OneShot, An¨¢lisis

La luz que perdimos

El sol morir¨¢ dentro de unos cinco mil millones de a?os. Su fuente de combustible, el hidr¨®geno, se agotar¨¢ inevitablemente, pero no ser¨¢ el final de su vida. A continuaci¨®n, fusionar¨¢ helio, su color cambiar¨¢ a rojo y crecer¨¢ en volumen. Mercurio, Venus, la Tierra y Marte ser¨¢n absorbidos por el coloso en llamas. La radiaci¨®n causar¨¢ estragos y los planetas supervivientes del sistema solar sucumbir¨¢n a las temperaturas m¨¢s extremas. M¨¢s tarde, el helio se consumir¨¢ del todo y llegar¨¢ el turno del carbono, y cuando las reservas se extingan, el astro rey perder¨¢ la corona, se tornar¨¢ estrella decr¨¦pita.

Imagina encontrarte en la cotidianidad del hogar y despertar en un mundo sin luz, de oscuridad perpetua; imagina un lugar donde la energ¨ªa es un bien tan preciado como el oro; imagina mantener comunicaci¨®n directa con una deidad y convertirte en el mes¨ªas; imagina manejar a Niko, el depositario de todas estas experiencias, un ni?o como otro cualquiera, aunque con ojos gatunos. Despu¨¦s de comer las sabrosas tortitas que cocina su madre, se introduce bajo las mantas en busca de un sue?o reparador que no halla. En un abrir y cerrar de ojos, siente que pasa del calor al fr¨ªo, del sue?o a la pesadilla, de la claridad a la penumbra. 

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La narrativa se desarrolla a trav¨¦s de di¨¢logos vivaces que dibujan la personalidad del protagonista y de los variados personajes que viven en el mundo. Es un guion bien escrito, de esos que enganchan al jugador al instante y que atrapan de principio a fin, si bien la aventura no es larga en absoluto. Lo m¨¢s curioso es la relaci¨®n que se forja entre Niko y el propio jugador. De tal modo, nosotros manejamos el destino del protagonista, s¨ª, pero adem¨¢s somos su dios. El muchacho habla en voz alta y se dirige al usuario por su nombre. Como deidad, ofrecemos consejos y lo guiamos en su arduo periplo como salvador. Cabe destacar que las decisiones inciden hasta el punto de que es posible desbloquear diversos finales. 

Uno percibe que OneShot es un videojuego particular desde que arranca el programa por primera vez. Al iniciar la partida, la pantalla no aparece completa, y la reacci¨®n inmediata es rebuscar entre los men¨²s e intentar hallar la opci¨®n que permita jugar a pantalla completa. No obstante, un aviso nos indica que es recomendable disfrutar de la experiencia de la otra manera, y tiene su raz¨®n de ser. Y es que la obra de Little Cat Feet trasciende la pantalla de juego y utiliza el PC del jugador para ocultar algunas pistas que nos ayudar¨¢n a resolver ciertos puzles. Por ejemplo, en un momento concreto de la partida, el fondo de pantalla se modifica y nos se?ala los siguientes pasos a dar. Los rompecabezas no son excesivamente complicados, pero hay unos pocos que se salen de la tangente, m¨¢s por no estar del todo bien planteados que por su dificultad intr¨ªnseca. 

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La exploraci¨®n es otro de los pilares principales de OneShot. Niko debe hallar los secretos escondidos en los escenarios, conversar con los personajes y adivinar sus siguientes movimientos. Como si de una aventura gr¨¢fica se tratara, un objeto puede servir para avanzar en la historia, pero a veces tendremos que combinarlos para crear otros nuevos. Esto se hace a trav¨¦s de un sencillo men¨² que, a modo de inventario, sirve para gestionar los ¨ªtems que vayamos reuniendo. El m¨¢s importante es el diminuto sol que porta en sus manos, necesario para restituir la luz en el mundo.  

En un t¨ªtulo que juega con los conceptos de luz, oscuridad, sue?os y pesadillas, el hecho de dormir adquiere un significado especial. Al meterse en la cama, Niko no recupera salud (tampoco existe esa barra) ni mejora sus prestaciones, simplemente se guarda la partida y se cierra el juego de forma autom¨¢tica. Una vez iniciado de nuevo, visualizaremos sue?os de su antigua vida junto a su madre. 

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A falta de dinero, muchos t¨ªtulos de corte indie tienen que buscar v¨ªas alternativas para construir un apartado visual atractivo. El arte es la mejor herramienta, y pese a que las ilustraciones de OneShot no nos han parecido espectaculares, el conjunto de personajes y escenarios luce bastante apa?ado. Por desgracia, la sensaci¨®n de repetici¨®n est¨¢ presente siempre. Se nota que ha sido creado con RPG Maker por su peculiar estilo visual de 16 bits, que es similar al de los cl¨¢sicos juegos de rol nipones. Por otra parte, el juego ha sido traducido al espa?ol por fin. En cuanto a la banda sonora, nos ha resultado algo mon¨®tona, con temas que no consiguen emocionar en ning¨²n momento. Tampoco incorpora voces, ni siquiera en las cinem¨¢ticas, que son simples ilustraciones.

Y as¨ª, sin prisa pero sin pausa, Niko recorre su camino ahogado en mil dilemas. El peque?o sol acaricia la piel con su calor, pero le recuerda la necesidad imperiosa de cumplir con el objetivo final, porque lo contrario es la muerte, el adi¨®s, las exequias del mundo...