They Are Billions, Impresiones

Hubo una ¨¦poca en la que los juegos de estrategia estaban de moda; luego hubo otra en la que los juegos de zombis tambi¨¦n (bueno, nunca han dejado de estarlo del todo). Numantian Games ha unido los dos conceptos en su They are Billions, un juego todav¨ªa en early access pero al que le hemos visto el suficiente potencial como para traeros las impresiones que hemos ido sacando despu¨¦s de estrellarnos una y otra vez contra la horda de no-muertos. Y para contaros qu¨¦ se siente tras conseguir alguna ocasional victoria, por qu¨¦ no decirlo, e intentar transmitiros la manera en la que procura enganchar al jugador y frustrarlo como pocos han conseguido. Y a¨²n frustrado, que sigamos d¨¢ndole a nueva partida tras haber tirado a la basura las dos ¨²ltimas horas de nuestra vida.

Cuando uno piensa que lo ha visto casi todo dentro de un g¨¦nero, siempre es agradable que a alguien m¨¢s listo e imaginativo se le ocurra una vuelta de tuerca; porque Billions no es un juego de estrategia en tiempo real, como algunos han asegurado por ah¨ª, como tampoco lo es por turnos. Es un juego de estrategia, cierto, pero puestos a parecerse a algo es un cruce entre estrategia y tower defense, un experimento en el que deberemos dominar los conceptos b¨¢sicos de la construcci¨®n y expansi¨®n de una base con el subsiguiente manejo de tropas. Y s¨ª, suena mucho a la configuraci¨®n de un cl¨¢sico titulo ETR, pero dado que se puede pausar la partida en cualquier momento Y ADEM?S asignar ¨®rdenes a nuestras tropas y hacer cola de construcci¨®n de edificios y defensas mientras el juego est¨¢ parado, es m¨¢s importante tener la mente clara sobre lo que se quiere hacer sin importar la velocidad a la que lo vayamos a hacer.

El ¨²nico modo disponible en este early access es el modo supervivencia; nuestro objetivo es sobrevivir al ¨²ltimo d¨ªa, en el que una oleada de cientos y cientos de enemigos atacar¨¢ nuestra base. Hasta llegar a ese momento deberemos gestionar los recursos, bastante escasos, e ir aprovechando la orograf¨ªa del terreno y obst¨¢culos naturales para hacer una expansi¨®n agresiva y conc¨¦ntrica que nos permita ir alimentando nuestro creciente n¨²mero de tropas y las necesidades b¨¢sicas para construir nuevos edificios y mejoras. Peri¨®dicamente iremos recibiendo ataques de progresiva intensidad por parte de un n¨²mero mayor y mejor de enemigos, para que no nos durmamos. No sirve de nada atortugarse en la base porque no hay suficientes recursos para sobrevivir, con lo que la planificaci¨®n defensiva es lo m¨¢s importante, asignando las suficientes defensas para no ser consumidos por la horda pero lo suficientemente prescindibles para no entorpecer nuestra expansi¨®n.

They are Billions es un juego que no tiene ning¨²n tipo de contemplaci¨®n con el jugador. Si un ¨²nico zombi llega a destruir una caseta de civiles, ¨¦stos se convertir¨¢n en zombis y a su vez atacar¨¢n a los edificios cercanos provocando una reacci¨®n en cadena. Una defensa mal colocada, un simple hueco en nuestra muralla puede provocar perder tranquilamente una hora y media de juego o m¨¢s, que es lo que suelen durar las partidas. A m¨¢s larga la partida, m¨¢s f¨¢cil ser¨¢ el mapa porque tendremos m¨¢s tiempo para prepararnos antes de la oleada final, pero tambi¨¦n m¨¢s frustrante ser¨¢ el haber invertido tanto para nada. Porque una vez se acaba la partida, game over, nos vamos al men¨² con nuestra irrisoria puntuaci¨®n y vuelta a empezar. El modo campa?a, en desarrollo, nos deber¨ªa dar cierta sensaci¨®n de progresi¨®n que ahora mismo no existe. Derrota tras derrota, el juego no te da ninguna pista sobre c¨®mo hacerlo mejor ni premia tu constancia, esperando que puedas encontrar por ti mismo la soluci¨®n al problema en un mapa, adem¨¢s, que cambiar¨¢ partida a partida. Como un mueble de Ikea sin instrucciones, por ejemplo.

Uno tiene la sensaci¨®n de que existe un orden correcto para hacer las cosas, un sistema ¡°¨®ptimo¡± de construcci¨®n y expansi¨®n. En juegos como Starcraft era as¨ª, por ejemplo, y en muchos otros tambi¨¦n. El problema es que el juego tiene saltos de dificultad conforme pasan los minutos que no se adecuan a la velocidad a la que aprendemos el juego, y eso puede pasar factura a muchos usuarios. Eso provoca que el mejor amigo que tenemos en They are Billions sea la barra espaciadora, el bot¨®n de pausa. Es posible que la mayor parte de la partida la juguemos as¨ª, decidiendo la direcci¨®n de las patrullas de soldados o poniendo a construir una nueva l¨ªnea de torres tesla para aumentar la zona en la que podemos expandirnos. Y eso no debe avergonzarnos en ning¨²n momento, aunque uno venga de la ETR convencional. El modo supervivencia es un modo dif¨ªcil y jugarlo estrictamente en tiempo real es complicarnos las cosas innecesariamente. Algo que descubrimos r¨¢pidamente en nuestras primeras partidas.

Dos cosas llaman la atenci¨®n del juego a simple vista; la primera es los zombis, que podr¨ªan haber sido ninjas, cyborgs, nazis, minions o unidades de Clash Royale. No tienen ning¨²n impacto en la est¨¦tica del juego m¨¢s que para lanzarnos unidades de distinta manera: unos m¨¢s despacio, como zombis de verdad, y luego otros que van m¨¢s deprisa (?infectados?), otros que atacan a distancia, zombis a¨¦reos, zombis que escupen, zombis que explotan... Pero si debemos quedarnos con algo es con la est¨¦tica steampunk de nuestros edificios y unidades, que eso s¨ª le da un toque de distinci¨®n al juego. Desde el vestuario de las tropas hasta la arquitectura de la base, la realidad es que tenemos un dise?o muy variopinto que le sienta estupendamente al juego de Numantian. Ignoramos si ambos conceptos ¨C zombi y steampunk ¨C est¨¢n relacionados de alguna manera en el juego, cosa que seguramente conoceremos tras la campa?a.

Antes dec¨ªamos que TaB es mayormente un juego de estrategia pero se comporta a menudo como un tower defense, porque siempre est¨¢ enfocado a que el jugador sobreviva con su centro de mando durante el ¨²ltimo ataque. Esto siempre deberemos tenerlo en cuenta a la hora de construir nuestras defensas y siempre deberemos considerar la forma en la que se comportan los enemigos. Por ejemplo, las torres tesla son los equivalentes/mezcla entre las colonias de biomaterias zerg y los pilones de Starcraft: permiten expandir la base a la vez que proporcionan energ¨ªa a estructuras cercanas. Eliminada la torre, todo lo que aquella conectaba deja de funcionar. Edificios, defensas, recolecci¨®n... todo lo que depend¨ªa de all¨ª, se queda fuera. Y lo que sobre el papel parece un planteamiento a prueba de fallos se viene abajo con la llegada de una unidad a¨¦rea que destruye esa torre y observamos con pavor como en el cort¨ªsimo espacio de 30 segundos todo se viene al traste como un castillo de naipes.

Y el 95% de las veces es por culpa nuestra, la verdad. Cierto que hay mapas que tienen peor expansi¨®n que otros o mayor abundancia de recursos libres que tanto nos ayudan al principio. Tal vez no hemos hallado a¨²n esa cadena de construcci¨®n ¡°¨®ptima¡± (siempre entre comillas porque francamente no estamos seguros de que la haya) y nos da la sensaci¨®n de que ya empezamos a remolque. Tal vez nos despistamos un segundo del minimapa y no vimos como nuestras unidades eran absorbidas por m¨¢s enemigos de los que pod¨ªan atacar o no escogimos a los alcaldes debidos cuando tuvimos ocasi¨®n. Tal vez. Pero otras veces NO. Otras veces, las menos, el juego cuela un zombi por un hueco el que no se pod¨ªa poner un muro, por ejemplo. Si no puedo poner un muro, no deber¨ªa colarse un zombi. En otras ocasiones, por la propia aleatoriedad del mapa, uno tiene la sensaci¨®n de que no habr¨ªa defensa posible ante tanta agresi¨®n simult¨¢nea desde tantos ¨¢ngulos. Y eso incluso en configuraciones de densidad zombi relativamente bajas, que es uno de los par¨¢metros a configurar para controlar la dificultad del juego. Son pocas veces, cierto, pero dan ganas de lanzar el mouse a la pantalla y no tocarlo nunca m¨¢s. Afortunadamente son las menos.

Otro de los pocos peros que se le puede lanzar a They are Billions es que, por lo menos de momento, deja poco margen para la expresi¨®n del jugador. O por lo menos es la sensaci¨®n que  a nosotros m¨¢s nos ha dejado, que existe una f¨®rmula idea para hacer las cosas y la creatividad queda limitada dependiendo de c¨®mo est¨¦ dise?ado el mapa, y no dependiendo de nuestras propias ideas. Aqu¨ª es posible que el problema hayamos sido nosotros, hay que ser honestos, pero todas las veces que hemos derrotado a la m¨¢quina (hay que hacerlo en determinadas condiciones para poder jugar con los 4 disponibles que existen) lo hemos hecho utilizando el mismo patr¨®n, que sin embargo no hemos sido de aplicar en todas las ocasiones en la que la CPU nos ha humillado sin piedad. Tal vez con m¨¢s horas de juego cambiaremos de opini¨®n, porque es uno de esos t¨ªtulos de los de ¡°una partida m¨¢s¡±. Claro que eso puede significar m¨¢s de una hora pegados a la pantalla.

They are Billions es un juego al que deberemos tener controlado a medida que avanza su desarrollo. Nosotros llegamos a ¨¦l una vez ya le hab¨ªan a?adido soporte al castellano, lo cual ser¨¢ de agradecer para muchos, y cont¨ªnuamente est¨¢n a?adiendo mejoras y balanceando unidades. Tambi¨¦n hay que decir que es un t¨ªtulo al que hay que aprender a jugar y que, en su estado actual y con su curva de aprendizaje en dificultad "media", el t¨ªtulo puede desesperar a m¨¢s de uno. Pero tiene algo, tiene ese factor X que engancha y del que no muchos juegos pueden alardear. Numantian Games est¨¢ elaborando un producto precioso, con miles de unidades en pantalla a 4k pero que te roba horas de cama con mucha facilidad. Por alrededor de 20 euros en Steam, est¨¢is avisados si quere¨ªs pasar sue?o durante unos cuantos d¨ªas. Y luego llegar al trabajo o a los estudios como... bueno, como un zombi.