Dynasty Warriors 9, An¨¢lisis

Dynasty Warriors 9, an¨¢lisis

Todo comenz¨® en el a?o 2000 con Shin Sangoku Musou, un t¨ªtulo con el que Koei llevaba su ya por entonces m¨¢s que prol¨ªfica serie del Romance de los Tres Reinos hacia un nuevo terreno mucho m¨¢s arcade y desenfrenado que los sesudos y pausados juegos de estrategia que hab¨ªan sido norma habitual en a?os precedentes. Bien es verdad que Zhao Yun y compa?¨ªa ya hab¨ªan hecho sus pinitos en el g¨¦nero de la acci¨®n con Sangoku Musou, un juego de lucha uno contra uno lanzado en 1997 para la primera PlayStation y que en occidente recibi¨® el nombre de Dynasty Warriors, pero con aquel nuevo videojuego, destinado al lector de discos de la por entonces reci¨¦n estrenada y flamante PlayStation 2, todo se llev¨® a un nuevo nivel.

Shin Sangoku Musou, que fue renombrado en occidente como Dynasty Warriors 2 (de ah¨ª, por ejemplo, que el t¨ªtulo protagonista de este an¨¢lisis se conozca en Jap¨®n como Shin Sangoku Musou 8 en lugar de 9), supon¨ªa algo as¨ª como una evoluci¨®n del beat ¡¯em up cl¨¢sico que tanta fama cosech¨® en la era de los salones arcade gracias a t¨ªtulos como Final Fight o Golden Axe. Pero Dynasty Warriors 2 era un beat ¡¯em up a lo bestia, que aprovechaba la potencia de la plataforma de 128 bits de Sony para poner en pantalla una batalla en tiempo real entre dos ej¨¦rcitos formados por cientos y cientos de soldados, los cuales luchaban en escenarios de generosas dimensiones y libre recorrido. El misticismo del Romance de los Tres Reinos, la personalidad y el carisma de sus personajes, unidos a un legendario hilo narrativo basado en hechos reales acontecidos hace casi dos milenios, redondearon el resultado final.

Dynasty Warriors 2 se convirti¨® en un ¨¦xito tremendamente importante para Koei, sobre todo en Jap¨®n, as¨ª que aquello supuso el pistoletazo de salida para una saga que no solo recib¨ªa nuevas entregas numeradas, sino tambi¨¦n expansiones (los Xtreme Legends y Empires), spin-offs (los Samurai y Warriors Orochi/All Stars) y juegos que adaptaban multitud de las m¨¢s famosas licencias de manganime y videojuegos (Gundam, El Pu?o de la Estrella del Norte, One Piece, Zelda, Fire Emblem¡­). Acab¨® siendo tanta la cantidad de t¨ªtulos lanzados, tanto por Koei como por otras compa?¨ªas, que se dio pie al nacimiento de todo un nuevo g¨¦nero: el Musou.

Aunque este g¨¦nero sigue gozando de una gran aceptaci¨®n en tierras japonesas, en occidente la cosa ya cambia. Son muchos los que tachan a los Musou de ser t¨ªtulos demasiado parecidos, cortados todos por el mismo patr¨®n, e incluso aseguran que estos juegos son mon¨®tonos y repetitivos debido a la fuerte carga arcade que poseen sus combates, con machaqueo de botones continuo y constante. Tambi¨¦n hay mucha gente a la que no le gusta el hecho de tener que tumbar a centenares y centenares de enemigos cl¨®nicos que apenas atacan al jugador, sin entender que todo aquello forma parte de la propia mec¨¢nica inherente al g¨¦nero: estos enemigos est¨¢n ah¨ª para aumentar nuestra puntuaci¨®n o rellenar las barras de poder, ya que el verdadero desaf¨ªo se encuentra en los generales que los comandan.

Sea como fuere, lo que s¨ª es verdad es que el g¨¦nero Musou, en sus muchas vertientes, ha permanecido pr¨¢cticamente invariable desde sus inicios en lo que a su punto fuerte se refiere: los combates en tiempo real librados entre dos ej¨¦rcitos en escenarios de generosas dimensiones. Debido a ello, t¨ªtulos que en apariencia deber¨ªan ser distintos, como Samurai Warriors 4 respecto a Fire Emblem Warriors, acaban siendo en su columna vertebral tremendamente similares. Pero es que el Musou es el Musou, al igual que un Street Fighter comparte no pocos puntos en com¨²n con un The King of Fighters, dado que ambas sagas pertenecen al mismo g¨¦nero y, por ende, van de lo mismo. De todas maneras, tanto Koei como Omega Force (el estudio de desarrollo encargado de los Musou) pretenden llevar a cabo con este Dynasty Warriors 9 una aut¨¦ntica revoluci¨®n en la franquicia, todo con el objetivo de atraer a jugadores que hasta ahora no se hab¨ªan interesado por los Musou. Si lo han conseguido o no es algo que nos disponemos a desvelar en el presente an¨¢lisis.

La era de los Tres Reinos

Todos conocemos la historia del Romance de los Tres Reinos, una de las novelas hist¨®ricas referentes de la China milenaria, pero para los reci¨¦n llegados a la franquicia Dynasty Warriors, he aqu¨ª un resumen: Nos encontramos en el a?o 169 de la presente era. La centenaria dinast¨ªa Han sufre el mayor periodo de crisis de su historia. El poder y la influencia del Emperador es menor que nunca, y la corrupci¨®n y tiran¨ªa se extienden por todos los estamentos gubernamentales. El pueblo sufre hambre y miseria, y una parte de ¨¦l se alza en armas en lo que acab¨® d¨¢ndose a conocer como la Rebeli¨®n de los Turbantes Amarillos. La dinast¨ªa Han llama a sus principales generales y h¨¦roes para que sofoquen la rebeli¨®n, y es finalmente uno de estos mandatarios, el cruel Dong Zhuo, quien aprovecha el caos reinante para hacerse con el poder y usurpar el trono imperial.

Dong Zhuo es finalmente derrotado por los mismos h¨¦roes que hab¨ªan luchado en la Rebeli¨®n de los Turbantes Amarillos, pero el da?o ya est¨¢ hecho pues la dinast¨ªa Han ha desaparecido por completo. Entonces se inicia un periodo de guerra civil en el territorio chino, que acaba dividido en tres reinos principales: Shu, Wu y Wei. Estas tres naciones luchar¨¢n entre s¨ª en largas y cruentas batallas con el objetivo de volver a unificar China bajo una ¨²nica bandera.

Dynasty Warriors 9, tal y como sucedi¨® con las entregas precedentes de la saga, sigue este hilo narrativo a lo largo de un gigantesco modo historia dividido en varios arcos argumentales, que juntos dan para decenas y decenas de horas de juego. Aqu¨ª se presentan un total de cinco facciones seleccionables, y hasta 90 guerreros que podremos controlar, todos con caracter¨ªsticas diferenciadas, dotados de una marcada personalidad y un innegable carisma. Pero ya hemos mencionado que Koei, a trav¨¦s de Omega Force, pretende que esta entrega revolucione la saga y atraiga a nuevos jugadores, as¨ª que nos encontramos ante el Musou m¨¢s ambicioso de la historia no solo de esta franquicia, sino del g¨¦nero en general.

De este hecho nos damos cuenta desde el inicio, ya que Dynasty Warriors 9 ha sido traducido al castellano, algo que en lo referente a los DW no suced¨ªa desde bastante tiempo atr¨¢s. Tambi¨¦n nos encontramos con un doblaje al ingl¨¦s, adem¨¢s de las habituales voces japonesas, algo que, dentro de los Musou que no est¨¢n basados en una licencia de terceros, dej¨® de ser habitual a partir de Warriors Orochi 3, publicado en 2012. Que DW9 nos llegue traducido al castellano es algo que no nos podemos cansar de aplaudir, ya que hace que el juego sea accesible a todo el mundo. Ahora cualquiera podr¨¢ disfrutar de su historia y saber qu¨¦ hacer en todo momento.

El doblaje ingl¨¦s es otro a?adido muy de agradecer. Durante los combates, los di¨¢logos entre personajes son constantes, y adem¨¢s varios de dichos di¨¢logos son esenciales para saber c¨®mo va la batalla y d¨®nde se nos necesita. De no contar con voces en ingl¨¦s, estar¨ªamos obligados a leer los subt¨ªtulos continuamente, algo que puede perjudicarnos al dejar de prestar atenci¨®n a lo que sucede en pantalla. Los actores que prestan voz a los personajes saben hacer bien su trabajo, por lo que la calidad de este doblaje anglosaj¨®n es superior a los escuchados en anteriores Dynasty Warriors. Por supuesto, los puristas podr¨¢n seguir seleccionando las voces en japon¨¦s, aunque deben saber que su elecci¨®n repercutir¨¢ negativamente en la jugabilidad a no ser que conozcan al dedillo el idioma nip¨®n. Adem¨¢s, existen di¨¢logos que, aunque no suelen tener importancia en el devenir de los acontecimientos, no se encuentran subtitulados.

El esfuerzo que ha llevado a cabo Koei a la hora de localizar Dynasty Warriors 9 al mercado occidental es muy elogiable, ya que la cantidad de texto y di¨¢logo que posee el juego es enorme. Esperemos que las ventas de este t¨ªtulo sean suficientes como para hacer ver a la compa?¨ªa que el esfuerzo ha merecido la pena, y no tengamos que volver a encontrarnos en futuras entregas de la saga con textos solo en ingl¨¦s y voces ¨²nicamente en japon¨¦s.

Campo de batalla: China

La principal novedad que Dynasty Warriors 9 ofrece en t¨¦rminos de desarrollo y mec¨¢nicas jugables no es otra que la del mundo abierto. Atr¨¢s quedan los niveles lineales y los campos de batalla aislados entre s¨ª. Ahora, unas enormes extensiones de terreno se encuentran a nuestra disposici¨®n para ser recorridas a placer mientras superamos un sinf¨ªn de misiones tanto principales como secundarias, visitamos aldeas y castillos para comerciar y mejorar nuestro equipo, forjamos alianzas o aceptamos desaf¨ªos, cazamos, pescamos y cocinamos, asaltamos o defendemos fortalezas... As¨ª, el ¨¢rea de juego pasa a ser inmensa, y para recorrerla contamos por supuesto con diversas v¨ªas como monturas o viajes instant¨¢neos, tal y como suele ser habitual en juegos como The Witcher III. Adem¨¢s, podemos nadar para superar grandes extensiones de agua (aunque tambi¨¦n disponemos de embarcaciones), y disponemos de un garfio para escalar por las diferentes estructuras que encontraremos en nuestro camino.

Por si esta libertad de movimiento no fuera suficiente, Dynasty Warriors 9 cuenta adem¨¢s con los escenarios y paisajes m¨¢s bellos y elaborados de la saga. Se nota que aqu¨ª Omega Force ha puesto toda la carne en el asador y ha aprovechado a fondo la potencia tanto de las consolas actuales como del PC. El hecho de que este t¨ªtulo no vaya a ser lanzado en plataformas tecnol¨®gicamente m¨¢s humildes como PlayStation Vita o PS3 ha contribuido sin duda a que gr¨¢ficamente hablando nos encontremos ante el Musou m¨¢s puntero de todos los publicados hasta la fecha. En este sentido, aspectos como la meteorolog¨ªa din¨¢mica (lluvia, nieve, el viento soplando con fuerza¡­) o los ciclos d¨ªa/noche son dignos de ser destacados.

Luchando por la unificaci¨®n

Las transiciones en este Dynasty Warriors 9 entre los periodos de exploraci¨®n, las estancias en bases, y las batallas son este caso instant¨¢neas y fluidas gracias al mapeado de mundo abierto en el que nos encontraremos. Uno de los grandes aciertos del juego es que no solo podemos explorar libremente el mapeado, sino que ¨¦ste tambi¨¦n da la sensaci¨®n de estar vivo, en el sentido en que los acontecimientos se van desarrollando constantemente aunque nosotros no participemos en ellos. Los ej¨¦rcitos se desplazan, los generales planean sus estrategias y las ejecutan, los bandidos intentan aprovechar el caos reinante para asaltar a todo el que pillen desprevenido, los animales salvajes cazan o son cazados¡­

Todo esto est¨¢ ah¨ª para dar al jugador la sensaci¨®n de que solo es un elemento m¨¢s dentro de una gigantesca batalla. Un elemento destacado, s¨ª, pero ni mucho menos el eje central sobre el que gira todo lo dem¨¢s. Y se agradece, ya que desde el principio hay tanto que hacer, tantos frentes abiertos e iconos activos en el mapa principal, que si todo dependiera de nosotros y nuestras acciones no ser¨ªa nada raro que nos acab¨¢ramos agobiando a las primeras de cambio.

Existen tiendas para comprar ¨ªtems, armas y potenciadores, pero aqu¨ª la recolecci¨®n tambi¨¦n es muy importante, dado que nosotros mismos podremos fabricar todo tipo de objetos, siempre y cuando encontremos los pergaminos que nos muestran los ingredientes y elementos necesarios para hacerlo. En este sentido, explorar el gigantesco mapa es crucial para obtener tanto los propios pergaminos como madera, minerales, pieles, ingredientes para cocinar¡­ Para las pieles y la carne habr¨¢ que cazar, tratando de ser sigilosos al atisbar una presa, y usando nuestro arco (que podr¨¢ ser cargado con flechas de lo m¨¢s variopintas) para abatirla. Por supuesto, no nos tenemos que preocupar mucho si nos encontramos con un grupo de ciervos, pero la cosa ya cambia con animales como lobos (que siempre van en manada), tigres u osos. Aqu¨ª s¨ª que tendremos que extremar las precauciones al m¨¢ximo si no queremos que las tornas cambien y seamos nosotros los que acabemos convertidos en el almuerzo del d¨ªa. La opci¨®n de pescar, usando distintos cebos, tambi¨¦n se encuentra presente.

Existe adem¨¢s la posibilidad de hacernos con nuestra propia residencia, la cual podremos amueblar a nuestro gusto. Obviamente, no se pueden pedir posibilidades de personalizaci¨®n como las que ofrece, por ejemplo, Fallout 4, pero se agradece el poder disponer de una base propia en la que gestionar con tranquilidad todo lo que rodea a nuestro personaje. Adem¨¢s, los generales aliados nos visitar¨¢n de vez en cuando, as¨ª que conviene tenerlo todo presentable.  

Eso s¨ª, por mucho mundo abierto, exploraci¨®n, recolecci¨®n de materiales o fabricaci¨®n de objetos que haya, esto sigue siendo un Musou, as¨ª que los combates desenfrenados en los que nos encaramos con cientos de soldados siguen siendo la columna vertebral de la jugabilidad de Dynasty Warriors 9. En este sentido, el sistema de combate tambi¨¦n ha recibido una profunda revisi¨®n respecto a lo visto anteriormente, de manera mucho m¨¢s notable (y acertada) que la experimentada en Dynasty Warriors 6 (lanzado en 2007) con su fallido sistema Renbu. 

El sistema que Dynasty Warriors 9 estrena recibe el nombre de State Combo, y deja atr¨¢s los cl¨¢sicos ataques r¨¢pidos, ataques fuertes y las varias combinaciones entre ¨¦stos para ofrecer tres nuevas v¨ªas. La primera son los trigger attacks, b¨¢sicamente una combinaci¨®n de ataques r¨¢pidos efectuada al pulsar repetidamente el bot¨®n cuadrado. Luego tenemos los flow attacks, m¨¢s variados y efectivos, activables al dejar pulsado el bot¨®n R1 mientras accionamos alguno de los cuatro botones frontales. Cada bot¨®n producir¨¢ un ataque diferente, destinado adem¨¢s a dejar al enemigo expuesto a nuevos ataques frontales, a¨¦reos o elementales, que se activan con el bot¨®n cuadrado y son distintos a los trigger attacks normales.

Con el bot¨®n tri¨¢ngulo ejecutaremos lo que se ha dado en llamar finish attack. B¨¢sicamente, este ataque consiste en una carga frontal que finalizar¨¢ con nuestro guerrero ejecutando un fuerte golpe al enemigo con su arma. Pero los finish attack son ataques adaptativos, por lo que diferentes situaciones dar¨¢n diferentes resultados, pudiendo servirnos para anular la embestida del contrario, romper su guardia, contraatacar, esquivar y golpear, rematar a un enemigo previamente herido¡­ Por ¨²ltimo, y como no pod¨ªa ser de otra manera, tenemos el cl¨¢sico y poderoso ataque Musou. No cambia demasiado respecto a lo visto en anteriores Dynasty Warriors, as¨ª que para activarlo tan solo deberemos pulsar el bot¨®n c¨ªrculo cuando la barra de poder de nuestro personaje se encuentre completa.

Todos estos tipos de ataque (flow, trigger, finish y Musou) son combinables entre s¨ª, permiti¨¦ndonos enlazar cadenas de combos que pueden llegar a superar el centenar de golpes si somos lo suficientemente habilidosos. Adem¨¢s, podemos cambiar el arma de nuestro personaje, potenciarla, a?adirle gemas, equiparnos con objetos que nos har¨¢n m¨¢s poderosos¡­ Las posibilidades son tremendas. Tambi¨¦n contamos con una barra de resistencia, que regular¨¢ movimientos como el doble salto, rodar (imprescindible para esquivar ataques), el impulso desde una pared al m¨¢s puro estilo Chun-Li¡­ Puede que a los aficionados veteranos que lleven a?os jugando a la saga Dynasty Warriors este nuevo sistema de ataques y t¨¦cnicas no les parezca tan directo, sencillo y contundente como el cl¨¢sico, pero al menos es m¨¢s variado y ofrece un abanico de posibilidades que es de agradecer.

Otro acierto de este Dynasty Warriors 9 llega cuando nuestro personaje sube de nivel, ya que los puntos de experiencia que se nos otorgan pueden ser repartidos por el jugador en lugar de distribuirse autom¨¢ticamente entre ataque, defensa, agilidad¡­ As¨ª podremos construirnos un guerrero a nuestro gusto, con m¨¢s poder o mejor defensa, seg¨²n nuestras necesidades. Mencionar como nota curiosa que esta vez incluso nuestros caballos podr¨¢n subir de nivel, lo que posibilita que lleguemos a poseer una montura favorita por encima de las dem¨¢s.

Una vez estudiemos al dedillo las posibilidades de nuestro personaje en cuanto a ataque y personalizaci¨®n, ser¨¢ la hora de ganar batallas. Las misiones, ya sea en forma de principales, secundarias, escaramuzas, sabotajes, acciones de guerrilla¡­, son m¨¢s numerosas que en cualquier Musou visto hasta la fecha. De nuevo, abrir el mapa de juego y observar la cantidad de frentes abiertos al mismo tiempo puede hacer que el jugador se sienta sobrepasado. Pero todo consiste en tomarse las cosas con calma y marcar prioridades. 

Las misiones regulan su dificultad mediante un n¨²mero (el nivel recomendado que debe poseer nuestro personaje a la hora de afrontarlas), as¨ª que lo mejor es ir cumpliendo secundarias y opcionales, como la captura de puestos avanzados, lo que permitir¨¢ que poco a poco la balanza se vaya inclinando del lado de nuestro ej¨¦rcito. Vamos, que si nada m¨¢s comenzar nos vamos de cabeza a por el comandante en jefe enemigo, morderemos el polvo con toda seguridad. Pero si avanzamos al mismo tiempo que lo hacen nuestros aliados, y vamos desgastando las fuerzas y la moral del adversario, todo ser¨¢ distinto.