Genital Jousting, An¨¢lisis

Genital Jousting, ANALisis

Genital Jousting es la polla, es un juego con el que te partes el ojete, es un t¨ªtulo que se disfruta m¨¢s con otras personas en el mismo sof¨¢, y es una representaci¨®n de la bienvenida libertad de creaci¨®n y tem¨¢ticas a tratar que el desarrollo independiente ha tra¨ªdo consigo en los ¨²ltimos a?os. Es, tambi¨¦n, un caso de c¨®mo la censura en internet por parte de las grandes plataformas de las que dependen los desarrolladores, los periodistas y los usuarios puede afectar al contenido que estos crean. Devolver Digital (el Publisher que da m¨¢s voz a lo underground del medio junto, quiz¨¢, la incipiente Annapurna Interactive) ha visto c¨®mo han tenido que cambiar la ¡°car¨¢tula¡± del juego en Steam y c¨®mo ni desde Twitch ni desde YouTube les permitieron hacer un streaming en directo cuando la nueva obra de Free Lives (Broforce) dej¨® el Early Access el pasado 18 de enero.

Entrando m¨¢s en profundidad (ja) en los t¨¦rminos con los que he comenzado este texto (y que probablemente no tenga oportunidad de volver a utilizar en una review), Genital Jousting se sustenta en un modo multijugador local y online donde hasta ocho jugadores participan en una sucesi¨®n de minijuegos a lo Wario Ware. La gracia aqu¨ª est¨¢ en que los avatares de cada jugador son penes, que las pruebas tienen el humor absurdo por bandera y que todo est¨¢ acompa?ado de un apartado visual colorido y de efectos tan exagerados como viscerales (en especial los sonoros, donde o¨ªmos una sucesi¨®n de ¡°?plops!¡±, ¡°prffs¡±, ¡°fshh¡± y otras tantas onomatopeyas referentes a la introducci¨®n de objetos en lugares carnosos y a la consecuente liberaci¨®n de distintos l¨ªquidos).

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El multijugador est¨¢ dividido en tres modos de juego. En Tradicional se eligen los minijuegos en los que se competir¨¢ y/o cooperar¨¢, mientras que en Party se suceden una serie de 5 pruebas aleatorias. Estamos hablando de niveles que duran apenas un minuto donde estos penes antropom¨®rficos deben comer (con el ano) m¨¢s salchichas que el resto de participantes, donde compiten en carreras en las que el circuito est¨¢ lleno de cactus, donde ganan los jugadores que consigan formar un anillo (creo que hace falta poca explicaci¨®n), donde hay que ser los m¨¢s r¨¢pidos en compartir en vibrador, donde cada equipo debe conseguir arrastrar a m¨¢s perritos hacia su zona del campo o donde hay que lavar m¨¢s coches que los contrarios (se puede usar esponja y jab¨®n, pero el m¨¦todo m¨¢s eficaz es meti¨¦ndonos una manguera por detr¨¢s para expulsar el agua a presi¨®n por delante)¡­

Son solo algunos ejemplos del absurdo de las pruebas, que en lo mec¨¢nico est¨¢n afrontadas desde unas f¨ªsicas simples, pesadas y err¨¢ticas, algo totalmente intencionado y que contribuye a que se den situaciones hilarantes (e injustas) donde probablemente acabemos echando alguna l¨¢grima de tanto re¨ªr. Al menos, si jugamos con amigos, sobre todo en modo local.

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Y es que Genital Jousting quiere que juguemos muchos en el mismo sof¨¢, incluso si no tenemos los suficientes mandos; pueden jugar dos personas a la vez con el mismo mando, algo que sacar¨¢ de nosotros a¨²n m¨¢s risas tontas con lo que vemos en pantalla. Pero tambi¨¦n potencia el local sobre el online por necesidad, porque los recursos de Free Live no le han permitido hacer un netcode decente: los jugadores son expulsados de la partida arbitrariamente y los movimientos que haces en tu ordenador no se representan correctamente en los monitores de los dem¨¢s. Por supuesto, no esper¨¦is servidores dedicados, sino un engorroso sistema de host donde se crean salas para uno u otro modo que pueden estar bloqueadas por contrase?a.

Nos hemos dejado para este momento uno de los modos multijugador que atestigua el ¨ªmpetu de los desarrolladores por hacernos jugar en compa?¨ªa f¨ªsica. Se trata de una cita para dos jugadores donde los dos penes viven la historia de una relaci¨®n: la primera vez que salen juntos, una aberrante representaci¨®n de la m¨ªtica escena de los spaguettis y la alb¨®ndiga de la Dama y el Vagabundo, pasear juntos a los perros, el primer hijo¡­ A pesar de lo hilarante del concepto, es el modo que m¨¢s fuelle pierde tras jugarlo un par de veces, aunque realmente esto es algo que puede afectar a todo el juego.

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Depender¨¢ del jugador, y sobre todo de las personas que lo puedan acompa?ar en este party game, pero al final uno se acaba acostumbrando a los ¡°?plops!¡±, ¡°prffs¡± y ¡°fshhs¡± y los minijuegos no tienen la suficiente profundidad ¨C sin hacer el chiste de nuevo ¨C como para volver una y otra vez a Genital Jousting. Su longevidad depende de que podamos compartir la experiencia con nuevos jugadores cada poco tiempo.

Pero hay algo m¨¢s. Algo que no esper¨¢bamos encontrarnos en un juego de batallas de genitales. El modo historia que se a?adi¨® tras salir del Early Access es un walking simulator emotivo y costumbrista que apelar¨¢ a nuestro pasado, a c¨®mo nos comportamos en ciertas situaciones, a qu¨¦ significa la b¨²squeda del amor y la importancia de la amistad. S¨ª, seguimos hablando de Genital Jousting.

En el modo historia encarnamos a Dick (como sustantivo com¨²n es un vulgarismo ingl¨¦s que significa cretino). Dick tiene un enorme problema: le han invitado a una de esas fiestas con antiguos compa?eros de instituto comunes en Norteam¨¦rica. Quiere demostrarles a todos esos que en el pasado abusaban de ¨¦l que ahora no es ning¨²n fracasado.  El problema es que s¨ª lo es. Trabaja en una mon¨®tona empresa donde lo ¨²nico que hace es pasarse el d¨ªa mirando Facebook y probar vibradores. Y no tiene a nadie a quien amar, ni nadie quien lo ame.

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En la hora y media aproximada que dura la aventura, nuestro genital protagonista pasar¨¢ por todo tipo de situaciones inc¨®modas, absurdas y causadas por una b¨²squeda irreal del amor. Y todo es por su culpa. Porque Dick es un cretino. Porque el jugador tambi¨¦n es un cretino.