Panzer Dragoon Saga
- PlataformaSTN9.6
- G¨¦neroAcci¨®n, RPG
- DesarrolladorTeam Andromeda
- Lanzamiento05/06/1998
- TextoIngl¨¦s
- EditorSEGA
Panzer Dragoon Saga, An¨¢lisis Retro
Panzer Dragoon Saga cumple 20 a?os. Es el momento de revisar uno de los mejores juegos de la historia... y uno de los m¨¢s injustamente olvidados. Una historia inolvidable, un magn¨ªfico apartado art¨ªstico y un gran sistema de juego lo convierten en un juego de rol que marc¨® ¨¦poca.
Corr¨ªa el a?o 1998 cuando el Team Andromeda hizo magia digital. No se puede definir de otra manera la obra de arte que se sac¨® de la manga dicho estudio de Sega, puesto que consigui¨® que el ¨²ltimo juego en ver la luz en Saturn fuese el juego de la m¨¢quina de 32 bits m¨¢s aclamado por la cr¨ªtica. Y eso es mucho decir cuando Saturn cuenta en su cat¨¢logo con obras como NiGHTS into Dreams, Burning Rangers, Resident Evil, Tomb Raider, Sega Rally, Virtua Cop, Virtua Fighter 2, Guardian Heroes¡ De hecho, estamos hablando de un t¨ªtulo al que tampoco es raro ver en esas siempre pol¨¦micas listas de los mejores juegos de todos los tiempos. Y, sin embargo, suele ser uno de los t¨ªtulos m¨¢s injustamente olvidados por la historia de los videojuegos. Se trata de Panzer Dragoon Saga, tambi¨¦n conocido como Azel: Panzer Dragoon RPG, la tercera entrega de una franquicia que ha grabado su nombre con letras de oro en la historia de los videojuegos.
El primer Panzer Dragoon fue juego de lanzamiento de Saturn y se convirti¨® uno de los t¨ªtulos m¨¢s impresionantes del a?o 1995. Era un shooter sobre ra¨ªles bastante simple, cercano a lo que un Space Harrier puede ofrecer, pero que destacaba por su espect¨¢culo visual (con dise?os del maestro ilustrador Moebius), su maravillosa banda sonora, su elevada capacidad de diversi¨®n y, sobre todo, una historia impactante que te dejaba un sabor de boca inmejorable. La segunda entrega, Panzer Dragoon Zwei, no se har¨ªa esperar demasiado. Ya en 1996 podr¨ªamos disfrutar de un juego que segu¨ªa la l¨ªnea marcada por su predecesor pero que daba un paso adelante al ofrecer la posibilidad de elegir diferentes rutas e incluso de hacer evolucionar al drag¨®n de diversas maneras. Pero con la tercera parte se romp¨ªa la baraja de un modo inesperado y espectacular, puesto que se trataba de un juego de rol que explotaba al m¨¢ximo el potencial t¨¦cnico de la consola y, lo m¨¢s importante, ahondaba notablemente en el universo que se nos llevaba presentando durante un par de entregas.
No se puede hablar de Panzer Dragoon sin hacer una peque?a parada en Yukio Futatsugi, el creador y m¨¢ximo responsable de esta franquicia de ensue?o. Esta trilog¨ªa fue su ¨²nica obra en Sega antes de abandonar la compa?¨ªa, aunque posteriormente nos dej¨® otros t¨ªtulos como Phantom Dust o Crimson Dragon, un intento de sucesor espiritual de la franquicia en Xbox One al que le pesaron los retrasos, las cancelaciones, el sistema de control original con Kinect y la readaptaci¨®n urgente de Xbox 360 a Xbox One. Futatsugi est¨¢ tan orgulloso de sus creaciones, no obstante, que siempre declara que quiere crear una secuela de Phantom Dust, un remake HD de Panzer Dragoon (?y tal vez uno nuevo?) o incluso una continuaci¨®n de Crimson Dragon que, al igual que Panzer Dragoon Saga, reimaginase la franquicia como juego de rol. Su pasi¨®n por los dragones es evidente y se hace notar en toda su obra. De hecho, siempre bromea con que el primer Panzer Dragoon estaba ideado originalmente con veh¨ªculos, pero que ¡°?qui¨¦n no querr¨ªa montar a lomos de un drag¨®n?¡±.
Como coment¨¢bamos antes, uno de los aspectos clave del ¨¦xito de la franquicia radica en su fascinante creaci¨®n de un universo vivo y cre¨ªble, con muchas leyendas, tradiciones, pasado¡ y su propio idioma: el Panzerese. Una mezcla de griego antiguo, lat¨ªn y ruso que se convirti¨® en la se?a de identidad de la franquicia, ya que todos los personajes del juego lo hablaban durante las escenas de v¨ªdeo, e incluso el idioma en el que se cantan los temas vocales de la franquicia. Parece una tonter¨ªa, pero el desarrollo de toda una gram¨¢tica propia y el conseguir que todos los personajes del juego la empleen con suma naturalidad a?aden profundidad y credibilidad a toda la producci¨®n. Eso, sin olvidarnos a todo el trasfondo que se a?ade a mayores. El mundo en el que nos encontramos carece de nombre, pero todos sus habitantes sienten adoraci¨®n por la tecnolog¨ªa de los Antiguos, una raza desaparecida hace mucho tiempo y que parec¨ªa ser una sociedad hiperdesarrollada en comparaci¨®n con los habitantes actuales del universo. En cierto modo, estamos en un mundo devastado que podr¨ªa recordar a otros como Mad Max a nivel de dise?o y planteamiento. Solo que aqu¨ª, en vez de gasolina el verdadero tesoro son las reliquias de los Antiguos. Todos quieren conseguirlas y sacar mucho dinero por ellas, de tal modo que hay intereses de diversas facciones y mil complicaciones que no vamos a detallar ahora porque ocupar¨ªamos muchas p¨¢ginas. No en vano, la cronolog¨ªa del juego se despliega a lo largo de 200 a?os, de los cuales 150 no los jugamos pero est¨¢n detallados con todo lujo de detalles en las diferentes entregas.
Todo esto que estamos comentando es un compendio de todas las entregas de la franquicia (sobre todo de la trilog¨ªa de Saturn). Las dos primeras partes fueron mejorando y potenciando ese trasfondo bajo el formato de shooter, pero el g¨¦nero se le quedaba peque?o al Team Andromeda. ?Y qu¨¦ mejor que el rol para conseguir narrar y ahondar todav¨ªa m¨¢s en el precioso y denso universo que est¨¢bamos intuyendo? Podr¨ªa parecer una locura que los desarrolladores pasasen de demostrar su maestr¨ªa con los shooter a un g¨¦nero tan diferente como el rol. Y sin embargo, lograron tener una maestr¨ªa a¨²n mayor. Tal fue as¨ª, que en la ¨¦poca no fueron pocas las revistas que pusieron el juego al nivel del mism¨ªsimo Final Fantasy VII. Cronol¨®gicamente, Panzer Dragoon Saga est¨¢ situado despu¨¦s de los dos t¨ªtulos anteriores, con el Imperio en su mejor momento gracias a la tecnolog¨ªa recuperada de las ruinas de los Antiguos. Esta civilizaci¨®n sigue despertando el inter¨¦s de todos los habitantes de este mundo y todo parece girar en torno a recuperar cada vez m¨¢s reliquias de la misma.
Dentro de este panorama, el juego nos presenta a Edge, un joven soldado del Imperio que est¨¢ vigilando una excavaci¨®n arqueol¨®gica cuyo objetivo es, c¨®mo no, recuperar m¨¢s artefactos de la civilizaci¨®n perdida. Sin embargo, un mutante ataca la zona de la excavaci¨®n y Edge se ve obligado a pasar a la acci¨®n. La reyerta es dura, con un mutante que parece casi invencible, pero Edge consigue arrinconarlo y, como consecuencia del intercambio de golpes, desentierran lo que parece ser una chica fosilizada dentro de un bloque de la pared. Edge se queda embelesado ante Azel, pero no tardan en llegar las naves de Craymen, el l¨ªder de la rebeli¨®n que quiere acabar con el imperio. Encandilado por la chica y obligado por el deber para con el Imperio, Edge intenta impedir que se lleven el nuevo hallazgo, pero los rebeldes matan a todo el mundo y Edge no se libra de recibir un disparo y caer por un barranco hasta una zona de agua oculta en las profundidades. Es aqu¨ª donde entra en juego un momento crucial para la aventura, aunque no lo sabremos hasta llegar al final de la misma, en un giro argumental sencillo pero efectivo. El juego nos pide que introduzcamos nuestros datos, como en cualquier juego de rol, y que respondamos a unas preguntas. Toda la informaci¨®n que le damos al juego adquiere forma de esencia que desciende hasta Edge y lo devuelve a la vida.
Es en este punto cuanto llega a su fin una secuencia de introducci¨®n de en torno a unos 20 minutos, que para aquel entonces era una aut¨¦ntica osad¨ªa y, lo m¨¢s importante, resultaba en un espect¨¢culo audiovisual y muy pocas producciones consiguieron replicar el impacto producido por el juego en su secuencia inicial. El protagonista de la historia, como es l¨®gico, desconoce todo lo que hemos hecho y se limita a salir (ya bajo nuestro control directo) de las instalaciones. Sin embargo, al poco de avanzar y cuando parece estar rodeado de una marea de criaturas, aparece un drag¨®n para acabar con todas ellas. Parece que la pistola que se encontr¨® le sirve para conectar con ¨¦l y, lo m¨¢s importante, para que lo acepte como jinete. Como no tiene nada que perder, Edge se sube a su lomo y as¨ª comienza su gran aventura. Todo esto en una secuencia de introducci¨®n que se prolonga durante unos 20 minutos, que se convert¨ªa en una aut¨¦ntica delicia audiovisual para la ¨¦poca. Una secuencia que, adem¨¢s, no era m¨¢s que una peque?a presentaci¨®n de todo lo que estaba por venir.
Uno de los aspectos m¨¢s importantes de todo juego de rol que se precie es el argumento, y ah¨ª Panzer Dragoon Saga no se queda atr¨¢s. Al rev¨¦s, se convierte en uno de los juegos m¨¢s profundos de toda la historia del g¨¦nero. Estaremos en todo momento recibiendo informaci¨®n, de un modo muy similar al de cualquier otro t¨ªtulo del g¨¦nero: secuencias con el motor del juego, secuencias por ordenador m¨¢s elaboradas y cinematogr¨¢ficas, documentos, hablar con otros personajes¡ Pero la principal diferencia con otras producciones es la profundidad y la gravedad que tiene todo en este universo. Para sacarle todo el jugo a Panzer Dragoon Saga hay que entender a fondo el pasado y comprender los acontecimientos que nos llevan hasta la situaci¨®n actual. Hay que entender bien el papel de cada facci¨®n, el origen de este mundo casi des¨¦rtico, las posibilidades del futuro de la humanidad¡ y todo eso, mientras se sigue ahondando en la trama principal de esta historia en el presente.
Los dragones esconden mucha informaci¨®n y est¨¢n rodeados de numerosas inc¨®gnitas. ?Qu¨¦ son? ?Qu¨¦ funci¨®n desempe?an en este mundo? ?Por qu¨¦ ha sido Edge un elegido? ?Por qu¨¦ Azel tambi¨¦n tiene su propio drag¨®n? Todo esto se ir¨¢ resolviendo a lo largo de las 15-20 horas de juego. No es un juego de rol especialmente largo, aunque est¨¢ tan cargado de datos (sobre todo con v¨ªdeos y voces) que ocupa la friolera de 4 discos. Durante nuestra aventura, el principal objetivo de Edge ser¨¢ vengarse de la facci¨®n rebelde de Craymen, pero pronto empezar¨¢ a desarrollar un inter¨¦s especial por Azel. De hecho, la relaci¨®n entre ambos personajes ser¨¢ un hilo conductor que nos desvelar¨¢ muchas verdades ocultas. Sobre todo desde el momento en que se desvela como jinete y aparece a lomos de su drag¨®n Atolm¡ Y, al igual que en otros Panzer Dragoon, tendremos una Torre que ser¨¢ el gran eje central de todos los acontecimientos. Todos los personajes son interesantes y est¨¢n muy desarrollados. Cierto es que no son muchos, pero llegamos a conocerlos a todos muy a fondo y a entender sus intereses y preocupaciones, ya sean personajes secundarios (como Paet y Gash) o enemigos ac¨¦rrimos (Zastava, Arwen o el Emperador).
Panzer Dragoon Saga es mucho m¨¢s que un gran argumento, por mucho que le estemos dando gran importancia debido a ese in crescendo narrativo que acaba desembocando en un final repleto de sorpresas. Cierto es que hay algunos aspectos que no han envejecido del todo bien en estos veinte a?os y, sobre todo, le vendr¨ªa bien un lavado de cara a nivel visual (como a casi todos los juegos tridimensionales de aquel primer lustro con gr¨¢ficos 3D), pero eso no implica que no fuese un techo gr¨¢fico para una consola como Saturn, sobre todo porque se esforzaba en ofrecerlo absolutamente todo en tiempo real, sin caer en escenarios prerrenderizados o ataques grabados previamente. Grandes escenarios, algunos de ellos muy abiertos, enemigos gigantescos¡ y, sobre todo, un apartado art¨ªstico excepcional. Todos los dise?os, tanto de entornos como de personajes y enemigos, son soberbios y dar¨ªan pie a un libro de arte espectacular. Manabu Kusunoki, dise?ador y artista de la franquicia, era un gran fan del artista franc¨¦s Moebius, uno de los mejores ilustradores de toda la historia del c¨®mic, y eso se nota en las no pocas fuentes de inspiraci¨®n que fueron varias de las obras de Moebius, tales como El Incal, Arzach, Ballade¡ Tal fue as¨ª, que para la primera entrega directamente sugiri¨® contactar con el autor franc¨¦s y este acept¨® colaborar en algunos de los dise?os de la franquicia (como la car¨¢tula japonesa del primer juego). Moebius no particip¨® en Saga, pero su legado est¨¢ presente y se transmite en cada dise?o y en cada elemento del juego.
Todo esto no hubiese servido de nada sin una banda sonora a la altura, y la de Panzer Dragoon Saga va m¨¢s all¨¢ de todo l¨ªmite para ofrecernos una epicidad pocas veces o¨ªda en un videojuego. Tal es as¨ª, que para conmemorar el vig¨¦simo aniversario de la franquicia se acaba de poner a la venta un vinilo con los temas m¨¢s importantes. En cierto modo, la banda sonora mantiene todas las caracter¨ªsticas ya vistas en las entregas anteriores, una fusi¨®n de ritmos del folklore popular con melod¨ªas m¨¢s modernas. Es l¨®gico que se mantengan la l¨ªnea marcada por la franquicia, y lo cierto es que es el estilo musical que mejor le sienta al universo que se nos quiere presentar, en el que la tradici¨®n renace bajo la sombra de la gran modernidad del pasado. Saori Kobayashi y Mariko Namba completaron en Panzer Dragoon Saga un trabajo ejemplar, que marc¨® el cami¨®n a seguir por muchos juegos de rol posteriores. En este aspecto, requiere una menci¨®n especial el tema vocal ¡°Sona Mi Areru Ec Sancitu¡±, cuya letra est¨¢ en el idioma Panzerese que hemos escuchado hasta la saciedad a lo largo y ancho del juego. Un tema que consigue transmitir tantas emociones que cuenta una historia por s¨ª mismo y logra ahondar todav¨ªa m¨¢s en ese folklore que se comunica a trav¨¦s de la narraci¨®n.
Centr¨¢ndonos exclusivamente en la jugabilidad, como t¨ªtulo perteneciente al g¨¦nero del rol que es Panzer Dragoon Saga, tenemos partes bien diferenciadas, como ocurre siempre en el g¨¦nero: mazmorras, mapa general y ciudades. La diferencia aqu¨ª es que en mazmorras y en el mapamundi estamos a lomos del drag¨®n, mientras que en las ciudades y pueblos vamos a pie. B¨¢sicamente, las mazmorras eran como grandes puzzles que se extend¨ªan a nuestro alrededor y que deb¨ªamos resolver si quer¨ªamos seguir adelante: laberintos, corrientes de aire que deb¨ªamos evitar, puertas ocultas a descubrir, fuentes de energ¨ªa por destruir¡ El juego nos incitaba en todo momento a explorar y a rebuscar por todos los rincones del escenario para poder seguir adelante. Somos libres para buscar nuestro camino y perdernos, ya que el juego elude limitarse a combates en escenarios lineales. De hecho, la hu¨ªda de la linealidad incluso se transmit¨ªa en cosas como mazmorras en las que argumentalmente nos ve¨ªamos obligados a bajar del drag¨®n y defendernos por nuestra cuenta, sin los grandes l¨¢seres de nuestro compa?ero.
En este aspecto, hay que se?alar el maravilloso sistema de combate que ten¨ªa Panzer Dragoon Saga, ya que mezclaba con suma maestr¨ªa los tradicionales turnos del rol con enfrentamientos en tiempo real. A lomos del drag¨®n, pod¨ªamos girar alrededor de los enemigos en tiempo real, con cuatro posiciones (delante, detr¨¢s, izquierda y derecha). Un radar nos indica las zonas seguras y peligrosas en cada momento, seg¨²n los enemigos y el tipo de ataque que nos est¨¦n preparando; si el enemigo empezaba a cargar un ataque, el radar nos se?ala el ¨¢rea de efecto y tendremos que ser r¨¢pidos para evitar el impacto. Parte del elemento estrat¨¦gico, radica, no obstante, en que nuestros enemigos tambi¨¦n podr¨¢n moverse, cambiando nuestra posici¨®n en los momentos m¨¢s inesperados y meti¨¦ndonos en muchos problemas. Esta fase de defensa, que es muy importante, tiene como objetivo sobrevivir mientras se cargan nuestros medidores de ataque. Ser¨¢n 3 y, seg¨²n el tipo de ataque que queramos emplear, a veces nos bastar¨¢ solo con llegar uno y otras veces necesitaremos los tres. Y tras realizar nuestros ataques, de nuevo tocar¨¢ esperar a que se rellenen para poder volver a la acci¨®n.
La din¨¢mica de nos aporta combates sean muy intensos, sobre todo cuando nos enfrentamos a los grandes jefes finales, ya que sus numerosas y poderosas habilidades har¨¢n que no sea nada sencillo acabar a ellos. Esta intensidad se compensa con la calma de las visitas a pueblos y campamentos, donde hablaremos con mucha gente, afrontaremos diferentes misiones secundarias y, en general, estaremos tranquilos para ahondar en la historia o reabastecernos antes de iniciar una nueva aventura. Todos estos entornos de descanso est¨¢n tratados con sumo mimo, hasta el punto en que el tiempo pasar¨¢ y todos los lugares que visitemos ser¨¢n muy diferentes de d¨ªa y de noche; y, seg¨²n las necesidades de cada momento, podremos tener que esperar a que anochezca para poder reunirnos con determinada persona o cumplir determinada misi¨®n.
Uno de los aspectos m¨¢s importantes del juego es el drag¨®n, como no pod¨ªa ser de otra manera. Mejor dicho, la posibilidad de transformarlo a nuestro antojo y en tiempo real desde el men¨² espec¨ªfico con el que contar¨¢ nuestro compa?ero. Tendremos una serie de par¨¢metros y, seg¨²n lo que prioricemos, nuestro drag¨®n ir¨¢ modificando su aspecto. Es decir, si queremos un drag¨®n muy defensivo, la imagen del mismo ser¨¢ casi la de un tanque, mientras que si queremos un drag¨®n ¨¢gil ser¨¢ m¨¢s alargado y con alas m¨¢s amplias. Obviamente, esto tambi¨¦n tendr¨¢ repercusi¨®n en las diferentes habilidades que podr¨¢ emplear (curaci¨®n, ataque, defensa, agilidad, esp¨ªritu), as¨ª como tambi¨¦n nos obligar¨¢ a adaptarnos a las necesidades de cada enemigo y cada combate.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.