Sobre la psicosis: Hellblade quiere hacerte sentir mal por un motivo

El incalculable valor de Hellblade

El primer punto chocante al jugar a Hellblade es que Senua no para de mirarte. De alguna forma, el juego al completo no deja de mirarte. De pronto se pone en evidencia algo de lo que quiz¨¢ no es habitualmente consciente: cuando se juega a videojuegos se tiende a ver constantemente la nuca de los personajes. Ninja Theory, sabedores de esta circunstancia, aprovechan cualquier oportunidad para girar el plano y sentarte frente a frente con una mujer que est¨¢ sufriendo como pocas veces hemos visto. Senua tiene una mirada inquieta y nerviosa, que sutilmente se cruza una y otra con la nuestra, para mirar fija y profundamente a los ojos del jugador. Tiene ah¨ª lugar una de las sensaciones m¨¢s terror¨ªficas que se pueden experimentar con un mando entre las manos. Y no porque Senua cause miedo alguno, sino porque simplemente aterra ver a alguien sufrir en tal grado. Senua te mira, porque Senua quiere decirte algo.

Hellblade desde en la primera pantalla de carga advierte que trata sobre la sintomatolog¨ªa psic¨®tica. Anticipa que han trabajado con expertos en la materia para aproximar la visi¨®n introspectiva del trastorno psicol¨®gico. Resulta banal perder el tiempo diagnosticando a Senua, etiquetando el trastorno que experimenta, porque lo que propone Hellblade va un paso m¨¢s all¨¢: pretende acercarnos una idea, una visi¨®n o una sensaci¨®n, de lo que pueden representar algunos s¨ªntomas psic¨®ticos especialmente graves.

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La vivencia a trav¨¦s de la representaci¨®n sensorial

No se trata un juego con intenci¨®n did¨¢ctica, ni mucho menos realista, pero s¨ª indudablemente sensorial. Explicar el s¨ªntoma psic¨®tico siempre resulta complejo, porque se define en la vivencia del mismo. Hellblade se aproxima a esa convicci¨®n, y juega con todos los elementos sensoriales a su alcance para generar una aproximaci¨®n m¨¢s o menos teatral a estas vivencias. As¨ª, las incesantes voces que atormentan a Senua se convierten en una situaci¨®n dif¨ªcil de mantener en largas sesiones de juego. No porque lleguen a ser molestas, sino porque causan tal sufrimiento en la protagonista que los escr¨²pulos obligan a tomarse un respiro.

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La manera en la que Hellblade se construye camina con dos premisas de base importantes para aproximarse a el trastorno psicol¨®gico de cualquier ¨ªndole: la primera de ellas es que se acerca con seriedad, rigor, y la mejor de las intenciones; lo que deriva en su segunda premisa: pretende generar empat¨ªa. Sobre cualquier cuesti¨®n psicol¨®gica existe un estigma social muy marcado. Sobre la discapacidad intelectual el estigma es tan acentuado que roza el insulto, y sobre la psicosis se observa un desconocimiento tal, que buena parte de la poblaci¨®n contempla a las personas que experimentan alg¨²n tipo de psicosis como peligrosas. Los medios de comunicaci¨®n no ayudan en absoluto, remarcando la condici¨®n diagn¨®stica en cada noticia que existe oportunidad. Pero la estad¨ªstica no enga?a: la tasa de violencia entre las personas que experimentan s¨ªntomas psic¨®ticos no var¨ªa respecto a la tasa de violencia en la poblaci¨®n general. As¨ª, Ninja Theory pretende generar empat¨ªa con el s¨ªntoma psic¨®tico mostrando el incuestionable sufrimiento que puede llegar a causar en una persona.

Terminando con el estigma social

Hellblade es ficci¨®n, en ning¨²n punto tiene ¨¢nimo documental, pero guarda un sentido aleg¨®rico de la psicosis que facilita su comprensi¨®n. As¨ª, en ning¨²n punto se observa a Senua como una mujer violenta o como una amenaza, sino como una mujer atormentada. Adem¨¢s, como una luchadora nata. Una mujer que con su mirada a c¨¢mara que pide ayuda mientras sigue adelante. Una mujer a la que deseamos tenderle la mano. Esto es lo que nos trata de mostrar Hellblade, para que en la siguiente ocasi¨®n en la que nos crucemos con una persona que experimenta s¨ªntomas psic¨®ticos en la calle no cambiemos de acera.

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Todav¨ªa profundizando m¨¢s, quiz¨¢ hasta niveles t¨¦cnicos, Hellblade tiene otro mensaje respecto a la psicosis. Un mensaje que emerge, sin duda, de la relaci¨®n que Ninja Theory ha mantenido con expertos en psiquiatr¨ªa de la universidad de Cambridge. En los v¨ªdeos del diario de desarrollo todos los implicados hacen un hincapi¨¦ particular en el pasado de Senua: un pasado de violencia y abusos, que han abocado a la protagonista hasta la extrema situaci¨®n en la que se encuentra. En el fondo de esta exposici¨®n est¨¢ algo importante para las disciplinas psicol¨®gicas y psiqui¨¢tricas, que es la convicci¨®n de que un trastorno no se debe explicar al completo en base a causas biol¨®gicas, sino que necesita de un desencadenante traum¨¢tico en el entorno para que tenga lugar. Los abusos en la infancia o en la juventud son una causa probable para que se desarrollen este tipo de problem¨¢ticas profundas, muy vinculadas, por otro lado, a las edades de adolescencia.

Un recorrido r¨¢pido a Hellblade, como el que acabamos de desarrollar, posiblemente aporte peso a la idea de que estamos ante una de las obras m¨¢s relevantes de 2017. Tameem Antoniades lo explicaba en una entrevista en torno al lanzamiento: el objetivo de Hellblade no es proponer un juego de acci¨®n divertido y feliz, el objetivo estriba en disponer un juego interesante y relevante. Que con una premisa as¨ª el t¨ªtulo logre ser un ¨¦xito comercial, debe abrir el camino a otros. Ninja Theory, sin duda, ha crecido como estudio: la psicosis en ficci¨®n tiende a ser tratada con una teatralidad irrisoria, cuando no ofensiva; Hellblade es una obra de ficci¨®n que enfrenta el estigma del trastorno psicol¨®gico con convicci¨®n. El premio al impacto social en The Game Awards 2017 parece imprescindible.

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