Qu¨¦ podemos esperar de Ori and the Will of the Wisps

Avance de Ori and the Will of the Wisps

Si hay algo en el mundo actual del videojuego que me fascina, es su abrumadora infraestructura creativa gracias a los cada vez m¨¢s prol¨ªficos estudios independientes. Hay casos como el de Drinbox, Playdead o Team Cherry cuyos ¡ªen principio limitados¡ª recursos han dado como resultado obras que son capaces de competir de t¨² a t¨² con los grandes nombres del sector.

Por otra parte, equipos como Moon Studios, cuyo desarrollo se ha visto potenciado por la experiencia de un distribuidor a la altura de Microsoft, han sido capaces de mantener su pol¨ªtica creativa y realizar obras a la altura del primer Ori. Lejos de lo que muchos podr¨ªan imaginarse, detr¨¢s de esta aventura de plataformas y acci¨®n ambientada en un m¨¢gico mundo de fantas¨ªa y protagonizada por unos carism¨¢ticos personajes, se esconde una de las mejores producciones de la generaci¨®n.

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La gran emotividad de la primera aventura de Ori, cuyo viaje nos llev¨® a descubrir parajes de ensue?o gracias a las habilidades que ¨ªbamos desbloqueando, conociendo a misteriosos personajes ¡ªcomo el simp¨¢tico Gumo o el inquietante Kuro¡ª a la vez que aprovech¨¢bamos la compa?¨ªa de Sein para superar desaf¨ªos, rompecabezas y todo tipo de situaciones, fueron elementos definitorios de uno de los videojuegos metroidvania m¨¢s destacados del panorama contempor¨¢neo.

La nueva aventura de Ori

Con semejante primera parte, no es de extra?ar que muchos de nosotros tengamos Ori and the Will of the Whisps dentro de la lista de juegos m¨¢s esperados de 2018. El material visual al que hemos tenido acceso hasta ahora deja bien claro uno de sus puntos fuertes: la excelencia est¨¦tica de la primera parte parece estar a un nivel (tanto art¨ªstico como t¨¦cnico) superior.

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Decenas de planos de scroll, combinaci¨®n de estructuras y personajes tridimensionales con elementos y efectos de part¨ªculas 2D novedosos y llamativos, unidos como un todo gracias a una delicada atenci¨®n por la animaci¨®n. En definitiva: todo cobra vida en pantalla en Ori and the Will of the Wisps, m¨¢s a¨²n cuando el espacio esc¨¦nico interactivo se ve azotado por los impresionantes efectos atmosf¨¦ricos. Analizando tanto el trailer inicial como los documentos visuales ¡°detr¨¢s de las c¨¢maras¡± que ha publicado el estudio, podemos apreciar el nivel alcanzado por Moon en cuanto al dominio del motor Unity y las herramientas espec¨ªficas que han dise?ado para este nuevo videojuego.

Pero, m¨¢s all¨¢ del espectacular entorno gr¨¢fico del t¨ªtulo, todo apunta a que Ori and the Will of the Wisps alcanzar¨¢ cotas de altura dentro del g¨¦nero metroidvania. El control del personaje principal en la primera parte ya nos record¨®, en cuanto a sensaciones jugables, a lo vivido durante los a?os 90 cuando nos pusimos a los mandos de t¨ªtulos como The Lion King o Earthworm Jim: la suavidad de movimientos y la respuesta del mando fueron espectaculares. Eso se potenci¨® r¨¢pidamente con el a?adido de multitud de movimientos, como el doble salto, el planeo, la habilidad de nadar o la posibilidad de llegar a zonas inexpugnables por medio de variados m¨¦todos.

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Escribiendo la historia contempor¨¢nea del g¨¦nero

Lo que har¨¢ de Ori and the Will of The Wisps un videojuego sorprendente, adem¨¢s de por su deslumbrante ¡ªy en algunos momentos abrumador¡ª apartado audiovisual (memorable la banda sonora de Gareth Coker de la primera parte), ser¨¢ adaptar de forma fidedigna la base creada en Blind Forest perfeccionando sus carencias y a?adiendo nuevas habilidades.

Una dedicaci¨®n mayor en los enfrentamientos contra enemigos finales, con una cantidad de din¨¢micas de ataque y rutinas de movimientos a la altura de grandes como los Donkey Kong de Retro Studios, unido a un aprovechamiento del ¡ªexcelente¡ª equipo de dise?o de niveles para hacer m¨¢s complejo, gratificante y necesaria la infraestructura de backtraking pueden hacer de The Will of the Wisps un videojuego de aventura, acci¨®n y plataformas cercano a la perfecci¨®n. Estamos deseando comprobarlo.

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