Gravel, an¨¢lisis

An¨¢lisis de Gravel.

Tras varios intentos en el terreno de la simulaci¨®n de rallies y un buen mont¨®n de t¨ªtulos de carreras de motos a sus espaldas, Milestone es uno de los estudios con mayor producci¨®n en el g¨¦nero en los ¨²ltimos a?os sin duda, por lo que el anuncio de una nueva IP no puede considerarse una sorpresa. Sin embargo, a diferencia de lo que ven¨ªa siendo habitual, en esta ocasi¨®n no se trata de un juego sobre alguna licencia particular, como fue el caso de la saga WRC o su ¨²ltimo juego de rallies centrado en el personaje de Sebastien Loeb. Gravel trata de revivir el esp¨ªritu m¨¢s cl¨¢sico del g¨¦nero arcade y plantea un modo de juego y conducci¨®n totalmente acorde a esa premisa.

La fiebre del reality show.

El modo principal para un jugador ofrece un formato bastante reconocible si hemos jugado ciertos t¨ªtulos parecidos ¨²ltimamente: una serie de entradas con distintos objetivos por cumplir, en funci¨®n de los cuales ganaremos puntos para subir de nivel (desbloqueando as¨ª coches, pistas y apariencias) y estrellas para desbloquear los siguientes desaf¨ªos. Dentro de cada entrada hay un n¨²mero concreto de pruebas, entre tres y seis, cada una de las cuales tendr¨¢ sus reglas particulares en cuanto a tipo de competici¨®n y clase de veh¨ªculos. Algunas de ¨¦stas aparecen como peque?os torneos que agrupan varias carreras individuales. Hasta aqu¨ª todo es bastante normal, y en la pr¨¢ctica lo sentiremos como tal, pero existe una nota de originalidad llamada Gravel Channel que nos mete de lleno en el mundo de ficci¨®n propuesto por el juego.

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Gravel Channel es un canal de televisi¨®n ficticio dedicado al deporte de motor. En ¨¦l se emite el programa Off-Road Masters, un reality que consiste en una competici¨®n anual de coches todoterreno con numerosos participantes que buscan alzarse con los t¨ªtulos de cada modalidad y, por supuesto, con el cetro de mejor piloto en general. Sobra decir que nosotros encarnamos a un nuevo aspirante y nuestro objetivo es ir desbancando a los actuales campeones de sus tronos. Estos pilotos se encuentran en entradas especiales y podr¨ªamos decir que hacen de jefes finales de cada secci¨®n, teniendo que enfrentarnos a ellos en carreras uno contra uno y en su terreno particular. El comentarista, perfectamente doblado al espa?ol, analizar¨¢ nuestro papel y lo que se espera de cada prueba a medida que avancemos en el juego.

En la variedad est¨¢ el gusto.

Los n¨²meros de Gravel son m¨¢s que aceptables en cada apartado, ya hablemos de n¨²mero de coches, pistas, tipos de carreras¡­ Las distintas modalidades nos forzar¨¢n a ir siempre al l¨ªmite, pero las diferencias son notables a la hora de afrontar cada una. Aparte de carreras por vueltas y pruebas contrarreloj, que son bastante reconocibles y no necesitan mayor presentaci¨®n, tenemos el modo eliminaci¨®n en el que el tiempo corre en contra del ¨²ltimo clasificado y, especialmente, los modos checkpoint y smash-up. El primero es una carrera en terreno m¨¢s abierto y con estilo rally, es decir, yendo de un punto a otro en lugar de acabar en el mismo lugar en el que se empez¨®. Hay que pasar por cada punto de control en orden si no queremos ser penalizados, y suelen ser carreras especialmente fren¨¦ticas y din¨¢micas. La modalidad smash-up, por su parte, es una prueba cronometrada en la que tenemos paneles luminosos por el camino que nos dicen por d¨®nde podemos pasar y por d¨®nde no. Si lo hacemos bien, atravesaremos los paneles sin mayores problemas, pero cada vez que choquemos con un panel prohibido perderemos bastante tiempo. Las v¨ªas abiertas o cerradas cambian de manera aleatoria en cada intento, lo que hace imprevisible cada participaci¨®n que disputemos.

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M¨¢s all¨¢ de todo esto tenemos las distintas clases de veh¨ªculos y circuitos, que aportan un nuevo nivel de variedad. Evidentemente, no es lo mismo pilotar un cl¨¢sico de Rally que una camioneta, como tampoco lo es correr campo a trav¨¦s que en una pista de asfalto o un estadio embarrado. Las categor¨ªas est¨¢n bien diferenciadas y requieren aprendizaje particular para cada una de ellas, siendo inevitable que desarrollemos predilecci¨®n por unas frente a otras. Hablando en n¨²meros, tenemos m¨¢s de 40 coches diferentes con diversas apariencias desbloqueables, 16 localizaciones con varios trazados cada una (hasta 10 como m¨¢ximo) y un total de 20 entradas de campa?a que completar, algo aceptable que nos llevar¨¢ varias horas. M¨¢s all¨¢ de esto tenemos el modo online y los retos semanales, consistentes en pruebas concretas en las que toda la comunidad puede participar para alzarse con el mayor premio posible. Adem¨¢s, la existencia de DLC de pago desde el primer d¨ªa con algunos veh¨ªculos extra es un tipo de pr¨¢ctica que no sentar¨¢ bien a todos los consumidores, por mucho que la cantidad base de coches sea bastante elevada. 

Volantazo hacia el arcade.

Ya se dijo desde los estudios de Milestone hace tiempo y lo hemos comprobado desde el primer contacto con el juego: atr¨¢s quedaron los intentos de hacer un simulador con el realismo como se?a de identidad. Al menos en lo referente a este juego, que ofrece acci¨®n directa y no complica demasiado la vida al jugador para poder disfrutar de ella. Es cierto que mantiene la opci¨®n de obtener una conducci¨®n m¨¢s exigente a base de modificar algunos par¨¢metros como el ABS, TCS, automatismos de frenada y direcci¨®n o cambiar entre transmisi¨®n manual y autom¨¢tica, pero en ning¨²n caso se convierte en lo que podr¨ªamos llamar propiamente un simulador realista de conducci¨®n, aunque complique hasta cierto punto el dominio del veh¨ªculo. Tambi¨¦n tiene un sistema de da?os que podemos activar para que repercuta en el rendimiento del coche o sea meramente est¨¦tico.

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Con esta propuesta jugable, la pretensi¨®n de llegar a una mayor base de jugadores deber¨ªa verse favorecida, pero hay que recalcar que tampoco convierte al juego en un paseo. Como se suele decir, es f¨¢cil de manejar pero dif¨ªcil de dominar, al menos si nuestra ambici¨®n es ganar todas las carreras en cualquier modalidad y en niveles de dificultad que saquen lo mejor de nosotros. En efecto, el modo principal se puede completar sin demasiadas dificultades en nivel normal, pero, al menos para los jugadores con experiencia en estos juegos, el reto estimulante est¨¢ m¨¢s arriba, en los niveles dif¨ªcil y, sobre todo, muy dif¨ªcil, donde el manejo sobre cada una de las superficies debe ser muy bueno si queremos hacernos con el oro. Vale la pena resaltar que el juego, pese a su puesta en escena algo macarra con coches embarrados, derrapes, altas velocidades y m¨²sica fuerte, no consiste en un espect¨¢culo de destrucci¨®n ni en un simulador de accidentes, sino en un arcade con tintes cl¨¢sicos donde todo se reduce a la pericia con el mando y que busca castigar las colisiones y errores de conducci¨®n m¨¢s graves.

El control ofrece respuestas inmediatas a nuestras acciones, permitiendo disfrutar de la m¨¢xima velocidad posible en cada momento. Sin embargo, las distintas superficies afectan al comportamiento del coche y hay que andarse con ojo: el asfalto es nuestro gran amigo, la tierra seca nos permite disfrutar much¨ªsimo, el barro exige bastante pericia y el hielo es, directamente, lo m¨¢s imprevisible. Tambi¨¦n las condiciones de luminosidad ayudan a crear diversos ambientes y a que todas las carreras tengan su punto particular, ya que la noche en algunos escenarios salvajes puede llevarnos por el camino de la amargura al toparnos con elementos del terreno sin previo aviso. Eso s¨ª, la (hoy en d¨ªa) omnipresente posibilidad de rebobinar la acci¨®n para evitar desastres facilita mucho las cosas, algo que en ocasiones resta emoci¨®n a las carreras, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayor¨ªa son bastante cortas. Quiz¨¢s el punto menos convincente del apartado jugable sean las f¨ªsicas, que en ocasiones producen efectos bastante inesperados en saltos (los aterrizajes suelen ser muy c¨®modos a pesar de restarles realismo, pero a veces da la impresi¨®n de que los coches son extremadamente ligeros y hacen movimientos extra?os) y en colisiones (existe una especie de efecto im¨¢n que, en ocasiones, resulta exagerado). Sin embargo, no suele ser protagonista negativo de la acci¨®n en general, que transcurre de modo bastante satisfactorio y, por norma, las licencias que se han tomado los desarrolladores en este aspecto van encaminadas a no penalizar demasiado la conducci¨®n agresiva.

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Bonito pero irregular.

En el plano t¨¦cnico tenemos muchos altibajos que comentar, aunque lo m¨¢s importante es la ausencia de defectos que estropeen la experiencia jugable. Visualmente estamos ante un trabajo bastante bueno, con escenarios muy bien recreados, distancias de visionado generosas y un buen mont¨®n de detalles que adornan perfectamente el entorno. Las texturas de las superficies y elementos del terreno, as¨ª como los efectos de luminosidad y la climatolog¨ªa en general, est¨¢n muy logrados y bien acabados. El modelado de los coches, por el contrario, ofrece resultados muy dispares, oscilando entre veh¨ªculos bastante detallados y otros que parecen sacados casi de otro juego. Es cierto que no ofrece posibilidad de comparaci¨®n con los t¨ªtulos m¨¢s punteros del g¨¦nero en este sentido, pero existen diferencias que lo hacen pasar de mantener el tipo a cantar un poco, especialmente en los interiores, donde desafina bastante. 

Sin embargo, en el apartado sonoro s¨ª cumple bastante bien tanto en efectos como en ambientaci¨®n en general, incluyendo una banda sonora muy adecuada al estilo de juego. El ruido del motor, el chasis y el escape est¨¢ bastante bien acabado y transmite buenas sensaciones durante el juego. Yendo a un plano m¨¢s delicado, tenemos que destacar la limitaci¨®n a 30fps del rendimiento en consolas, estando liberado y siendo bastante estable en su versi¨®n PC, ofreciendo as¨ª sus mejores prestaciones. Tambi¨¦n hay que comentar ciertos defectos gr¨¢ficos como un popping evidente aunque ligeramente camuflado (la vegetaci¨®n y peque?os objetos se genera a poca distancia pero de manera algo progresiva en lugar de hacerlo totalmente de golpe) y, tambi¨¦n, un clipping que en ocasiones es bastante cantoso con hierbas altas que no reaccionan de ninguna manera al pasar a sobre ellas y atraviesan carrocer¨ªas sin ning¨²n problema. Por lo general no son defectos que echen al traste el resultado general, pero a veces s¨ª se notan demasiado.

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An¨¢lisis realizado con un c¨®digo para Steam proporcionado por Milestone.