Max: The Curse of Brotherhood
- Plataforma360NSW6.5PS4PCXBO7
- G¨¦neroPlataformas
- DesarrolladorPress Play
- Lanzamiento20/12/2013 (XBO)09/04/2014 (360)15/04/2014 (PC)08/11/2017 (PS4)21/12/2017 (NSW)
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
- EditorPress Play
Max: The Curse of Brotherhood, An¨¢lisis
La consola h¨ªbrida de Nintendo acoge en su cat¨¢logo uno de los t¨ªtulos m¨¢s queridos por los usuarios de Microsoft que potencia su caracter¨ªstica principal gracias a la pantalla t¨¢ctil.
Max: The Curse of Brotherhood, An¨¢lisis
La relaci¨®n del estudio Press Play para con los videojuegos no podr¨ªa entenderse sin su primer lanzamiento, Max & the Magic Marker, con un protagonista que repite papel en el t¨ªtulo que hoy analizamos para Nintendo Switch. Los daneses crearon un sencillo juego de plataformas y puzles que se val¨ªa de un rotulador m¨¢gico para superar los problemas que la obra nos presentaba. Un t¨ªtulo con interesantes propuestas que sirvi¨® para que Microsoft se hiciera con la desarrolladora en 2012 y cerrarla cuatro a?os m¨¢s tarde.
Bajo el amparo de Microsoft Studios, el estudio afincado en Copenhague firm¨® otro proyecto con divertida mec¨¢nica jugable llamada Tentacles: Enter the Dolphin para, un a?o despu¨¦s, sorprender al mundo con su pelotazo m¨¢s conocido, Max: The Curse of Brotherhood, que repet¨ªa la jugabilidad de su antecesor. Lanzado en exclusiva para el ecosistema Xbox One, Xbox 360 y Windows, el t¨ªtulo fue bien recibido entre los usuarios llegando incluso a lanzarse para PlayStation 4 y ahora en Nintendo Switch.
La historia nos cuenta lo que bien pudiera haber sido el d¨ªa a d¨ªa de aquellos que han convivido con hermanos peque?os. Max termina su jornada entre pupitres, apuntes y pizarras y se dispone a descansar en su casa. Al abrir la puerta de su habitaci¨®n se encuentra a su hermano F¨¦lix trasteando con sus juguetes y harto de que siempre est¨¦ molestando busca en internet un conjuro para deshacerse de ¨¦l. Que levante la mano aqu¨¦l que haya pensado algo similar en sus d¨ªas de mozo. Sin embargo y al contrario de lo que sucede en la realidad, un enorme monstruo aparece a sus espaldas y rapta a su hermano. Con la que ha liado, Max se arrepiente y cruza el portal por donde desaparecen ambos con el objetivo de liberar a su sangre de las garras de ese ser.
Tras una breve toma de contacto con la que ser¨¢ la t¨®nica jugable que nos cuenta el periplo de Max, el protagonista conoce la forma con la que podr¨¢ ayudar a F¨¦lix; utilizando un rotulador m¨¢gico. Lo que a primera vista parece servir para garabatear bigotes en las fotos que acompa?an a los libros de texto, se convierte en una herramienta capaz de levantar pilares, crear plataformas, cortar lianas u otros interesantes usos. La propuesta es muy variada e incluso contar con una pantalla t¨¢ctil como la de la h¨ªbrida de Nintendo bien pudiera haber exaltado al juego m¨¢s de lo que todav¨ªa es. ?Habr¨¢ sido as¨ª?
Vaya por delante que la aventura, al igual que ya ocurri¨® en su primer lanzamiento, nos ha encantado. El port es casi perfecto y todo lo que hizo grande a Max: The Curse of Brotherhood se mantiene intacto en la versi¨®n para Nintendo Switch. Esto incluye tambi¨¦n ciertas ralentizaciones seg¨²n la carga visual que muestre el videojuego tanto si tenemos la consola conectada al dock como en modo port¨¢til. Son algo descaradas pero la mayor parte de las mismas no influyen en la jugabilidad. Sin embargo incluir dos diferentes tipos de control como es el de manejar a Max y otro a modo puntero para el rotulador, no siempre se materializa con satisfacci¨®n en una consola de sobremesa a¨²n contando con una pantalla t¨¢ctil de 6,2 pulgadas.
Esto implica que la experiencia de manejar a Max con el stick anal¨®gico izquierdo ser¨¢ exquisita y frustrante con el rotulador. Primero porque es algo impreciso y segundo porque las acciones sufren cierto retardo -incluso al sacar el rotulador- con respecto a su uso mediante la pantalla t¨¢ctil. Adem¨¢s tampoco es que esta ¨²ltima ayude en demas¨ªa. Su precisi¨®n es bastante discutible y nos obliga a soltar la consola cada pocos tramos de la aventura. Tampoco nos sirve jugar a una sola mano pues la botonera del joycon derecho se utiliza para las acciones de saltar o recoger objetos. Es un videojuego que se disfruta mejor en ordenadores gracias a la ayuda del rat¨®n.
Pese a las molestas ralentizaciones y el discutible manejo del arma m¨¢gica que porta Max, The Curse of Brotherhood sigue siendo un gran juego con un acabado visual deslumbrante. A d¨ªa de hoy y si nunca hemos disfrutado de la aventura de Press Play -ahora Flashbulb-, quiz¨¢s ya no resulte tan innovador su dise?o art¨ªstico pero en su d¨ªa fue uno de los apartados en los que m¨¢s destacaba. Es, en t¨¦rminos generales, una aventura aconsejable m¨¢s a¨²n teniendo en cuenta las bondades port¨¢tiles de Nintendo Switch.
Volviendo a lo jugable, Max: The Curse of Brotherhood no es ni m¨¢s ni menos que un juego de scroll lateral en tres dimensiones que hace uso de puzles para hacerlo m¨¢s ameno. El videojuego cuenta con objetos coleccionables a lo largo de sus pantallas en los que es necesario el backtracking, pues algunos de ellos s¨®lo son posibles de obtener con habilidades obtenidas en partes m¨¢s avanzadas de la aventura. El rotulador m¨¢gico es el gran protagonista y es capaz de crear nuevas plataformas para llegar a lugares innacesibles, crear torrentes de agua con los que desplazarnos por el escenario o ayudarnos en la recolecci¨®n de objetos entre otros usos. Cada pantalla ofrece pistas visuales en los lugares donde puede usarse y solo hay una ¨²nica soluci¨®n para abatir el problema. La ¨²nica dificultad en este sentido reside a la hora de errar en la ejecuci¨®n de las pintadas y en los saltos de Max, dando lugar a m¨²ltiples momentos de ensayo y error.
Como ya hemos comentado, Max: The Curse of Brotherhood para Nintendo Switch es un port m¨¢s que decente del que solo podemos quejarnos de las constantes ralentizaciones que sufre. El uso de la pantalla t¨¢ctil est¨¢ medianamente resuelto salvo por algunas imprecisiones con el rotulador, algo generalizado en todas las plataformas en las que se ha lanzado. Los controles est¨¢n bien adaptados a los Joycon de la h¨ªbrida de Nintendo y en este sentido no hay queja alguna. Sigue conservando su fant¨¢stico doblaje en ingl¨¦s y subt¨ªtulos en castellano as¨ª como su genial banda sonora, ofreciendo momentos donde casi suena de forma anecd¨®tica y otros con un mayor peso sobre su espalda.
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.