La consola favorita del indie
No sabemos si Nintendo lo ten¨ªa del todo entre sus planes, pero Switch sigue confirm¨¢ndose mes a mes como medio perfecto para que la escena indie exhiba sus logros actuales. Para colmo, tambi¨¦n va quedando demostrado que la consola h¨ªbrida es el lugar id¨®neo para dotar de nuevas oportunidades a proyectos que pasaron sin pena ni gloria en su momento, gracias sobre todo al viento de cola de las enormes ventas de la consola. Aun as¨ª, ninguna de la dos opciones anteriores se aplica para Super Meat Boy , que viene a dar saltos por la e-shop de Switch convertido ya en toda una leyenda de los videojuegos, y no solamente entre los de la etiqueta indie. Aparte de esta alcurnia de cl¨¢sico moderno, el chico de carne viene a debutar en otra consola tras varios millones de unidades vendidas en sus ocho a?os de vida , con una versi¨®n que parece abrir el camino de los indies m¨¢s exitosos de siempre hacia un sistema que es su medio natural. Super Meat Boy hac¨ªa muchas cosas bien en su momento, y ah¨ª siguen las puntuaciones de sobresaliente obtenidas por la versi¨®n original para demostrarlo a quienes conozcan ahora el juego del cuadrado de carne con ojos . Edmund Mcmillen nos dejaba claro desde el primer salto que la cosa iba a ser dif¨ªcil porque la dificultad bien entendida fue la aut¨¦ntica gasolina del g¨¦nero desde siempre, y a demostrarlo se dedicaba a lo largo de cientos de niveles. Su mensaje, que ahora rejugamos con agrado, fue escuchado, y tras este homenaje radical a los cl¨¢sicos pudimos por fin disfrutar con m¨¢s frecuencia de juegos de plataformas que no nos llevaban de la mano con alg¨²n saltito ocasional para justificarse con el g¨¦nero.
Todo lo que hac¨ªa grande a Super Meat Boy sigue presente en esta versi¨®n h¨ªbrida, ya que estamos pr¨¢cticamente ante el mismo juego . Solamente hay buenas noticias esta vez en cuanto a la conversi¨®n, que se comporta perfectamente tanto cuando jugamos en modo port¨¢til como si preferimos la pantalla del televisor . Es posible que algunos niveles se vuelvan algo inc¨®modos de jugar en modo port¨¢til por el peque?o tama?o de los personajes y no pocas plataformas, pero el juego en s¨ª ha superado con nota el salto al nuevo sistema. Justo es decir que tal cosa no debiera ser noticia, pero lo cierto es que no puede decirse lo mismo de otros t¨ªtulos independientes que han aterrizado en Switch con bastantes problemas de rendimiento a pesar de sus gr¨¢ficos poco exigentes de m¨²sculo t¨¦cnico. Blitworks ha realizado un trabajo excelente, y Super Meat Boy se mueve con la fluidez de siempre, libre de las ca¨ªdas de frame rate que hemos visto ¨²ltimamente en otros juegos similares en el sistema. Resuelto este punto precupante, el juego permite a quien se acerque a su propuesta disfrutar de lo que siempre nos embruj¨® de su propuesta: su atractiva oda a la dificultad.Niveles y control de ensue?o L¨®gicamente, hay que preguntarse sobre la vigencia de Super Meat Boy tras ocho a?os bastante intensos en el mundo del ocio electr¨®nico, pero si lo jugamos con ojos de 2018 las l¨®gicas dudas durar¨¢n lo que tardemos en superar el primer mundo . Estos ¨²ltimos meses han venido bien servidos de videojuegos de plataformas que demuestran que la f¨®rmula est¨¢ en muy buen momento, pero jugar a Super Meat Boy a?os despu¨¦s de haber completado el juego por primera vez supone un reencuentro con uno de los mejores plataformas de la historia . Era entonces, y es ahora, un ejercicio impresionante de dise?o de niveles, lo que supone mucha ventaja para cualquier plataformas y no pasa nunca de moda. Tambi¨¦n se trataba en su momento del mejor ejemplo de c¨®mo dotar a un juego de plataformas de un control pr¨¢cticamente perfecto , y es de esta exactitud en el control de la que podr¨ªan surgir las dudas m¨¢s importantes.? Nada que temer, ya que tambi¨¦n estas dudas nos las sacudiremos de encima en pocos minutos de juego, cuando tras superar unos cuantos niveles nos demos cuenta de que ¨¦ste es uno de esos juegos que parec¨ªan pedir a gritos los Joy-Con de Nintendo . Aunque se juega perfectamente con cualquiera de los m¨¦todos de control del sistema, lo hemos disfrutado especialmente con los joy-con separados, un tipo de control que se adapta de maravilla a los juegos de este estilo.
Super Meat Boy se encuentra como en casa en Switch . La inmediatez con que se disfrutaba en sesiones cortas pero intensas lo lleva ahora a congeniar como pocos con el tipo de propuesta que muchos usuarios parecen preferir en la consola de Nintendo. El homenaje Super Mario Bros que termin¨® reclamando un puesto entre los mejores de su g¨¦nero mantiene todas sus esencias, logrando que todo aquello que lo hizo grande nos siga pareciendo actual pese a los a?os transcurridos. Sus gr¨¢ficos siguen siendo sencillos, pero gracias a ello seguir¨¢n pareciendo hermosos a ojos de quienes gusten de un minimalismo cari?oso con lo retro. Tambi¨¦n su m¨²sica acompa?a a la perfecci¨®n, aunque vuelve a ser la que vimos en las consolas de Sony en detrimento de la fant¨¢stica banda sonora original de Danny Baranowsky , lo que molestar¨¢ a quienes la disfrutasen en su momento. Aun as¨ª, es sin duda lo divertido de sus saltos y la necesidad de batir ese nivel en el tiempo fijado lo que sigue mandando, y en este aspecto el juego a¨²n golpea con fiereza. La versi¨®n para Switch de Super Meat? Boy bien puede ser la mejor hasta el momento gracias a las caracter¨ªsticas de la m¨¢quina, que aprovecha a las mil maravillas. Aun as¨ª, echamos en falta algunas novedades m¨¢s para justificar un nuevo paso por caja a quienes ya conozcan a fondo el juego. El modo carrera, gran novedad de esta versi¨®n, es sin duda muy divertido para jugar con un amigo, y se trata de un buen a?adido. Est¨¢ muy bien, pero conviene recordar que Super Meat Boy tiene miles de niveles adicionales creados por los jugadores en su versi¨®n para Steam. Se echan en falta algunos nuevos mundos a la altura, en esta versi¨®n tan poderosa de un juego por el que no pasan los a?os.