Crossing Souls y otros juegos de ambientaci¨®n ochentera

Juegos actuales de ambientaci¨®n ochentera

Las tiendas de ropa llenas de pantalones de pitillo, la cartelera con Star Wars, y el titular de las revistas de cine anticipando la nueva de Indiana Jones. En televisi¨®n Stranger Things marcando el comp¨¢s, y en la portada de Steam estrenamos Crossing Souls. Son los 80, y est¨¢n de vuelta.

Fourattic nos da la excusa para charlar acerca de la ambientaci¨®n ochentera en videojuegos. Lo interesante del momento actual en lo audiovisual es que la mirada es revisionista. No se trata de crear un juego el a?o 2018 como se hac¨ªa en 1987, sino de recoger la est¨¦tica y el tono para trasladarlo a ficciones actuales y narrar problem¨¢ticas contempor¨¢neas. Esa es la l¨®gica de Stranger Things, que sorprende al presentar contraste entre una apariencia genuinamente cl¨¢sica, y a su vez narra con estilo y tem¨¢tica perfectamente actual. Esa es la misma l¨®gica de Crossing Souls, que en un trasiego constante de referencias ochenteras, cuenta una historia de grupo de amigos saltando entre diferentes estilos de gameplay a trav¨¦s de una aventura ecl¨¦ctica. Una aventura a la altura de lo que hay que esperar de Devolver.

Y es que Devolver Digital r¨¢pido le tomo la medida a la ambientaci¨®n ochentera. Una de sus primeras apuestas sonadas fue Hotline Miami, que se convierte en referente del sabor ochentero en videojuegos desarrollados en la actualidad. Luces de ne¨®n, colores fluor y la banda sonora electr¨®nica que m¨¢s ha influenciado en videojuegos en los ¨²ltimos tiempos. A su vez, una banda sonora consecuencia de la m¨²sica de Kavinsky en la pel¨ªcula Drive.

El ne¨®n ochentero dibuj¨® tambi¨¦n las dosis de acci¨®n de Far Cry: Blood Dragon. Un spin-off para la saga Far Cry, que funcionaba como shooter de acci¨®n salvaje. Recog¨ªa de los ochenta ambientaci¨®n y esp¨ªritu. Tambi¨¦n recog¨ªa, como Kung Fury tiempo despu¨¦s, el tono casposo. Aquel que no ve¨ªa  inconveniente en mezclar dinosaurios con Cadillacs en los recreativos. Solo en ese momento el macarrismo se permitir¨ªa acceder al punto m¨¢s extremo, y eso es lo que intent¨® absorber con ¨¦xito Far Cry: Blood Dragon. El experimento funcion¨® verdaderamente bien, y es un juego digno de recuperar.

Los h¨¦roes de acci¨®n

Pero, pensando en el macarrismo ochentero hay que irse a mirar al cine de acci¨®n. Arturo Gonz¨¢lez Campos, el conductor del Podcast Todopoderosos, dice aquello de: ¡°Viv¨ª los ochenta y no eran para tanto¡±. Sin embargo, la mirada que hoy se echa a la est¨¦tica y ambiente ochentero est¨¢ marcada por dos rasgos: el primero, el dogma facil¨®n de que cualquier tiempo pasado siempre fue mejor; luego, porque la representaci¨®n que tenemos de los ochenta responde m¨¢s a las cintas de Stallone que a El Pico de Eloy de la Iglesia.

Justamente pensar en los h¨¦roes de acci¨®n de los ochenta es pensar en una ¨¦poca dorada para el fandom. Cintas como Rambo, Rocky, Terminator, Cobra, Golpe en la peque?a China, Contacto sangriento... y podr¨ªamos estar as¨ª toda la tarde. Nombres propios como Stallone, Schwarzenegger o Van Damme, que encuentran su homenaje directo en Broforce. Broforce homenajea los ochenta de dos modos: homenajea a los h¨¦roes de acci¨®n del cine con sus representaciones, y homenajea a cl¨¢sicos de los recreativos como Metal Slug con su propuesta jugable. De nuevo, lo interesante es presentar una ambientaci¨®n ochentera en un juego de reglas actuales, porque elementos como la destrucci¨®n de entornos hacen de Broforce un juego poco nost¨¢lgico en su planteamiento.

Sin embargo, uno de los primeros juegos de nueva hornada que decididamente quer¨ªan ser ochenteros es Retro City Rampage. Este GTA pixel-art es una propuesta fallida en casi todo lo que se propone, pero la ensalada de referencias y bromas a todo tipo de pel¨ªculas cl¨¢sicas hace que, para el nost¨¢lgico de esa ¨¦poca, se convierta en partida obligada.

?Qui¨¦n dijo Narita Boy?

Comenzamos con Crossing Souls, un juego espa?ol que persigue la ambientaci¨®n ochentera y est¨¢ de rabiosa actualidad, y cerramos con Narita Boy, otro juego espa?ol ochentero, que se tenemos que tener bien fijado en el horizonte bajo el r¨®tulo de ¡°pr¨®ximamente¡±.