero que le hemos encontrado a Apocalypsis es sin duda el precio, podemos contar con ��l por 19.99 en Steam, un precio que se nos antoja elevado para una expansi��n de contenido.

Excelente

Un t��tulo referente en su g��nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar��s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl��sico con el paso de los a?os. C��mpralo sin pesta?ear.