Juegos de una tarde: Inside y el verdadero horror

Inside: el horror

El terror no s¨®lo se figura en el susto tras la esquina, lo paranormal, el zombi que persigue al grupo de protagonistas o el asesino que acecha los sue?os; el horror o el terror puede emanar de la atm¨®sfera opresiva y eso lo sabe muy bien Playdead. Los creadores de Limbo saltaron a la fama con su juego de sombras. Un ni?o envuelto en una pesadilla en la que mor¨ªa de la manera m¨¢s cruel y tajante, algo que no puede m¨¢s que causar horror en el que juega. Su segunda obra, Inside, aunque aplica color al desarrollo no abandona lo angosto, para enfrentarnos a una nueva pesadilla. Ahora dist¨®pica.

Inside representa uno de los juegos m¨¢s brillantes que se pueden jugar en una tarde. Con un esquema similar al de Limbo, Playdead apuesta de nuevo por una aventura a medio camino entre el puzle y las plataformas en desarrollo lateral. De nuevo, como en Limbo, Inside tiene la ambici¨®n de ir un paso m¨¢s all¨¢ de ser simplemente un juego bonito. Justo aqu¨ª uno debe comenzar a aterrorizarse.

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Inside somete al que juega a la angustia de una fuga. A trav¨¦s del lo que sucede al fondo de nuestra partida, como hac¨ªa Oddworld un par de d¨¦cadas antes, narra la mayor¨ªa de la historia que nos quiere contar. En una met¨¢fora de la sociedad de consumo, la distop¨ªa de Playdead se atreve a figurar a las personas como ovejas: controladas, orquestadas, con un movimiento incluso r¨ªtmico. De cuando en cuando tiene la osad¨ªa de obligarnos a controlar a nuestro protagonista, liberado, de esa manera orquestada y r¨ªtmica, para definir y mostrar lo artificial de la vida en el sometimiento.

Original en cada palmo

Es indiscutible que nos situamos ante un juego verdaderamente original. Su primera rareza emerge en la forma, ya que se desarrolla al completo en un largu¨ªsimo plano secuencia. De cabo a rabo de la partida no hay ni un s¨®lo corte de plano. Esto aporta un dinamismo muy agradecido al progreso, e impone esa sensaci¨®n de que nuestra fuga se est¨¢ viviendo en tiempo real.

Su segunda rareza en la forma radica en la ausencia completa de di¨¢logo. En un juego de plataformas y puzles esto no parece algo destacable, ni siquiera original, pero Inside es fundamentalmente una obra que nos quiere contar una historia. As¨ª, a trav¨¦s de simbolismos, detalles y nuestra propia conducta jugando tenemos que interpretar esta historia. Y la palabra exacta debe ser interpretar.

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Est¨¢ claro que en la mano del jugador queda la posibilidad de tapar ojos y o¨ªdos, y simplemente superar los obst¨¢culos inmediatos que presenta el propio progreso del juego. Tambi¨¦n est¨¢ claro que la parte m¨¢s interesante de la obra de Playdead se pierde por ese camino. Pero, incluso en su propia mec¨¢nica de juego, pese a que a priori no resulta original, s¨ª esconde algunas particularidades que muestran que se trata de una obra especialmente cuidada. Un vistazo superficial puede llevar a pensar en este t¨ªtulo como una especie de ¡°Limbo 2¡±, pero lo cierto es que estamos ante una producci¨®n mucho m¨¢s ambiciosa. Aportar paleta de color implica dise?ar escenarios mucho m¨¢s complejos para un 2¡¯5D. De pronto, lo que sucede en el fondo no s¨®lo nos est¨¢ contando la historia de Inside, sino que tambi¨¦n impacta sobre nuestro progreso, ya que muchos de los eventos que se inician en capas profundas del escenario terminan afectando a nuestro propio camino.

Quiere contar jugando

As¨ª, y reduciendo al m¨¢ximo Inside, su genuina particularidad es que nos quiere contar jugando. Por eso resulta conveniente, en este caso, que el juego dure una tarde, ya que se trata de uno de esos que despierta la necesidad irrefrenable de volver a ¨¦l de cuando en cuando. Es necesario completar varias veces Inside, porque, aunque el juego no cambia un ¨¢pice entre dos partidas consecutivas, la particular sutileza con la que expone su universo implica que en cada partida se descubra algo nuevo. Normalmente, algo m¨¢s terror¨ªfico que lo anterior.

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