Biomutant, impresiones

Biomutant, impresiones

El anuncio sorpresa de Biomutant en la pasada Gamescom sirvi¨® para constatar que THQ Nordic va en serio con su nueva etapa como editora. Tras el cierre de la casa principal y su renacimiento, apenas se hab¨ªan prodigado en el relanzamiento de juegos de su cat¨¢logo tales como el d¨ªptico Darksiders o el recientemente confirmado Sphinx, por lo que verles trabajar en una franquicia desde cero con cierta ambici¨®n y esmero dejaba claro que hab¨ªan vuelto para quedarse. As¨ª que a¨²n sin haber despejado la inc¨®gnita m¨¢s importante en relaci¨®n a la compa?¨ªa (?qu¨¦ ha ocurrido con Darksiders III?) lo que s¨ª tenemos claro es que, tras haber probado Biomutant en Paris Games Week, hay razones para creer.

Desarrollado por Experiment 101, un estudio sueco fundado en 2015 y con Stefan Ljungqvist a la cabeza, veterano dise?ador que trabaj¨® en las sagas Mad Max y Just Cause, Biomutant nos lleva a un mundo postapocal¨ªptico poblado por criaturas peludas antropom¨®rficas que se organizan por tribus y rinden culto al ?rbol de la Vida, una entidad en permanente estado de sangrado debido a una plaga que azota a todo el entorno. Seg¨²n se ha prometido la historia cambiar¨¢ en base a las decisiones tomadas, incluyendo como poco dos finales (uno m¨¢s oscuro si el ¨¢rbol no se recupera, por ejemplo) y bastantes bifurcaciones m¨¢s. 

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En la demo que hemos podido jugar poco se atisbaba de la narrativa, y de hecho arrancaba con la creaci¨®n de nuestro h¨¦roe en un peque?o editor que permit¨ªa elegir el tipo de cuerpo (delgado, alto, bajito, 'mazado', etc), el color del pelaje exterior y el interior, y poco m¨¢s. Elijamos uno u otro siempre ser¨¢ una especie de mapache con cara de mala leche que porta una espada y un arma de fuego y se abre camino con ellas sin apenas mediar palabra. Tras crearlo, comenz¨¢bamos lo que corresponder¨ªa a un nivel de tutorial, no muy guiado y bastante din¨¢mico, de unos 20 minutos de duraci¨®n total.

Lo primero que aprend¨ªamos eran las bases de la movilidad, es decir, c¨®mo deslizarnos libremente por un entorno en tres dimensiones con la c¨¢mara en tercera persona, un bot¨®n para hacer volteretas y esquives y c¨®mo no los saltos. Todo esto era aplicable por cierto a los comandos de acci¨®n, por lo que podemos saltar y disparar, hacer una voltereta y continuar con una acometida con la espada a modo de combo, etc¨¦tera. El control en la demo era bueno y la c¨¢mara se comportaba con normalidad, algo que siendo una prealpha da cierta confianza sobre el resultado final.

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Por supuesto, segu¨ªamos con el combate. El primer enemigo era una especie de jefe al que hab¨ªa que derrotar desde lo lejos usando el arma de fuego y tras vencerlo aparec¨ªa un enemigo inderrotable con una cadena de pinchos. Huyendo del lugar por un peque?o hueco comenzaba un segmento m¨¢s lineal y guiado que nos daba pistas sobre el resto de mec¨¢nicas. Adem¨¢s de la citada pistola contamos con una espada utilizable con golpes normales o fuertes, tambi¨¦n en salto para romper guardias de los enemigos y todo esto, de nuevo, es combinable. Podemos al estilo Devil May Cry comenzar un combo a espadazos, elevarlos con un launcher y continuar en el aire con la pistola, o seguir d¨¢ndoles con el arma blanca para tirarlos al suelo de un golpe. En realidad, por lo menos al principio, es un sistema de combate que promete espectacularidad.

La demo permit¨ªa echarle un ojo a dos cosas importantes. La primera y que tiene que ver con nuestro protagonista es que ¨¦ste podr¨¢ ir adquiriendo distintas habilidades a modo de los pl¨¢smidos de Bioshock, tales como la telequinesis, que coge a un enemigo y permite arrojarlo a donde queramos, o incluso marcar un barril explosivo y hacer que los rivales reciban da?o. Otra nos daba la opci¨®n de crear una especie de seta para atravesar zonas de cierta distancia saltando sobre ellos para impulsarnos, o un ataque de energ¨ªa el¨¦ctrica que paralizaba a los monstruos. Es un sistema que funciona y que ¨²nicamente exige la pulsaci¨®n de un bot¨®n para abrir la ruleta de t¨¦cnicas y pulsar el bot¨®n correspondiente para ejecutar la habilidad, todo esto por supuesto con el coste de una barra de energ¨ªa que se recarga como es habitual: matando criaturas.

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El segundo tema importante es el sistema de crafteo de armas, que en la demo era extremadamente simple pero que, entendiendo lo que es (un tutorial) es comprensible. Usando distintos materiales que encontraremos por los escenarios podremos cambiar la apariencia est¨¦tica y atributos de la espada o la pistola, convirti¨¦ndolos por ejemplo en hachas, alabardas, ametralladoras o rifles de francotirador. Por lo que pudimos probar esto s¨®lo afecta a lo est¨¦tico, es decir, las animaciones para una espada y un hacha son id¨¦nticas y no golpeas m¨¢s lento por ir con un arma de mayor tama?o. Pero insistimos: era un tutorial en una prealpha, las cosas podr¨ªan cambiar.

Desgraciadamente la demo de Biomutant terminaba justo cuando nos hubiera gustado seguir jugando: en el momento en el que tras completar la fase lineal se nos pon¨ªa en mitad de un mundo abierto libre de ser explorado. Pero la sensaci¨®n general es buena, la de un t¨ªtulo con mucho potencial, y que con un sistema de misiones o desarrollo de niveles interesante podr¨ªa convertirse en una IP tan notable como lo fue Darksiders. El combate es satisfactorio y funciona, art¨ªsticamente cumple de sobra y siendo una prealpha el frame rate no rascaba demasiado (se mov¨ªa en un PC, y jugamos con mando de Xbox One) por lo que su estabilidad era la deseada. Llegar¨¢ en 2018 para PS4, One y PC.

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